jueves, 15 de octubre de 2015

8.5 - San Gimignano (II), Volterra y Lucca, una ciudad del XIX inalterada en el tiempo.

Sábado, 8 de agosto de 2015.
San Gimignano. Toscana.

A las 08:30 arriba, bajo a desayunar al buffet del hotel Belsoggiorno, además de la calidad del desayuno, las vistas desde el salón acristalado del restaurante son incomparables.
Tras contemplar como el sol de la mañana empieza a acariciar los campos de vides de los alrededores de San Gimignano, me dirijo al Palazzo del Popolo (hoy sede del ayuntamiento).


Desayuno en San Gimigano  con las colinas y el sol de la Toscana como espectáculo.
Foto del autor.

San Gimignano se encuentra en lo alto de una colina y mira al sol del verano toscano.
Foto del autor.

Este palacio está flanqueado a su derecha por la torre más alta de la villa, la Grossa, que es donde pretendo subir para contemplar las vistas más impresionantes de este lugar de cuento. Esta torre fue finalizada en el año 1300 y mide 55 metros de altura.


Patio interior del Palazzo del Popolo construido en 1323.
San Gimignano. Foto del autor.

El Palacio del Popolo albergó en la antigüedad las magistraturas de la localidad. En uno de sus salones encontramos una lápida que recuerda que aquí se alojó el escritor y activista político de la época, Dante Alighieri. Estando en la Sala del Consejo de este palacio, podemos imaginarnos a Dante intentando convencer a los gobernantes de la ciudad para que se aliaran con la causa güelfa (bando del papado) en una mañana del año 1300.

 
Sala del Consejo en el Palazzo del Popolo, aquí fue donde Dante habló a los gobernantes
de San Gimignano. Toscana. Foto del autor.


En el Palacio del Popolo se ubica la entrada de la Torre Grossa, el Museo Cívico y la Pinacoteca. En el museo se expone la "Virgen Majestad", que Lippo Memmi pintó al fresco en 1317 inspirándose claramente en la que Simone Martini había pintado dos años antes en el Palazzo Pubblico de Siena. También en la pinacoteca se puede ver una notable colección de obras de las escuelas sienesa y florentina, que abarca desde el S. XIII hasta el XV. Entre ellas destacan los dos tondos (composición pictórica en forma de disco en vez del cuadrado o rectángulo tradicional) con el ángel y la Virgen de la Anunciación, realizados por Filippino Lippi.
Tras pagar la entrada (10 euros) subo los escalones hasta lo alto de la Torre Grossa. Las vistas sobre San Gimignano y sus alrededores son impactantes, contempladlo vosotros mismos...


Plaza de la Cisterna y su entorno desde la Torre Grossa. San Gimignano. Foto del autor.

Plaza de la Cisterna con su pozo. San Gimignano. Uno de los lugares con más encanto de la Toscana.
Foto del autor.


Torres Gemelas de San Gimignano y las colinas que rodean este pueblo espectacular.
Foto del autor.


Sureste de San Gimignano, a la derecha Vía San Giovanni. Foto del autor.
Plaza del Duomo de San Gimignano desde la Torre Grossa. Foto del autor.

Tras bajar de la torre más alta de San Gimignano y dejar la habitación del hotel, me dirijo al coche. Las 24 horas que ha permanecido en el parking Nº1 me salen por 16 euros, es el más barato de los de la zona pero también el más alejado, nada que no solucione el bus lanzadera que sale desde la Puerta de San Giovanni.
Me alejo de San Gimignano por la carretera que me lleva a Volterra, en la primera colina que subo me detengo para contemplar una de las estampas más bellas de la Toscana. Las majestuosas torres de la villa medieval recortándose contra el cielo azul, solo por esta imagen merece la pena el viaje.



 No te cansas de observar el magnífico espectáculo que nos ofrece San Gimignano.
Toscana. Foto del autor.




Majestuosa la imágen de las torres de San Gimignano recortándose contra el horizonte. Toscana.
Foto del autor.
San Gimignano (a la izq.) y su bella campiña cuajada de verdes colinas. Toscana. Foto del autor.


- VOLTERRA.

Con el nombre de Velathri fue, durante largo tiempo, una de las más potentes ciudades-estado de Etruria: la última que cayó bajo el poder de Roma, tras un asedio que duró dos años (81-80 a.C). La ciudad alcanzó un notable poderío entre los siglos XII y XIV, cuando a menudo luchó contra Pisa, Florencia, Siena y San Gimignano por motivos de territorialidad. En 1340 pasó a formar parte de la Señoría de Belforti y, en 1361, cayó bajo el poderío de los florentinos, pasando a formar parte del Gran Ducado Toscano.


La fortaleza que protege Volterra es impresionante. Toscana. Foto del autor.

Al aproximarse a la comarca de Volterra lo primero que llama la atención es que pasamos de las colinas y valles abruptos de Siena a las tierras más llanas y cultivables de esta parte de la comarca toscana. Aquí se unen los ríos Era y Cecina que rodean la montaña donde se asienta Volterra tras sus espectaculares murallas.
Tras aparcar el coche entro en la ciudad medieval, no es tan bonita como San Gimignano pero tiene mucho encanto.


Volterra, puerta de San Francesco. Toscana. Foto del autor.
Murallas de Volterra desde la Piazza XX Settembre. Toscana. Foto del autor.

Su catedral data del S. XII y contiene un valioso púlpito de Guglielmo Pisano. En la nave izquierda de la catedral se abre la Capilla de la Dolorosa, con la obra " La llegada de los Reyes Magos" de Benozzo Gozzoli.
Enfrente de la catedral se levanta el Baptisterio, de planta octogonal, un edificio románico del S. XIII.


Piazza dei Priori. Volterra. Toscana. Foto del autor.

También podemos contemplar la Pinacoteca y el Museo Cívico. En el Museo Guarnacci podemos contemplar una de las colecciones etruscas más importantes de Italia. Contiene urnas funerarias y piezas de gran valor arqueológico.
En los márgenes del casco antiguo se levanta la imponente Fortaleza, se divide en dos núcleos; la Rocca Antica (se remonta a 1343) y la Rocca Nuova, edificada por Lorenzo el Magnífico de Florencia entre 1472 y 1475.
En las inmediaciones de la fortaleza se encuentra el parque arqueológico Enrico Fiumi, que presenta interesantes restos de la acrópolis etrusca, con templos, calles y cisternas, que en parte tienen que ser aún excavados.
Y en la parte norte de la ciudad, se encuentran los restos de un grandioso teatro romano del S. I a.C. Están en un magnífico estado de conservación, la cávea, una buena parte de la escena y el bellísimo pórtico, cerca del cual estaban las termas, de las que quedan pocos vestigios.


Teatro romano de Volterra. Toscana. Foto del autor.



Teatro romano de Volterra. Toscana. Foto del autor.

Dejamos atrás Volterra y nos dirijimos hacía una de las ciudades menos conocidas de la Toscana pero donde la Historia en sus calles se ha anclado en el S. XVIII y XIX. Lucca.


- LUCCA. UN POCO DE HISTORIA.

Sus orígenes son muy antiguos, se remontan a la época prerromana ya que sus tierras fueron habitadas por ligures y luego por etruscos.
En tiempo de los romanos fue un importante municipio. El antiguo trazado de la civitas romana, el cardo y el decumano, las calles que, en forma de cruz, eran la base de toda planificación urbana romana, se contemplan perfectamente en la actualidad. Estas corresponden a las actuales Vía San Gerolamo, Vía Becchería, Vía Santa Lucía, Vía del Moro (el cardo) y Vía San Paolino y Vía Santa Croce al decumano. 


Vista de Lucca rodeada de sus murallas y sus baluartes desde el aire. Toscana.

Otros importantes testimonios de esa época son el anfiteatro y los restos del cinturón de murallas. La ciudad prosperó bajo la dominación lombarda (S. VI y VII) ya que estos reestructuraron la Vía Francigena, que favoreció el comercio. La Vía Francigena tenía 2000 kilómetros de longitud y partiendo de Canterbury (Inglaterra) llegaba a la tumba de San Pedro en el Vaticano (se denomina francigena por que popularmente la llamaban, el camino de los francos) atravesaba Suiza y entraba en Italia por el paso de San Bernardo.


El autor sobre las murallas de Lucca. Toscana.

A los lombardos les sucedieron los carolingios y los primeros emperadores germánicos que, creado el Marquesado de la Toscana, escogieron Lucca como sede principal del mismo. En 1119, la ciudad logró constituirse en comuna libre y la producción de seda la hizo famosa en el mundo entonces conocido. En 1314, la ciudad cayó en manos del tirano de Pisa, a quien le sucedió Castruccio Castracani, que confirió prestigio y poderío a la ciudad. Tras su muerte, Lucca atravesó siglos de dominaciones, principalmente bajo el poderío de Florencia. En el S. XIX, Lucca volvió a ser una ciudad próspera y poderosa gracias a la figura ilustrada de María Luisa, de los Borbones de Parma. En 1860, con un plebiscito, entró a formar parte del Reino de Italia.



- ENTRAMOS EN LUCCA.

A las  14:30 entro en las afueras de Lucca, en diez minutos llego a la altura de su espectacular muralla de 12 metros de altura. Fueron construidas  entre los S. XVI y XVII para mejorar el anterior cinturón defensivo.
Tras dejar el coche aparcado en un parking gratuito (plaza Don Franco Baroni) a 500 metros de la entrada de la ciudad, entro por la Puerta de Santa María. Una vez cruzadas las murallas sientes como el ambiente de la ciudad cambia, si no fuera por los coches y por las ropas de la gente, los edificios y la sensación sería la de entrar en el París decadente de Los Miserables. Eso sí, todo limpio y lleno de turistas. Dejo los trastos en la habitación del Bed and Breakfast Anfiteatro y salgo para conocer el símbolo de la ciudad; la Piazza Dell´Anfiteatro que la tengo a 50 metros del hotel.


Plaza del Anfiteatro de Lucca. Toscana.

Esta plaza es la más característica de la ciudad y la que tiene más encanto. Está coronada por un anillo  de antiguas casas y recibe el nombre porque surgió sobre un anfiteatro romano del S. II d.C., que determina la forma elíptica cerrada que la caracteriza. 
La plaza nació en la Edad Media, llamándose "parlascio" donde se celebraban reuniones públicas. En el S. XIX se utilizaba como mercado, hasta que a mediados del XX fue trasladado al Mercado Carmine. La plaza tiene mucho encanto, es única en su género y está llena de restaurantes.


El autor en la Piazza dell´Anfiteatro. Lucca. Toscana.

Desde la plaza por la Vía Fililungo me dirijo a la Plaza del Duomo. Consagrada a San Martín, se comenzó su construcción en el S. XII. De estilo románico en su origen, a causa de una total reestructuración llevada a cabo en los S. XIV y XV, hoy la vemos con rasgos góticos. La fachada sin embargo conserva sus formas románicas.


Catedral de Lucca. Toscana. Foto del autor.

El interior tiene tres naves con matronios, y en él se conservan muchas obras de arte de gran valor: entre ellas la estatua de "San Juan Bautista" de Jacopo della Quercia y una magnífica " Última Cena" de Tintoretto. En la Sacristía se encuentra la "Tumba de Ilaria del Carretto" una de las mayores creaciones de Jacopo della Quercia. En la nave izquierda el Templete de la Santa Faz (1484) de Civitali, que guarda el Crucifijo de madera de los siglos XI-XII, recordado por Dante en su Divina Comedia. En el Museo della Cattedrale, se expone el tesoro del mismo que acoge obras de orfebrería sagrada del S. XIV y XV.
A las 19:40 me tomó un café latté-ice en la plaza Antelmirelli frente a la catedral. Un lugar genial, te ponen en mitad de la terraza una mesa con tapas a elegir, una pasada, si vais a Lucca no dejéis de venir. El lugar es fácilmente identificable, al lado de la catedral y frente a una preciosa fuente. 


Plaza Napoleón. Lucca. Toscana. Foto del autor.
Ambiente muy animado en la Piazza de Napoleón. Lucca. Toscana. Foto del autor.

Desde la catedral hay unos doscientos metros hasta la plaza del Teatro del Giglio y la Plaza Napoleón, esta última plaza es ideal para sentarse y ver como fluye la vida en la ciudad. Además tenemos la oportunidad de montarnos en un coche de caballos que nos dará una vuelta por el centro histórico de Lucca.
De Piazza a Piazza, ahora me encuentro en la San Michelle con su impresionante iglesia de San Michele in Foro. Su construcción comenzó en 1143 y terminó en el S. XIV, es una de las arquitecturas románicas más puras del estilo pisano-luqués. La fachada esta dotada de decoraciones en mármol de bellísima factura. Entre ellas destaca la "Estatua de San Miguel Arcángel matando al dragón". En el interior hay obras de arte de Della Robbia, Filippino Lippi y Raffaello da Montelupo.


Iglesia de San Michelle in Foro. Lucca. Toscana. Foto del autor.


Plaza de San Michelle. Lucca. Toscana. Foto del autor.

Esta plaza es más hermosa y mucho más popular que la de la catedral. El lugar, como la plaza de Napoleón, está lleno de familias paseando, de jóvenes charlando en corrillos animadamente, de turistas sacando fotos...
Desde la Piazza de San Michelle, me dirijo al Baluarte de San Donato, desde allí subiré a la muralla para recorrerla dando un paseo.  


La gente aprovecha los baluartes exteriores de las murallas para jugar al fútbol. Lucca.
Toscana. Foto del autor.

Las murallas de Lucca son impresionantes, rodean por competo la ciudad y son tan anchas que los lucanos las utilizan para andar en bici, pasear, correr... recorrer sin prisas sus 5 kilómetros de extensión, ya sea andando o en bici es una gozada.
Tienen 12 metros de altura, con 12 cortinas y 11 baluartes, y fueron edificadas entre los S. XVI y XVII para ensanchar y renovar el anterior cinturón defensivo.


Palacio y Jardines Pfanner vistos desde la muralla de Lucca. Toscana. Foto del autor.
 
Basílica de San Frediano. Lucca. Toscana. Foto del autor.


Bajo de la muralla en la parte más próxima a mi hotel y paso por la plaza de San Frediano, aquí se alza la preciosa basílica de San Frediano (obispo de Lucca en el S. VI). La iglesia adquiere su actual aspecto del año 1112-1147. La fachada está decorada con un precioso mosaico dorado del S. XIII que representa la "Ascensión de Cristo el Salvador" con los apóstoles debajo. Berlinghiero Berlinghieri lo diseñó en estilo bizantino-medieval.
Tras está última sorpresa me dirijo a darme una ducha ¡¡¡el calor hoy ha sido de 39º!!!

Mañana me desplazo a la costa de Liguria a conocer los espectaculares pueblos encaramados en los acantilados de Cinque Terre.
¡¡¡¡Buonanotte Lucca!!!!

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