viernes, 7 de julio de 2017

14.2- Viena (I). Ópera Nacional, centro histórico y concierto en el Kursalon.

7 de junio de 2017. Miércoles.
Maspalomas. Gran Canaria.

Mayo-2017.

Hoy nos levantamos y tras desayunar, nos ponemos en marcha hacía la capital de Austria. Salimos de la estación de tren Budapest-Keleti que se encuentra cerca del centro. Nos acercamos hasta ella en Metro, funciona a la perfección y es la mejor manera de moverse por la ciudad cuando ya no nos apetece andar. En los alrededores de Keleti nos llama la atención la cantidad de gente que vive en la calle, ya lo observamos durante el primer día de estancia en Budapest. Casi todos son personas entre 30 y 40 años que parecen ser alcohólicos. Una pena, espero que el país vaya avanzando para que esta gente pueda recibir algún tipo de ayuda y encauzar de nuevo sus vidas.


Señora vendiendo sus humildes pertenencias
a la entrada de la estación de trenes de
Keleti en Budapest. Hungría. Foto del autor.



Como señalábamos en el primer artículo de esta Escapada, la página para reservar los trenes a Viena (y a más destinos) es la oficial de los ferrocarriles austríacos: http://www.oebb.at/en/
Hay trenes prácticamente cada hora, pero unos tardan 2 horas y media y otros casi el doble, nosotros reservamos el primero y fuimos muy cómodos. Durante el trayecto contemplamos la llanura húngara y la austríaca, el paisaje se repite durante todo el viaje, campos llanos de hierba verde, pueblos, granjas, tramos de autovía...
El paisaje al entrar en Austria es muy parecido, se nota la diferencia de renta per cápita entre los dos países en las casas, las infraestructuras, los vehículos...pero el paisaje es prácticamente idéntico.



- LLEGAMOS A VIENA. PRIMERAS IMPRESIONES.

Ya nos encontramos en la Estación Central de Viena, está próxima al centro pero como nosotros queremos desplazarnos hasta el parque Prater cogemos el Metro desde la misma estación de trenes, es muy cómodo. He de decir que cuando fuimos a la oficina de información de la estación para comprar los billetes y obtener información, la calidad humana de está dejaba bastante que desear. La amabilidad no es el fuerte en los trabajadores de esta oficina (había dos con la misma cara de "amargamiento" y actitud maleducada hacía las personas que íbamos a pedir información). 

En el Metro de Viena nos sorprendió la falta de vallas, tornos, o medidas para impedir el acceso a viajeros que no porten billete. Tan solo unas cajas donde validar el billete, así lo hicimos, pero vimos que eramos los únicos. No sería la primera vez que nos iba a ocurrir esto en los dos próximos días, así que tomamos la decisión de: allá donde fueres, haz lo que vieres...


Vistas desde el hotel One Wien Prater, hacía el otro lado del edificio teníamos el
Prater, con su parque de atracciones. Viena. Austria. Foto del autor.


Llegamos a nuestro hotel, el Hotel-Motel One Wien Prater es el alojamiento ideal para aquellos que no quieran gastarse mucho en su estancia en la capital austríaca (que no resalta por sus módicos precios precisamente) y quiere un establecimiento de calidad con todas las comodidades. Lo recomendamos al 100%, esta es su web: https://www.motel-one.com/en/hotels/vienna/wien-prater/#
Tras acomodarnos en la habitación salimos a establecer el primer contacto con la Viena más histórica.



- NOS VAMOS A LA ÓPERA.

La Ópera Nacional fue el primer edificio que se construyó en el Ring, la Ringstrasse de Viena, la gran avenida que mandó construir el emperador Francisco José I y que se inauguró con toda pompa y boato en 1865, tras la demolición de las potentes murallas que, hasta ese año habían protegido la capital del imperio.
Se empezó la construcción de la ópera en 1863, antes de acabar de derribar las murallas, con planos de August Sicard y Eduard van der Null. Con las zanjas abiertas y todos los alrededores en obras, no debía ofrecer buen aspecto, y la prensa empezó a llamarla "elefante empachado" y cosas por el estilo. Cuando se retiraron los andamios en 1868 y el emperador la vio, su opinión sobre aquella "caja semienterrada" fue parca, tan parca, que el arquitecto van der Null, que debía ser un alma muy sensible, se ahorcó y su compañero Sicard, murió de un infarto un mes después.
La ópera se inauguró al año siguiente con el Don Giovanni de Mozart.


La Ópera Nacional de Viena, admito que, estando en su interior, me esperaba algo más
impresionante. Austria. Foto del autor.


Durante la IIª G. M. solo se salvó su fachada principal, siendo reinaugurada en 1955.
Con capacidad para 2.284 personas (2.881 plazas en la ópera original), está considerada una de las mejores del mundo, con un público internacional de lo más exigente que dispone de 300 días al año de espectáculos de altísimo nivel.
En la historia musical del edificio resuenan ecos de los pitidos a Richard Strauss, los aplausos a Böh, y la ironía de Herbert von Karajan, que no quería "codirigir la orquesta con otros dos mil directores".
Como os podéis imaginar los precios para acceder a uno de los espectáculos de la ópera no suelen bajar de los 150 euros, pero debéis saber que podéis acceder de manera "low cost". Cada día se reservan 500 entradas que se venden en el mismo día de la obra. Estos tickets son para ver la opera de pie, nada es perfecto. Las entradas cuestan entre 3 o 4 euros dependiendo de la zona. Las podréis conseguir en la taquilla, 90 minutos antes de que comience la obra, así que os recomendamos que estéis dos horas antes para aseguraros conseguir alguna. Solo venden una entrada por persona. No se compran en la entrada principal si no en la parte izquierda del edificio.


Fotografía sacada desde el escenario, se aprecia perfectamente tanto el patio de butacas
como la zona escénica, esta cuenta con 4 escenarios distintos que mueven unas plataformas
hidráulicas para no perder el tiempo moviéndolos a mano.
Foto sacada de la web: http://www.wiener-staatsoper.at/



Palco presidencial en la
Ópera de Viena. Austria.
Foto del autor.
Palcos en la Ópera de Viena.
Austria. Foto del autor.



























Preparando los escenarios para el espectáculo de esa misma noche. Ópera de Viena.
Austria. Foto del autor.

De entre todos los eventos que se organizan, la más sonada y conocida es el "baile de los debutantes" que se celebra todos los años en carnaval. 
Llegamos a los alrededores de la ópera a eso de las 14:00, y al entrar por el lateral vemos que se está preparando uno de los tours guiados para conocer el interior del edificio. Este tour se hace en inglés, alemán y español y se puede acordar una hora para hacerlo en italiano, japonés, francés y ruso. Los precios son muy asequibles aunque me decepcionó un poco, me esperaba algo más de un edificio tan emblemático como la Ópera de Viena.
Los horarios para los diferentes meses y días de la semana lo encontraréis en esta página web:  http://www.wiener-staatsoper.at/en/your-visit/guided-tours/


Esperando el comienzo de la visita guiada frente a la Escalera de Gala.
 Ópera de Viena. Austria. Foto del autor. 



Salón del Té, en época del emperador Francisco José, esta sala era para su uso
exclusivo y el de los suyos durante los descansos de la ópera. Aquí tomaba el té
con su esposa Sisí. En la actualidad se puede alquilar por 500 euros. Ópera de
Viena. Austria. Foto del autor.


Sala de Gustav Mahler decorado con modernos tapices de Rudolf Eisenmenger.
Se usa de cafetería durante los descansos. Ópera de Viena. Austria.
Foto del autor.
Vestíbulo de Schwind, llamada así por las diversas escenas de las óperas más
famosas pintadas por Mortiz von Schwind. También hay bustos de grandes
compositores y directores, entre los que destaca el de Gustav Mahler
hecho por Rodin en 1909. Ópera de Viena. Austria. Foto del autor. 

Desde el vestíbulo donde esperamos el comienzo del tour (nos reímos un rato con los trajes de época que había allí para retratarse, a la foto me remito) subimos por la Escalera de Gala y la guía que lleva nuestro grupo (20 personas) nos descubre las salas que contiene: el Salón del Té, el espectacular Vestíbulo de Schwind, la Sala de Gustav Mahler y el amplio patio de butacas con vistas al escenario.


Una "belleza" de la nobleza austríaca en la
Ópera de Viena. Austría. Foto de Araceli Hidalgo.



En la Escalera de Gala que nos
conduce de un piso a otro y
de una sala a otro observamos
las esculturas de Gasser que
representan las 7 artes
liberales. Ópera de Viena.
Foto del autor.
La Escalera de Gala de la Ópera
de Viena también está decorada
con diversos relieves y pinturas
que muestran escenas de ballet
y ópera. Foto del autor.




































Junto al edificio de la ópera nos encontramos con el palacio del banquero Todesco (1863), uno de los más elegantes de la ciudad, bajo él se abren las galerías comerciales del pasaje Opernring. Detrás de la ópera está el Hotel Sacher, famoso por la tarta de chocolate Sacher-Torte, inventada por el hotelero en 1832.
Al lado de la ópera, en Albertinaplatz, se alza el palacio que alberga la colección Albertina y que pertenece ya al complejo del Palacio Hofburg.



- POR EL CENTRO HISTÓRICO DE VIENA. 

Tras salir de nuestra visita por la ópera cogemos una de sus calles laterales, la Karntner Strabe, que, tras dejar atrás el edificio de la ópera, se convierte en una arteria peatonal llena de tiendas, cafés, hoteles, boutiques de moda...y donde se encuentra el conocido hotel Sacher que hemos nombrado en el párrafo anterior.
Tras recorrer unos 500 metros por esta animada calle repleta de turistas llegamos a la plaza de la catedral de Viena.
La catedral de San Esteban, resume siete siglos de la arquitectura e historia de Viena, marcada hasta el S. XV por los esfuerzos de crear un obispado que diera lustre a la residencia de los Babenberg (condes y duques que rigieron Austria desde 976 a 1248) y de los primeros Habsburgo.
Su táctica fue tener catedral antes que obispo, y aunque en 1469 el templo ya estaba prácticamente concluido, hasta 1723 no fue catedral. La primera iglesia en este lugar, fue una sencilla parroquia construida por los Babenberg en 1135.



La catedral de Viena. Bajo el reinado de Rodolfo IV (1363) se puso la primera piedra de la
torre Steffl, concluida en 1433 con su aguja de 133 metros de altura. Su gemela quedó
inconclusa por el peligro turco que amenazaba la ciudad en 1511. Solo se hizo el
campanario en 1578, su campana se construyó con las balas de cañón fundidas del 2º
asedio turco. Austria. Foto del autor.


Interior de la catedral de Viena. Parte de sus joyas son el altar de Neustadt (gótico 1477),
el cenotafio de Federico III (1415-1493) y el púlpito de las Ranas, obra tardía de
Anton Pilgram (1460-1515). Austria. Foto del autor.

En 1945 un incendio que comenzó en la plaza destruyó el entramado del tejado, el órgano y el coro. Fue reconstruida en 1952, en el tejado se colocaron 250.000 tejas vidriadas. En el interior, tres naves de la misma altura forman un recinto de 100 mts. de longitud por 36 mts. de anchura. Las columnas, de 3 metros de grosor, están cubiertas por nichos con 77 imágenes esculpidas entre 1450 y 1550. Delante de la capilla se sitúa la estatua de una virgen gótica de 1320, llamada Dienstbotenmadonna (Virgen de los Criados), considerada la pieza más valiosa del templo. Recibe el nombre, por cierta condesa que la donó en penitencia por haber acusado falsamente de robo a una sirvienta.

Ante la plaza de la catedral se sitúa la zona peatonal del centro, un entramado de calles en forma de cuadrado delimitado por la calle que salía en dirección a Carintia, Kärntner Strasse, el foso del campamento romano, Graben y el mercado de carbón, Kohlmarkt. El comercio en estas zonas es de "alto standing", abundan las joyerías y las boutiques de alta costura, pero se mezclan con las cadenas internacionales de moda joven y otras tiendas más asequibles, además de cafeterías, heladerías, pequeños comercios gourmet, etc.


Calle del Graben y su columna de la Peste en primer plano. Viena. Austria.
Foto del autor.


El Graben es una de las avenidas más animadas del centro de Viena. Austria.
Foto del autor.

Nosotros continuamos nuestro paseo por el Graben, la calle más ancha que sale desde la plaza de la catedral y la que más animada nos parece. A finales del S. XII se cegaron los fosos del campamento romano y sobre ellos se estableció un mercado. Como estaba cerca del palacio, se fue transformando en plaza de torneos y ceremonias y en el S. XIX ya era un elegante paseo urbano.
En el centro del Graben se alza la columna de la Peste (1682), imitada después en todas las ciudades austríacas. Fue erigida por Leopoldo I en cumplimiento de una promesa cuando finalizó la peste de 1679. Producto de la misma promesa es la vecina iglesia de San Pedro, construida entre 1703 y 1733, una de las joyas barrocas de Viena.


Iglesia de San Pedro en el Graben.
Viena. Austria. Foto del autor.
Columna de la Peste, en la calle
Graben. Viena. Austria.
Foto del autor.






Al final del Graben salen tres calles peatonales, nosotros seguimos la Kohlmarkt (mercado del carbón) donde abundan las joyerías, tiendas de alta costura, de recuerdos, pastelerías (no dejar de entrar en Dehmel, la pastelería más famosa de Viena) y demás tiendas de recuerdos y souvenirs. La calle desemboca en Michaelerplatz, entrada principal del Hofburg, el Palacio Imperial.


LLegamos a la Plaza de San Miguel, ante nosotros la puerta principal del Palacio Hofburg,
residencia de la casa imperial Habsburgo. Viena. Austria. Foto del autor.


La gran plaza ante la entrada principal del Hofburg toma su nombre de la iglesia de San Miguel, antiguo templo gótico reformado en tiempos del barroco y oculto en el S. XVIII tras una fachada clasicista. Tradicionalmente era la parroquia de la Corte, sin embargo, en su cripta no solo descansan nobles, sino hasta 4.000 cadáveres en una fosa común en la que estuvo enterrado Mozart. Por ello, en esta iglesia se estrenó su Requiem en 1791.


Iglesia de San Miguel. Viena.
Austria. Foto del autor.
Entrada al Hofburg desde la plaza
de San Miguel. Viena. Austria.
Foto del autor.


























Dos edificios más compiten en el espacio de esta plaza, el principal, de pomposas líneas imperiales, la fachada urbana del palacio del Hofburg. Frente a ella se alza, la fachada de la "casa sin cejas" de Loos-Haus. Para deleitarnos en la vida de la plaza podemos sentarnos en el Café Griensteidl, reabierto en 1990, uno de los legendarios cafés literarios de Viena.



- ENTRAMOS EN EL HOFBURG. EL PALACIO IMPERIAL DE VIENA.

Para visitar los 240.000 m2 de jardines, museos, edificios y plazas del palacio de la Corte, con sus 18 alas, 19 patios y 2.500 habitaciones...se puede emplear el tiempo que se quiera y no acabaríamos. En la otra parte de la avenida Ring, el complejo se prolonga en los museos de la Plaza María Teresa y en el Museumquartier (museos de arte moderno).
Entrar al Hofburg por esta plaza de San Miguel es inolvidable, pasamos bajo una cúpula espectacular por la que no dejan de pasar los carruajes tirados por caballos que pasean a los turistas. 
Lo primero que vemos es la entrada al ala del emperador Francisco José; aquí veremos su sala de audiencias, su despacho y su espartano dormitorio decorado con gobelinos flamencos del S. XVII y retratos de su esposa. En el ala de la emperatriz, resalta la curiosa habitación de gimnasia de Sisí. También se muestran las habitaciones en las que vivió el zar Alejandro I durante los 3 meses que estuvo divirtiéndose en el Congreso de Viena de 1815. En esta complejo del Hofburg también encontrarémos la Biblioteca Nacional, el Museo de los Globos, la sala de música, donde se guardan 47.000 manuscritos y partituras originales de Haydn, Mozart y Strauss, la Sala Suntuosa, el Museo del Esperanto, Museo de los Lipizanos, la Escuela Española de Equitación, Galería Dalí y en un extremo del complejo el Museo Albertina.


Patio in der Burg del palacio Amalienburg. Palacio Hofburg. Viena.
Foto de Araceli Hidalgo.



Entrada al Palacio Hofburg por
la Plaza de San Miguel. Viena.
Austria. Foto del autor.
Puerta Suiza que lleva a la Capilla
Imperial y a la Cámara del
Tesoro. Palacio Hofburg. Viena.
Foto del autor.





































Llegamos al patio principal, el patio In der Burg del palacio de Amalienburg, allí encontramos la estatua en bronce de Francisco José I. Desde aquí por la Puerta Suiza de estilo renacentista pasamos al Patio de los Suizos, nombre que recibe por la guardia suiza que estaba al servicio de la emperatriz María Teresa. Este arco da acceso a la Capilla Imperial y a la Cámara del Tesoro que pueden visitarse.


Fachada del Palacio Hofburg que da a la Plaza de los Héroes. Viena. Austria.
Foto del autor.


Fachada de la Biblioteca Imperial de los Habsburgo presidida por la estatua ecuestre en
bronce del Príncipe Eugenio Francisco de Saboya. Comenzó a funcionar en el S. XVI bajo
el reinado del emperador Maximiliano II. El edificio se construyó entre 1723 y 1726.
Palacio Hofburg. Viena. Austria. Foto de Araceli Hidalgo.

Desde aquí pasamos a la inmensa explanada de la Plaza de los Héroes, fue construida en tiempos del emperador Francisco José I para formar parte del Foro Imperial que nunca sería completado al estallar la Iª G.M. En esta parte del Hofburg podemos acceder a varios museos: la colección de armas y armaduras de los Habsburgo, la colección de antiguos instrumentos musicales, la colección de papiros y el Museo de Éfeso que muestra los hallazgos de arqueólogos austríacos en Efeso y Samotracia. Estos museos los visitaremos mañana.
Tras salir por la Auberes Burgtor (puerta del castillo) nos acercamos a la plaza de María Teresa, donde se encuentran otros dos museos, el Museo de Historia Natural y el Museo de Historia del Arte de Viena. 


Plaza de María Teresa con su estatua presidiéndola. Viena. Austría. Foto del autor.



Ya va cayendo la tarde y tras comer continuamos andando por la calle Opernring para casi terminar el día disfrutando de un café frente a la Ópera de Viena, volvemos al lugar donde empezamos el día. 


Paseando por el Opernring. Una de las avenidas que conforman el Ring de Viena.
Austria. Foto del autor.
Café con encanto frente a la Ópera de Viena.
Austria. Foto del autor.



Tras pasar el día por el centro de Viena, esta noche nos espera un concierto en el Kursalon de Viena, una de las salas de conciertos más conocidas de la capital austríaca.



- CONCIERTO EN EL KURSALON DE VIENA.

En el hotel nos ponemos elegantes para acudir al concierto de música clásica que disfrutaremos en el Kursalon. Esta sala de conciertos construida por deseo del emperador Francisco José I entre 1865 y 1867, siguiendo fielmente el estilo renacentista italiano, se halla en el Parque Municipal Stadtpark que comenzó a construirse en la desembocadura del río Wien en 1862. El Kursalon se ha dedicado en exclusiva, desde su construcción, como sala de conciertos.


Nos vamos al Kursalon, para ello nos montamos en
nuestra línea de Metro favorita la U-2.
Viena. Austria. Foto de Araceli Hidalgo.



Schwarzenbergplatz, camino al parque Stadtpark donde disfrutaremos de un
concierto típico vienés en el Kursalon. Austría. Foto del autor.


El 15 de octubre de 1868, se celebró aquí el primer concierto de Johann Strauss. 
En el parque se alzan estatuas de vieneses célebres: Lehar, Schindler, Bruckner, Schubert, Makart, Amerling Stolz...pero la más famosa de todas se encuentra frente a la entrada del parque entrando por Parkring, el dorado monumento a Johann Strauss hijo (E. Hellmer 1923).


Kursalon de Viena. La gente ya empieza a llegar. Austria. Foto del autor.


Llegamos y ya es casi de noche, el concierto empieza a las 20:15 y escucharemos las obras más memorables de los dos artistas austríacos por excelencia: Johann Strauss y Wolfgang Amadeus Mozart, interpretadas por la Orquesta de Salón Alt Wien en la Sala Lanner.


En la Sala Lanner del Kursalon, esperando a los artistas que nos ofrecerán el concierto.
Viena. Austria. Foto del autor.


Durante el concierto escuchamos El Danubio Azul, El Vals del Emperador, Una noche en Venecia, el Concierto para Piano, el Galope para Bandidos y La Flauta Mágica, entre otras.
Durante la ejecución de las composiciones el concierto esta acompañado por una soprano, un barítono y dos bailarines de ballet clásico. El concierto dura dos horas y media con un descanso de 30 minutos donde puedes salir al balcón del Kursalon a tomar una copa de vino, champán, zumo o refresco, que te venden en una pequeña barra de bar, los precios no son abusivos. El lugar merece mucho la pena. Uno de los recuerdos más inolvidables de esta Escapada por Budapest-Viena.


Disfrutando de la noche vienesa en el Kursalon.
Austria. Foto del autor.


Una noche de música clásica en Viena es algo que no debéis perderos. Muy recomendable
el concierto del Kursalon.  Foto en el balcón de la sala de conciertos.



Tras finalizar el concierto la soprano y el barítono junto a los dos bailarines y los músicos
de la orquesta Alt Wien reciben los aplausos y "bravos" del público. Los "bravos" procedían
de este servidor entusiasmado con el concierto. Hubo dos "bises". Viena. Austria.
Foto del autor.

Hay varios precios para acudir a un concierto en el Kursalon, la entrada más barata es de 42 euros, en la parte más alejada del escenario, 55 euros, 65 euros y 95 euros según los asientos de situén más cerca de la orquesta. Si le añadimos 32 euros por persona a este precio, también podremos cenar en el restaurante del Kursalon.

Como experiencia no puedo dejar de recomendar este concierto, las más dos horas de música clásica, ballet y arias de ópera en directo se nos hicieron cortas. Además el director de la orquesta, que tocaba maravillosamente el violín, presentaba con mucho "salero" cada nueva pieza. Sin duda una de las experiencias más auténticas que podéis disfrutar en Viena.

Tras el concierto damos una vuelta por la avenida del Ring bajo la luz de la luna. Las anchas aceras flanqueadas por palacios, hoteles e hileras de árboles invitan a pasear. Mañana nos espera más Viena.


Próximo post: 14.3- Viena (II). Mercado, Museumsquartier y Palacio Hofburg.