martes, 27 de mayo de 2014

4.4 - Madrid, museos Sorolla y Arqueológico Nacional.

9 de mayo, viernes.
Toledo, España.

Me levanto a las 09:00 de la mañana, desayuno en la terraza del hotel con Toledo de fondo, la temperatura es muy agradable, casi 20 grados a esta hora de la mañana.


Toledo desde la habitación del Cigarral de Caravantes. Foto del autor.


Terraza del hotel Cigarral de Caravantes, Toledo. Foto del autor.

Me despido del hotel donde he disfrutado estos dos intensos días, uno de los mejores sitios del mundo donde me he alojado hasta ahora. Por su servicio, por su situación, por sus instalaciones y por sus magníficas vistas El Cigarral de Caravantes es un lugar mágico para disfrutar de una escapada a Toledo.


- DE TOLEDO A MADRID, PRIMERA PARADA MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL.

Me pongo en camino a la capital de España, 75 kilómetros de autovía separan las dos capitales históricas. Nos encaminamos al MAN, Museo Arqueológico Nacional situado en la calle Serrano 13, detrás de los Jardines del Descubrimiento en la conocida popularmente como Plaza Colón. 



Dejo el coche en el parking de Serrano y entro al Museo Arqueológico. Tras 6 años cerrado por reformas al fin abre sus puertas completamente renovado y con lo último en nuevas tecnologías aplicadas al mundo museístico.
A las 13:10 entramos por la puerta, la entrada general cuesta 3 euros, la reducida 1,50, el alquiler de una tablet audio-guía otros 2 euros.


Entrada al Museo Arqueológico Nacional. Madrid. Foto del autor.



Patio interior con estatuas de época romana. MAN, Madrid. Foto del autor.

El edificio del museo se divide en 3 plantas y una entreplanta:
Planta 0: entrada, tienda, sala de actividades y cafetería. Se inicia el recorrido en la sala de arqueología y patrimonio, el resto de la planta corresponde al período de la Prehistoria. Saliendo por un lateral hay una réplica de las Cuevas de Altamira de Cantabria.


Huesos de dinosaurios en la sala de Prehistoria. MAN, Madrid. Foto del autor.


Tesoro fenicio del Carambolo (S. VII-VI a.C.) hallado cerca de Sevilla. MAN, Madrid. Foto del autor.

Planta 1: protohistoria: Hispania romana, antigüedad tardía y mundo medieval: Al-Ándalus.


Falcatas ibéricas (S. IV-III a.C.) y espada recta (S. V-IV a.C.), MAN, Madrid. Foto del autor.


Patio interior con aras votivas ibéricas, MAN, Madrid. Foto del autor.


La Dama de Baza, escultura íbera en piedra caliza (S.IV a.C.).
MAN, Madrid. Foto del autor.
Dama de Elche, joya de la escultura íbera (S. V a.C.)
MAN, Madrid. Foto del autor.



Sala de mosaicos romanos. MAN, Madrid. Foto del autor.


Planta 2: mundo medieval, reinos cristianos, edad moderna, historia del museo, oriente próximo, el Nilo: Egipto y Nubia, y Grecia.


Tesoro visigodo de Guarrazar (S. VII), de Guadamur, Toledo, con las coronas votivas del rey Recesvinto  (653-672). MAN, Madrid. Foto del autor.

Arcos mozárabes y artesonados en madera medievales. MAN, Madrid. Foto del autor.
Crucifijo de marfil del rey Fernando I de León y su esposa Sancha (1063). MAN, Madrid. Foto del autor.

 Entreplanta: exposición la moneda, algo más que dinero.


Ábaco neperiano (1617) de John Napier, inventor de los logaritmos. La primera calculadora de la Historia.
MAN, Madrid. Foto del autor.

A las 4 de la tarde termina mi recorrido por el museo, los 6 años de espera han merecido la pena, el edificio totalmente renovado alberga magníficos tesoros históricos de nuestros antepasados: su arte, sus utensilios diarios y modo de vida, sus armas y su historia. Una visita obligada si nos acercamos a Madrid.


- MUSEO SOROLLA.

A las cinco de la tarde entro en el hotel Ágora Juan de Austria en la calle del mismo nombre. Se encuentra a 500 metros del museo Sorolla (paseo del General Martínez Campos 37) y próximo a la estación de Metro de Iglesia de la calle Santa Engracia. Uno de los pocos hoteles céntricos de 3 estrellas que son BBB (bueno, bonito y barato) tiene parking privado para el coche que nos cuesta 20 euros al día.


Escena en azulejos de la batalla de Lepanto en la entrada del hotel Juan de Austria, Madrid. Foto del autor.

Tras dejar los trastos en el hotel me encamino por la calle Santa Engracia hacía el museo.

Joaquín Sorolla Bastida nace en Valencia en 1863, estudia en la Escuela de Bellas Artes (1878-1881), en 1884 recibe una medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes. En 1885 viaja a Roma y luego a París. En 1887 se instala en Asís y allí empieza a hacer escenas de ambiente valenciano, es el inicio de su costumbrismo.


Busto de Joaquín Sorolla en los jardines del museo. Madrid. Foto del autor.


Pinceles del artista en su estudio. Museo de Sorolla, Madrid. Foto del autor.

 En 1888 contrae matrimonio con Clotilde García del Castillo.
Consigue medallas en los Nacionales de 1892, 1895 y 1901.
A partir de 1900 viaja a París en repetidas ocasiones. En 1904 llega el culmen de su costumbrismo marinero y temas de playa.


Estudio de Sorolla. Museo de Sorolla, Madrir. Foto del autor.

En estos años expone individualmente en varias ciudades de Europa y de Estados Unidos: en 1906 en París, al año siguiente Berlín, Dusseldorf y Colonia; en 1908 en Londres y un año más tarde en Nueva York, Buffalo y Bostón. En 1911 en Chicago y San Luis. Tiene un gran éxito en París y Nueva York, muere en 1923 en Cercedilla (Madrid).


- LA CASA MUSEO.

Se construye entre 1910 y 1911, habitándola la familia a finales de ese año. En su disposición Sorolla intentó separar su zona de trabajo, compuesta por tres estudios encadenados y con acceso directo desde el jardín, de la propia vivienda, que se componía de un amplio salón, un comedor y una pequeña salita en la planta principal y de cuatro dormitorios: los del matrimonio y los de los tres hijos en la planta segunda alrededor de un distribuidor.


Jardín de entrada al Museo Sorolla.
Madrid. Foto del autor.
Estanque en el jardín del Museo Sorolla.
Madrid. Foto del autor.



























El museo fue creado por deseo de la viuda de Sorolla que en 1925 dictó testamento donando todos sus bienes al estado español para fundar un museo en memoria de su marido. Ya fallecida doña Clotilde se acepta el legado en 1931 y el 11 de junio de 1932 se inaugura el Museo.
Desde 1973 el museo es nacional y depende del Ministerio de Cultura.
Lo primero que llama la atención al llegar a la puerta de entrada son los maravillosos jardines que se pueden disfrutar sin entrar al museo, son de entrada libre.
Tras atravesar los 3 jardines llego a la planta baja donde compro mi entrada y contemplo el patio andaluz y la sala de dibujos.


"El baño del caballo" (1909)  impresionismo, lienzo sobre óleo. Museo Sorolla, Madrid. Foto del autor.


Sala de estar con obras del artista. Museo Sorolla, Madrid. Foto del autor.

De ahí paso a la planta principal dividida en tres salas, salón, antecomedor y comedor. La última sala antes de acceder al salón fue el estudio principal del artista que se conserva casi intacto con todos los objetos del gran pintor.


Estudio-despacho del artista. Museo Sorolla, Madrid. Foto del autor.


Comedor de la familia Sorolla. Museo de Sorolla, Madrid. Foto del autor.

En la segunda planta encontramos la escalera y otras cuatro salas para las exposiciones temporales. En estos días exponen los cuadros de Sorolla de trajes regionales de España y fotos con los lugares y personajes típicos que le sirvieron de modelo.
Una maravilla de museo que no debéis perderos.
Tras salir del museo me dirijo al Metro de Iglesia que está unos 200 metros y voy a la Puerta del Sol para dar una vuelta por el centro de Madrid.


- POR LA PUERTA DEL SOL Y SUS ALEDAÑOS.

Nada más bajar en Sol camino hacía la Plaza Mayor. En 1561 se traslada la capital del Imperio de Toledo a Madrid. En 1580 el rey Felipe II le encarga a Juan de Herrera la remodelación de la Plaza del Arrabal. Felipe III encargara la finalización de la obra a Juan Gómez de Mora en 1619. En 1848 se colocó la estatua ecuestre de Felipe III. Siempre ha sido desde su construcción y antes, el principal mercado de la villa.


Plaza Mayor de Madrid

Al lado de la Plaza Mayor, el Mercado de San Miguel estaba abarrotado de turistas, se ve que son los únicos que pueden pagar sus elevados precios. Dando una vuelta entre los puestos de venta de cucuruchos de rabas, vasos de vino y sangría, quesos, ibéricos y demás productos españoles te das cuenta que los precios son solo para ellos.
Me acerco ahora por la Puerta del Sol, contemplo el cartel de Tío Pepe en su nueva ubicación.


El autor en la Puerta del Sol, Madrid.


Ya esta ocultándose el sol y me dirijo a la calle más castiza para cenar, la calle de la Victoria. Allí tenemos la Venta El Buscón, la Taberna Alhambra, la Casa del Abuelo, la Zapatería, la Tostá, la Pulpería de Victoria...etc.


Taberna Alhambra en la calle de la Victoria, Madrid. Foto del autor.

Me decido por la Taberna Alhambra que ya conocía. 
Con una decoración ambientada en el Palacio de la Alhambra de Granada, el local mantiene una cocina sencilla pero de gran calidad, asentada en platos típicos españoles que son una delicia.


Taberna Alhambra en la la calle de la Victoria, buena elección en el Madrid más castizo. Foto del autor.

Pido salmorejo, cachón en adobo y un plato de huevos con jamón y patatas. Cervecita y pan, todo por 21 euros.
Platos auténticos en la taberna de la Alhambra. Madrid.
Foto del autor.




























La calle de la Victoria es "el Dorado" de los restaurantes de cocina española de la capital.
Tras la cena me doy una vuelta por las calles entre Sol y la Plaza Mayor, es viernes por la noche y terrazas y restaurantes están llenos de turistas, viajeros y autóctonos disfrutando del ambiente más castizo y autentico de Madrid.


Me despido de nuestra pequeña escapada por las dos capitales históricas de España. Toledo enamora por sus tesoros arquitectónicos, su aire medieval perfectamente conservado, sus museos y su entorno natural.
Y de Madrid...que decir, imposible abarcarlo en un solo día, cada escapada a Madrid es una historia diferente. De Madrid al cielo.

Al día siguiente de vuelta a Santander paro a comer en Somosierra, en el Hotel Puerto de Somosierra, su menú a 9,5 euros  está muy bien. Una alternativa barata y de calidad para detenerse a comer a medio camino de Burgos.


Restaurante Puerto de Somosierra en Somosierra (Madrid). Foto del autor.


Tras el pequeño paréntesis toledano-madrileño, retomamos nuestra gran escapada por los Balcanes donde lo habíamos dejado.


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