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jueves, 13 de febrero de 2014

2.23 - Destino Bangkok.

22 octubre. 2012. Lunes.
Siem Reap. Camboya.

08:30 en el bus que me lleva desde Siem Reap a la frontera con Tailandia, pasado el control de pasaportes me espera otro hasta Bangkok, la capital. 
Esta mañana salgo del hotel a la carrera hacía la agencia de viajes para comprar los billetes de los autobuses. Un tuc-tuc me lleva a la estación que está a la afueras de la ciudad.
Mirando en internet, veo que los precios de guest-house de Bangkok rondan los 600 bats (14 euros) los mas baratos, con A.C. y baño propio.


En la entrada del hotel Lady Bug en Siem Reap. Camboya. Foto del autor.


Camino a la frontera con Tailandia, entrada a un pueblo. Camboya. Foto del autor.

Llego a la frontera camboyana con Tailandia a eso de las 12 de la mañana. Allí me tienen de pie en fila india, a pleno sol, esperando pasar la aduana ¡¡¡hasta las 16:35!!! No sé ya como ponerme y con que refrescarme. Nuestra cola es la de los extranjeros, avanzamos un paso cada 15 minutos, los que tienen pasaporte camboyano o tailandés no esperan ni media hora. Me siento como un inmigrante sin papeles a la entrada de un paraíso occidental.


Llegando por fin al único tramo toldado en la frontera de Camboya con Tailandia. Foto del autor.

Dejo la fila en un par de ocasiones para comprar agua y comida. A nuestro alrededor los que peor lo pasan son los anglosajones. De 40 grados no bajamos, hace un calor y una humedad infernales. Si vuelvo a entrar en Tailandia desde Camboya será por avión ¡¡¡por tierra nunca más!!!
Me despido de la bochornosa (por el calor) pero increíble tierra de Camboya.

- ENTRAMOS EN TAILANDIA.

A las 16:50 ya estoy tomando algo fresquito en territorio tailandés, es una parada/bus con bar y aquí me recogerá  una furgoneta que me llevará a Bangkok. 
A las 5 de la tarde salimos 13 turistas en una furgoneta Toyota camino de la capital. En teoría no pararemos, nos dice el conductor. Me alivia saberlo, quiero llegar cuanto antes para buscar un guest-house (BBB) bueno, bonito y barato.
Al final paramos 3 veces. Una para los recaditos del chófer y otras dos para llenar de gas natural el depósito de la Toyota. Las gasolineras de las autovías de aquí tienen todos los lujos, mini-market, aseo, cafetería, no tienen nada que envidiar a las de España. Tailandia es un país equiparable en muchas cosas a cualquier otro europeo.
Gas natural para coches, suena muy bien. En Tailandia ha aumentado cada vez más el uso de este gas que contiene sobre todo gas metano. A diferencia del gas que utilizamos en nuestras casas que es una mezcla de gas propano y butano. También pueden ir a gasolina cambiando una palanca selectora que tienen en la cabina del conductor.


Vehículo adaptado para gas natural. Tailandia.

De hecho, la gasolina la utilizan para arrancar y el gas natural para circular, el vehículo pierde algo de potencia pero es mucho mas limpio ya que no produce partículas en el momento de la combustión y reduce las emisiones de monóxido de carbono en un ¡¡80%!!...tenemos mucho que aprender.

- LLEGAMOS A BANGKOK.

Tras el viaje por las cómodas autovías tailandesas, la "furgo" ecológica entra en la inmensa capital de Tailandia, que no deja de asombrarnos a cada esquina, calle y cruce que atravesamos, y nos deja en la entrada del barrio mochilero de Bangkok, Rambuti. 
Es alucinante el ambiente que hay. Casi todos son jóvenes mochileros anglosajones, también se ven y se oye de vez en cuando a hispanoamericanos hablando en español. Voy caminando con mi mochila a cuestas, soy uno más.


Terraza en el barrio Rambuti. Bangkok. Tailandia. Foto del autor.

La calle está llena de hoteles que tienen restaurantes con terrazas en los bajos, estos locales están a ambos lados de Rambuti Street. Las terrazas están ambientadas de cien maneras diferentes, casi todas con motivos asiáticos. Están llenas a rebosar de extranjeros bebiendo y comiendo. Una pasada.


Restaurante/terraza en el barrio mochilero de Rambuti. Bangkok. Foto del autor.
Khao San Road, Bangkok. Tailandia.

Cervezas tailandesas. La Chang nos la encontraremos
en todos los lugares por Tailandia. Barrio de Rambuti.
Bangkok. Tailandia. Foto del autor.


 
El fútbol es una atracción más
en los barrios mochileros de
Bangkok. Barrio de Rambuti.
Bangkok. Tailandia.
Foto del autor.




















Khao San Road, es una avenida en mitad del barrio mochilero, esta llena de tiendas y puestos que venden de todo. Es el paraíso de las compras de mercadillo, pero no es donde están los precios mas baratos. De gangas y locura "shopper" hablaremos en un próximo artículo (2.25- De compras por Bangkok. Shopping en modo ON.), cuando nos perdamos por los centros comerciales de esta mega-ciudad. 
Lo que me parece muy curioso y nos puede salvar la vida en determinadas ocasiones, pues allí pueden comprarse productos occidentales y marcas que reconocemos, son las tiendas Seven Eleven que hay aproximadamente cada 75 metros en esta zona de la ciudad. No es broma, lo compruebo, cada 100 metros o menos, por toda la zona del barrio mochilero hay un establecimiento de esta multinacional.


Barrio Ranbuti. Bangkok. Foto del autor.
Advertencia para los clientes. Foto del autor.


















Después de preguntar en 5 o 6 guest-house, doy con uno que tiene habitaciones decentes. El New My House en la calle Chanasongkram Nº 37, en pleno barrio mochilero de Rambuti. El cambio de divisa estaba a 28 bats/1 dólar. Hoy a Enero de 2014 te dan 32 bats por 1 dólar. Y hoy a enero de 2023 te dan 32,81 bats por 1 dólar.
Disfrutando del desayuno con café con hielo en el barrio mochilero de
Rambuti. Bangkok. Tailandia. 




Vistas desde la habitación del hotel de una residencia de estudiantes budistas. Bangkok. Foto del autor.

La habitación me sale por 500 bats la noche, (17,8 dólares) y al estar 4 noches, serán 71 dólares la habitación de dos personas. Bastante asequible, aunque no esperéis las habitaciones de los hoteles de 3 o 4 estrellas de España. Cama, baño, A.C. y una ventana que me ofrecía unas vistas a una residencia de estudiantes budistas, que curiosamente se encuentra en mitad del barrio mas bullicioso de Bangkok. Mucho se tienen que concentrar en sus mantras y oraciones para no oír el ambiente que les rodea por los 4 costados, tiene mérito.
A las 23:00 h. después de dar una pequeña vuelta por el barrio mochilero, que es todo un espectáculo en sí mismo, me voy a dormir. Mañana conoceré el Bangkok mas turístico. 

Próximo post: 2.24- CONOCIENDO BANGKOK. PALACIO REAL.








martes, 4 de febrero de 2014

2.21 - Camino a los templos de Angkor Wat.

20 de octubre, sábado.
Nom Pen. Camboya.

Me encuentro en la estación de autobuses de Nom Pen.
Son las 07:50 de la mañana, sentado en el autobús que me llevara a Siem Reap, la ciudad que se encuentra a pocos kilómetros del complejo de templos de Angkor. En 10 minutos me alejaré de la encantadora Nom Pen.


Entrada a un templo budista. Camino a Angkor. Camboya. Foto del autor.
Las inmensas llanuras inundadas de Camboya. Camino a Angkor. Foto del autor.


Pasando junto a una aldea camboyana camino a Siem Reap (Angkor).
Foto del autor.

Paisajes de la Camboya interior. Carretera de Nom Pen a Siem Reap. Foto del autot.


En las 6 horas y media de carretera, admiro esa eterna llanura inundada camboyana y los increíbles paisajes que pasan ante mis ojos. Llego a las 14:30 a destino. Menos mal que el autobús tiene aire acondicionado, la temperatura media anual en el país ronda los 32º C. Durante la ruta una linda princesita camboyana que se sentaba en los asientos de delante me entretuvo una buena parte del viaje.

En la carretera de Nom Pen a Angkor. Una niña camboyana se lo pasa en grande con el
turista que lleva detrás, un servidor. Camboya. Foto del autor.




La princesita camboyana que conocimos en nuestro viaje a Angkor. Foto del autor.
Aldea en la carretera a Angkor Bat. Camboya. Foto del autor.

En la estación de autobuses de Siem Reap, algunos de los "tuc-tuceros" son unos mafias. Uno de ellos me llama de todo en camboyano por no plegarme a sus precios. El resto parece que le tiene miedo porque no se acercan a mi a ofrecerme sus servicios. Ante una situación como esta, lo mejor es alejarse unos cientos de metros y esperar a que pase otro. Eso hice y conseguí un tuc-tuc por 2 dólares.



Cantero en su taller. Budas gigantes en la carretera a Angkor. Camboya. Foto del autor.
Aldea en la carretera de Angkor. Camboya. Foto del autor.

En Siem Reap, el barrio mochilero se encuentra en el barrio del Old Market. De camino al centro veo una cantidad indecente de hoteles de 5 estrellas donde se alojan americanos jubilados. Los autobuses de los hoteles los llevan y los traen como si de rebaños se trataran. Da la triste sensación de que no quieren entrar en contacto con la población, van siempre juntos, con guías, sin separarse del grupo como si tuvieran miedo. Ellos se lo pierden, esta ciudad está llena de vida.


Paisajes camboyanos. Camino de Angkor. Foto del autor.

- SIEM REAP, PUERTA DE ENTRADA A ANGKOR.

Me apeo en la calle mochilera. Tras ir media hora calle arriba y media hora calle abajo buscando un guest-house BBB (bueno, bonito, barato), al final encuentro el Lady Bug, en la calle Steung Themey. Me dan una habitación doble, bastante grande, con decoración típica del país consistente en un estuco sobre cada cama representando bailarinas camboyanas. Las camas son grandes y con dosel del que colgaba una mosquitera que desplegada cubría todo el lecho. Una maravilla, la mejor que había conseguido hasta el momento. Con aire acondicionado, bañera-ducha, TV, Wifi en la habitación por 11 dólares la noche (8 eur. al cambio actual).


Habitación del Lady Bug Hotel en Siem Reap. Camboya. Foto del autor.

Para visitar los templos de Angkor hay tours de uno, dos y tres días. Decidí ver los templos en 1 día, ya que si madrugas ves los más importantes en menos de doce horas.
Alquilé un tuc-tuc para todo el día por 12 dólares. La ventaja de este transporte es que podemos ver los templos a nuestro ritmo sin depender de más turistas, el conductor nos espera a la entrada de cada templo para llevarnos al siguiente.
Para que os hagáis una idea, el complejo de Angkor está a 5 kilómetros de Siem Reap y cubre un área de 1.000 kilómetros cuadrados en medio de la jungla camboyana. Se encuentra al lado del río Angkor del que toma su nombre. Las aguas del Angkor mantenían la vida de este impresionante complejo lleno de palacios y templos.
Estos datan del S.IX, el mayor de ellos y el mejor conservado es el que le da nombre, Angkor Wat. Otras maravillas son el templo Angkor Thom o Ta Prohm donde las inmensas raíces de los arboles ceibas y tetrameles hacen de ese lugar un sitio único en el mundo.


Lucernas en el río Siem Reap al paso por la ciudad al que da nombre. Camboya. Foto del autor.

Tras aposentarme en el hotel di una vuelta por el Old Market. El viejo mercado esta a este lado del río, con sus puestos típicos que venden todo lo imaginable. Al otro lado del río Siem Reap, se encuentra el nuevo mercado, mas pensado para el turista, una especie de centro comercial al aire libre que está muy bien, aunque carezca del encanto que tiene el Viejo Mercado. 
Para llegar al mercado nuevo, se cruza un bonito puente techado de madera e iluminado de tal manera que parece que te encuentras en una escena de esas pelis orientales. El río además estaba decorado con farolillos flotantes de colores, muy evocador.


Puente de madera, al otro lado el Old Market de Siem Reap. Camboya. Foto del autor.
 
En el New Market además de ver las docenas de puestos de venta de souvenirs y productos típicos del país me deleito con la maravillosa danza de las apsaras.

El Mercado Nocturno en Siem Reap. Angkor Bat. Camboya. Foto del autor.


La apsara conserva el rostro sereno e inexpresivo, mientras mueve sus manos doblando muñecas y dedos de manera casi increíble. El repertorio camboyano es amplio en danzas que representan la vida del campo, el romance y las tradiciones religiosas budistas e hinduistas. En la danza camboyana el roce entre los dos sexos es mínimo.
La apsara es un personaje femenino celestial que danza ante el Rey y lo bendice con sus movimientos delicados y estilizados.

Una joven camboyana admirando el arte de las apsaras. Siem Reap. Camboya.
Foto del autor.




Apsaras en el New Market de Siem Reap. Camboya. Foto del autor.


La danza de las Apsaras, elegancia y técnica, una maravilla. Siem Reap, Camboya. Foto del autor.




Tras cenar en un restaurante del Old Market, doy una última vuelta por la zona y vuelvo al hotel, duchita y a la cama. Son las 22:41...buenas noches...mañana uno de los platos fuertes del viaje. ¡¡¡Angkor Wat, allá voy!!!

Próximo post: 2.22 - VISITANDO LOS TEMPLOS DE ANGKOR WAT.