sábado, 8 de febrero de 2014

2.22 - Visitando los templos de Angkor Wat.

21 de octubre, domingo.
En Siem Reap. A 8 kilómetros de Angkor Wat. Camboya.

A las 04:35 arriba, no exageraba ayer cuando decía que habría que madrugar. A las 5 ya salía en tuc-tuc por las calles casi vacías de Siem Reap. Hay poco tráfico, seré de los primeros en llegar. Por el camino adelantamos a las dos típicas guiris anglosajonas rubias y más blancas que la nieve, van en bici hacía los templos. No me las quiero imaginar a las 11 o 12 de la mañana con toda la "solana" y pedaleando de regreso...ellas sabrán.



De templo en templo con un tuc-tuc. La mejor manera de moverse por este inmenso
complejo de templos que es Angkor Wat. Camboya. Foto del autor.



En 20 minutos de tuc-tuc ya estamos frente al inmenso puente de piedra sobre la laguna, que rodea el majestuoso reciento amurallado que protege el templo de Angkor Wat...primera caída de baba, literal. 
Aun no ha amanecido, seremos escasamente unas cien personas las que vamos llegando a la entrada del puente, el lugar es mágico. Es como si una nave espacial te abdujera y te dejara en un planeta completamente diferente al nuestro.
Perfil de Angkor Wat reflejado en uno de los lagos del interior del recinto. Camboya. Foto del autor.
El terreno que rodea al templo principal de Angkor Wat. Camboya. Foto del autor.

Uno de los dos lagos interiores del templo principal de Angkor Wat. Camboya.
Foto del autor.

El lago que rodea el templo de Angkor Wat. Camboya. Foto del autor.



- ANGKOR WAT.

Cruzamos el puente y entro en el complejo de Angkor Wat. Es la mayor construcción religiosa hecha jamás por el hombre. Es el templo hinduista más grande y también el mejor conservado de los que integran todo el complejo de Angkor. En su época de esplendor (S. XI) este templo fue el centro político, económico y religioso del Imperio Jemer camboyano y tan solo entre sus muros llegaron a vivir 20.000 personas. Cumplía las funciones de templo principal y albergaba además el palacio real.
Templo principal del complejo de Angkor Wat. Camboya. Foto del autor.
En el interior del templo principal de Angkor Wat. Camboya. Foto del autor.


 En 2007, un equipo internacional de investigadores, utilizando fotografías por satélite, concluyo que Angkor fue la ciudad más grande de la historia hasta la época preindustrial. Se calcula que pudieron vivir en sus cerca de 3.000 kms. cuadrados, hasta medio millón de personas.
Sin embargo los templos fueron abandonados en el S.XVI por motivos que se desconocen, algunos apuntan a las guerras. En mi humilde opinión pudo ocurrir como con Roma, la destrucción de sus acueductos provocó que la ciudad eterna casi se vaciara. En el año 500, la capital del Lacio, contaba tan solo con 15.000 habitantes del millón con el que contó en el siglo I de nuestra era.

Parte del complejo de templos de  Angkor. 3000 kilómetros cuadrados que eran la capital
del Imperio Jemer. Foto en un panel informativo cerca del templo de Angkor Wat.
Camboya. 

 
Relieves en piedra en los pasillos de Angkor Wat. El rey Suriavarman II dirige al ejército
Jemer a lomos de su elefante. El Imperio Jemer basó su prosperidad en una agricultura que contaba
con un regadío muy tecnificado, eso conllevó un aumento de población
 y en consecuencia poder contar con un ejército numeroso y bien organizado. Infantería, carros
con arqueros y elefantes. Camboya. Foto del autor. 

Si Angkor Wat fue sitiada, los canales de riego y agua potable que la abastecían debieron ser el principal objetivo del ejército sitiador, y sin agua canalizada...no es posible la vida para cientos de miles de personas y el mantenimiento de semejantes instalaciones.
Angkor Wat fue construido entre 1113 y 1150 por el Rey Suriavarman II. Angkor Wat significa en idioma Jemer (que deriva del sánscrito indio) Ciudad de los Templos (Angkor-ciudad, Wat-templo).
Complejo de templos de Angkor Wat. Camboya. Foto del autor.

Mas de 1000 años contemplan
estas piedras. Angkor Wat.
Camboya.


Puedes subir a todas las torres del templo principal
de Angkor Wat. Un lugar mágico. Camboya.



















Dedicado inicialmente al dios Visnú, su arquitectura combina el estilo hinduista, pues representa en sus torres principales el monte Meru (morada de los dioses hinduistas), con la tipología de galerías y pasillos de piedra propia de períodos posteriores. El templo consta de tres recintos rectangulares concéntricos de altura creciente. Estos recintos están rodeados por una muralla, y esta a su vez, por un lago perimetral de 3,6 kms de longitud y 200 metros de ancho. En el recinto interior se elevan 5 torres en forma de loto. La torre central alcanza una altura de 42 metros sobre el santuario y 65 metros sobre el nivel del suelo.
Disfrutad de las fotos. La majestuosidad de la construcción y su conservación, unido al entorno natural, en mitad de la selva camboyana, hace de este templo algo único en el mundo.
Durante un par de horas recorro atónito el mastodóntico complejo.




Un niño en Angkor Wat vendiendo
escarabajos. Camboya. Foto del autor


Por el interior de Angkor Wat. Los pasillos
de piedra te trasladan a otra época.
Foto del autor.


Pequeños templos en el recinto interior del gran templo de Angkor Wat. Camboya.
Foto del autor.


Pequeños templos a los costados del templo principal. Angkor Wat. Camboya. Foto del autor.


Los relieves de las apsaras sagradas aparecen por todos lados en el complejo de Angkor Wat. Foto del autor.
El autor en Angkor Wat. Me siento muy pequeño ante tan abrumador edificio histórico. Camboya.
Saliendo de Angkor Wat. Se aprecia el puente, la muralla que rodea el complejo y al fondo las agujas del templo principal. Camboya.
Foto del autor.

 Tras salir de nuevo por el puente de piedra, el tuc-tuc me lleva a Angkor Thom (Ciudad Grande). Para mí, el más bonito de los templos, con sus torres decoradas por los cuatro costados con esas caras gigantes sonrientes que evocan al gran Buda.

- ANGKOR THOM.

Se discute si esos rostros esculpidos en la piedra son los del rey que las mando construir, Jayavarman VII (1181-1220). Con estas caras esculpidas en piedra se cree que el mandatario querría decir a su pueblo, que él, como los dioses, lo veía todo. Otra teoría dice que son los divinos guardianes que protegían los 4 puntos cardinales del imperio. Más tarde, con la llegada del budismo esos rostros serían oficialmente los de Buda. 
Angkor Thom fue la residencia real intramuros. Fortificada con un muro de 8 metros de alto que construyó el monarca del Imperio Jemer, Jayavarman VII, tras la invasión y destrucción de Angkor Wat por el reino Cham.


Llegando a Angkor Thom. Impresiona los rostros en las torres. Camboya. Foto del autor.

 
Angkor Thom. Camboya. Foto del autor.

Lo que aún queda de Angkor Thom sigue impresionando a todo aquel que lo contempla.
Angkor. Camboya. Foto del autor.

 El templo abarca un territorio de 9 kilómetros cuadrados y data del S. XII. Las caras-torre tienen 27 metros de altura y se puede subir hasta ellas para tocarlas y admirarlas.

Templo de  Angkor Thom y sus torres decoradas con el rostro de Buda.
Camboya. Foto del autor.




Los rostros de las torres de Angkor Thom son impresionantes. Camboya.
Foto del autor.


Angkor Thom, patio de entrada. Camboya. Foto del autor.

En el centro de este edificio encontramos el Bayón, que fue el templo de Jayavarman VII. Es muy popular por sus torres con las caras de Buda mirando a los cuatro puntos cardinales. Las paredes están cubiertas con relieves de la vida del monarca y del pueblo. 
El caminar entre esos imponentes rostros pétreos da una sensación de total pequeñez ante la Historia. 
Historia que parece contemplarnos desde esos ojos inquietantemente humanos. Estas caras esculpidas en piedra parecen contener la respuesta a todas las preguntas que asaltan al espíritu humano. 
Su sonrisa burlona parece decirnos: "aunque pasen miles de años, los humanos no cambiaréis nunca. Estáis condenados a repetir una y otra vez los mismos trágicos errores. Estas ruinas son la prueba ".

Las caras milenarias de Angkor Thom. Angkor. Camboya. Foto del autor.





Rostro en Angkor Thom. Camboya. Foto del autor.

Angkor Thom fue levantado siguiendo los preceptos de la cosmogonía hindú, dedicado al dios Visnu, aunque más tarde se dedicaría al más tardío credo budista. Es impresionante lo que pueden llegar a construir los hombres y lo efímero de dichos monumentos por muy grandiosos que sean.

En el interior de Angkor Thom. Te puedes imaginar como era moverse por este palacio real
hace casi mil años. Camboya. Foto del autor.



El autor en Angkor Thom.
Camboya.


Interior de Angkor Thom. Camboya.
Foto del autor.


Jóvenes actores camboyanos evocando los "años de oro" del Imperio jemer en el templo
de Angkor Thom. Angkor. Camboya. Foto del autor.


Desde las habitaciones del interior del templo se contemplan los rostros de las torres en
Angkor Thom. Camboya. Foto del autor.



El entorno de Angkor Thom es espectacular. Camboya. Foto del autor.

Pequeño altar dedicado a Buda en el templo de Angkor Thom.
Camboya. Foto del autor.


Tras salir de Angkor Thom, camino por la Terraza de los Elefantes. Una terraza elevada de piedra de la que sobresalen, en una hilera continuada, los torsos de docenas de elefantes que, con sus trompas cayendo hasta el suelo crean un hueco entre este y la pared.


Terraza de los Elefantes, camino al Templo Phimeanakas. Templos de Angkor. Camboya.
Foto del autor.


- TEMPLO PHIMEANAKAS Y TA KEO.

Por aquí me dirijo al Templo Phimeanakas (Templo Celestial) construido desde el año 941 al 968 de nuestra era por el rey Rajendravarman, luego reconstruido por Suyavarman II en el S.X en forma de una pirámide de tres niveles, imitando un templo hindú.


Entre los árboles ya intuimos el impresionante templo Phimeanakas. Angkor. Camboya.
Foto del autor.



Camino al Templo Phimeanakas. Angkor. Camboya.  Foto del autor.


Este es el aspecto que tendría el templo Phimeanakas en el siglo X, cuando fue construido.
El dibujo fue hecho por los franceses que a finales del S. XIX descubrieron los restos de
los templos de Angkor. Foto de un panel informativo en el templo Phimeanakas.

 En la parte superior de la pirámide había una torre. La subida a la pirámide (mejor dicho lo que queda de ella) es muy empinada, con unos escalones casi en vertical, hay que subir a cuatro patas apoyándose en las manos. Por el resto del templo no hay ningún problema para moverse. Desde la cima la vista es espectacular.

Subir hasta lo alto del templo Phimeanakas no es apto
para todo el mundo. Angkor. Camboya. Foto del autor.




Subiendo por el lateral del templo Phimeanakas. El pasillo elevado central de piedra que da acceso
al templo tuvo que ser impresionante en la época de esplendor del Imperio Jemer. Angkor.
Camboya. Foto del autor.




La difícil subida al Templo Phimeanakas merece la pena. Angkor. Foto del autor.
Impresionante belleza la del lago alrededor del templo Phimeanakas. Angkor. Foto del autor.



Tras bajar del templo Phimeanakas me acerco al templo hinduista de Ta Keo, que significa Templo Montaña y posiblemente el primero en ser construido completamente en piedra arenisca por los jemeres. Fue construido alrededor del año 1000 por el rey Jayavarman V. Hasta el S.XIII funciono como templo de la principal deidad hindú, Shiva.


Templo Ta Keo. Necesita un arreglo pero tiene un encanto muy especial. Angkor. Foto del autor.


- TEMPLO DE TA PHROM.

Tras contemplar Ta Keo, me dirijo al templo de Ta Phrom, allí rodó Angelina Jolie las escenas de templos asiáticos que se ven en la película Tomb Raider. Lo mandó construir entre finales del S.XII y principios del XIII el rey Jayavarman VII como universidad y monasterio budista. Aquí llegaron a habitar 12.640 personas. El complejo, utilizado como monasterio real y universidad para los monjes budistas mahayanas, estaba mantenido por 80.000 súbditos, y según inscripciones de la época, entre sus posesiones se incluían 500 kilos de oro, 40.000 perlas y miles de piedras preciosas. Tras la muerte del rey le sucede Jayavarman VIII que adopta la religión hinduista. En épocas posteriores se añadirán nuevas salas que aumentan la complejidad del conjunto. Las últimas modificaciones son de finales del S. XIII.


Impresionantes ceibas conquistan Ta Phrom. Angkor. Camboya. Foto del autor.
La naturaleza conquista la piedra. Ta Phrom. Camboya. Foto del autor.

 Ta Phrom se conserva tal como lo encontraron los arqueólogos franceses a finales del S.XIX. La Escuela Francesa de Extremo Oriente decidió dejarlo como está, por el peligro que supondría la limpieza de las raíces de los árboles spungs y ceibas gigantes para los cimientos y piedras que sostienen los edificios. A raíz de esta falta de intervención humana, el templo ofrece una impactante combinación de ruinas humanas y naturaleza que lo han convertido en uno de los lugares más turísticos y fotografiados de todo el sudeste asiático y del mundo.

Este espectacular árbol spung parece querer abrazar el muro del templo Ta Phrom. Angkor.
Camboya. Foto del autor.




Los pasillos interiores abovedados se han derrumbado con el paso de los siglos. Ta Phrom. Angkor.
Camboya. Foto del autor.
El autor en Ta Phrom. Te deja sin palabras. Angkor. Camboya.
Las inmensas raíces abrazan las piedras de Ta Phrom. En este
caso un tetrameles nudiflora. Angkor. Camboya.
Foto del autor.

El autor entre las piedras derribadas por las raíces de los árboles que rodean el templo
de Ta Phrom. Estas piedras formaban parte del pasillo abovedado que recorría el interior
del templo y que, hace casi un milenio, cada mañana los jóvenes monjes budistas recorrían.
Angkor. Camboya.

Templo Ta Phrom colonizado por un ficus gibbosa.
Angkor. Camboya. Foto del autor.




Las raíces del impresionante
ficus gibbosa que poco a poco va
erosionando el templo de 
Ta Phrom. Angkor.
Foto del autor.




Parece increíble pero este spung lleva siglos "colonizando" el templo de
Ta Phrom. Angkor. Camboya. Foto del autor.

Los árboles llevan siglos conquistando las piedras del templo de Ta Phrom. Angkor.
Camboya. Foto del autor.


Además si se arrancaran estos centenarios árboles, se perdería el maravilloso encanto de "templo perdido" en mitad de la selva que se respira entre sus muros de piedra. Es una maravilla que nadie debería perderse. A partir de 2013 se construyeron pasarelas y barandillas para que la masiva afluencia de público no lo deteriore. Cuando estuve en Septiembre de 2012 se podía caminar libremente entre pasillos derruidos de piedra, raíces gigantes, y salas abovedadas. Se podía pasar por galerías con techos abovedados de piedra inclinados en tan precario equilibrio, que parecía increíble que no cayeran sobre nuestras cabezas.

Pasillos del interior del templo
de Ta Phrom. Angkor.
Camboya. Foto del autor.
Un inmenso spung que es "redirigido" para que no
amenace el templo de Ta Phrom. Angkor.
Camboya. Foto del autor.





Las raíces de los árboles se abren camino bajo Ta Phrom, inclinando sus edificios. Angkor.
Camboya. Foto del autor.
Las piedras de las puertas y torres de Ta Phrom hacen tan precarios equilibrios que parece
que nos van a caer encima en cualquier momento. Angkor. Camboya. Foto del autor.

Saliendo de Ta Phrom. Angkor. Camboya. Foto del autor.



 Es una maravilla poder entrar y salir por las docenas de pasadizos, terrazas caídas, pasillos y huecos que existen en este lugar mágico.

- TEMPLO BANTEAY KDEI.

El siguiente templo es el pequeño Banteay Kdei, también conocido como la Ciudadela de las Celdas de los Monjes. Es un templo budista construido entre finales del S.XII y principios del XIII durante el reinado de Jayavarman VII.

Llegando al templo de Banteay Kdei. Angkor. Camboya. Foto del autor.

Templo de Banteay Kdei. Angkor. Camboya. Foto del autor.




Templo de Banteay Kdei. Ciudadela de los monjes. Angkor. Camboya. Foto del autor.

 
El encanto del Templo Banteay Kdei. Angkor. Camboya. Foto del autor.


El templo Banteay Kdei se encuentra en muy mal estado. Angkor. Camboya.
Foto del autor.

Esta parte del templo Banteay Kdei parece que va a derrumbarse en cualquier momento.
Angkor. Camboya. Foto del autor.


El templo es pequeño en comparación con sus hermanos y está en mal estado de conservación por la mala calidad de la piedra arenisca que se utilizó en su construcción. De hecho alguna de sus torres esta acordonada con cable para que las piedras no se desgajen y caigan sobre el pasillo que atraviesa el templo y cruzan los turistas.
Alrededor del templo hay un lago precioso, de él emergen imponentes ceibas y muchas de las inmensas piedras que caen de lo alto del templo y sus desvencijadas murallas.

El autor frente al templo Banteay Kdei. El rostro
refleja el bochorno de la temperatura que hacia en el lugar.
Angkor. Camboya.


Templo Banteay Kdei. Angkor. Camboya. Foto del autor.


El autor frente a una de las impresionantes ceibas en el templo Banteay
Kdei.
Angkor. Camboya.


 
El autor ante el templo Banteay Kdei. Angkor. Camboya

Estos paisajes te dejan sin palabras. La baba ya se me ha acabado desde hace mucho rato. Eso si, la humedad y el calor es asfixiante, no me imagino visitar Angkor en julio o en agosto, menuda sauna...
Estatua de Buda en Angkor. Camboya. Foto del autor.

Tras Banteay Kdei regreso al hotel. Han sido 8 horas y media viendo templos con una humedad del 90% y una temperatura de 35º C, pero merece muchísimo la pena.
A las 17:30, ya duchado tras la sauna de Angkor, me acerco al mercado de Siem Reap y ceno por 7 dólares. A las 22:40 estoy de vuelta para mi última noche en Camboya.


Próximo post: 2.23 - DESTINO BANGKOK.


2 comentarios:

  1. Preciosos los restos de Angkor Wat y la antigua civilización Camboyana.
    Hace no mucho tiempo leimos un artículo muy interesante sobre la historia y declive de Angkor.

    Un saludo
    Vietnamitas en Madrid

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    1. Gracias por la indicación, lo leeré. Nos impresionaron mucho estos templos. Su conservación, su entorno, la posibilidad de caminar entre ellos, pasar por sus pasadizos, subir a sus torres...recomendable 100%. Espero que con este BLOG mucha gente se anime a visitarlos.

      Un saludo Vietnamitas!!!!

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