martes, 4 de febrero de 2014

2.21 - Camino a los templos de Angkor Wat.

20 de octubre, sábado.
Nom Pen. Camboya.

Me encuentro en la estación de autobuses de Nom Pen.
Son las 07:50 de la mañana, sentado en el autobús que me llevara a Siem Reap, la ciudad que se encuentra a pocos kilómetros del complejo de templos de Angkor. En 10 minutos me alejaré de la encantadora Nom Pen.


Entrada a un templo budista. Camino a Angkor. Camboya. Foto del autor.
Las inmensas llanuras inundadas de Camboya. Camino a Angkor. Foto del autor.


Pasando junto a una aldea camboyana camino a Siem Reap (Angkor).
Foto del autor.

Paisajes de la Camboya interior. Carretera de Nom Pen a Siem Reap. Foto del autot.


En las 6 horas y media de carretera, admiro esa eterna llanura inundada camboyana y los increíbles paisajes que pasan ante mis ojos. Llego a las 14:30 a destino. Menos mal que el autobús tiene aire acondicionado, la temperatura media anual en el país ronda los 32º C. Durante la ruta una linda princesita camboyana que se sentaba en los asientos de delante me entretuvo una buena parte del viaje.

En la carretera de Nom Pen a Angkor. Una niña camboyana se lo pasa en grande con el
turista que lleva detrás, un servidor. Camboya. Foto del autor.




La princesita camboyana que conocimos en nuestro viaje a Angkor. Foto del autor.
Aldea en la carretera a Angkor Bat. Camboya. Foto del autor.

En la estación de autobuses de Siem Reap, algunos de los "tuc-tuceros" son unos mafias. Uno de ellos me llama de todo en camboyano por no plegarme a sus precios. El resto parece que le tiene miedo porque no se acercan a mi a ofrecerme sus servicios. Ante una situación como esta, lo mejor es alejarse unos cientos de metros y esperar a que pase otro. Eso hice y conseguí un tuc-tuc por 2 dólares.



Cantero en su taller. Budas gigantes en la carretera a Angkor. Camboya. Foto del autor.
Aldea en la carretera de Angkor. Camboya. Foto del autor.

En Siem Reap, el barrio mochilero se encuentra en el barrio del Old Market. De camino al centro veo una cantidad indecente de hoteles de 5 estrellas donde se alojan americanos jubilados. Los autobuses de los hoteles los llevan y los traen como si de rebaños se trataran. Da la triste sensación de que no quieren entrar en contacto con la población, van siempre juntos, con guías, sin separarse del grupo como si tuvieran miedo. Ellos se lo pierden, esta ciudad está llena de vida.


Paisajes camboyanos. Camino de Angkor. Foto del autor.

- SIEM REAP, PUERTA DE ENTRADA A ANGKOR.

Me apeo en la calle mochilera. Tras ir media hora calle arriba y media hora calle abajo buscando un guest-house BBB (bueno, bonito, barato), al final encuentro el Lady Bug, en la calle Steung Themey. Me dan una habitación doble, bastante grande, con decoración típica del país consistente en un estuco sobre cada cama representando bailarinas camboyanas. Las camas son grandes y con dosel del que colgaba una mosquitera que desplegada cubría todo el lecho. Una maravilla, la mejor que había conseguido hasta el momento. Con aire acondicionado, bañera-ducha, TV, Wifi en la habitación por 11 dólares la noche (8 eur. al cambio actual).


Habitación del Lady Bug Hotel en Siem Reap. Camboya. Foto del autor.

Para visitar los templos de Angkor hay tours de uno, dos y tres días. Decidí ver los templos en 1 día, ya que si madrugas ves los más importantes en menos de doce horas.
Alquilé un tuc-tuc para todo el día por 12 dólares. La ventaja de este transporte es que podemos ver los templos a nuestro ritmo sin depender de más turistas, el conductor nos espera a la entrada de cada templo para llevarnos al siguiente.
Para que os hagáis una idea, el complejo de Angkor está a 5 kilómetros de Siem Reap y cubre un área de 1.000 kilómetros cuadrados en medio de la jungla camboyana. Se encuentra al lado del río Angkor del que toma su nombre. Las aguas del Angkor mantenían la vida de este impresionante complejo lleno de palacios y templos.
Estos datan del S.IX, el mayor de ellos y el mejor conservado es el que le da nombre, Angkor Wat. Otras maravillas son el templo Angkor Thom o Ta Prohm donde las inmensas raíces de los arboles ceibas y tetrameles hacen de ese lugar un sitio único en el mundo.


Lucernas en el río Siem Reap al paso por la ciudad al que da nombre. Camboya. Foto del autor.

Tras aposentarme en el hotel di una vuelta por el Old Market. El viejo mercado esta a este lado del río, con sus puestos típicos que venden todo lo imaginable. Al otro lado del río Siem Reap, se encuentra el nuevo mercado, mas pensado para el turista, una especie de centro comercial al aire libre que está muy bien, aunque carezca del encanto que tiene el Viejo Mercado. 
Para llegar al mercado nuevo, se cruza un bonito puente techado de madera e iluminado de tal manera que parece que te encuentras en una escena de esas pelis orientales. El río además estaba decorado con farolillos flotantes de colores, muy evocador.


Puente de madera, al otro lado el Old Market de Siem Reap. Camboya. Foto del autor.
 
En el New Market además de ver las docenas de puestos de venta de souvenirs y productos típicos del país me deleito con la maravillosa danza de las apsaras.

El Mercado Nocturno en Siem Reap. Angkor Bat. Camboya. Foto del autor.


La apsara conserva el rostro sereno e inexpresivo, mientras mueve sus manos doblando muñecas y dedos de manera casi increíble. El repertorio camboyano es amplio en danzas que representan la vida del campo, el romance y las tradiciones religiosas budistas e hinduistas. En la danza camboyana el roce entre los dos sexos es mínimo.
La apsara es un personaje femenino celestial que danza ante el Rey y lo bendice con sus movimientos delicados y estilizados.

Una joven camboyana admirando el arte de las apsaras. Siem Reap. Camboya.
Foto del autor.




Apsaras en el New Market de Siem Reap. Camboya. Foto del autor.


La danza de las Apsaras, elegancia y técnica, una maravilla. Siem Reap, Camboya. Foto del autor.




Tras cenar en un restaurante del Old Market, doy una última vuelta por la zona y vuelvo al hotel, duchita y a la cama. Son las 22:41...buenas noches...mañana uno de los platos fuertes del viaje. ¡¡¡Angkor Wat, allá voy!!!

Próximo post: 2.22 - VISITANDO LOS TEMPLOS DE ANGKOR WAT.

2 comentarios:

  1. Coincidimos totalmente es que es una lástima la gente que se aloja en las afueras y que no se separa de un grupo, perdiendo así una de las joyas de Camboya: sus gentes.
    Un saludo
    Vietnamitas en Madrid

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  2. Si, es una pena porque los camboyanos son una gente amable y muy acogedora, puedes pasear por sus calles y mercados sin ningún tipo de problema. Te sonríen y están encantados con los visitantes. Un saludo y gracias por participar.

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