martes, 27 de octubre de 2015

8.7 - Cinque Terre (II) y Viareggio, la inmensa playa de la Toscana.

Lunes 10 de Agosto, 2015.
La Spezia, Cinque Terre. Liguria.

A las 08:15 arriba. Anoche cayó un tormentón impresionante sobre esta ciudad costera de la Liguria. Tras desayunar, me dirijo a la estación de tren para conocer uno de los pueblos más bellos de Cinque Terre, Manarola.
Para mí, es el pueblo más bonito de los cinco que forman este espectacular rincón de la costa italiana.


- MANAROLA. CINQUE TERRE.

Parece ser que Manarola es la más vieja de las poblaciones de las Cinque Terre, como atestigua una piedra angular de la iglesia de San Lorenzo (1338) que data de 1160.
Las industrias primarias de la localidad han sido tradicionalmente la pesca y la viticultura. El vino local llamado Sciacchetrá, es especialmente renombrado; hay referencias en fuentes romanas a la gran calidad del vino de la región.
Una de las mayores atracciones turísticas de Manarola es el "Camino del Amor", una senda costera que une Manarola con Riomaggiore, además de diversas rutas por las colinas y viñedos que rodean el pueblo. El "Camino del Amor" lleva meses cerrado por un desprendimiento de piedras y seguía así en la fecha de mi visita.
Llegando a Manarola en tren debemos atravesar una galería que nos dejará directamente en el pueblo.


Bajando hacía el puerto de Manarola. Cinque Terre.
Liguria. Foto del autor.

¿Qué es lo que debemos ver en Manarola? pues principalmente su costa. Tras atravesar su calle principal, Vía di Mezzo (calle del Medio) llena de restaurantes, bares, pequeños negocios y tiendas de productos típicos y artesanales; llegaremos al acantilado donde muere el pueblo. Allí encontraremos una espectacular piscina natural rodeada de rocas que invita a darse un chapuzón, sobre todo con este calor de agosto en pleno apogeo.


La piscina natural de Manarola, en su pequeño puerto. Cinque Terre. Liguria. Foto del autor.
El autor con Manarola al fondo. Cinque Terre. Liguria.
Manarola es uno de los pueblos más bonitos de Italia, y aún sin sol, espectacular. Cinque Terre.
Liguria. Foto del autor.
Vista de Corniglia desde Manarola. Cinque Terre. Liguria. Foto del autor.

Desde este punto sale un paseo que, pegado al acantilado, nos ofrece unas vistas espectaculares del pueblo. El paseo junto al mar termina en el punto donde el argallo cortó el "Camino del Amor". Desde este punto se ve la única villa de Cinque Terre que no tiene acceso al mar, Corniglia.
Desde el paseo podemos subir al mirador que nos enlazará con los caminos que suben monte arriba. El mirador tiene unas vistas impresionantes de Manarola, y que el poeta Lino Crovara describió tan acertadamente sobre este hermoso lugar: "una colmena en la roca, un nido de gaviotas alto sobre las olas, un pueblo donde el leve susurro de las olas acaricia las orejas atentas del alma."


Manarola y sus viñedos que escalan la montaña. Cinque Terre. Liguria. Foto del autor.
Manarola. Cinque Terre. Liguria. Foto del autor.
Estatua dedictada a la vendimia en Manarola. Cinque Terre. Liguria. Foto del autor.

Lo más espectacular de Manarola es... Manarola misma. Sus casas de vivos colores reflejando las distintas tonalidades del sol del amanecer o del ocaso, es uno de esos espectáculos que gracias a la naturaleza y la mano del hombre, no se olvidan. 
A las 13:30 horas cojo el tren de vuelta a La Spezia, tras coger la mochila del hotel me pongo en ruta de nuevo. Esta vez mi destino está muy cerca, vuelvo a entrar en la Toscana y me dirijo a Pietrasanta, a 47 kms. de Cinque Terre. Una de las localidades con más encanto de Viareggio. 


- VIAREGGIO. LA INMENSA PLAYA DE LA TOSCANA.

Entre el azul del Mediterráneo y las cumbres blancas de los montes Apuanos surge la hermosa ciudad toscana de Viareggio. Conocida como la Perla de La Versilia, es uno de los puntos más famosos de la región. 
Fundada en 1172, Viareggio fue la puerta al mar de la República de Lucca durante siglos. Pero es en 1822 cuando vemos a la ciudad transformada en un centro turístico, gracias a que la hermana de Napoleón, Paolina Borghese, eligió la localidad para su residencia vacacional. A partir de ese momento la alta sociedad europea convirtió este lugar en su lugar de descanso estival.
La principal atracción, además de su famoso carnaval, son sus interminables playas que se extienden por kilómetros.


Las playas de Viareggio son así. Toscana. Foto del autor.

Cada porción de playa está perfectamente delimitada por docenas de "clubs playeros" con todo tipo de instalaciones para el visitante: tumbonas, taquillas, sombrillas, cafeterías, restaurantes, duchas, servicio de limpieza, etc. Pero son de pago por supuesto. Existen un par de espacios de unos cien metros de ancho que son los únicos públicos y de acceso gratuito en medio de tan inmenso arenal. Ahí me dirigí para disfrutar de un baño en el Mediterráneo toscano.


La orilla de la playa pública es un auténtico mercado, se puede encontrar ropa, artesanía...un espectáculo.
Pietrasanta. Viareggio. Toscana. Foto del autor.



Vista del puerto deportivo de Viareggio y sus kilómetricas playas. Toscana.

Después de un día de playa podemos pasear por La Passegiata (Viale Giosué Carducci), el paseo más importante de Viareggio, un hermoso paseo que combina tiendas de las grandes marcas de moda, con terrazas y restaurantes de primer nivel. Con 3 kilómetros de paseo, La Passegiata bordea el mar desde el Bagno Balena hasta el café Margherita, donde pasaba su tiempo el famoso compositor Giacomo Puccini. 
Eso sí, no esperéis ver mucho mar en este paseo ya que los chiringuitos playeros privados que recorren toda la orilla nos impiden ver el Mediterráneo... Si queréis ver el mar deberéis entrar en un restaurante o bar donde seguramente la cuenta os hará exclamar un: "Mamma mia".
También podéis optar por una de las muchas heladerías que encontraréis en este paseo con encanto.
Viareggio cuenta con dos pinares (Pineta di Ponente y Pineta del Este) donde poder relajarse a la sombra, practicar deporte o evadirse un poco del ajetreo turístico que supura por todos los poros de Viareggio. 
Esta localidad también es un referente de la construcción naval. El puerto turístico tiene capacidad para aproximadamente 500 embarcaciones. Su astillero, tanto por la construcción de embarcaciones de lujo como por la calidad de su mantenimiento, es famoso en todo el mundo y goza de una tradición centenaria.
Viareggio cuenta además con un importante Museo de la Marina.


- PIETRASANTA. 


Vistas de las playas de Pietrasanta en Viareggio desde el Puente Tonfano. Al fondo los
majestuosos Alpes Apuanos, de donde se saca el famoso mármol de Carrara. Toscana.
Foto del autor.


Vistas de las playas de Pietrasanta en Viareggio desde el Puente Tonfano. Toscana.
Foto del autor.
Vista aérea de las playas de Pietrasanta y su famoso puente. Viareggio. Toscana.
Estatua de San Antonio al final del Puente de Pietrasanta. Viareggio. Toscana. Foto del autor.

En Pietrasanta es donde he cogido el B&B "La Lavande" ubicado en una preciosa casa con jardín, está a unos dos kilómetros del paseo marítimo, así que se hace imprescindible coger las bicis que el establecimiento pone a disposición de los clientes. 
Pietrasanta es un pequeño pueblo ubicado en la inmensa playa continua que nace en Viareggio. El pueblo tiene mucho encanto, ya que su zona comercial es peatonal y esta llena de todo tipo de establecimientos: restaurantes, tiendas, cafeterías...la calidad de las urbanizaciones y los chalets que por cientos llenan esta franja de costa indica que estamos en una zona residencial de nivel alto. Con la bici llego hasta el paseo marítimo y tras aparcarla, me adentro en el mar por el Pontile di Marina di Pietrasanta, también llamado el Pontile di Tonfano. Una pasarela que se adentra en el Mediterráneo y que nos brinda un paisaje privilegiado sobre la costa de Viareggio hasta donde se pierde la vista, tanto al sur como al norte.


"Verano Azul" en las playas de la Toscana. 



Atardecer en Pietrasanta. Toscana. Foto del autor.


- TORRE DEL LAGO PUCCINI.

Es una localidad del municipio de Viareggio. Originalmente llamada Torre del Lago, en 1938 se le añadió el nombre de Puccini en homenaje a su más célebre residente, el compositor de Lucca, Giacomo Puccini (1858-1924) autor de "La Boheme" o "Madama Butterfly". En este lugar de la Toscana compuso sus óperas más famosas.


La torre del lago que da nombre al municipio toscano. Viareggio.
Estatua de Puccini frente al lago Massaciuccoli. Torre del Lago. Viareggio. Toscana. Foto del autor.
El autor frente al quiosco de música de Torre del Lago. Viareggio. Toscana.
Lago Massaciuccoli en Torre Del Lago Puccini. Viareggio. Toscana. Foto del autor.

Tiene 11.000 habitantes pero durante su festival de ópera anual (Festival Puccini), se congregan unas 40.000 personas en su teatro al aire libre. Este teatro se encuentra a poca distancia del Museo Villa Puccini donde el compositor vivió y realizó su trabajo. Frente a la villa se encuentra el Lago Massaciuccoli, de 7 kilómetros cuadrados, es poco profundo, residuo de una gran laguna formada hace 5.500 años entre los ríos Arno y Serchio. El lago es una etapa importante para todas las aves migratorias en ruta hacía el sur.
Si no sois un fan de la ópera, de las aves migratorias o de Puccini, Torre del Lago es bastante prescindible. Lo que es imprescindible si vais, es el repelente de mosquitos, el lago es un auténtico paraíso para el maldito mosquito-tigre, que los Dioses confundan.

Esta anocheciendo, me acerco de nuevo a Pietrasanta. En la playa pública me doy un baño mientras poco a poco va poniéndose el sol, es una maravilla ver atardecer desde estas playas, el espectáculo que ofrece el Mediterráneo es inolvidable.


Anochece en la playa de Pietrasanta. Viareggio. Toscana. Foto del autor.


El autor y el sol de la Toscana. Pietrasanta. Viareggio.
Vuelvo de nuevo al hotel, por el camino paro en un bar donde venden trozos de pizza casera, no está mal, un trozo de pizza y una cerveza por menos de 5 euros, precio de indígena. Eso sí, el bar está pelín alejado del centro de Pietrasanta. Con la bici aparcada disfruto del sabor toscano de una noche de verano.

Poco a poco han ido pasando los días en esta Escapada a la Toscana. Ya solo queda una última jornada para decir adiós a esta tierra, pero será un último día espectacular, Pisa me espera.


Próximo post: 8.8 - Pisa y su torre, la imagen más icónica de Italia. 

martes, 20 de octubre de 2015

8.6 - Cinque Terre, los pueblos más bellos de la costa de Liguria.

Domingo 9 de Agosto.
Lucca. Toscana.

A las 08:30 arriba, hoy toca ponerse en carretera para salir de la Toscana y conocer la costa más hermosa de la vecina Liguria , los pueblos de Cinque Terre, en la comarca de La Spezia.
Se denomina Cinque Terre (Cinco Tierras) a una porción de costa formada por cinco pueblos en la provincia de La Spezia bañada por el Mar de Liguria, la región que linda al norte con la Toscana.


Arrivederci Lucca. Toscana. Foto del autor.


- PARQUE NACIONAL DE LAS CINCO TIERRAS.

Cinque Terre abarca desde Punta Mesco hasta Punta di Montenero, y comprende los pueblos de Monterosso al Mare, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore. Esta región gracias a sus características geográficas, constituye uno de los principales atractivos de la "Riviera Liguria". Su origen tiene un contexto orográfico muy particular, que da origen a un paisaje montañoso constituido por distintos estratos o "terrazas" que descienden hacía el mar con una fuerte pendiente. La mano del hombre a lo largo de los siglos, ha modelado el terreno sin alterar el delicado equilibrio ecológico, utilizando esas terrazas en declive para desarrollar una particular técnica agrícola destinada a aprovechar todo lo posible la disposición del terreno.


Terrazas en declive donde los habitantes de Cinque Terre cultivan de manera tradicional.
Vernazza. Liguria. Foto del autor.



Parque nacional Cinque Terre visto desde Vernazza, al fondo Monterosso. Liguria.
Foto del autor.

En 1997, a instancia de la Provincia de La Spezia, las Cinque Terre, junto con Portovenere y las islas de Palmaria, Tino y Tinetto, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En 1999 se creó el Parco Nazionale delle Cinque Terre. En este parque nacional solo pueden entrar los coches a motor de sus habitantes, nosotros como turistas tenemos la opción de ir en tren o en bus...o andando si tenéis mucha paciencia y días por delante.


-LA SPEZIA. CAPITAL DE CINQUE TERRE.

Desde Lucca a La Spezia tenemos 77 kilómetros de carretera, una hora aproximadamente. Salimos de la Toscana y entramos en Liguria.
La Spezia es una ciudad de 95.000 habitantes, capital de la provincia del mismo nombre y asentada en el Golfo de la Spezia (también llamado Golfo de los Poetas, pues aquí residieron temporalmente los poetas ingleses Percy Bysshe Shelley y George Byron). Es una ciudad eminentemente marítima, en su zona occidental nos encontramos con el Arsenal Militar y en el lado oriental del golfo, el puerto mercantil, uno de los más importantes de Italia.


Paseo marítimo de La Spezia. Liguria. Foto del autor.

La ciudad ha sido habitada desde la Edad del Hierro. Pero las huellas más importantes son las de la época romana en Luni, Ameglia y Varignano, en los alrededores de la ciudad. A mediados del S. XII la ciudad estaba controlada por los genoveses hasta que Niccoló Fieschi estableció un dominio autónomo durante 50 años. Pero desde 1273 Génova tomó el mando definitivamente en la zona impulsando el desarrollo de la ciudad.
La Spezia fue importante durante la época de la República de Génova, pero mucho más cuando llegó Napoleón en 1808 y nombró a la ciudad "puerto militar".
En el S. XIX la ciudad explota su colocación geográfica y su clima para convertirse en un importante destino turístico. Incluso la familia real italiana de los Savoia a menudo pasa sus vacaciones en el Golfo dei Poeti.  En la segunda mitad del S. XIX se construye el actual Arsenal Militar que, definitivamente, impulsa la población de 11.000 habitantes hasta los actuales.


Piazza Benedetto Brin desde la habitación del B&B Bella Napoli. La Spezia. Liguria.
Foto del autor.

En el S. XX la ciudad sufre bombardeos durante la 2ª G.M., ya que el Arsenal Militar es la base del cuartel general de submarinos de la Armada Italiana, además la ciudad fue base importante de los partisanos contra las fuerzas fascistas del Duce.
La ciudad de la Spezia es conocida en Israel con el nombre de Puerta de Sion, ya que desde aquí partieron los barcos de los judíos que sobrevivieron al Holocausto y regresaban a Palestina.
A las 12:20 llego a la Bella Napoli, el B&B donde pasaré la noche en esta zona. Los hoteles en los 5 pueblos de Cinque Terre son bastante escasos y muy caros. Desde La Spezia solo tenemos que ir a la estación de tren y visitarlos.


- CINQUE TERRE. MONTERROSO AL MARE.

En la estación de tren de La Spezia podemos adquirir la "Cinque Terre Card" para utilizar el tren las veces que queramos y poder subir y bajar en las estaciones de los 5 pueblos de Cinque Terre. La de un día cuesta 7,50 euros, para dos días de visita 14,50. 
A las 15:05 sale el tren hacía Monterosso al Mare, es el más grande de los cinco pueblos y el que queda más lejos de La Spezia. Bajas del tren frente a una playa de arena con orilla de guijarros en la zona nueva del pueblo. Para llegar al casco viejo hay que caminar un poco y atravesar un túnel. La belleza del pueblo está en las callejuelas del centro histórico.


Calles con encanto en el centro histórico de Monterosso.
Liguria. Foto del autor.

Los puntos más destacados de Monterosso son la blanquinegra iglesia de San Giovanni Battista (S. XIV), el monasterio de los capuchinos, la iglesia de San Francisco, la fortaleza, la torre  Aurora (S. XVI), la Villa Montale (Eugenio Montale, nobel de literatura 1975) y la estatua del Gigante (1910).


Iglesia blanquinegra de San Juan Bautista (San Giovanni Battista). Monterosso. Cinque Terre.
Liguria. Foto del autor.
El empleado de esta tienda de complementos acumula
algunos trienios. Monterosso. Liguria. Foto del autor.
El autor en el puerto del casco antiguo de Monterosso. Cinque Terre. Liguria.

Desde Monterosso es muy recomendable coger el pequeño ferry que nos lleva a cualquiera de los siguientes pueblos, me decanto por Vernazza, para mí, la villa más hermosa de las Cinque Terre junto a Manarola.


Casco histórico de Monterosso al Mare desde el ferry. Cinque Terre. Liguria. Foto del autor.


Casco histórico de Monterosso desde el ferry. Cinque Terre. Liguria. Foto del autor.


- VERNAZZA.

Ir acercándose a Vernazza desde el mar es toda una experiencia. Navegar en paralelo al inmenso farallón de piedra de los acantilados de Cinque Terre y ver como poco a poco un puntito de colores entre las rocas de la lejana orilla va agrandándose hasta convertirse en uno de los pueblos costeros más bellos de Italia, es una experiencia que no podéis perderos.


Vernazza entre los acantilados de Cinque Terre. Liguria. Foto del autor.


Llegando a Vernazza. Cinque Terre. Liguria. Foto del autor.


Vernazza y su torre fortificada. Cinque Terre. Liguria. Foto del autor.

Lo primero que hay que visitar en Vernazza es la iglesia de Santa Margarita de Antioquía (1318). A sus pies, nos encontramos con el pequeño puerto donde hemos desembarcado, tiene una diminuta playa de arena por si queremos tomar un baño. Después, es ineludible ascender hasta la fortaleza Doria, construida en 1080. Desde allí contemplaremos las mejores vistas de este maravilloso lugar. Para llegar, debemos subir por las estrechas calles de la villa, tan empinadas, que es imposible hacerlo si no es andando.


Calles de Vernazza camino a su
fortaleza. Liguria.
Foto del autor.


Calles de Vernazza. Liguria.
Foto del autor.





















Estando en la torre de la fortaleza nos sentiremos como los vigías que, en la Edad Media, oteaban el horizonte del Mar de Liguria en busca de las terribles velas berberiscas que anunciaban un ataque pirata.


Fortaleza de Vernazza. Cinque Terre. Liguria. Foto del autor.



El pequeño puerto de Vernazza desde su torre fortificada. Cinque Terre. Liguria. Foto del autor.



Vernazza y su costa desde la torre de la fortaleza. Cinque Terre. Liguria. Foto del autor.
Vernazza y su entorno desde su torre fortificada. Cinque Terre. Liguria. Foto del autor.
El autor desde la fortaleza de Vernazza. Cinque Terre. Liguria.

Tras bajar de la torre aprovecho para sentarme en una de las muchas terracitas del pueblo para tomar un Spritz. Esta bebida es la más típica del norte de Italia, aunque su consumo empezó bajo la dominación austro-húngara del Véneto. Es un aperitivo alcohólico basado en la mezcla de agua con gas y vino blanco principalmente. La marca más conocida es Aperol-Spritz, te clavan entre 5 y 7 euros por la copita y no es nada del otro mundo, donde esté nuestro vermut de solera...


Torre de la fortaleza de Vernazza. Cinque Terre.
Liguria. Foto del autor.

Ya va anocheciendo, el tren que debe llevarme a Corniglia llega con una hora de retraso, parece que es algo habitual en esta zona, hay muchísimos turistas y cada vez se acumulan más en el pequeño andén, hay gente de los cinco continentes, pero ganan por mayoría asiáticos y europeos. Decido que es mejor volver a La Spezia, mañana visitaré Manarola que es otro de los pueblos que merece la pena visitar, Corniglia y Riomaggiore quedaran para otra ocasión.

Mañana, más Cinque Terre.

Próximo post: 8.7- Cinque Terre (II) y Viareggio, la playa de la Toscana.




jueves, 15 de octubre de 2015

8.5 - San Gimignano (II), Volterra y Lucca, una ciudad del XIX inalterada en el tiempo.

Sábado, 8 de agosto de 2015.
San Gimignano. Toscana.

A las 08:30 arriba, bajo a desayunar al buffet del hotel Belsoggiorno, además de la calidad del desayuno, las vistas desde el salón acristalado del restaurante son incomparables.
Tras contemplar como el sol de la mañana empieza a acariciar los campos de vides de los alrededores de San Gimignano, me dirijo al Palazzo del Popolo (hoy sede del ayuntamiento).


Desayuno en San Gimigano  con las colinas y el sol de la Toscana como espectáculo.
Foto del autor.

San Gimignano se encuentra en lo alto de una colina y mira al sol del verano toscano.
Foto del autor.

Este palacio está flanqueado a su derecha por la torre más alta de la villa, la Grossa, que es donde pretendo subir para contemplar las vistas más impresionantes de este lugar de cuento. Esta torre fue finalizada en el año 1300 y mide 55 metros de altura.


Patio interior del Palazzo del Popolo construido en 1323.
San Gimignano. Foto del autor.

El Palacio del Popolo albergó en la antigüedad las magistraturas de la localidad. En uno de sus salones encontramos una lápida que recuerda que aquí se alojó el escritor y activista político de la época, Dante Alighieri. Estando en la Sala del Consejo de este palacio, podemos imaginarnos a Dante intentando convencer a los gobernantes de la ciudad para que se aliaran con la causa güelfa (bando del papado) en una mañana del año 1300.

 
Sala del Consejo en el Palazzo del Popolo, aquí fue donde Dante habló a los gobernantes
de San Gimignano. Toscana. Foto del autor.


En el Palacio del Popolo se ubica la entrada de la Torre Grossa, el Museo Cívico y la Pinacoteca. En el museo se expone la "Virgen Majestad", que Lippo Memmi pintó al fresco en 1317 inspirándose claramente en la que Simone Martini había pintado dos años antes en el Palazzo Pubblico de Siena. También en la pinacoteca se puede ver una notable colección de obras de las escuelas sienesa y florentina, que abarca desde el S. XIII hasta el XV. Entre ellas destacan los dos tondos (composición pictórica en forma de disco en vez del cuadrado o rectángulo tradicional) con el ángel y la Virgen de la Anunciación, realizados por Filippino Lippi.
Tras pagar la entrada (10 euros) subo los escalones hasta lo alto de la Torre Grossa. Las vistas sobre San Gimignano y sus alrededores son impactantes, contempladlo vosotros mismos...


Plaza de la Cisterna y su entorno desde la Torre Grossa. San Gimignano. Foto del autor.

Plaza de la Cisterna con su pozo. San Gimignano. Uno de los lugares con más encanto de la Toscana.
Foto del autor.


Torres Gemelas de San Gimignano y las colinas que rodean este pueblo espectacular.
Foto del autor.


Sureste de San Gimignano, a la derecha Vía San Giovanni. Foto del autor.
Plaza del Duomo de San Gimignano desde la Torre Grossa. Foto del autor.

Tras bajar de la torre más alta de San Gimignano y dejar la habitación del hotel, me dirijo al coche. Las 24 horas que ha permanecido en el parking Nº1 me salen por 16 euros, es el más barato de los de la zona pero también el más alejado, nada que no solucione el bus lanzadera que sale desde la Puerta de San Giovanni.
Me alejo de San Gimignano por la carretera que me lleva a Volterra, en la primera colina que subo me detengo para contemplar una de las estampas más bellas de la Toscana. Las majestuosas torres de la villa medieval recortándose contra el cielo azul, solo por esta imagen merece la pena el viaje.



 No te cansas de observar el magnífico espectáculo que nos ofrece San Gimignano.
Toscana. Foto del autor.




Majestuosa la imágen de las torres de San Gimignano recortándose contra el horizonte. Toscana.
Foto del autor.
San Gimignano (a la izq.) y su bella campiña cuajada de verdes colinas. Toscana. Foto del autor.


- VOLTERRA.

Con el nombre de Velathri fue, durante largo tiempo, una de las más potentes ciudades-estado de Etruria: la última que cayó bajo el poder de Roma, tras un asedio que duró dos años (81-80 a.C). La ciudad alcanzó un notable poderío entre los siglos XII y XIV, cuando a menudo luchó contra Pisa, Florencia, Siena y San Gimignano por motivos de territorialidad. En 1340 pasó a formar parte de la Señoría de Belforti y, en 1361, cayó bajo el poderío de los florentinos, pasando a formar parte del Gran Ducado Toscano.


La fortaleza que protege Volterra es impresionante. Toscana. Foto del autor.

Al aproximarse a la comarca de Volterra lo primero que llama la atención es que pasamos de las colinas y valles abruptos de Siena a las tierras más llanas y cultivables de esta parte de la comarca toscana. Aquí se unen los ríos Era y Cecina que rodean la montaña donde se asienta Volterra tras sus espectaculares murallas.
Tras aparcar el coche entro en la ciudad medieval, no es tan bonita como San Gimignano pero tiene mucho encanto.


Volterra, puerta de San Francesco. Toscana. Foto del autor.
Murallas de Volterra desde la Piazza XX Settembre. Toscana. Foto del autor.

Su catedral data del S. XII y contiene un valioso púlpito de Guglielmo Pisano. En la nave izquierda de la catedral se abre la Capilla de la Dolorosa, con la obra " La llegada de los Reyes Magos" de Benozzo Gozzoli.
Enfrente de la catedral se levanta el Baptisterio, de planta octogonal, un edificio románico del S. XIII.


Piazza dei Priori. Volterra. Toscana. Foto del autor.

También podemos contemplar la Pinacoteca y el Museo Cívico. En el Museo Guarnacci podemos contemplar una de las colecciones etruscas más importantes de Italia. Contiene urnas funerarias y piezas de gran valor arqueológico.
En los márgenes del casco antiguo se levanta la imponente Fortaleza, se divide en dos núcleos; la Rocca Antica (se remonta a 1343) y la Rocca Nuova, edificada por Lorenzo el Magnífico de Florencia entre 1472 y 1475.
En las inmediaciones de la fortaleza se encuentra el parque arqueológico Enrico Fiumi, que presenta interesantes restos de la acrópolis etrusca, con templos, calles y cisternas, que en parte tienen que ser aún excavados.
Y en la parte norte de la ciudad, se encuentran los restos de un grandioso teatro romano del S. I a.C. Están en un magnífico estado de conservación, la cávea, una buena parte de la escena y el bellísimo pórtico, cerca del cual estaban las termas, de las que quedan pocos vestigios.


Teatro romano de Volterra. Toscana. Foto del autor.



Teatro romano de Volterra. Toscana. Foto del autor.

Dejamos atrás Volterra y nos dirijimos hacía una de las ciudades menos conocidas de la Toscana pero donde la Historia en sus calles se ha anclado en el S. XVIII y XIX. Lucca.


- LUCCA. UN POCO DE HISTORIA.

Sus orígenes son muy antiguos, se remontan a la época prerromana ya que sus tierras fueron habitadas por ligures y luego por etruscos.
En tiempo de los romanos fue un importante municipio. El antiguo trazado de la civitas romana, el cardo y el decumano, las calles que, en forma de cruz, eran la base de toda planificación urbana romana, se contemplan perfectamente en la actualidad. Estas corresponden a las actuales Vía San Gerolamo, Vía Becchería, Vía Santa Lucía, Vía del Moro (el cardo) y Vía San Paolino y Vía Santa Croce al decumano. 


Vista de Lucca rodeada de sus murallas y sus baluartes desde el aire. Toscana.

Otros importantes testimonios de esa época son el anfiteatro y los restos del cinturón de murallas. La ciudad prosperó bajo la dominación lombarda (S. VI y VII) ya que estos reestructuraron la Vía Francigena, que favoreció el comercio. La Vía Francigena tenía 2000 kilómetros de longitud y partiendo de Canterbury (Inglaterra) llegaba a la tumba de San Pedro en el Vaticano (se denomina francigena por que popularmente la llamaban, el camino de los francos) atravesaba Suiza y entraba en Italia por el paso de San Bernardo.


El autor sobre las murallas de Lucca. Toscana.

A los lombardos les sucedieron los carolingios y los primeros emperadores germánicos que, creado el Marquesado de la Toscana, escogieron Lucca como sede principal del mismo. En 1119, la ciudad logró constituirse en comuna libre y la producción de seda la hizo famosa en el mundo entonces conocido. En 1314, la ciudad cayó en manos del tirano de Pisa, a quien le sucedió Castruccio Castracani, que confirió prestigio y poderío a la ciudad. Tras su muerte, Lucca atravesó siglos de dominaciones, principalmente bajo el poderío de Florencia. En el S. XIX, Lucca volvió a ser una ciudad próspera y poderosa gracias a la figura ilustrada de María Luisa, de los Borbones de Parma. En 1860, con un plebiscito, entró a formar parte del Reino de Italia.



- ENTRAMOS EN LUCCA.

A las  14:30 entro en las afueras de Lucca, en diez minutos llego a la altura de su espectacular muralla de 12 metros de altura. Fueron construidas  entre los S. XVI y XVII para mejorar el anterior cinturón defensivo.
Tras dejar el coche aparcado en un parking gratuito (plaza Don Franco Baroni) a 500 metros de la entrada de la ciudad, entro por la Puerta de Santa María. Una vez cruzadas las murallas sientes como el ambiente de la ciudad cambia, si no fuera por los coches y por las ropas de la gente, los edificios y la sensación sería la de entrar en el París decadente de Los Miserables. Eso sí, todo limpio y lleno de turistas. Dejo los trastos en la habitación del Bed and Breakfast Anfiteatro y salgo para conocer el símbolo de la ciudad; la Piazza Dell´Anfiteatro que la tengo a 50 metros del hotel.


Plaza del Anfiteatro de Lucca. Toscana.

Esta plaza es la más característica de la ciudad y la que tiene más encanto. Está coronada por un anillo  de antiguas casas y recibe el nombre porque surgió sobre un anfiteatro romano del S. II d.C., que determina la forma elíptica cerrada que la caracteriza. 
La plaza nació en la Edad Media, llamándose "parlascio" donde se celebraban reuniones públicas. En el S. XIX se utilizaba como mercado, hasta que a mediados del XX fue trasladado al Mercado Carmine. La plaza tiene mucho encanto, es única en su género y está llena de restaurantes.


El autor en la Piazza dell´Anfiteatro. Lucca. Toscana.

Desde la plaza por la Vía Fililungo me dirijo a la Plaza del Duomo. Consagrada a San Martín, se comenzó su construcción en el S. XII. De estilo románico en su origen, a causa de una total reestructuración llevada a cabo en los S. XIV y XV, hoy la vemos con rasgos góticos. La fachada sin embargo conserva sus formas románicas.


Catedral de Lucca. Toscana. Foto del autor.

El interior tiene tres naves con matronios, y en él se conservan muchas obras de arte de gran valor: entre ellas la estatua de "San Juan Bautista" de Jacopo della Quercia y una magnífica " Última Cena" de Tintoretto. En la Sacristía se encuentra la "Tumba de Ilaria del Carretto" una de las mayores creaciones de Jacopo della Quercia. En la nave izquierda el Templete de la Santa Faz (1484) de Civitali, que guarda el Crucifijo de madera de los siglos XI-XII, recordado por Dante en su Divina Comedia. En el Museo della Cattedrale, se expone el tesoro del mismo que acoge obras de orfebrería sagrada del S. XIV y XV.
A las 19:40 me tomó un café latté-ice en la plaza Antelmirelli frente a la catedral. Un lugar genial, te ponen en mitad de la terraza una mesa con tapas a elegir, una pasada, si vais a Lucca no dejéis de venir. El lugar es fácilmente identificable, al lado de la catedral y frente a una preciosa fuente. 


Plaza Napoleón. Lucca. Toscana. Foto del autor.
Ambiente muy animado en la Piazza de Napoleón. Lucca. Toscana. Foto del autor.

Desde la catedral hay unos doscientos metros hasta la plaza del Teatro del Giglio y la Plaza Napoleón, esta última plaza es ideal para sentarse y ver como fluye la vida en la ciudad. Además tenemos la oportunidad de montarnos en un coche de caballos que nos dará una vuelta por el centro histórico de Lucca.
De Piazza a Piazza, ahora me encuentro en la San Michelle con su impresionante iglesia de San Michele in Foro. Su construcción comenzó en 1143 y terminó en el S. XIV, es una de las arquitecturas románicas más puras del estilo pisano-luqués. La fachada esta dotada de decoraciones en mármol de bellísima factura. Entre ellas destaca la "Estatua de San Miguel Arcángel matando al dragón". En el interior hay obras de arte de Della Robbia, Filippino Lippi y Raffaello da Montelupo.


Iglesia de San Michelle in Foro. Lucca. Toscana. Foto del autor.


Plaza de San Michelle. Lucca. Toscana. Foto del autor.

Esta plaza es más hermosa y mucho más popular que la de la catedral. El lugar, como la plaza de Napoleón, está lleno de familias paseando, de jóvenes charlando en corrillos animadamente, de turistas sacando fotos...
Desde la Piazza de San Michelle, me dirijo al Baluarte de San Donato, desde allí subiré a la muralla para recorrerla dando un paseo.  


La gente aprovecha los baluartes exteriores de las murallas para jugar al fútbol. Lucca.
Toscana. Foto del autor.

Las murallas de Lucca son impresionantes, rodean por competo la ciudad y son tan anchas que los lucanos las utilizan para andar en bici, pasear, correr... recorrer sin prisas sus 5 kilómetros de extensión, ya sea andando o en bici es una gozada.
Tienen 12 metros de altura, con 12 cortinas y 11 baluartes, y fueron edificadas entre los S. XVI y XVII para ensanchar y renovar el anterior cinturón defensivo.


Palacio y Jardines Pfanner vistos desde la muralla de Lucca. Toscana. Foto del autor.
 
Basílica de San Frediano. Lucca. Toscana. Foto del autor.


Bajo de la muralla en la parte más próxima a mi hotel y paso por la plaza de San Frediano, aquí se alza la preciosa basílica de San Frediano (obispo de Lucca en el S. VI). La iglesia adquiere su actual aspecto del año 1112-1147. La fachada está decorada con un precioso mosaico dorado del S. XIII que representa la "Ascensión de Cristo el Salvador" con los apóstoles debajo. Berlinghiero Berlinghieri lo diseñó en estilo bizantino-medieval.
Tras está última sorpresa me dirijo a darme una ducha ¡¡¡el calor hoy ha sido de 39º!!!

Mañana me desplazo a la costa de Liguria a conocer los espectaculares pueblos encaramados en los acantilados de Cinque Terre.
¡¡¡¡Buonanotte Lucca!!!!

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