miércoles, 23 de octubre de 2019

7.4- SANTANDER. UN POCO DE HISTORIA S XX (y III).


Maspalomas. Gran Canaria.


En el anterior artículo nos habíamos quedado en el Desastre del 98. Finalizaba el traumático siglo XIX y la pequeña capital continuaba lamiéndose las heridas de la explosión del Machichaco mientras lloraba la pérdida de Cuba. Nuestros bisabuelos intentaban mirar la entrada del nuevo siglo con esperanza...seguramente en los próximos años todo iría a mejor.


Empieza el nuevo siglo, esta foto que debe ser de los años 20 nos muestra parte
del parque automovilístico de la ciudad. La plaza Alfonso XIII, actual Plaza Farolas
de los Jardines de Pereda, era parada de tranvías y aparcamiento de vehículos y
autobuses. A la derecha observamos la mole de la sede del Banco de
España y al lado un edificio que hoy es el hotel Bahía. Santander.



- LOS RAQUEROS.

Si paseamos junto a la bahía de Santander dejando atrás Puertochico vemos enseguida el edificio sobre pilares del Club Marítimo y junto a él un grupo escultórico que nos llama enseguida la atención. Es uno de los más bellos que he visto en el mundo, tanto por las figuras en sí, como por el entorno natural en donde se encuentra. En este entorno me crié, la calle donde nací está a escasos 200 metros de uno de los lugares más hermosos de la capital cántabra.
Los cuatro raqueros del escultor José Cobo Calderón no dejan de atraer, desde 1999, miles de cámaras fotográficas de todo aquel que pasa junto a ellos, ya sean santanderinos, visitantes o turistas.


Monumento a Los Raqueros. Paseo de Pereda. Santander.
Foto del autor.


Pero la escultura no nació de la imaginación del autor, las diferentes posturas de los personajes surgen de una fotografía de Pablo Isidro Duomarco (1870-1949), de alrededor de 1895.
Las estatuas están tan vivas que el día menos pensado oiremos el chapuzón de cualquiera de ellos.
Los personajes son muy anteriores a estas fechas. Fue el escritor montañés José María de Pereda quién los convirtió en personajes literarios, al retratar a "Cafetera", en una de sus primeras novelas, Sotileza (1885). En ella describe la palabra raquero que viene del verbo "raquear" y su significado: "tomar lo ajeno contra la voluntad de su dueño". Los raqueros serían pequeños raterillos de los muelles.



La famosa foto de Pablo Doumarco que inspiró la escultura de los raqueros
en la bahía de Santander. Se cree que la foto data de 1895. 

Santander.
Los raqueros lanzándose al agua en el incipiente Santander del S. XX. Se cree que el momento se
inmortalizó en 1905. Foto del blog Cantabria y Santander en el recuerdo.
Los protagonistas de la foto anterior posan para la posteridad. Efectivamente su existencia
ya será siempre memoria viva de Santander gracias a la escultura que los inmortaliza
en el paseo Pereda. Foto del blog Cantabria y Santander en el recuerdo.
El autor en el monumento a Los Raqueros. Puerto Chico. Santander.
Foto de Fernando Ruiz Torío.



- EL INICIO DEL SIGLO XX PARA LA FAMILIA RUIZ-PESQUERA.

El 16 de junio de 1904 viene al mundo en la calle Hernán Cortés de Santander mi abuelo paterno, D. Antonio Ruiz Elorza, primer vástago de los seis (dos chicos más y tres chicas) que tendrían Don Abundio Ruiz y Doña Lucía Elorza. El bisabuelo Abundio nació en Molina de Aragón (Guadalajara) y emigró a Santander para trabajar en los astilleros de San Martín. Mi bisabuela Lucía nació en Santander.


Foto de estudio donde mi abuelo Antonio sale con dos de sus
hermanas y su abuela. Aproximadamente 1909-1910.
Santander.  Foto colección familiar del autor.


En esos astilleros se construyeron las famosas Corconeras de las que hablamos en el artículo anterior y muchos otros barcos, tanto de pesca como de recreo. Paseando junto a esas aguas de la bahía o mirando el inmenso dique de Gamazo (1884) mi abuelo debió sentir la inspiración para estudiar en la Escuela de Marina de Santander, cuyo primer curso se impartió en 1790 y de la que salieron marinos tan extraordinarios y profesionales como él. En los buques a vapor (Marta Junquera, Navemar, Cabo Mayor) navegó desde Canadá a Sudáfrica, de Rusia a Italia, pasando por Nueva York, Brasil, Portugal, Inglaterra, Irlanda, Alemania...


Mi abuelo Antonio (1º de la foto por la izq) en una foto con varios compañeros de la
Escuela de Marina de Santander. Entro en servicio activo en la marina mercante
el 13 de octubre de 1924 con Cartilla Naval Nº 106.
Foto de la colección familiar del autor.



Foto que envió mi abuelo Antonio a sus padres desde el vapor
Pedrosa de la naviera Vasco Cantábrica. Este buque construido en Inglaterra
fue botado en 1921 y era utilizado para la exportación de mineral y carbón.
En él realizó prácticas seguramente en 1922 o 1923.
Foto de la colección familiar del autor.



El buque a vapor Antonio de Satrústegui de la naviera Vasco Asturiana donde navegó mi abuelo
como 2º oficial. Se nota que la foto está sacada durante la IIª G.M. porque los barcos
españoles, al ser neutrales debían identificarse ante los contendientes con grandes banderas
rojigualdas pintadas en el casco para que no los confundieran de nacionalidad.
Se desconoce el lugar y la fecha de la foto sacada por mi abuelo.
Foto de la colección familiar del autor.

Foto de mis abuelos paternos Dña. Carmen Pesquera y D.
Antonio Ruiz. Este último luce en la bocamanga las insignias
de primer oficial de la marina mercante. La foto es de los
años 40, se desconoce el año exacto.
Foto colección familiar del autor.

Submarino U-56 en el dique de Gamazo de Santander en mayo de 1918. El 11 de noviembre terminó
la Iª G.M. Este submarino pasó por Santander para realizar reparaciones y aquí permaneció hasta
el final de la guerra. A escasos metros se encontraba mi bisabuelo trabajando
en el astillero de San Martín. Para quién quiera saber más, el ABC público un artículo el
22/05/2015 con el título: "El submarino U-56 en Santander".
Foto de Pablo Isidro Duomarco (1870-1949).

Mientras, el padre de mi abuela paterna, Don Anselmo Pesquera Santander y su mujer Dña Ángeles del Río traían al mundo el 13 de diciembre de 1911 a mi abuela Dña. Carmen Pesquera del Río.
Mi bisabuelo materno fue uno de los primeros chóferes de automóvil de Santander.


Mi bisabuelo Anselmo Pesquera en una foto de 1905 antes de llevar a unos clientes en
un viaje desde Santander a París, toda una aventura que duró meses.
Conducía un Renault Type Ag-1. Foto colección familiar del autor.

En 1942, mi bisabuelo materno, trabajaba para la Dirección General de Regiones Devastadas que creó Franco para paliar desastres naturales y humanos como el terrible incendio de Santander de 1941 del que hablaremos más adelante.
Mi antepasado fue el conductor del Opel de gasógeno del aparejador que se encargaba de la reconstrucción de la catedral de Santander tras el incendio. Toda esta maravillosa historia se cuenta en un artículo de El Diario Montañés titulado "La foto perdida" que escribió María del Carmen González Echegaray y fue publicado el 14 de octubre de 2007, les invito a leerlo. https://www.eldiariomontanes.es/20071014/santander/foto-perdida-20071014.html

Foto publicada en el articulo de El Diario Montañés arriba citado. Propiedad del
fotógrafo Arauna. Mi bisabuelo es el de la 2ª fila (con el 1 en rojo), detrás de Don José Manuel
Bringas Camino arquitecto y Director General de Arquitectura que se disponían a
reconstruir la catedral de Santander tras el incendio de 1941.

Recuerdo cuando mi abuela me contaba la historia de su padre, y como siendo niños, tanto yo como mis hermanos jugábamos con el premio que le entregó la Asociación de Autoescuelas de Santander el 6 de octubre de 1970 al conductor más antiguo. No le llegué a conocer, falleció en 1975, cuando yo tenía dos años de edad. Aunque su hija, mi abuela Carmen, llegó hasta los 103 años de edad en 2015, los cuales celebró en Santander con su familia, al poco, nos dejó. Descanse en paz y sirva este pequeño artículo como homenaje a su vida.

En cambio si tuve la oportunidad de conocer a mis bisabuelos paternos, el señor Abundio y la señora Lucía vivían con mis abuelos y cuando era niño, e iba a visitarles, recuerdo con claridad como me llamaban "canene". Los dos fallecieron con muy poco tiempo de diferencia, toda una vida juntos, ambos casi llegaron al siglo de edad haciendo gala del legado de longevidad familiar de mis antepasados, que espero, continúe en sus actuales descendientes.


La 1ª playa de El Sardinero en los años 30. Santander. Foto del abuelo paterno del autor.
Colección familiar del autor.



Espero que disculpen la licencia familiar que me he tomado en este artículo. Creo que era interesante, a la vez que didáctico, incluir parte de la vida de mis antepasados que, con su trabajo, contribuyeron a hacer de Santander la ciudad que hoy conocemos.
Retomemos la historia de Santander, el siglo XX acababa de empezar y la ciudad notaba su avance en todos los aspectos de la vida de sus habitantes.




- SANTANDER EN EL S. XX.


La dotación se servicios aumentó considerablemente con el inicio del nuevo siglo. Entre ellas cabe destacar la creación de la Casa de Salud Valdecilla en 1909. Don Ramón Pelayo de la Torriente (Valdecilla, Cantabria 1850-ibídem, 1932) fue un empresario e indiano que, siendo hijo de modestos comerciantes marchó a Cuba en 1862 y allí hizo fortuna. La vida del que fuera nombrado en 1916 primer Marqués de Valdecilla daría para libros, series de TV y películas, aquí tan solo diré que fue el mayor filántropo que tuvo Cantabria: construyó docenas de escuelas donde daba de comer gratis a cientos de niños, construyó el ayuntamiento, casa cuartel, juzgado e iglesia de Valdecilla. Donó para la construcción de la Universidad Central y el Palacio de la Magdalena, pero su obra más importante fue el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla inaugurado en 1929 y construido según las más avanzadas ideas de arquitectura hospitalaria de aquel momento.
Para saber mucho más de este gran hombre nada como visitar la Finca-Museo en su localidad natal de Valdecilla (Medio Cudeyo, Cantabria), su web es: http://www.turismomediocudeyo.es/web/finca-museo-marques-de-valdecilla/









Panel informativo en la Finca del Marqués de Valdecilla. Medio Cudeyo. Cantabria.
Foto del autor.

La llamada Casa Blanca, principal edificio de la Finca donde residió Don Ramón Pelayo.
Valdecilla. Medio Cudeyo. Cantabria. Foto del autor.


Magnífico plano del Santander de 1905, se aprecia en color rojo la zona urbanizada en esa
época, ahora todo está urbanizado. Los que conocen la ciudad disfrutaran observando
este mapa. Es una maravilla.


Al poco tiempo surgieron entidades culturales de gran importancia, como la biblioteca Menéndez Pelayo (1923), la Universidad Internacional de Verano (1932), o el Ateneo popular (1935).
Con la consolidación de los veraneos regios a partir de la construcción del Palacio de la Magdalena (1909-1911), el Sardinero se especializó en hoteles y balnearios dedicados a la salud. Para el ocio y el turismo surgieron casinos y viviendas de recreo.
¿Como empezó en Santander el turismo de masas? ¿de donde surgen los Baños de Ola?
El impulso definitivo del veraneo santanderino lo dan los monarcas españoles, que convierten Santander en el lugar donde se reúne su corte estival o veraniega. Esta corte la formaban los notables del reino, aristócratas, burgueses con intereses mercantiles, invitados reales, embajadores extranjeros y demás personajes ilustres.
En 1861 la reina Isabel II decidió pasar unos días de vacaciones en las playas de El Sardinero, y en agradecimiento, el Ayuntamiento le ofreció unos terrenos para construir un palacio. Esos terrenos son los de la península de La Magdalena.


Como bien explica el pie de foto, nos encontramos ante
el recibimiento en 1901 de la Reina Cristina y su hijo
el futuro rey Alfonso XIII por la ciudad de Santander.
Foto de revista de la época.


Así se veían los terrenos de la península de La Magdalena antes del inicio de las obras del
Palacio para los futuros veraneos reales. El monte que se ve al fondo son las actuales calles
avenida Pérez Galdós y calle Ramón y Cajal. Foto de internet.


Pero el definitivo impulso lo da Alfonso XIII y su esposa Victoria Eugenia, grandes admiradores de la ciudad, que gracias a sus repetidas estancias vacacionales convirtieron Santander en un selecto centro veraniego.
En 1908 el Ayuntamiento vuelve a ofrecer los terrenos de La Magdalena a la familia real para la construcción de un palacio de verano, que por fin, vió su terminación en 1912.
Fue un punto culminante para la ciudad porque a rebufo del Palacio de la Magdalena se construyeron algunos de los que hoy son edificios emblemáticos de la capital cántabra: el Gran Casino de El Sardinero construido en 1916 en estilo vienés o Sezessión, el Hotel Real (1917), el Hipódromo de Bellavista inaugurado por la familia real en 1917, además de hoteles, chalets y casonas familiares. 


En la imagen vemos El Giralda, el yate en el que navegaba Alfonso XIII y la familia real. La foto es
de 1905 o 1906 y se le ve navegando junto a otras embarcaciones por la bahía de Santander.
El Giralda fue construido en los astilleros de Glasgow y botado en 1894. En 1898 fue adquirido
por el gobierno español por 60.000 libras esterlinas, 2.250.000 pesetas al cambio de la época.
En 1940 fue desguazado en astilleros de Sevilla. Foto del Centro de Documentación
de la Imagen de Santander.


Muelle de las Corconeras, actual Palacete del Embarcadero en el Paseo Pereda. La foto se realizó
entre 1911 y 1913. Foto Colección Víctor del Campo Cruz. CDIS. Ayto. de Santander.


Entrada a la Plaza Vieja o Plaza de la Constitución, desde el
puente de Vargas que cruzaba la antigua Ría de Becedo actual
calle calvo Sotelo. Al fondo se ve el edificio del antiguo
Ayuntamiento (Palacio de Villatorre) a la derecha, no se ve
en esta imágen, se encuentra la iglesia de La Compañía.
Santander.

El precioso puente de Vargas que pasaba por la antigua ría de Becedo, donde se hallaba
la medieval calle Atarazanas, llamada así por los astilleros que se encontraban aquí y construían
naos, galeras y demás barcos. El puente lleva desde la catedral a la calle Puente donde
se encontraba el antiguo ayuntamiento. En 1190 se construyó el primer puente
que sería de madera. Tras sucesivas remodelaciones el definitivo que vemos en la foto se
levantó en 1912 y duró hasta 1937. Esta foto por tanto podría ser de los años 20 o 30.
Santander. Foto de internet.




Foto de la plaza de la Constitución, el edificio de la izquierda es el antiguo ayuntamiento (palacio
de Villatorre) y a la derecha no se aprecia la iglesia de La Compañía. Desde el puente de Vargas
que cruzaba la actual calle Calvo Sotelo desde la catedral llegaríamos a esta plaza.
Santander. Foto de internet.



Desfile infantil de 1914 realizado por la calle Atarazanas de
Santander. Actual calle Calvo Sotelo. Foto de internet.

Tranvías circulando en 1926 frente al edificio de Correos en Santander.
Foto de internet.



Los años 20 fueron muy parecidos en casi todos los territorios de la nación. Gracias a que España no participó en la Iª G.M. los negocios fueron bien para los comerciantes y empresarios españoles. Lo malo es que esa prosperidad no se aprovechó para industrializar el país. El 13 de septiembre de 1923 el general Primo de Rivera instituyó un régimen militar llamado "dictadura con rey" al apoyar el monarca el levantamiento de los militares para poner un poco de orden en el caos del país. Primo de Rivera dimitió el 28 de enero de 1930. El 14 de abril de 1931 se proclamó la IIª república que duró hasta el final de la Guerra Civil el 1 de abril de 1939. 


Calle Atarazanas en 1936, actual calle Calvo Sotelo. Se aprecia claramente al fondo, el
antiguo puente de la ría Becedo que salvaba las aguas que subían hasta las atarazanas
donde se construían las naos y galeras de la Real Armada. 

Foto de fusionestemporales.es


Una de las fotos más interesantes que he encontrado para realizar este artículo son las dos siguientes, por lo poco conocidas que son. La de más abajo es una foto anterior a 1936 en la que se pueden ver las dos estaciones que había en Santander: la Estación de la Costa (derribada en 1936) y la Estación del Norte.


Maravillosa foto de la Estación de la Costa en 1912. Foto del Centro de Documentación de
la Imágen de Santander.



Vista del muelle de Maliaño a comienzo de los años 30 del S. XX. Se aprecia la Estación de
la Costa y la del Norte. La imagen se debió tomar desde un aeroplano de la época.
Santander.


En la foto de arriba se aprecia el humo blanco de dos trenes en las vías de la calle Castilla, así como la iglesia de los Padres Pasionistas. A la derecha, al final de la calle Calderón de la Barca, se pueden ver los andenes de la Estación del Norte, la parte superior del edificio de la estación y las naves de los Talleres Corcho. En primer plano se puede ver el muelle de Maliaño.


Embarcadero de Pedreña en 1935, actualmente en esta zona del muelle se encuentra
el monumento a Los Raqueros. Ya se aprecia al fondo del muelle el actual Palacete de El
Embarcadero donde se encontraban las oficinas de la Autoridad Portuaria y donde trabajó
mi abuelo Antonio hasta su jubilación en 1973.
Foto Colección Víctor del Campo Cruz. Centro de Documentación de la Imagen de
Santander. Ayuntamiento de Santander.



- LA GUERRA CIVIL LLEGA A SANTANDER EN 1937.

En las elecciones de febrero de 1936 la provincia de Santander (actual Cantabria) manifestó en las urnas su carácter claramente conservador con la designación de cinco diputados de la derecha frente a un socialista y otro de izquierda republicana. Entonces...¿porqué en el momento de la sublevación Cantabria cayó del bando republicano?
La fuerza militar en la región era el Regimiento Valencia Nº 23, el antiguo cuartel que se levantaba en el paseo del General Dávila a cuyo mando estaba el coronel García Argüelles partidario de la rebelión. Cerca de un millar de falangistas le pidieron armamento, pero este vaciló en su entrega ya que había un buque de guerra en la bahía, el Jaime I que con sus cañones amenazaba el recinto militar y grupos de sindicalistas vigilaban estrechamente el cuartel. Los falangistas ocuparon zonas estratégicas de la ciudad sin armamento. El 22 de julio el gobierno republicano ordenó al coronel García Vayas con 150 hombres que saliera del cuartel de Santoña para tomar el control en Santander.
El 25 de julio y con una orden falsa del Ministerio de la Guerra el coronel García Vayas se hizo con el principal cuartel de Santander y destituyó a su colega Argüelles, asegurando para la república una provincia esencial para unir bajo su gobierno a toda la cornisa cantábrica. Los sublevados contaban de antemano con Cantabria ya que la región siempre ha tenido una población conservadora. Los falangistas que habían huido a la montaña lebaniega abandonaron Potes rumbo a Palencia y los milicianos entraron en la villa asegurando toda Cantabria para la república.


Preciosa foto de los años 30 de la plaza Matías Montero y la calle Castelar junto a Puertochico.
Santander.


La vida cotidiana continuó y empezó la represión republicana, la Prisión Provincial de Santander y el penal de El Dueso se llenaron de detenidos sospechosos de ser favorables a la rebelión. También atracó en la bahía el buque Alfonso Pérez, habilitado como barco-prisión, como ya fue durante la Revolución de Asturias de 1934. En ellos fueron asesinados muchas personas simplemente por ser de derechas.
Durante este primer año de guerra la aviación franquista realizó varios bombardeos, siendo el más grave la del 27 de diciembre de 1936 que ocasionaron 67 muertos entre la población civil, como represalia ese mismo día un grupo de milicianos fusiló a 156 falangistas y requetés del buque-prisión. En Santander había 3 checas donde las milicias republicanas efectuaron interrogatorios, torturas y ejecuciones sumarias, la de la calle del Sol, la Municipal y la de el colegio Ángeles Custodios en la calle León Felipe. Algunos de estos ejecutados lo fueron arrojándolos por los acantilados del faro de Cabo Mayor y otros fusilados en las tapias del cementerio de Ciriego.



Ofensiva nacional que logra conquistar Cantabria y entrar en Santander.


Mapa del avance de las tropas nacionales sobre Santander.








Entrada de las tropas franquistas en la capital cántabra.
 La IV Brigada Navarra por la zona de La Albericia y Monte y el CTV (Corpo Truppe Volontarie)
italiano por la calle San Fernando.
















  
Fue en abril de 1937 cuando la situación militar en España cambió radicalmente. El general Franco desistió de tomar Madrid y comenzó la campaña del norte que duró desde ese mes hasta noviembre de 1937. El 14 de agosto de 1937 empezaron las operaciones en Cantabria tras la caída de las provincias vascongadas y la pérdida de Bilbao el 16 de junio. La huida en masa de las tropas republicanas vascas llenó de refugiados Santander, lehendakari Aguirre incluido.

El 26 de agosto hacen entrada en la capital cántabra las primeras tropas nacionales, soldados de la IV Brigada Navarra y de la División italiana "Littorio" siendo recibidos por una población mayoritariamente favorable al levantamiento. Las fotos de la época son muy reveladoras.
El día anterior J. Antonio Aguirre (el jefe del gobierno vasco) y Leizaola su sucesor en 1960 huyen en avión a Francia, mientras que en el submarino C-4 huye la junta republicana de la región a Gijón. 
Por El Sardinero entra la IV de Navarra, avanzan por la avenida de la Reina Victoria hasta llegar a la plaza del ayuntamiento. El Cuerpo de Tropas Voluntarias italiano entra por Parayas y por la calle Castilla llega al ayuntamiento. En la zona de los muelles se rinden gran cantidad de tropas, se dice que en la plaza de toros se encierra a 10.000 prisioneros.


Tropas italianas de la División Littorio son ovacionadas por los santanderinos
en la calle Jesús de Monasterio a pocos metros ya del ayuntamiento.


Tropas de la IV Bandera de requetés navarros entrando entre vítores de la población.
La foto está sacada junto al edificio de Correos. Santander.

El refugio antiaéreo situado bajo la plaza de Mariana Pineda, actual plaza del Príncipe, es uno de los principales testigos de estos años de enfrentamiento en la ciudad. Esta construcción formaba parte de una red de refugios más amplia que abarcaba todos los barrios de la ciudad. Había 114 refugios que podían albergar bajo tierra a unas 40.000 personas. Fueron construidos por voluntarios para la protección de la población santanderina ante los bombardeos.
Durante la guerra la ciudad fue sometida a 34 bombardeos por parte de los sublevados que se tradujeron en 88 muertos y 104 heridos. 
Con la toma de Santander por parte de los nacionales comienza la represión de los vencedores, también cruenta y marcada por detenciones arbitrarias, venganzas sin juicio justo, ejecuciones, encarcelamientos, brigadas de trabajo y el exilio para salvar la vida.




- EL INCENDIO DE 1941.

Este incendio fue un desastre tan trágico que, inevitablemente, marcó el futuro de la ciudad. Aunque ya han pasado muchos años, pervive en la memoria de muchos santanderinos, sobre todo los que vivieron en su niñez semejante catástrofe.
Tras el popularmente conocido como "incendio andaluz", porque tuvo lugar entre las calles Cádiz y Sevilla, tuvo lugar una completa remodelación urbanística en la zona centro de Santander. Se revalorizó mucho la zona y parte de su población, de extracción humilde, tuvo que desplazarse a las afueras de la ciudad.


Impresionante foto del devastador incendio de 1941. Se reconoce perfectamente la zona
arrasada ya que a la derecha de la foto se observa el edificio de correos.
Santander. Foto de internet.


El incendio comenzó el 15 de febrero cerca de la catedral y coincidió con un huracán de viento sur que destruyó la mayor parte de la zona antigua de la capital durante dos largos días. Sus calles estrechas, casas de estructura de madera y fachadas con miradores facilitaba la difusión de las llamas. Por esta razón Santander no dispone de un casco histórico como la mayor parte de ciudades españolas ya que se quemó en este pavoroso incendio.


El resultado del incendio en Santander en la calle Puente. En el centro un poco a la derecha de
la imagen se observa la fachada de la iglesia de La Anunciación, La Compañía.
Foto de El Diario Montañés.


Panel informativo en la plaza de la catedral de Santander donde se puede apreciar como quedó
la calle Puente y la parroquia de la Anunciación, La Compañía, tras el incendio de 1941.
En el lado izquierdo se encontraba el antiguo edificio del ayuntamiento de 

Santander. Foto del autor.




Así quedaron las calles donde ahora se encuentra la plaza Porticada y la calle Aduana tras
el pavoroso incendio que arrasó el centro de Santander. Foto de internet.


En esta ocasión solo hubo una víctima mortal, ocurrió durante las labores de extinción, un bombero madrileño, D. Julián Sánchez García que falleció por sus heridas en el hospital de Valdecilla. 
Miles de personas perdieron sus casas y la ciudad quedó sumida en el caos. Ardieron 1.783 viviendas y desaparecieron 37 calles así como 508 comercios, hoteles, pensiones y bares. La reconstrucción de las calles que se hizo posteriormente siguió las directrices de la arquitectura de posguerra, fusionando la herencia racionalista con los aires tradicionalistas de la arquitectura oficial. El incendio fue noticia nacional y se hicieron multitud de colectas por toda España que, junto con el dinero que puso el estado, fueron canalizadas por el gobierno franquista para ayudar en la reconstrucción y auxilio a los damnificados.


Mapa de las calles destruidas por el incendio de Santander de 1941 con datos de edificios
destruidos. Se observa el punto de inicio y como el viento del sureste lo extiende por la
puebla vieja.
Así quedó la catedral de Santander tras el incendio de 1941. Foto de internet.


Los años 40 en la Santander de posguerra fueron muy duros. Se caracterizaron por la cartilla de racionamiento, la escasez de todo tipo, el mercado negro y la legitimación del nuevo régimen por parte de la iglesia católica por lo que esta adquirió un gran poder en toda España. Las historias que nos contaban nuestros abuelos era la de largas colas para acceder al azúcar, arroz, pan, aceite y judías. Era muy raro que se repartiera carne, leche o huevos, estos productos solo se encontraban en el mercado negro.
Estas cartillas se establecieron el 14 de mayo de 1939 y se suprimieron en 1952. 


Preciosa foto de la calle Calvo Sotelo en los años 40 donde se observa uno de los famosos trolebúses
de la ciudad con los vehículos de época aparcados y uno de los últimos carros tirados por una mula
que aún trotaban por la capital y se veía de lo más normal. No debemos dejar de señalar
el edificio que se ve pegado a Correos y que ya no existe. Foto de internet.



- SANTANDER DE LOS AÑOS 50 A LOS 70.

En estos años el crecimiento urbano de la ciudad se hace de forma desordenada y especulativa con la construcción de numerosos bloques de viviendas de escasa calidad y nula urbanización para alojar a la población trabajadora.
Asimismo aparecieron nuevos centros culturales que trascendieron el ámbito local para volverse en instituciones de nivel nacional o internacional: la Universidad de Cantabria, el Nuevo Palacio de Festivales de Santander y la Biblioteca Central.
Un hito en la vida cultural de Santander fue la inauguración en 1952 del Festival Internacional de Santander cuya ubicación era la Plaza de la Porticada a la que se le ponía un inmenso toldo, el escenario y las sillas. 


Palacio de Festivales de Santander desde La Duna de Zaera, la zona de gradas que se construyeron
para que los espectadores pudieran contemplar el Mundial de Vela de 2014. Dicha Duna está junto
al Centro de Alto Rendimiento de la Federación Española de Vela.
Foto del autor.


Panorámica de la bahía de Santander desde la Duna de Zaera en Puertochico.
Al frente Peña Cabarga. Foto del autor.
Un clásico en las calles de Santander, los trolebuses. Foto de internet.


Otra fecha que cambió la vida de los santanderinos y de todos los cántabros fue la inauguración del aeropuerto de Santander un año más tarde (1953) un 25 de septiembre. Quién nos iba a decir en los años 60 con una Cantabria industrializada que, en los años 20 del S. XXI y con una desindustrialización galopante, el aeropuerto iba a ser una herramienta básica en la nueva riqueza de la región, el turismo.
El 20 de noviembre de 1975 muere el general Franco y la dictadura finaliza. De manera pacífica, menos por los atentados de la banda terrorista ETA, España se transforma en una democracia con partidos políticos y elecciones libres y una constitución que se aprueba por todos los españoles en referéndum el 6 de diciembre de 1978. 


- LLEGAN LOS 80. LA GRAN DÉCADA DE NUESTRA GENERACIÓN.

El 30 de diciembre de 1981 se aprueba el estatuto de autonomía de Cantabria entrando en vigor el 1 de febrero del año siguiente.
Tras la llegada de la democracia a España, los que nacimos en los años 70 conocimos la prosperidad de un país que avanzaba hacia la convergencia con Europa. El 1 de enero de 1986 España entre como país de pleno derecho en la U.E. 
Los adolescentes que íbamos al instituto a finales de los 80 nos dejábamos caer para tomar una cerveza por el Río de la Pila, por la plaza Cañadío o por Peña Herbosa. Santander también tuvo su "movida" en los años 80.

En esta década el puerto de Santander fue desplazado del centro de la ciudad y en estos últimos años la capital se encuentra en pleno proceso de recuperación de su margen sur. El traslado de toda la actividad portuaria al Puerto de Raos ha sido paulatino a excepción del tráfico marítimo de pasajeros que permanece en su estación marítima frente al paseo Pereda, los míticos ferries de la compañía Brittany Ferries. La última línea en abrirse ha sido este año (2019), el nuevo ferry unirá Santander con Cork en Irlanda. 

En estos años también se inaugura el Museo Marítimo del Cantábrico (1981) y el nuevo Palacio de Festivales de Santander (1990) que cambia su antigua ubicación en la Plaza Porticada por este controvertido edificio (a mi siempre me ha parecido que la fachada que da a la bahía parece sin terminar) situado donde comienza la avenida de la Reina Victoria.


Vista de la Estación Marítima en pleno centro de Santander, en el muelle Calderón.
Foto de Fernando Ruiz Torío.



El ferry Pont Aven sale de la bahía de Santander, al fondo se aprecia el Palacio de La Magdalena.
La imágen está tomada desde la playa de El Puntal. Foto del autor.



Museo Marítimo del Cantábrico visto desde la avenida de la Reina Victoria. Al fondo a la derecha
de la fotografía Peña cabarga, a la izquierda la playa de El Puntal. Santander.
Foto del autor.


En los últimos decenios la ciudad desborda sus límites históricos destacando la zona de El Sardinero que cambia su morfología urbana de ciudad-jardín a zona residencial y de ocio. La zona de Nueva Montaña crece con nuevos terrenos industriales y con la creación de un gran centro comercial. El Cierro del Alisal y la avenida de Los Castros como nuevas áreas residenciales y la expansión urbana al otro lado de la Vaguada de Las Llamas, absorbiendo las localidades de Cueto, Valdenoja y Monte.


- SANTANDER EN EL S. XXI.

Actualmente el incremento de la actividad portuaria se debe al tráfico de vehículos y contenedores frente a los gráneles líquidos y sólidos que necesitan de una gran cantidad de espacio para su almacenaje. Y ese es uno de los problemas del puerto, su escaso espacio y el insuficiente calado de la bahía de Santander que impide el atraque de ciertos buques mercantes. Debido a esto, la Autoridad Portuaria está considerando la construcción a largo plazo de un puerto exterior fuera de la bahía.
En el terreno cultural debemos recalcar que la UIMP (Universidad Internacional Menéndez Pelayo) junto a la Universidad de Cantabria ha conseguido en el 2009 ser elegidas por el Ministerio de Educación y Ciencia como Campus de Excelencia Internacional de ámbito regional.

El último hito cultural de nuestra ciudad fue la fundación del Centro Botín, un museo de arte moderno gestionado por la Fundación Botín cuyo edificio fue diseñado por el arquitecto italiano Renzo Piano e inaugurado el 23 de junio de 2017.
El edificio está compuesto por dos volúmenes de diferente tamaño apoyados sobre columnas y suspendidos parcialmente sobre el mar. El edificio de menor tamaño tiene una gran terraza con espectaculares vistas a la bahía de Santander.


Vista del Centro Botín desde una de las lanchas que une Santander con la playa de El Puntal.
A la derecha del museo se aprecia la Grúa de Piedra. Santander.
Foto del autor.


Centro Botín situado en los jardines de Pereda. Santander. Foto del autor.


Lógicamente la construcción del museo conllevo un gran revuelo de comentarios
a favor y en contra en toda la ciudad. Significó un gran cambio en una zona de
Santander que llevaba inalterada más de un siglo. Por supuesto el nuevo museo no escapó
de ser protagonista de muchos "memes". 


El primer plan incluía la desaparición de uno de los monumentos más queridos para los santanderinos, incluido el que suscribe, y no lo permitimos. Me refiero a la Grúa de Piedra situada en el muelle de Maura. Se recogieron miles de firmas y se consiguió que la noble máquina que trabajó desde 1900 hasta comienzos de 1990 permaneciera en su lugar de siempre y el que tuvo que trasladarse unos metros más atrás fue el nuevo inquilino del muelle, el museo. 
La antigüedad en este caso también tiene sus privilegios. Su perfil es uno de los recuerdos de infancia más queridos para los miles de chavales que jugamos a la sombra de su mole y ahora es uno de los símbolos de la ciudad.





Vista de los jardines de Pereda, vemos en primer plano la Fuente de los Meones y la
Fuente de Concha Espina. La entrada al túnel del muelle de Calderón, el templete
de los jardines de Pereda, la Grúa de Piedra y el Centro Botín. Santander.
Foto de Fernando Ruiz Torío.
La Grúa de Piedra seguirá viendo amanecer en la bahía de Santander desde el lugar donde
se la colocó para que realizara su trabajo. Ahora toca contemplar el día a día de
la ciudad de la que es símbolo.
Foto de internet.


La Grúa de Piedra en pleno trabajo descargando una locomotora a vapor.
Se desconoce fecha. Foto de internet.

Santander se ha convertido en una ciudad de servicios, se calcula que el 70% del tejido productivo se asienta en el sector terciario, por lo que la dependencia económica del comercio y los servicios es muy alta. Especialmente dependiente de sectores estacionales ligados al turismo como la hostelería. Miles de jóvenes santanderinos marchan fuera de su ciudad a trabajar y la ciudad envejece convirtiéndose en un retiro dorado para muchos jubilados que aprecian la calidad de la vida que ofrece su clima, sus servicios, sus paisajes marítimos y de montaña...

Han pasado más de 2.000 años desde que los romanos conquistaron ese pequeño castro fortificado situado en lo alto de una colina que miraba hacía una inmensa y preciosa bahía que bañaba el Mare Cantabricum. Si la puebla medieval de Santander ocupaba apenas 35 hectáreas, la actual Santander abarca 3.500, la mayor parte ganadas al mar.



Vista desde la playa de El Puntal. Se aprecia al otro lado de la bahía la playa de Los Peligros y más
a la derecha la playa de La Magdalena y su península. Santander en verano tiene unas playas
sin igual. Foto del autor.



Vista aérea de Santander, se aprecia la magnitud de la bahía, la playa de El Puntal que es ese cuerno
de arena que se adentra en ella, la península de La Magdalena, la playa de El Sardinero y al otro
lado de la bahía los pueblos de Somo y Pedreña.
Foto de internet.


Es muy difícil elegir entre tantas imágenes de Santander. Vista desde el mirador de Cabo Menor
hacia el sur donde apreciamos primero la península de Mataleñas y más al fondo el perfil de
la península de La Magdalena. Foto de Roberto Ruiz Torío.


Como hemos visto en estos tres artículos Santander es una ciudad con mucha historia, sus gentes han superado, invasiones, epidemias de peste, luchas civiles, incendios devastadores y crisis económicas pero han sabido mirar adelante a base de tenacidad, trabajo y mucho amor a la tierra. 
La capital de Cantabria se sitúa en una de las bahías más hermosas del mundo y aunque los incendios de 1893 y de 1941 nos ha privado de un casco histórico como el que tienen muchas otras ciudades, Santander tiene muchos otros encantos. 
Merece la pena perderse por sus paseos y avenidas junto al mar, por sus calles comerciales, ir de pinchos por la zona centro, tomarse un café a los pies de su catedral que, aunque no sea de las más bonitas, tiene tanta historia entre sus cimientos como la que más. 
Además no debemos dejar de visitar sus playas o contemplar sus acantilados disfrutando de unas rabas y una cañuca bajo el faro de Cabo Mayor y charlar con sus habitantes. 
Los santanderinos, quizás por el clima o por nuestro histórico aislamiento con respecto a otros lugares de España no seremos tan abiertos o tan "alegres" como los habitantes de otras regiones pero somos hospitalarios y nos encanta compartir con la gente que nos visita nuestra cultura, nuestra gastronomía y docenas de rincones con encanto que no suelen salir en las guías de viajes.


Maravillosa foto desde el mirador de Peña Cabarga. Con un día soleado se contempla
toda la bahía desde la península de la Magdalena hasta el final de la misma en la ría
de Solía que se encuentra en el municipio de Astillero. Y desde la orilla este desde las dunas
de la playa de El Puntal y el estuario de río Miera hasta la ría de San Salvador.
Foto de Roberto Ruiz Torío.



En el próximo artículo este santanderino os llevará de la mano a conocer su ciudad. Santander es uno de los lugares más hermosos para contemplar paseando.



Próximo post: 7.5 Santander una ciudad para pasear.