miércoles, 28 de diciembre de 2016

12.3- Segundo día en las islas Perhentian. Buceando entre tortugas.

19 de septiembre de 2016. Lunes.
Pulau Besar. Islas Perhentian. Malasia.


Son las 07:30, despierto en mi cabaña de las islas Perhentian, el bochorno nocturno ha sido aceptable, seguramente la temperatura no ha bajado de los 22-23 ºC. Admito que el colchón no es el más cómodo del mundo pero el cansancio de los anteriores días me ha hecho dormir como un bebé.


Good Morning Malasia!!!! Long Beach. Islas Perhentian.
Foto del autor.


Despertando en la isla Besar, archipiélago de las Perhentian. Noreste de Malasia.
Foto de Gert-Jan Kusters.


Chempaka Chalet. Mi paraíso insular. Pulau Besar. Islas Perhentian.
Foto del autor.



Amanece en los Chempaka chalet. Isla Besar. Perhentian. Malasia. Foto del autor.
 
Bubú Villa resort. Justo al lado de la cabaña del tío Toño. Isla Besar. Islas Perhentian.
Malasia. Foto del autor.
 


























Bubu Villa resort. Islas Perhentian. Malasia. Foto del autor.


Ha salido una mañana espectacular, tras el desayuno en el Linda Café, debo elegir entre las diferentes opciones de agencias de buceo y tours que hay por la playa. 

Me decido por el Suhaila diving, es una pequeña tienda que tiene de todo para el aventurero que pasa unos días en la isla, desde crema solar, helados, bebidas, pasando por latas de conserva y bolsas estancas de buceo.
Me decido por el tour largo: salimos a las once de la mañana y visitaremos diferentes enclaves para hacer snorkel: Shark point, Turtle point, KK bay, comeremos en una aldea de pescadores para ir luego a Coral Garden y por último a Turtle beach. La ruta dura unas cinco horas y cuesta 50 ringgits malayos, unos 10 euros, comida no incluida.
Es un pequeño pero rápido barco el que nos llevará a conocer las mejores zonas de las dos islas para bucear. Como en el chiste, vamos un español, dos holandeses, 5 alemanes y una pareja de yankis que recogemos en Tuna Bay, todos muy simpáticos.



Tuna Bay Resort en la isla Besar. Archipiélago de las Perhentian. Malasia.
Foto del autor.
Turtle Point. Islas Perhentian. Malasia. Foto del autor.


Con el que mejor migas hago es con el holandés Gert-Jan Kusters. Un fotógrafo profesional especializado en reportajes de conciertos, fiestas y eventos de masas. Lleva una cámara submarina con la que saca unas fotos muy chulas. Le mando un saludo desde aquí, él si que es un gran viajero.


Gert-Jan Kusters en Turtle Point, buceando con tortugas. Islas Perhentian.
Malasia. Foto de Gert-Jan Kusters.
El autor buceando en Turtle Point. Islas Perhentian.
Malasia. Foto de Gert-Jan Kusters.
Buceando entre docenas de peces en las islas Perhentian. Malasia.
Foto de Gert-Jan Kusters.
Buceando en las turquesas aguas de las Perhentian. Malasia.
Foto de Gert-Jan Kusters.
El día es espectacular y aunque el sol pega fuerte las salpicaduras que levanta la lancha a plena velocidad sobre las olas refrescan el ambiente.
Es una maravilla sumergirse en estas aguas turquesas, en unos minutos controlas la respiración por el tubo y te lanzas a "explorar" la bahía y los fondos de estos rincones de ensueño. Es totalmente recomendable para cualquiera que quiera disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor. Los niños disfrutan como nadie. Eso si, me sorprendió la gran cantidad de coral muerto que se veía en los fondos.


El agua turquesa y el fondo marino de las Perhentian. Malasia.
Foto de Gert-Jan Kusters.



Corales en las islas Perhentian. Malasia.
Foto de Gert-Jan Kusters.



Con Gert-Jan Kusters en Turtle Beach. Islas Perhentian. Malasia.
Foto de Gert-Jan Kusters.

Tras hacer tres inmersiones, entre media hora y una hora cada una de ellas, nos vamos a comer al pueblo de pescadores.
Aquí se encuentra la mezquita de las islas. En esta pequeña aldea el tiempo se detiene, todo va mucho más despacio y eso se nota, acostumbrados a la velocidad del día a día en nuestras vidas europeas. 
Los platos en el restaurante Siti Café van desde los 7 a los 15 ringgits, el plato más caro nos cuesta al cambio 3,20 euros, precio de turista que no pagaría ningún malayo de la zona, pero una maravilla para el bolsillo español medio. La comida es deliciosa, aunque a los poco amantes del picante recordad preguntar por ello en cada plato que pidáis:  spicy? 


Nuestro restaurante en la aldea de pescadores. El tiempo va a otro ritmo en las
Perhentian. Malasia. Foto del autor.



Unos calamares a la "malaya" no están nada mal, el guiso estaba espectacular. Siti Café, aldea
de los pescadores. Islas Perhentian. Malaya. Foto del autor.



Mezquita Blanca en la aldea de pescadores. Isla Kecil. Archipiélagos de las Perhentian.
Malasia. Foto del autor.
Las islas Perhentian son un paraíso de tranquilidad, sin grandes complejos
turísticos, poco conocidas aún, salvajes pero donde no desconectar
es imposible. Malasia. Foto del autor.

Nos vamos a Coral Garden y a la playa de la Tortuga, un arenal espectacular donde se podría grabar cualquier película de náufragos o de piratas del mar de la China. Es aquí donde disfrutamos del buceo junto a un par de tortugas gigantes que bajan a unos 4 metros a comer y vuelven a subir a coger aire, así durante unos veinte minutos hasta que, poco a poco, se alejan. Una sensación maravillosa bucear al lado de estos espectaculares animales que deben estar más que acostumbrados a los humanos con aletas y tubo porque ni se inmutan ante nuestra presencia.
El vídeo que veis a continuación de Gert-Jan Kusters esta grabado en esos mismos instantes.



Desde la barca hasta la playa de la Tortuga nadamos unos 200 metros, la última parte de la ruta la pasamos tumbados en esta maravilla de playa, rodeada de palmeras y detrás la selva que ocupa el 90% de la isla. Las playas están casi desiertas, no hay masificación de turistas ni de viajeros. Es como si las islas fueran tuyas, la tranquilidad, la paz y serenidad que inspiran estos paisajes de ensueño no los olvidaré nunca.
Daros prisa, en unos años estas dos islas idílicas tendrán muchos más visitantes.
Nuestro último punto de la ruta es el más relajado, desde playa Tortuga volvemos a la lancha que nos devuelve a Long Beach en la isla Grande.
Ha sido un día lleno de emociones y magníficas experiencias. Os recomiendo compartirlas con vuestros seres más queridos, siempre permanecerán en vuestra memoria.


Con los compañeros holandeses y alemanes en Turtle beach. Isla Kecil. Archipiélago de
las Perhentian. Malasia. Foto de Gert-Jan Kusters.
Long Beach en la isla Besar. Un sueño de playa completamente salvaje aún
libre de turismo de masas. Islas Perhentian. Malasia. Foto de Gert-Jan Kusters.
Pequeño dragón asiático, el mejor aliado contra los mosquitos. Nunca los asustéis de
vuestras habitaciones. Islas Perhentian. Malasia. Foto de Gert-Jan Kusters.
Al caer la noche se va animando Long Beach. Islas Perhentian. Malasia.
Foto de Gert-Jan Kusters.
La playa de Long Beach al caer la noche. Islas Perhentian.
Foto de Gert-Jan Kusters.
La luna en lo alto del cielo augura que pronto
comenzará a anochecer. Isla Besar. Malasia.
Foto del autor.




A las 16:30 ya estoy en el Linda Café fundiendo el wi-fi del local mientras mando las fotos de este día tan intenso a mi familia y a Araceli, como me hubiera gustado disfrutar con ella de este paraíso idílico, ideal para venir con tu pareja. 
Después toca tumbarse en la playa y bañarse en estas cálidas aguas que seguramente echaré de menos en los próximos días de viaje. En ellos me esperan los campos de té de las Camerón Highlands, la isla de Penang y como colofón a mi Escapada a Malasia, su capital, Kuala Lumpur.


Segunda noche en el Long Bech café. Noche de relax y espectáculo de fuego.
Isla Besar. Islas Perhentian. Malasia. Foto del autor.


La noche regresa a este rincón privilegiado de Asia, los pocos viajeros que disfrutamos de él nos vamos acercando al Long Beach café a disfrutar de la cálida luna nocturna entre arena, agua y fuego.
Mañana dejo estas islas, ha sido una experiencia inolvidable, me llevo unos recuerdos imborrables de mi primera experiencia haciendo snorkel, una actividad que os recomiendo vivamente. Os encantará.
Mañana me espera una buena kilometrada, desde la costa este de Malasia, me adentraré hasta el corazón de las montañas centrales de esta península malaya que recorro de parte a parte.
Buenas noches islas Perhentian, ojalá nunca perdáis este maravilloso encanto de rincón perdido y paradisíaco.



Próximo Post:  12.4- Cameron Highlands (I). El valle de los campos de té.


jueves, 8 de diciembre de 2016

12.2 - Primer día en las islas Perhentian. Noreste de Malasia.

18 de septiembre de 2016. Domingo.
Malaca. Malasia.

A las 8 me levanto, madrugo para desayunar e ir a coger el autobús, pero al ser domingo a esta hora está todo cerrado. Me subo al bus en la estación central de Malaca a las 09:35 con el estomago vacío, dos horas de viaje me esperan hasta el aeropuerto de Kuala Lumpur. Este se encuentra a 50 kilómetros de la gran urbe que conoceré los dos últimos días que pasaré en Malasia.


Campos de cocoteros perfectamente
alineados junto al aeropuerto de
Kuala Lumpur. Malasia. Foto del autor.


Costa de Kota Baruh desde el aire. Noreste de Malasia. Foto del autor.





Vista de Kota Baruh desde el aire. Malasia. Foto del autor.


A las 14:05 despego hacía Kota Baruh, la ciudad costera más al noreste de Malasia y la más próxima a las islas que deseo visitar. 1 hora de vuelo con Airasia, 45 euros, todo muy bien organizado.
Al bajar del avión lo más practico para llegar al ferry de Kuala Besut es montarse en un taxi compartido, te lo ofrecen en la propia terminal. Yo fui con una pareja de franceses, Benjamín Dahman y su esposa, muy simpáticos. ¡¡¡¡Un saludo desde aquí!!!!


En ruta hacía Kuala Besut. El paisaje del noreste de Malasia es tal como me había
imaginado. Foto del autor.



En ruta para coger el ferry de Kuala Besut. La entrada a las distintas localidades en Malasia suele
decorarse con estos arcos tan vistosos. Malasia. Foto del autor.
Desvío a la provincia más al sur de Terengganu, nosotros seguimos rectos a Kuala Besut.
Malasia. Foto del autor.



Embarcadero de Kuala Besut. 30 minutos de travesía a toda velocidad y estamos en las
Perhentian. Malasia. Foto del autor.
El autor con más viajeros con destino a las Perhentian. Benjamín Dahman en el medio.
Kuala Besut. Malasia.
Benjamín y su esposa se quedan en su pequeño hotel. Islas Perhentian. Malasia.
Foto del autor.


Otro de los pequeños muelles en Perhentian Islands. Ya queda menos para llegar a mi
pequeño rincón del paraíso. Malasia. Foto del autor.



En el puerto de Kuala compramos el ticket a cualquiera de las dos islas que hayamos elegido para pernoctar, Pulau Besar (Isla Grande) o Pulau Kecil (Isla Pequeña), yo pasaré los dos próximos días en Besar. Estas dos son las islas principales, existen otras tres deshabitadas, el archipiélago pertenece al Parque Marino Nacional Pulau Redang, esto implica que la recolección de corales, la pesca y el vertido de basuras están estrictamente prohibidos. En las Perhentian viven 1930 personas dedicadas principalmente al turismo y a la pesca.
La travesía en lancha rápida a las Perhentian dura unos 35 minutos, van parando en las diferentes playas de las dos islas. La mía es la última.


Desembarco en el Paraíso. Playa Long Beach, Pulau Besar. Islas Perhentian. Malasia.
Foto del autor.
Desembarco en la isla Besar.
Islas Perhentian. Malasia.
Foto del autor.
La cabaña del tío Toño
en las islas Perhentian.
Malasia. Foto del autor.

































- ISLA BESAR. ARCHIPIÉLAGO DE LAS PERHENTIAN. 

Desembarco en la playa como en Normandía pero sin tiros, no hay muelle, ni nada parecido. De hecho una lancha de menos calado me acerca a la playa desde la más grande...por medio euro. Inevitablemente meto los pies en el agua hasta el tobillo.
Ya estoy en Long Beach, una gran playa, como indica su nombre, de un par de kilómetros de longitud por 200 metros de profundidad. A lo largo de la arena se suceden los hoteles que son casas de madera de dos pisos de alto y los bungalows. No hay caminos que salgan de la playa, detrás solo hay selva y os recomiendo que no hagáis treking por vuestra cuenta, os perderíais en la selva sin remedio.
Me dirijo al Chempaka chalet, los más rústicos pero los que tienen más encanto. Una cabaña de madera sobre unas rocas a la que se accede por unas tablas que precariamente imitan a una escalera, la primera vez que las subí, pensé: estas no me aguantan dos días subiendo y bajando...pues aguantaron.


Mi adosado es el de la izquierda, siempre soñé con una casita de madera en algún
paraíso exótico con playas y cocoteros. Islas Perhentian. Malasia. Foto del autor.

Las escaleras de mi "pareado" en las
Perhentian aguantaron. Malasia.
Foto del autor.


Interior de mi cabaña en los Chempaka chalet. Islas Perhentian. Malasia.
Foto del autor.

La cabaña contiene una cama con mosquitera, una bombilla y un par de enchufes, uno para el ventilador o la bombilla y otro para cargar el móvil ...nada más. Por supuesto el baño se encuentra fuera y es compartido y por si estáis comiendo algo...me abstengo de poner una foto del mismo.
El encargado del lugar es uno de estos tipos que de 24 horas que tiene el día, 14 se las tira tumbado, comiendo o charlando con los colegas y el resto durmiendo. 
- Wi-fi?- me dice tras preguntarle, mientras me mira como si fuera un marciano recién aterrizado en la playa.
Al menos no se carcajeó. Se contuvo mientras me indicaba que el más cercano estaba en el resort de al lado, el Bubu Villa. Entonces ocurrió lo que todo adicto a las comunicaciones teme que ocurra en su vida, el del resort Bubu Villa me dice que desde hace semanas no hay wifi en esta parte de la isla.....
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!! 
Creo que me oyeron hasta en Kuala Lumpur...
Mientras hiperventilo, el amable recepcionista me dice que a mitad de playa quizá le funcione a una cafetería, el Linda Café. 
Menos mal, efectivamente es el único sitio de la playa (y de esta parte de la isla) donde consigo captar wifi, me convierto en cliente preferente de la cafetería Linda, aquí desayunaré, comeré y cenaré.
Hamburguesa malaya en el
Linda Café. Islas Perhentian.
Malasia. Foto del autor.


Café con hielo en el
Linda Café. Islas Perhentian.
Malasia. Foto del autor.



Buenas vistas en el Linda Café. Isla Grande en las Perhentian. Malasia. Foto del autor.


Va anocheciendo en Long Beach, al fondo donde termina la playa esta mi "chalecito".
Islas Perhentian. Malasia. Foto del autor.


Ya estoy en mi trozo de playa en Besar Island. Islas Perhentian. Malasia. Foto del autor.


Pocos lugares más auténticos que los Chempaka chalets para alojarse en una isla paradisíaca.
Eso sí, olvidaros de comodidades. Islas Perhentian. Malasia. Foto del autor.


Alta tecnología en telecomunicaciones en el Chempaka Chalets. La cabina no funcionaba.
 Islas Perhentian. Malasia. Foto del autor.

Tras contar las novedades y charlar con Araceli y la familia, me dispongo a cenar algo. Es curioso como estando en la otra punta del globo estos aparatitos te hacen sentir tan cerca de tus seres queridos, no hace falta oír su voz, tan solo necesitamos leer sus palabras de cariño cuando les mandas esas imágenes de los sitios que estas visitando.
La tecnología tiene su lado positivo. 
Ya anochece y me han hablado de un espectáculo de fuego en uno de los chiringuitos playeros, el Long Beach Bar. Ya es de noche y mientras camino por la orilla del mar se ven perfectamente los palos de fuego que un malabarista anglosajón y un par de malayos giran a toda velocidad turnándose durante horas para deleite de las docenas de viajeros que nos hemos dejado caer por este pequeño paraíso asiático.


Espectáculo de fuego nocturno en el Long Beach Bar. Pulao Besar (Isla Grande).
Islas Perhentian. Malasia. Foto del autor.
A la pequeña zanja que separa "escenario" y público la prenden fuego y la noche
malaya se ilumina en Long Beach. La noche es inolvidable. Islas Perhentian.
Malasia. Foto del autor.
Disfrutando de la noche en Long Beach. Islas Perhentian.
Malasia. Foto del autor.




Hay un par de docenas de mini mesas en la arena a escasos diez metros del agua. Me siento en una esterilla junto a una de ellas y disfruto de la noche y el espectáculo de fuego en la Isla Besar de Malasia, un rincón perdido en este gran planeta que habitamos que merece la pena visitar para sentirse un viajero desconectado (casi) del resto del mundo.


La luna en el mar riela...dice el poema. En este caso
la luna riela en el Mar de la China Meridional. En el golfo
de Tailandia. Islas Perhentian. Malasia.
Foto del autor.


Después de 3 días de vuelos casi sin dormir, esperas interminables en fronteras, autobuses, sábado noche en la bulliciosa Malaca, más vuelos, taxi....por fin relax, una maravilla las noches de arena, fuego y luna a veintitantos grados en las Perhentian.

Buenas noches viajeros. Mañana, nos vamos de buceo por los santuarios de tortugas de estas inigualables islas.




Próximo post: 12.3- Segundo día en las islas Perhentian. Buceando entre tortugas.