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lunes, 14 de agosto de 2017

14.3- Viena (II). Mercado, Museumsquartier y museos del Palacio Hofburg.

7 de julio de 2017. Viernes.
Maspalomas. Gran Canaria.


Mayo-2017. Viena.

Tras disfrutar del magnífico desayuno-buffet del hotel One Wien Prater nos lanzamos a conocer el mercado más popular de Viena, además, hoy es sábado y podremos disfrutar del rastro de la ciudad, donde se compra y se vende cualquier cosa.


En el hotel One Wien Prater antes de salir para el mercado. Viena. Foto del autor.


El Naschmarkt, es el mercado más conocido de Viena. Empezó siendo un mercado de leche ya en el S. XVI, que se fue convirtiendo en el principal mercado de avituallamiento de Viena. Desde 1793 todas las frutas y vegetales que llegaban a la ciudad en carro se vendían en el Naschmarkt, las que llegaban en barco se vendían en otras partes de la ciudad.
El mercado se extiende desde el edificio de la Secesión hasta la estación de metro de Kettenbrücke: unos 500 metros llenos de color, aromas, gente de medio mundo, quioscos, chiringuitos y restaurantes para comprar, comer o picar.
En el primer tramo, cerca de la Secesión, dominan los puestos exóticos con especialidades para gourmets como fruta y verdura, especias, carne y pescado, pan y queso; y delicatessen como caviar de Persia, sushi, ostras; así como una extensa variedad de productos internacionales procedentes de países de la antigua Yugoslavia, Grecia, Turquía, Japón y China.


Los puestos de fruta son un "clásico" del Naschmarkt.
Viena. Foto del autor.



Varias clases de Baklava, típico postre turco. Mercado de Naschmarkt. Viena. Austria.
Foto del autor.



Puesto del Rastro de los sábados
en el Naschmarkt de Viena.
Foto del autor.
Flores en el mercado Naschmarkt
de Viena. Foto del autor.






















En la calle contigua, Linke Wienzeile, tenemos los locales más elegantes. 
Aquí nos encontraremos con el Theater an del Wien, su fachada está adornada con un grupo escultórico, "Papageno y sus hijos", porque en él se estrenó "La flauta mágica" de Mozart. Beethoven, que vivió en este teatro, estrenó su "Fidelio" durante el Congreso de Viena (1815).

Hacía la mitad de la calle, los quioscos del Naschmarkt tiene precios más asequibles. El tramo final es la parte más barata del mercado. Las casas en el número 38 y 40 de Linke Wienzeile son de Otto Wagner: la casa de la fachada de las rosas, Majolikahaus, fue decorada con valiosos alicatados de Alois Ludwig. 


Majolikahaus, la casa de la fachada de las rosas. Mercado de Naschmarkt, Viena.
Austria. Foto del autor.

Los sábados, además, tiene lugar detrás de la estación de metro el rastro Flohmarkt, y un mercado. El rastro es como lo que conocemos en España, un espacio lleno de puestos donde se vende de todo, sobre todo antigüedades y trastos viejos que encuentra la gente en sus casas o en casas de sus familiares y los expone para venderlos. Es una auténtica maravilla y podéis encontrar de todo, nosotros también nos dejamos arrastrar por el entusiasmo "vintage" y adquirimos una pequeña y antigua jarra para la cocina, eso si, hecha en Viena.



Nuestra adquisición en el rastro de Viena.
Antiguedad made in Austria.
Foto del autor.
El pequeño cazo que "adoptamos" en el rastro
de Viena, ya luce en casa. Foto del autor.
















Hemos hablado antes de Secesión, es un museo de arte y tiene una curiosa historia. En 1897 Gustav Klimt salió, junto con otros artistas, de la conservadora Kunstlerhause y fundó una nueva unión de artistas que respondía al nombre de Secesión. En 1898 se terminó de construir este edificio con el mismo nombre.
En el subterráneo se puede visitar el friso de Beethoven de Gustav Klimt. La obra de 34 metros de largo es una interpretación virtuosa de la Sinfonía Nº 9 de Beethoven y se estrenó en una exposición en 1902. En los pisos superiores se exponen periódicamente obras de artistas modernistas.


Templete de la Secesión. Símbolo de este movimiento artístico en Austria. Mercado de
Naschmarkt, Viena. Foto del autor.


Para llegar al mercado Naschmarkt solo tenéis que coger el metro U-4 y bajaros en la parada Kettenbruckengasse, o en bus subiendo en la línea 59A y bajándoos en Verkehrsburo.
Tras pasear y comer algo en el mercado Naschmarkt subimos por la calle Getreidemarkt, esta calle parte de la plaza donde se halla el templete de la Sucesión. Queremos visitar ahora el complejo de museos modernistas de Museumsquartier.


- EL COMPLEJO MODERNISTA DEL MUSEUMSQUARTIER.


Detrás de la plaza de María Teresa se sitúan los antiguos establos imperiales, transformados en el complejo museístico de Museumsquartier (www.mqw.at).
Aunque cada museo cuenta con su propia taquilla, tienda y café, en los pabellones de entrada hay taquillas generales, tiendas y un centro de orientación necesario para hacer una preselección y decidir cual de las 30 instituciones culturales que integran su conjunto queremos visitar. De ellas solo seis son museos.
Se pueden comprar entradas combinadas para los museos que más nos interesen. Los dos edificios más emblemáticos del MQ son los cubos blanco y negro que flanquean la antigua sala de equitación, Reithalle.


El "cubo blanco" del Leopold Museum en la fascinante plaza del Museumsquartier de Viena.
Austría. Foto del autor.


El Leopold Museum (www.leopoldmuseum.org), un dado blanco recubierto de "cal de conchas búlgaras", tiene tres pisos bajo tierra y expone la mayor colección privada de Austria, con fondos que van desde 1880 hasta la I G.M.
El MumoK, Museum moderner Kunst (www.mumok.at) es un bloque cuadrado de placas alargadas de basalto apoyado sobre una escalera que oculta la entrada al museo y a la Kunsthalle. La oscuridad del interior produce cierta fascinación, pues solo la parte central donde se encuentran los ascensores y escaleras, es diáfana y recibe la luz a través del techo redondeado y de una ventana panorámica lateral. En el museo se expone arte vanguardista anterior a 1945, happenings y arte de acción, nuevo realismo, pop art, minimal art, fotorrealismo e instalaciones de las décadas de los 80 y 90.


El MumoK en la plaza del Museumsquartier. Viena. Austria. Foto del autor.


No entramos en ninguno de ellos, ya que el arte moderno no es lo nuestro. En cambio, disfrutamos del sol austríaco de mayo en esos bancos tan originales que invitan a conversar. Tumbarse de dos en dos en estos modernos "armatostes" verdes mientras te tomas un café y conversas es toda una delicia. Siempre hay mucha animación en esta plaza, observamos el ir y venir de los viajeros, estudiantes y vieneses que pasean por este lugar tan original.


Disfrutando de los originales "bancos" de la plaza Museumsquartier al sol de Viena.
Austría.


La Khunstalle ocupa el edificio central de las caballerizas y tiene acceso por debajo de las escaleras del MumoK. En las dos naves laterales se han instalado el Architekturzentrum (www.azw.at) y el museo infantil ZOOM Kindermuseum (www.kindermuseum.at). Y ya en la salida (o entrada, según se acceda) del MQ en dirección a Mariahilfer Strasse, se encuentra el Tabakmuseum con una curiosa tienda de regalos que no podéis dejar de visitar...eso sí, los precios son...imperiales.


Entrada principal al Museumsquartier desde la Mariahilfer Strasse. Viena. Austria.
Foto del autor.
El autor entrando en la plaza María Teresa desde el Museumquartier. Viena. Austria.
Foto de Araceli Hidalgo.


Tras salir por este último pasadizo, nos encontramos con la impresionante plaza de María Teresa.





- PLAZA DE MARÍA TERESA Y SUS MUSEOS.


En 1889 se construyó esta monumental plaza para enlazar las caballerizas del Museumsquartier, la avenida del Ringstrasse y la entrada a la Plaza de los Héroes donde se encuentran los museos más importantes del palacio Hofburg.
A cada lado de la plaza hay dos edificios simétricos, el uno enfrente del otro, el Museo de Historia Natural y el Museo de Historia del Arte. Lo único que diferencia estos edificios gemelos son las estatuas de sus fachadas. Las del Museo de Historia Natural representan personificaciones de África, Asia, Europa y América. Las del Museo de Historia del Arte representan famosos artistas europeos.


Las maravillosas estatuas de este lado de la plaza de María Teresa evocan el
pasado de caballos y establos de esta zona. Viena. Austria.
Foto del autor.


En el centro de la plaza nos encontramos con la estatua de la emperatriz María Teresa (1740-1780) fue la primera y única mujer que gobernó sobre los dominios de los Habsburgo. En su época su palabra era ley sobre gran parte de Europa Central. Fue responsable de grandes reformas financieras y educativas, promovió el comercio, desarrolló la agricultura y reformó el ejército austríaco. Sin embargo se negó a promover la tolerancia religiosa.
A ella está dedicada esta popular y visitada plaza. Una de las más famosas de Viena.
El Museo de Historia del Arte contiene obras de famosos artistas del norte de Europa, como "La torre de Babel" de Bruegel y una extensa colección de arte del mundo antiguo. Además posee una colección egipcia con momias, piedras talladas y la tumba de un príncipe egipcio que se transportó piedra a piedra para el emperador Francisco José I. En los techos hay frescos del artista austríaco Gustav Klimt.
El Museo de Historia Natural alberga exposiciones de mariposas y otros insectos y una extensa colección de de animales conservados y disecados.


Las "nobles" vienesas que
repartían las deliciosas
monedas de chocolate.
Plaza María Teresa. Viena.
Austria. Foto del autor.
Plaza de María Teresa, frente al
Museo de Historia del Arte.
Viena. Austria. Foto del autor.

























En esta plaza se suelen realizar muchos actos y eventos, muchos de ellos publicitarios por la gran cantidad de viandantes y turistas que pasean por estos bellos jardines. En nuestra visita coincidimos con un par de jóvenes ataviadas a la manera "dieciochesca" austríaca que ofrecían unas monedas de chocolate realmente deliciosas. Debo deciros la marca ya que nos gustó tanto ese chocolate que no podemos dejar de compartirlo con vosotros, es Schokotaler y aquí su web https://schokotaler.com/en/product/maria-theresia-taler-486 donde encontrareis sus deliciosas monedas de chocolate.
Ademas de comer al sol, disfrutar de uno de los placeres más sanos que hay en esta vida (comer chocolate) y pasear por el lugar, también tuve la oportunidad de plantar una flor en el parterre que rodea la estatua de la emperatriz. Los operarios del ayuntamiento animaban a todo el que quisiera a dejar su impronta floral en la estatua de la emperatriz.


El autor plantando una flor en el nuevo parterre que rodeará la estatua de la soberana María
Teresa. Viena. Austria. Foto de Araceli Hidalgo.


La plaza María Teresa siempre tiene mucho ambiente. Viena. Austria. Foto del autor.

Tras disfrutar del chocolate vienés en la plaza María Teresa nos dirigimos al complejo del Palacio Hofburg.



- PALACIO HOFBURG Y SUS MUSEOS.

Entramos por la puerta exterior que da al Ring, Äusseres Burgtor, que es un resto de la antigua bastilla bombardeada por Napoleón en la revolución francesa, esta guerra civil arrasó especialmente su capital, París.


Entrada al Hofburg por la Äusseres Burgtor. Viena. Austria. Foto del autor.



A partir de 1871 se comenzó en la parte posterior un foro imperial de museos a imitación del Louvre parisino; pero como solo se construyó un ala antes de que empezará la 1ª G.M., se llamó Plaza de los Héroes y se adornó con las estatuas del príncipe Eugenio de Saboya y el archiduque Carlos. Es en esta plaza en la que ahora estamos y donde visitaremos el museo de Armaduras, el de Éfeso y el de instrumentos antiguos.


El autor en la Plaza de los Héroes frente al edificio de los museos del Hofburg.
Viena. Austria. Foto de Araceli Hidalgo.




El Hofburg es un colosal laberinto formado por historias de todo tipo y edificios que impresionan. Fue construido en sucesivas etapas y con numerosas reformas desde el siglo XIV, su zona más antigua es el patio de los Suizos, que alberga la cámara del Tesoro. Del S. XVI son los establos, cuya construcción se debe a Fernando I, y el palacio Amalia habitado en su día por la emperatriz Isabel (Sisí).
A mediados del S. XVII quedaban 3 grupos de edificios sueltos que no ofrecían una imagen demasiado imperial. Tras el asedio turco de 1683, Leopoldo se vio obligado a dormir en el los establos (Stallburg) porque en el palacio no había alcobas disponibles, y ordenó que se reconstruyera y uniera a los edificios mediante el ala Leopoldina. Actualmente es la Residencia del Presidente de la República.
En 1723 Carlos VI cerró el conjunto con el ala de la Cancillería Imperial, dejando entre ellas el gran patio In der Burg. El monarca y su hija María Teresa añadieron la Biblioteca, la Real Escuela Española de Equitación y el ala de salas de baile. 
Ya solo faltaba una fachada que diera pompa al palacio. Las obras se emprendieron en 1893 y es la fachada convexa de Michaelerplatz que hoy admiramos.

A partir de 1871 se comenzó en la parte posterior un foro imperial de museos a imitación del Louvre parisino; pero como solo se construyó un ala antes de que empezará la 1ª G.M., se llamó Plaza de los Héroes y se adornó con las estatuas del príncipe Eugenio de Saboya y el archiduque Carlos. Es en esta plaza donde empezamos nuestro periplo museístico.




- MUSEO DE ÉFESO, COLECCIÓN DE ARMADURAS Y DE INSTRUMENTOS ANTIGUOS.

En la parte del Hofburg orientada al Ring hay cuatro museos (visitas de 10 a 18 h. excepto martes). El museo de armas y armaduras medievales, la colección de antiguos instrumentos musicales, el museo de los Papiros y el museo de Éfeso. Menos el de los papiros visitaremos los otros tres. 
Empezamos por el de Éfeso. En este museo se muestran los hallazgos de arqueólogos austríacos en las ciudades de Éfeso y Samotracia. Éfeso fue una de las doce ciudades griegas situadas en la costa del mar Egeo en Asia Menor (actual Turquía) y una de las más grandes del mundo antiguo. Ya es nombrada como Apasa en época hitita (siglos XVII a XII a.C). Otra leyenda habla que la fundó la amazona Esmirna, aunque la primera noticia de la ciudad la tenemos en el S. VII a.C. por la invasión de la zona por la tribu de los cimerios. Éfeso atraviesa su edad dorada durante el S. I a.C. su riqueza se basaba en el comercio, en su famoso templo de Artemisa y en su puerto.


Los maravillosos frisos del templo de Artemisa de Éfeso. Al fondo el Altar de Artemis.
Una maravilla. Palacio Hofburg. Viena. Foto del autor.


Por aquí pasaron: Alejandro Magno, Pompeyo, Julio Cesar, Marco Antonio y Cleopatra, Augusto...griegos, persas, macedonios, romanos, árabes, turcos...
En el año 262 d.C. la ciudad fue asolada por los godos, el templo quedó destruido y ya no se reconstruyó. Desde entonces la ciudad entró en decadencia que se acentuó por dos terremotos ocurridos en  los años 358 y 368 d.C.
En los siglos VII y VIII la ciudad estuvo hostigada permanentemente por los árabes, en estos años el puerto queda definitivamente cegado por los sedimentos del río y la falta de drenaje por lo que el principal recurso económico de la ciudad desaparece y la ciudad va despoblándose poco a poco. En el S. XI los turcos selyúcidas toman el control de la zona, casi sin habitantes. En el año 1863 se inician los trabajos de búsqueda del templo de Artemisa, cuyos restos se encontraron en 1869. Desde 1895 un equipo austríaco se hace cargo de los trabajos y continua con ellos durante los S. XX y XXI a cargo del Instituto Arqueológico Austríaco, sus resultados los contemplamos en este maravilloso museo.


Estatua de un atleta, bronce procedente de la ciudad de Corinto que probablemente
fue trasladada por mar hasta Éfeso. Palacio Hofburg. Viena. Foto del autor.


Actualmente Éfeso puede visitarse ya que hay un puerto de cruceros a 19 kilómetros del lugar. Se puede contemplar el enorme teatro de 25.000 habitantes (el mayor de su época), la biblioteca de Celso, el ágora, el Octágono (tumba de Arsinoe IV 68-41 a.C. última reina de Egipto), varias termas romanas, el templo de Domiciano y demás templos, palacios, murallas, iglesias, etc. 


Frisos del teatro de Éfeso. Originalmente fue un teatro helenístico que más
tarde fue ampliado por los romanos en el S. I d.C. hasta alcanzar
su aforo de 25.000 personas. La escena de tres pisos que se contempla
hoy en día es romana. Fue en este teatro donde San Pablo predicó a los
efesios. Ese día los orfebres gritaron en su contra por miedo de perder
su negocio de venta de estatuas de Artemisa a los peregrinos.
Museo Éfeso del Palacio Hofburg. Viena. Foto del autor.

  Samotracia es una pequeña isla situada en el norte del mar Egeo, los hallazgos más antiguos en esta isla son de un asentamiento griego del S. VI a.C. Los persas conquistaron Samotracia en el 508 a.C. en el 168 a.C. estaba bajo dominio macedonio y tras a batalla de Pidna en ese año obtuvo su independencia hasta que en el año 70 d.C. pasó a pertenecer al Imperio Romano. Perteneció al Imperio Bizantino (sucesor en oriente del Romano) hasta 1204 que le fue arrebatada por Venecia. El imperio otomano la conquistó en 1457, durante la independencia griega la represión turca mató a casi toda la población de la isla. Esta volvió a poder de Grecia en 1913.


Maqueta de Éfeso a escala 1:500. Museo de Éfeso. Palacio Hofburg. Viena.
Foto del autor.


El sitio más famoso de la isla es el Santuario de los Grandes Dioses, aquí se encontraba la estatua de mármol de 2,5 metros de la diosa Nike, ahora conocida como la Victoria de Samotracia (190 a.C.). Fue descubierta en la isla hecha pedazos en el año 1863 por un arqueólogo francés y ahora se exhibe, sin cabeza, en el Museo del Louvre. Es una de las joyas del museo parisino.

Tras disfrutar del museo de Éfeso, que se encuentra en los inmensos pasillos marmóreos del primer piso del Hofburg, subimos por las escaleras imperiales (impresionan de veras) para adentrarnos en el museo de armaduras de los Habsburgo. Su visita era uno de los deseos de infancia de este que suscribe (cada vez que leía las hazañas de nuestro Gran Capitán, de Alejandro Farnesio, Don Juan De Austria, Ambrosio de Spínola o del gran Duque de Alba, pensaba en este museo) que al fin puede ver satisfecho.


Los maravillosos pasillos y escaleras marmóreas del Palacio Hofburg. Del museo de
Éfeso subimos al piso de arriba donde se encuentra la Colección de Armas de los
Habsburgo. Viena. Foto del autor.


La colección de armas y armaduras incluye las que utilizaron los Habsburgo y los Austrias españoles; Carlos I, Felipe II, Don Juan de Austria y muchos más. Ademas de cientos de armaduras, encontraremos aquí arneses, sillas de montar, armas de fuego y armas decorativas y de ceremonia. Todas adornadas artisticamente porque son las que utilizaron los reyes y nobles de la época.


Caballero medieval en plena justa con todo su equipo. Colección de armas del
Palacio Hofburg. Viena. Foto del autor.




Armadura de Felipe II. Colección
de armas del Palacio Hofburg.
Viena. Foto del autor.
Espadas roperas y daga
vizcaína. Estas son para
nobles, las que utilizaban
los soldados de los tercios eran
mucho más austeras. Viena.
Foto del autor.




























Aquí encontraremos tanto la espada de oro de Maximiliano II (1527-1576), como la magnífica armadura que decoraba el pecho del rey Fernando de Aragón, el marido de nuestra Reina más grande, Isabel la Católica.
Eventos políticos, expediciones militares, reuniones del parlamento, homenajes, coronaciones, casamientos...en todos estos casos había motivos para adquirir nuevos objetos que se almacenaban luego en la Cámara de Caza de la corte y en la Cámara de armamento. Casi todas las dinastías de Europa Occidental están aquí representadas con objetos que datan del S. XV hasta comienzos del S. XX.


El autor ante la armadura de Federico III (1415-1493). Emperador del Sacro
Imperio Romano Germánico. Palacio Hofburg. Foto de Araceli Hidalgo.


La altísima calidad artística de las armaduras sorprende, pero eran objetos que, principalmente, tenían como objetivo representar a los soberanos y a sus vasallos. Cada uno de ellos son, sin excepción, piezas únicas de los artesanos más famosos que, a menudo, utilizaban diseños de artistas tan conocidos como Durero o Holbein para los ostentosos grabados.


Armaduras de la colección del Palacio Hofburg. Viena. Foto del autor.
Armas de la Alta Edad Media del Sacro Imperio Romano Germánico en la colección del
Palacio Hofburg. Viena. Foto del autor.


Por último, y no menos fascinante, recorremos la colección de antiguos instrumentos musicales. Entre otros se pueden ver; el violín de María Teresa, el clavicordio de Leopoldo II, el cémbalo de Haydn y los pianos de Beethoven, Clara Schumann, Brahms y Mahler. Contemplaremos los instrumentos con los que, en otros tiempos, músicos como Beethoven, Chopin entretuvieron a los miembros de la Casa Imperial.


La lira de Braccio (1511) de
Giovanni d´Andrea. Palacio
Hofburg. Viena. Foto
del autor.
Violín de Wolfang Amadeus
Mozart S.XVIII. Palacio
Hofburg. Viena. Foto
del autor.
























Los instrumentos de cuerda, viento y teclados expuestos agradaban ya en tiempos del Emperador no solo a los oídos sino también a la vista, ya que estaban fabricados de una manera tan artística (destaca especialmente la colección del Renacimiento) que reflejan perfectamente el lujo existente en el imperio de los Habsburgo.
Un punto culminante acústico es la grabación original de la orquesta de Johann Strauss, la única aún existente.
Aquí también encontraremos la cítara con la que Anton Karas interpretó la melodía mundialmente conocida de la película "El tercer hombre".
Esta es la colección de instrumentos renacentistas y barrocos más importante del mundo.


Clavicordio de 1580. Colección de instrumentos musicales antiguos del Palacio
Hofburg. Viena. Foto del autor.




- CENTRO DE VIENA Y LUGARES CON ENCANTO. PARQUE PRATER.

Tras salir de los museos nos dirigimos al centro de Viena para dar una vuelta, tomar un café "vienes" y disfrutar de la tarde-noche en la capital austríaca. Venid con nosotros...


Patio in der Burg del Palacio Amlienburg, vamos hacía la calle Kohlmarkt. Viena. Foto del autor.


Michaelerplatz, salimos del complejo del Palacio Hofburg. Vamos al centro de Viena.
Foto del autor.


Pastelería Demel en la calle Kohlmarkt, la más famosa de Viena. Foto del autor.


Algunos de los productos de la pastelería Demel son auténticas obras de arte.
Viena. Foto del autor.


Por supuesto en Demel no podría faltar
la famosa tarta Sacher. Una delicia. Viena.
Foto del autor.




Reloj Anker, de estilo art-nuveau, está situado en la Hoher Markt, la plaza más antigua de Viena.
Al mediodía doce figuras desfilan juntas mientras suena música clásica vienesa. Se terminó
en 1914. Alguna de las figuras que desfilan son: Marco Aurelio, Carlomagno, Eugenio
de Saboya, María teresa de Austría o el músico Haydn. En la foto marca las 18:14 horas
y la figura de esa hora es Hans Puchsbaum (arquitecto gótico). Viena.
Foto del autor.


Rincón con encanto en las inmediaciones de Regensburger Hof. Viena.
Foto del autor.



Viena y sus rincones con encanto. Foto del autor.



Ya es de noche, cogemos el metro para acercarnos al hotel, como tenemos al lado el famoso parque de atracciones Prater, nos damos una vuelta para conocerlo.


Entrada al Prater. El parque de atracciones más antiguo del mundo. Viena.
Foto del autor.


El Prater es una mezcla entre tradición y modernidad, aunque vence la modernidad. Viena.
Foto del autor.

Es el parque de atracciones más antiguo del mundo, fue utilizado como coto de caza hasta que se abrió al público en 1766, en 1895 se abrió como parque de atracciones. 
En 1897 se inauguró la famosa Noria Gigante de Viena, que aún podemos contemplar y que fue la autentica protagonista en la película "El tercer hombre".


La noria del Prater con sus 15 cabinas. La original antes de
ser destruida en la IIª G.M. contaba con 30. Las que
quitaron están ahora en el suelo convertidas en un
museo. Viena. Foto del autor.


La entrada al Prater es gratuita y aunque ha cambiado mucho su fisonomía desde el año en que lo inauguraron, aún guarda entre sus atracciones modernas, llenas de luces led y música discotequera un poso de nostalgia que, si miráis a la noria con ojos de niño, sin duda, podréis disfrutar de manera especial.

Ya es noche cerrada y nos vamos a descansar. Mañana pasaremos nuestro último día en Viena. 


Próximo post: 14.4- Viena (y III). Ayuntamiento de Viena y Palacio Belvedere.



viernes, 7 de julio de 2017

14.2- Viena (I). Ópera Nacional, centro histórico y concierto en el Kursalon.

7 de junio de 2017. Miércoles.
Maspalomas. Gran Canaria.

Mayo-2017.

Hoy nos levantamos y tras desayunar, nos ponemos en marcha hacía la capital de Austria. Salimos de la estación de tren Budapest-Keleti que se encuentra cerca del centro. Nos acercamos hasta ella en Metro, funciona a la perfección y es la mejor manera de moverse por la ciudad cuando ya no nos apetece andar. En los alrededores de Keleti nos llama la atención la cantidad de gente que vive en la calle, ya lo observamos durante el primer día de estancia en Budapest. Casi todos son personas entre 30 y 40 años que parecen ser alcohólicos. Una pena, espero que el país vaya avanzando para que esta gente pueda recibir algún tipo de ayuda y encauzar de nuevo sus vidas.


Señora vendiendo sus humildes pertenencias
a la entrada de la estación de trenes de
Keleti en Budapest. Hungría. Foto del autor.



Como señalábamos en el primer artículo de esta Escapada, la página para reservar los trenes a Viena (y a más destinos) es la oficial de los ferrocarriles austríacos: http://www.oebb.at/en/
Hay trenes prácticamente cada hora, pero unos tardan 2 horas y media y otros casi el doble, nosotros reservamos el primero y fuimos muy cómodos. Durante el trayecto contemplamos la llanura húngara y la austríaca, el paisaje se repite durante todo el viaje, campos llanos de hierba verde, pueblos, granjas, tramos de autovía...
El paisaje al entrar en Austria es muy parecido, se nota la diferencia de renta per cápita entre los dos países en las casas, las infraestructuras, los vehículos...pero el paisaje es prácticamente idéntico.



- LLEGAMOS A VIENA. PRIMERAS IMPRESIONES.

Ya nos encontramos en la Estación Central de Viena, está próxima al centro pero como nosotros queremos desplazarnos hasta el parque Prater cogemos el Metro desde la misma estación de trenes, es muy cómodo. He de decir que cuando fuimos a la oficina de información de la estación para comprar los billetes y obtener información, la calidad humana de está dejaba bastante que desear. La amabilidad no es el fuerte en los trabajadores de esta oficina (había dos con la misma cara de "amargamiento" y actitud maleducada hacía las personas que íbamos a pedir información). 

En el Metro de Viena nos sorprendió la falta de vallas, tornos, o medidas para impedir el acceso a viajeros que no porten billete. Tan solo unas cajas donde validar el billete, así lo hicimos, pero vimos que eramos los únicos. No sería la primera vez que nos iba a ocurrir esto en los dos próximos días, así que tomamos la decisión de: allá donde fueres, haz lo que vieres...


Vistas desde el hotel One Wien Prater, hacía el otro lado del edificio teníamos el
Prater, con su parque de atracciones. Viena. Austria. Foto del autor.


Llegamos a nuestro hotel, el Hotel-Motel One Wien Prater es el alojamiento ideal para aquellos que no quieran gastarse mucho en su estancia en la capital austríaca (que no resalta por sus módicos precios precisamente) y quiere un establecimiento de calidad con todas las comodidades. Lo recomendamos al 100%, esta es su web: https://www.motel-one.com/en/hotels/vienna/wien-prater/#
Tras acomodarnos en la habitación salimos a establecer el primer contacto con la Viena más histórica.



- NOS VAMOS A LA ÓPERA.

La Ópera Nacional fue el primer edificio que se construyó en el Ring, la Ringstrasse de Viena, la gran avenida que mandó construir el emperador Francisco José I y que se inauguró con toda pompa y boato en 1865, tras la demolición de las potentes murallas que, hasta ese año habían protegido la capital del imperio.
Se empezó la construcción de la ópera en 1863, antes de acabar de derribar las murallas, con planos de August Sicard y Eduard van der Null. Con las zanjas abiertas y todos los alrededores en obras, no debía ofrecer buen aspecto, y la prensa empezó a llamarla "elefante empachado" y cosas por el estilo. Cuando se retiraron los andamios en 1868 y el emperador la vio, su opinión sobre aquella "caja semienterrada" fue parca, tan parca, que el arquitecto van der Null, que debía ser un alma muy sensible, se ahorcó y su compañero Sicard, murió de un infarto un mes después.
La ópera se inauguró al año siguiente con el Don Giovanni de Mozart.


La Ópera Nacional de Viena, admito que, estando en su interior, me esperaba algo más
impresionante. Austria. Foto del autor.


Durante la IIª G. M. solo se salvó su fachada principal, siendo reinaugurada en 1955.
Con capacidad para 2.284 personas (2.881 plazas en la ópera original), está considerada una de las mejores del mundo, con un público internacional de lo más exigente que dispone de 300 días al año de espectáculos de altísimo nivel.
En la historia musical del edificio resuenan ecos de los pitidos a Richard Strauss, los aplausos a Böh, y la ironía de Herbert von Karajan, que no quería "codirigir la orquesta con otros dos mil directores".
Como os podéis imaginar los precios para acceder a uno de los espectáculos de la ópera no suelen bajar de los 150 euros, pero debéis saber que podéis acceder de manera "low cost". Cada día se reservan 500 entradas que se venden en el mismo día de la obra. Estos tickets son para ver la opera de pie, nada es perfecto. Las entradas cuestan entre 3 o 4 euros dependiendo de la zona. Las podréis conseguir en la taquilla, 90 minutos antes de que comience la obra, así que os recomendamos que estéis dos horas antes para aseguraros conseguir alguna. Solo venden una entrada por persona. No se compran en la entrada principal si no en la parte izquierda del edificio.


Fotografía sacada desde el escenario, se aprecia perfectamente tanto el patio de butacas
como la zona escénica, esta cuenta con 4 escenarios distintos que mueven unas plataformas
hidráulicas para no perder el tiempo moviéndolos a mano.
Foto sacada de la web: http://www.wiener-staatsoper.at/



Palco presidencial en la
Ópera de Viena. Austria.
Foto del autor.
Palcos en la Ópera de Viena.
Austria. Foto del autor.



























Preparando los escenarios para el espectáculo de esa misma noche. Ópera de Viena.
Austria. Foto del autor.

De entre todos los eventos que se organizan, la más sonada y conocida es el "baile de los debutantes" que se celebra todos los años en carnaval. 
Llegamos a los alrededores de la ópera a eso de las 14:00, y al entrar por el lateral vemos que se está preparando uno de los tours guiados para conocer el interior del edificio. Este tour se hace en inglés, alemán y español y se puede acordar una hora para hacerlo en italiano, japonés, francés y ruso. Los precios son muy asequibles aunque me decepcionó un poco, me esperaba algo más de un edificio tan emblemático como la Ópera de Viena.
Los horarios para los diferentes meses y días de la semana lo encontraréis en esta página web:  http://www.wiener-staatsoper.at/en/your-visit/guided-tours/


Esperando el comienzo de la visita guiada frente a la Escalera de Gala.
 Ópera de Viena. Austria. Foto del autor. 



Salón del Té, en época del emperador Francisco José, esta sala era para su uso
exclusivo y el de los suyos durante los descansos de la ópera. Aquí tomaba el té
con su esposa Sisí. En la actualidad se puede alquilar por 500 euros. Ópera de
Viena. Austria. Foto del autor.


Sala de Gustav Mahler decorado con modernos tapices de Rudolf Eisenmenger.
Se usa de cafetería durante los descansos. Ópera de Viena. Austria.
Foto del autor.
Vestíbulo de Schwind, llamada así por las diversas escenas de las óperas más
famosas pintadas por Mortiz von Schwind. También hay bustos de grandes
compositores y directores, entre los que destaca el de Gustav Mahler
hecho por Rodin en 1909. Ópera de Viena. Austria. Foto del autor. 

Desde el vestíbulo donde esperamos el comienzo del tour (nos reímos un rato con los trajes de época que había allí para retratarse, a la foto me remito) subimos por la Escalera de Gala y la guía que lleva nuestro grupo (20 personas) nos descubre las salas que contiene: el Salón del Té, el espectacular Vestíbulo de Schwind, la Sala de Gustav Mahler y el amplio patio de butacas con vistas al escenario.


Una "belleza" de la nobleza austríaca en la
Ópera de Viena. Austría. Foto de Araceli Hidalgo.



En la Escalera de Gala que nos
conduce de un piso a otro y
de una sala a otro observamos
las esculturas de Gasser que
representan las 7 artes
liberales. Ópera de Viena.
Foto del autor.
La Escalera de Gala de la Ópera
de Viena también está decorada
con diversos relieves y pinturas
que muestran escenas de ballet
y ópera. Foto del autor.




































Junto al edificio de la ópera nos encontramos con el palacio del banquero Todesco (1863), uno de los más elegantes de la ciudad, bajo él se abren las galerías comerciales del pasaje Opernring. Detrás de la ópera está el Hotel Sacher, famoso por la tarta de chocolate Sacher-Torte, inventada por el hotelero en 1832.
Al lado de la ópera, en Albertinaplatz, se alza el palacio que alberga la colección Albertina y que pertenece ya al complejo del Palacio Hofburg.



- POR EL CENTRO HISTÓRICO DE VIENA. 

Tras salir de nuestra visita por la ópera cogemos una de sus calles laterales, la Karntner Strabe, que, tras dejar atrás el edificio de la ópera, se convierte en una arteria peatonal llena de tiendas, cafés, hoteles, boutiques de moda...y donde se encuentra el conocido hotel Sacher que hemos nombrado en el párrafo anterior.
Tras recorrer unos 500 metros por esta animada calle repleta de turistas llegamos a la plaza de la catedral de Viena.
La catedral de San Esteban, resume siete siglos de la arquitectura e historia de Viena, marcada hasta el S. XV por los esfuerzos de crear un obispado que diera lustre a la residencia de los Babenberg (condes y duques que rigieron Austria desde 976 a 1248) y de los primeros Habsburgo.
Su táctica fue tener catedral antes que obispo, y aunque en 1469 el templo ya estaba prácticamente concluido, hasta 1723 no fue catedral. La primera iglesia en este lugar, fue una sencilla parroquia construida por los Babenberg en 1135.



La catedral de Viena. Bajo el reinado de Rodolfo IV (1363) se puso la primera piedra de la
torre Steffl, concluida en 1433 con su aguja de 133 metros de altura. Su gemela quedó
inconclusa por el peligro turco que amenazaba la ciudad en 1511. Solo se hizo el
campanario en 1578, su campana se construyó con las balas de cañón fundidas del 2º
asedio turco. Austria. Foto del autor.


Interior de la catedral de Viena. Parte de sus joyas son el altar de Neustadt (gótico 1477),
el cenotafio de Federico III (1415-1493) y el púlpito de las Ranas, obra tardía de
Anton Pilgram (1460-1515). Austria. Foto del autor.

En 1945 un incendio que comenzó en la plaza destruyó el entramado del tejado, el órgano y el coro. Fue reconstruida en 1952, en el tejado se colocaron 250.000 tejas vidriadas. En el interior, tres naves de la misma altura forman un recinto de 100 mts. de longitud por 36 mts. de anchura. Las columnas, de 3 metros de grosor, están cubiertas por nichos con 77 imágenes esculpidas entre 1450 y 1550. Delante de la capilla se sitúa la estatua de una virgen gótica de 1320, llamada Dienstbotenmadonna (Virgen de los Criados), considerada la pieza más valiosa del templo. Recibe el nombre, por cierta condesa que la donó en penitencia por haber acusado falsamente de robo a una sirvienta.

Ante la plaza de la catedral se sitúa la zona peatonal del centro, un entramado de calles en forma de cuadrado delimitado por la calle que salía en dirección a Carintia, Kärntner Strasse, el foso del campamento romano, Graben y el mercado de carbón, Kohlmarkt. El comercio en estas zonas es de "alto standing", abundan las joyerías y las boutiques de alta costura, pero se mezclan con las cadenas internacionales de moda joven y otras tiendas más asequibles, además de cafeterías, heladerías, pequeños comercios gourmet, etc.


Calle del Graben y su columna de la Peste en primer plano. Viena. Austria.
Foto del autor.


El Graben es una de las avenidas más animadas del centro de Viena. Austria.
Foto del autor.

Nosotros continuamos nuestro paseo por el Graben, la calle más ancha que sale desde la plaza de la catedral y la que más animada nos parece. A finales del S. XII se cegaron los fosos del campamento romano y sobre ellos se estableció un mercado. Como estaba cerca del palacio, se fue transformando en plaza de torneos y ceremonias y en el S. XIX ya era un elegante paseo urbano.
En el centro del Graben se alza la columna de la Peste (1682), imitada después en todas las ciudades austríacas. Fue erigida por Leopoldo I en cumplimiento de una promesa cuando finalizó la peste de 1679. Producto de la misma promesa es la vecina iglesia de San Pedro, construida entre 1703 y 1733, una de las joyas barrocas de Viena.


Iglesia de San Pedro en el Graben.
Viena. Austria. Foto del autor.
Columna de la Peste, en la calle
Graben. Viena. Austria.
Foto del autor.






Al final del Graben salen tres calles peatonales, nosotros seguimos la Kohlmarkt (mercado del carbón) donde abundan las joyerías, tiendas de alta costura, de recuerdos, pastelerías (no dejar de entrar en Dehmel, la pastelería más famosa de Viena) y demás tiendas de recuerdos y souvenirs. La calle desemboca en Michaelerplatz, entrada principal del Hofburg, el Palacio Imperial.


LLegamos a la Plaza de San Miguel, ante nosotros la puerta principal del Palacio Hofburg,
residencia de la casa imperial Habsburgo. Viena. Austria. Foto del autor.


La gran plaza ante la entrada principal del Hofburg toma su nombre de la iglesia de San Miguel, antiguo templo gótico reformado en tiempos del barroco y oculto en el S. XVIII tras una fachada clasicista. Tradicionalmente era la parroquia de la Corte, sin embargo, en su cripta no solo descansan nobles, sino hasta 4.000 cadáveres en una fosa común en la que estuvo enterrado Mozart. Por ello, en esta iglesia se estrenó su Requiem en 1791.


Iglesia de San Miguel. Viena.
Austria. Foto del autor.
Entrada al Hofburg desde la plaza
de San Miguel. Viena. Austria.
Foto del autor.


























Dos edificios más compiten en el espacio de esta plaza, el principal, de pomposas líneas imperiales, la fachada urbana del palacio del Hofburg. Frente a ella se alza, la fachada de la "casa sin cejas" de Loos-Haus. Para deleitarnos en la vida de la plaza podemos sentarnos en el Café Griensteidl, reabierto en 1990, uno de los legendarios cafés literarios de Viena.



- ENTRAMOS EN EL HOFBURG. EL PALACIO IMPERIAL DE VIENA.

Para visitar los 240.000 m2 de jardines, museos, edificios y plazas del palacio de la Corte, con sus 18 alas, 19 patios y 2.500 habitaciones...se puede emplear el tiempo que se quiera y no acabaríamos. En la otra parte de la avenida Ring, el complejo se prolonga en los museos de la Plaza María Teresa y en el Museumquartier (museos de arte moderno).
Entrar al Hofburg por esta plaza de San Miguel es inolvidable, pasamos bajo una cúpula espectacular por la que no dejan de pasar los carruajes tirados por caballos que pasean a los turistas. 
Lo primero que vemos es la entrada al ala del emperador Francisco José; aquí veremos su sala de audiencias, su despacho y su espartano dormitorio decorado con gobelinos flamencos del S. XVII y retratos de su esposa. En el ala de la emperatriz, resalta la curiosa habitación de gimnasia de Sisí. También se muestran las habitaciones en las que vivió el zar Alejandro I durante los 3 meses que estuvo divirtiéndose en el Congreso de Viena de 1815. En esta complejo del Hofburg también encontrarémos la Biblioteca Nacional, el Museo de los Globos, la sala de música, donde se guardan 47.000 manuscritos y partituras originales de Haydn, Mozart y Strauss, la Sala Suntuosa, el Museo del Esperanto, Museo de los Lipizanos, la Escuela Española de Equitación, Galería Dalí y en un extremo del complejo el Museo Albertina.


Patio in der Burg del palacio Amalienburg. Palacio Hofburg. Viena.
Foto de Araceli Hidalgo.



Entrada al Palacio Hofburg por
la Plaza de San Miguel. Viena.
Austria. Foto del autor.
Puerta Suiza que lleva a la Capilla
Imperial y a la Cámara del
Tesoro. Palacio Hofburg. Viena.
Foto del autor.





































Llegamos al patio principal, el patio In der Burg del palacio de Amalienburg, allí encontramos la estatua en bronce de Francisco José I. Desde aquí por la Puerta Suiza de estilo renacentista pasamos al Patio de los Suizos, nombre que recibe por la guardia suiza que estaba al servicio de la emperatriz María Teresa. Este arco da acceso a la Capilla Imperial y a la Cámara del Tesoro que pueden visitarse.


Fachada del Palacio Hofburg que da a la Plaza de los Héroes. Viena. Austria.
Foto del autor.


Fachada de la Biblioteca Imperial de los Habsburgo presidida por la estatua ecuestre en
bronce del Príncipe Eugenio Francisco de Saboya. Comenzó a funcionar en el S. XVI bajo
el reinado del emperador Maximiliano II. El edificio se construyó entre 1723 y 1726.
Palacio Hofburg. Viena. Austria. Foto de Araceli Hidalgo.

Desde aquí pasamos a la inmensa explanada de la Plaza de los Héroes, fue construida en tiempos del emperador Francisco José I para formar parte del Foro Imperial que nunca sería completado al estallar la Iª G.M. En esta parte del Hofburg podemos acceder a varios museos: la colección de armas y armaduras de los Habsburgo, la colección de antiguos instrumentos musicales, la colección de papiros y el Museo de Éfeso que muestra los hallazgos de arqueólogos austríacos en Efeso y Samotracia. Estos museos los visitaremos mañana.
Tras salir por la Auberes Burgtor (puerta del castillo) nos acercamos a la plaza de María Teresa, donde se encuentran otros dos museos, el Museo de Historia Natural y el Museo de Historia del Arte de Viena. 


Plaza de María Teresa con su estatua presidiéndola. Viena. Austría. Foto del autor.



Ya va cayendo la tarde y tras comer continuamos andando por la calle Opernring para casi terminar el día disfrutando de un café frente a la Ópera de Viena, volvemos al lugar donde empezamos el día. 


Paseando por el Opernring. Una de las avenidas que conforman el Ring de Viena.
Austria. Foto del autor.
Café con encanto frente a la Ópera de Viena.
Austria. Foto del autor.



Tras pasar el día por el centro de Viena, esta noche nos espera un concierto en el Kursalon de Viena, una de las salas de conciertos más conocidas de la capital austríaca.



- CONCIERTO EN EL KURSALON DE VIENA.

En el hotel nos ponemos elegantes para acudir al concierto de música clásica que disfrutaremos en el Kursalon. Esta sala de conciertos construida por deseo del emperador Francisco José I entre 1865 y 1867, siguiendo fielmente el estilo renacentista italiano, se halla en el Parque Municipal Stadtpark que comenzó a construirse en la desembocadura del río Wien en 1862. El Kursalon se ha dedicado en exclusiva, desde su construcción, como sala de conciertos.


Nos vamos al Kursalon, para ello nos montamos en
nuestra línea de Metro favorita la U-2.
Viena. Austria. Foto de Araceli Hidalgo.



Schwarzenbergplatz, camino al parque Stadtpark donde disfrutaremos de un
concierto típico vienés en el Kursalon. Austría. Foto del autor.


El 15 de octubre de 1868, se celebró aquí el primer concierto de Johann Strauss. 
En el parque se alzan estatuas de vieneses célebres: Lehar, Schindler, Bruckner, Schubert, Makart, Amerling Stolz...pero la más famosa de todas se encuentra frente a la entrada del parque entrando por Parkring, el dorado monumento a Johann Strauss hijo (E. Hellmer 1923).


Kursalon de Viena. La gente ya empieza a llegar. Austria. Foto del autor.


Llegamos y ya es casi de noche, el concierto empieza a las 20:15 y escucharemos las obras más memorables de los dos artistas austríacos por excelencia: Johann Strauss y Wolfgang Amadeus Mozart, interpretadas por la Orquesta de Salón Alt Wien en la Sala Lanner.


En la Sala Lanner del Kursalon, esperando a los artistas que nos ofrecerán el concierto.
Viena. Austria. Foto del autor.


Durante el concierto escuchamos El Danubio Azul, El Vals del Emperador, Una noche en Venecia, el Concierto para Piano, el Galope para Bandidos y La Flauta Mágica, entre otras.
Durante la ejecución de las composiciones el concierto esta acompañado por una soprano, un barítono y dos bailarines de ballet clásico. El concierto dura dos horas y media con un descanso de 30 minutos donde puedes salir al balcón del Kursalon a tomar una copa de vino, champán, zumo o refresco, que te venden en una pequeña barra de bar, los precios no son abusivos. El lugar merece mucho la pena. Uno de los recuerdos más inolvidables de esta Escapada por Budapest-Viena.


Disfrutando de la noche vienesa en el Kursalon.
Austria. Foto del autor.


Una noche de música clásica en Viena es algo que no debéis perderos. Muy recomendable
el concierto del Kursalon.  Foto en el balcón de la sala de conciertos.



Tras finalizar el concierto la soprano y el barítono junto a los dos bailarines y los músicos
de la orquesta Alt Wien reciben los aplausos y "bravos" del público. Los "bravos" procedían
de este servidor entusiasmado con el concierto. Hubo dos "bises". Viena. Austria.
Foto del autor.

Hay varios precios para acudir a un concierto en el Kursalon, la entrada más barata es de 42 euros, en la parte más alejada del escenario, 55 euros, 65 euros y 95 euros según los asientos de situén más cerca de la orquesta. Si le añadimos 32 euros por persona a este precio, también podremos cenar en el restaurante del Kursalon.

Como experiencia no puedo dejar de recomendar este concierto, las más dos horas de música clásica, ballet y arias de ópera en directo se nos hicieron cortas. Además el director de la orquesta, que tocaba maravillosamente el violín, presentaba con mucho "salero" cada nueva pieza. Sin duda una de las experiencias más auténticas que podéis disfrutar en Viena.

Tras el concierto damos una vuelta por la avenida del Ring bajo la luz de la luna. Las anchas aceras flanqueadas por palacios, hoteles e hileras de árboles invitan a pasear. Mañana nos espera más Viena.


Próximo post: 14.3- Viena (II). Mercado, Museumsquartier y Palacio Hofburg.