sábado, 2 de abril de 2022

13.8- FUERTEVENTURA (II). Sur de la isla y dunas de Corralejo.

 28 de febrero de 2.022. Martes.

Las Palmas de Gran Canaria.


Segundo artículo sobre esta isla canaria, que, no siendo de las más turísticas, es una de las que más encanto tiene y donde el viajero puede desconectar mejor en su Escapada. 

En octubre de 2018 publicaba el artículo: 13.5- Fuerteventura una isla por descubrir (I), donde hacía una pequeña introducción sobre la isla, hablaba de su apasionante Historia y describía poblaciones del norte como Corralejo y la playa del Cotillo, La Oliva con su Casa de los Coroneles y visitábamos la capital histórica de la ínsula, la bella Betancuria. Después conocimos ciertas poblaciones del centro: Pájara y Antigua para continuar por la zona noreste; Castillo Caleta de Fuste y finalmente Puerto del Rosario, la capital.

En este segundo artículo sobre la isla vamos a conocer algo más de su parte sur; Morro Jable y su preciosa playa y zonas del norte que no pudimos visitar en el anterior viaje; el Parque Natural de las Dunas de Corralejo es lo que más ansío conocer ya que en 2018 estaban rodando la superproducción norteamericana "Wonder Woman 1984" y mantenían cerrado el acceso al parque, he de decir que lo mejor de esa película tan mediocre son las escenas de persecución que se rodaron en la carretera de las dunas. También disfrutaremos del atardecer entre los preciosos Molinos de Villaverde, en la villa homónima, muy cerca de La Oliva.

Nos ponemos en marcha sin más dilación, salimos desde el puerto de La Luz en Las Palmas de Gran Canaria con la mar picada y una lluvia pertinaz que hace que el trimarán de la naviera Fred Olsen se mueva un poco más de la cuenta.


- MORRO JABLE.


Con el trimarán de la naviera Fred Oldsen tardamos 2 horas desde el puerto de La Luz de Las Palmas de Gran Canaria hasta el muelle de Morro Jable en el sur de la isla de Fuerteventura.

Morro Jable es una localidad del municipio de Pájara. En 2018 contaba con 8.251 habitantes. Es uno de los principales municipios turísticos de la isla.

La etimología de su nombre es muy antigua, proviene de los conquistadores normandos, que, en el S. XV fueron los primeros en arribar a la isla. El nombre hace referencia al promontorio o morro a cuyos pies surgió la aldea de pescadores y jable es la deformación de la palabra "sable", arena en francés, en referencia a los abundantes arenales que la rodean.  

Embarcando en el puerto de La Luz de Las Palmas de Gran Canaria. El trimarán
de Fred Olsen nos espera, su bodega puede albergar a casi 300 vehículos.
Foto del autor.

Desde el interior del ferry rápido se observa la parte del muelle de cruceros donde hay
atracados 2 buques-escuela a vela de diferentes armadas del mundo. Puerto de La Luz.
Las Palmas de Gran Canaria. Foto del autor.

La avenida de Canarias, el paseo marítimo de Las Palmas de Gran Canaria visto
desde el ferry rápido que nos lleva a Fuerteventura. Foto del autor.

La bodega del ferry rápido va repleta. Es la manera más cómoda de pasar de isla
a isla con tu vehículo particular. Foto del autor.


Morro Jable también era conocido como Puerto Muelas ya que desde su puerto se exportaban muelas o piedras de molino de mano. En documentos del año 1700, se cuenta como el Teniente Coronel Sánchez Umpiérrez llevó desde el Puerto de Muelas hasta el de Tarajalejo un barco cargado de trigo.

Los orígenes, como asentamiento, del pueblo de Morro Jable, son relativamente recientes y se remontan a finales del S. XIX, cuando el primer habitante fijó su residencia en esta zona. Cirilo López Umpiérrez fue el primero en construir una casa-chabola en la desembocadura del valle del Ciervo, junto a la playa.

No fue hasta 1919 cuando se construye una segunda vivienda por parte de Francisco Pláceres Santana, y desde ese momento es cuando empiezan a sumarse más personas a este asentamiento, con agricultores y pescadores procedentes de Cofete y Lanzarote.

Monumento a Don Cirilo López Umpiérrez, primer habitante de
Morro Jable en la plaza Cirilo López, muy cerca del mar.
Morro Jable. Fuerteventura. Foto del autor.



Al fondo, playa de Morro Jable desde desde la avenida Tomás Grau Gurrea.
A nuestro alrededor restaurantes con especialidad en platos de pescado.
Fuerteventura. Foto del autor.


Antes de ir a comer vamos a pasear y a disfrutar de la playa de Morro Jable. Más allá y pasando bajo el faro que lleva el mismo nombre nos encontramos con la playa de El Matorral.

La playa de Morro Jable. Fuerteventura. Foto del autor.

Arena blanca y aguas azul turquesa, preciosa la playa de 
Morro Jable. Fuerteventura. Foto del autor.


Tras disfrutar de una mañana playera nos disponemos a disfrutar de la mejor gastronomía majorera, así se llama también a Fuerteventura, la isla majorera. El nombre viene de Maxorata que era el nombre prehispánico que daban sus habitantes a la parte central y norte de la isla, el otro cantón es el de Jandía que es donde se encuentra Morro Jable.

Nos vamos a comer a uno de los restaurantes más populares y con mejor cocina del sur de Fuerteventura, La Laja de Morro Jable.

En el paseo marítimo de Morro Jable, al fondo el restaurante La Laja, justo a la
orilla del mar. Fuerteventura. Foto del autor.

En el restaurante La Laja degustando el sabor del Atlántico. Morro Jable.
Fuerteventura. Foto del autor.


Morro Jable. Fuerteventura. Foto del autor.


Calamares, queso herreño, croquetas, fritura de pescado, pulpo a la gallega, gambas en salsa picante...además de arroces, carnes y más pescados. Está ubicado en un lugar privilegiado junto al mar, si tenéis la suerte de coger una mesa con vistas al Atlántico, la experiencia es insuperable, las olas del mar prácticamente llegan a escasos metros de la terraza.

El aperitivo en La Laja de Morro Jable. Fuerteventura. Foto del autor.



Fritura de pescado. La Laja.
Morro Jable. Fuerteventura.
Foto del autor.
Queso herreño. La Laja.
Morro Jable. Fuerteventura.
Foto del autor.














Una de las mejores experiencias gastronómicas que he tenido en mis viajes ha sido
en La Laja. Morro Jable. Fuerteventura.


Tras disfrutar de una experiencia gastronómica inolvidable nos ponemos en ruta hacia nuestro alojamiento.

Desde Morro Jable a La Oliva hay 96 kilómetros, cogeremos la ruta interior para atravesar prácticamente toda la isla. Desde La Oliva hay dos kilómetros a Villaverde, donde tenemos nuestro alojamiento, el maravilloso hotel rural Mahoh.

Villaverde. Fuerteventura. Foto del autor.



- VILLAVERDE Y SUS MOLINOS DE VIENTO.

Con parada incluida tardamos unas 2 horas en llegar a Villaverde, salimos de Morro Jable y pasamos por Jandia, Tuineje, Antigua hasta el hotel rural Mahoh.

Este alojamiento es una antigua casa campesina majorera, construida en piedra volcánica de la zona y madera que se remonta a principios del S. XIX. Los dueños compraron la casa en ruinas en 1999 y la reconstruyeron para abrirla al público en 2002.

Nuestra habitación en el hotel rural Mahoh. La Oliva. Fuerteventura. Foto del autor.


Jardín del hotel Mahoh. Villaverde.
Fuerteventura. Foto del autor.
El jardín desde nuestra habitación.
Hotel Mahoh. Villaverde. Fuerteventura.
Foto del autor.














Mahoh, es la palabra más antigua que se conoce en Fuerteventura, en guanche significa "mi tierra". Además de las habitaciones decoradas con mucho esmero, tiene un restaurante-grill canario, una zona de relax con piscina cubierta y solarium y un jardín con flora autóctona canaria; además de una terraza espectacular. 

Hotel rural Mahoh. Villaverde. Fuerteventura. Foto del autor.

Terraza-jardín en el hotel Mahoh. Villaverde. Fuerteventura. Foto del autor.

Desde el siglo XV hasta mediados del XX la agricultura de secano del trigo, centeno, cebada, millo y algunos frutales fue la principal actividad de la isla.

Los molinos de viento que utilizaban para la molienda intensiva fueron introducidos entre finales del S. XVIII y principios del XIX, utilizando la energía eólica de los vientos alisios.

Parque de Los Molinos de Villaverde. Fuerteventura. Foto del autor.


Parque de Los Molinos de Villaverde. Fuerteventura. Foto del autor.


El molino que vemos en este emplazamiento pertenece al tipo "macho", denominado así en la isla. Se trata de un edificio de mampostería realizada con piedra, barro y cal de planta circular y forma troncocónica. Está coronado con un capacete de madera que gira por medio del rabo o timón, orientando las aspas al viento. Este tipo de molino consta de dos o tres pisos. En el inferior se guardan los útiles y herramientas del molinero, en el central se recoge el grano y en el superior se sitúa la maquinaria de molturación.

Parque de Los Molinos de Villaverde. Fuerteventura. Foto del autor.


La maquinaria esta realizada fundamentalmente en madera, aunque también existen piezas de hierro, configurando un complejo engranaje, cuya función era multiplicar la fuerza del giro de las aspas y trasmitirla a la piedra móvil para producir la molienda.

Vista de Villaverde desde el parque de Los Molinos. Fuerteventura. Foto del autor.


Parque de los molinos de Villaverde. Fuerteventura. Foto del autor.

El pueblo de Villaverde es una localidad de 1.800 habitantes, la ermita de San Vicente Ferrer es de finales del S. XVIII y además del parque de Los Molinos podemos ver: el Museo Agrícola La Rosita, el monumento natural Malpaís de La Arena junto a un volcán extinguido hace más de 10.000 años junto a sus campos de lava y cenizas y la Cueva del Llano; un túnel de 648 metros de largo formado de manera natural hace más de 800.000 años por la erupción volcánica de la montaña de Escanfraga. Solo los primeros 400 metros de este tubo lávico pueden ser visitados con casco y linterna y siempre con guía.

Tras un día tan intenso, nos toca disfrutar de una cena en el maravilloso restaurante del hotel Mahoh, sus especialidades son: carne de cabra, cabrito (baifo) y pescado fresco de Fuerteventura.

Cenando en el restaurante-grill Mahoh. Villaverde. Fuerteventura. 


Cabrito asado (baifo) con patatas. Restaurante Hotel Mahoh. Villaverde.
Fuerteventura. Foto del autor.


- PARQUE NATURAL DE LAS DUNAS DE CORRALEJO.


Despertamos con ganas, tras desayunar en el hotel nos ponemos en marcha hacia uno de los platos fuertes de esta pequeña escapada a Fuerteventura. Vamos a conocer el Parque Natural de Corralejo. Pero antes...a disfrutar del desayuno.

Comedor del hotel rural Mahoh. Villaverde. Fuerteventura. Foto del autor.

El inicio de la zona norte de las dunas de Corralejo, se aprecian las moles de los hoteles
Oliva Beach y Palace Tres Islas, detrás la montañosa isla de Lobos y entre la bruma
la isla de Lanzarote. Fuerteventura. Foto del autor.

Desde la zona norte de las dunas de Corralejo se observa perfectamente la montaña
del islote de Lobos con sus 127 metros de altura. Fuerteventura. Foto del autor.


Las mayores dunas de Canarias están aquí. Es el lugar ideal para disfrutar de la belleza del desierto. Esta franja costera mide 2,5 kilómetros de ancho por 10 de largo y está dividida en dos zonas: la norte junto al gran núcleo turístico de Corralejo es donde se encuentra el mayor campo de dunas de Canarias, una enorme extensión de arena blanca bañadas por las aguas turquesas del océano Atlántico. El sur es todo lo contrario: volcánico de colores ocres y rojos.

En las dunas de Corralejo. Al fondo, esa montaña es la isla de Lobos. Más allá, entre la
niebla se aprecia el sur de Lanzarote. Foto del autor,

Dunas del Parque Natural de Corralejo. Fuerteventura. Foto del autor.

Dunas de Corralejo. Fuerteventura. Foto del autor.

Dunas de Corralejo. Fuerteventura. Foto del autor.


El coche lo dejamos en cualquiera de los arcenes que nos encontremos a lo largo de la carretera, hay que llevar toalla, protección solar y muchas ganas de disfrutar de este entorno único. Decir que muchos días los vientos alisios impiden que podamos quedarnos a tomar el sol, a no ser que montemos alguna lona de protección.

Si queremos disfrutar del paisaje volcánico nada mejor que calzarnos unas botas y subir los 300 metros del volcán Montaña Roja y una cámara para retratar la cercana isla de Lobos y más allá Lanzarote y La Graciosa.

Dunas de Corralejo, una paisaje único. Fuerteventura. Foto del autor.


Dunas de Corralejo, al fondo el volcán La Montaña Roja. Fuerteventura.
Foto del autor.


Tras pasar el día en las dunas de Corralejo volvemos a nuestro hotel en Villaverde, mañana, último día de nuestro fin de semana por Fuerteventura nos dejaremos caer por la playa de El Cotillo y la capital histórica de la isla, Betancuria.



- PLAYA DE EL COTILLO.

Desde el Parque Natural de las Dunas de Corralejo a la población de El Cotillo hay unos 26 kilómetros. Cruzamos de este a oeste todo el norte de la isla para disfrutar de uno de los pueblos con más encanto de Fuerteventura.

Tanto el pueblo con su sabor marinero, como sus extensas playas o sus lagunas de aguas cristalinas y arena blanca son parte de los atractivos que atraen a visitantes y encandilan a sus habitantes.

Paseo marítimo de El Cotillo, al fondo la torre de defensa de El Tostón del S. XV.
La actual data del año 1700. Fuerteventura. Foto del autor.


Puerto de El Cotillo. Fuerteventura. Foto del autor.


Playa de El Cotillo. Costa noroeste de Fuerteventura. Foto del autor.



Desde El Cotillo nos vamos a dar una vuelta por Betancuria, son 43 kilómetros de carretera nacional (un carril por dirección) por lo que tardaremos casi una hora. Ya hablamos en profundidad de esta histórica población en el artículo "13.5 Fuerteventura, una isla por descubrir" publicado en octubre de 2018, por lo que os remito allí para conocer todos los secretos de esta población que fue capital histórica de la isla.

Iglesia de Santa María de Betancuria. Betancuria. Fuerteventura. Foto del autor.

Iglesia de Santa María de Betancuria. Betancuria. Fuerteventura. Foto del autor.


Hablaré de la iglesia que preside la localidad, Santa María de Betancuria. Es la más antigua de la isla. En ese mismo lugar a principios del S. XV los conquistadores levantaron un pequeño oratorio. Esta primera capilla fue sustituida en 1410 por un nuevo templo mandado construir por el normando Jean de Bethencourt, siguiendo las normas del estilo gótico francés del S. XV.

En 1593 fue destruida por los piratas berberiscos capitaneados por el arráez Xabán, que arrasaron la villa.

Las obras de reconstrucción del templo se iniciaron a principios del S. XVI y no finalizaron hasta finales del S. XVII. El resultado de estas obras es la iglesia que hoy podemos contemplar, en las que se aprecian elementos góticos, mudéjares, renacentistas y barrocos. 

Retablo Mayor (1684-1718) de estilo barroco, de madera, espléndidamente decorado y 
policromado con motivos vegetales. El cuerpo central se divide en tres cuerpos con 
estatuas de San Pedro, San Antonio de Padua y en el centro Nuestra Señora de la
Concepción. Betancuria. Fuerteventura. Foto del autor. 

Espectacular techo de madera de la sacristía de estructura mudéjar  
dividida en casetones con decoración renacentista  policromada y dorada
a base de rosetones y vegetación. Iglesia de Santa María de Betancuria.
Fuerteventura. Foto del autor.



Plaza de la Concepción. Betancuria. Fuerteventura. Foto del autor.



Tras dejar Betancuria nos trasladamos a Puerto del Rosario, capital de la isla de Fuerteventura. Hay 28 kilómetros de capital histórica a la actual, unos 35 minutos de carretera. De aquí regresamos a Villaverde para pasar la segunda y última noche de nuestra pequeña Escapada a Fuerteventura 2021.

Puerto del Rosario, capital de Fuerteventura. Foto del autor.


- DE REGRESO A MORRO JABLE.

Último día de nuestro viaje a Fuerteventura, volvemos a atravesar la isla de norte a sur para coger el ferry rápido desde Morro Jable de vuelta a Gran Canaria.

Lo hacemos con tiempo para poder parar en la playa de El Matorral, y tomarnos un helado en la avenida de El Saladar, frente al faro de Morro Jable.

Faro de Morro Jable en plena playa de El Matorral. Fuerteventura. Foto del autor.

Estatua de una tortuga con sus crías en el paseo de la playa de El Matorral. Morro Jable.
Fuerteventura. Foto del autor.


Llegamos al puerto de embarque de Morro Jable, el trimarán de Fred Olsen ya espera el embarque de los vehículos y de los pasajeros para regresar a Las Palmas de Gran Canaria.

Vista desde el puerto de Morro Jable de las montañas que rodean esta localidad del
sur de la isla de Fuerteventura. Foto del autor.


Nos despedimos de la isla de Fuerteventura en este segundo artículo sobre una de las islas menos conocidas de Canarias pero con un encanto indiscutible. Además la baja masificación de su turismo hace que podamos recorrerla y disfrutar de sus rincones y paisajes naturales de una manera mucho más relajada.

¡¡¡¡Brindamos por Fuerteventura con un blanco de la tierra!!!!

Brindamos por Fuerteventura a orillas del Atlántico en el 
restaurante La Laja de Morro Jable. Hasta pronto.




Próximo post: 21.0- GRANADA UN POCO DE HISTORIA ANTES DE UNA                                          ESCAPADA.