miércoles, 17 de junio de 2020

13.09- LA PALMA (I). DE COSTA A COSTA PASANDO POR EL SUR.

Maspalomas. Gran Canaria.


Febrero de 2020. Llanos de Aridane. La Palma.



Nos levantamos hoy con un sol precioso en la Isla Bonita, inevitablemente nos viene a la memoria la famosa canción de Madonna, pero no nos hagamos ilusiones, la melodía y la letra se inspiraba en Cayo Ambergris en la ciudad de San Pedro de Belice. Belice es un pequeño país costero en la frontera sureste de Méjico. 
Pero nos quedaremos con nuestra Isla Bonita de La Palma, si la cantante la visita alguna vez seguro que la inspiraría para muchas otras canciones.


Desayuno sano y energético antes de empezar nuestro día en La Palma.
Hotel Benahoarita. Los Llanos de Aridane. Foto del autor.


Vamos a realizar una ruta en coche visitando hoy la playa de Tazacorte, recorreremos la carretera LP-2 disfrutando de las vistas de la costa suroeste de la isla hasta llegar a Los Canarios. En Los Canarios nos tomaremos un auténtico Barraquito palmero y continuaremos hasta el centro de visitantes del volcán San Antonio, comeremos en plenas salinas de Fuencaliente, en el restaurante temático El Jardín de la Sal, muy recomendable, os aconsejamos reservar. Tras conocer la punta sur de la isla subimos por la costa este hacia la playa de Los Cancajos, desde allí nos acercaremos a Santa Cruz de La Palma, solo para recorrerla en coche y regresaremos por el túnel de El Paso de vuelta a Los Llanos.



- LA PLAYA Y EL PUERTO DE TAZACORTE.

Hablar de Tazacorte es hablar de Alonso Fernández de Lugo, el conquistador que inició la conquista de la isla por la desembocadura del barranco de Las Angustias, donde hoy se encuentra la playa de Tazacorte, el 29 de septiembre de 1492.


Paseo marítimo en la playa de Tazacorte. La Palma. Foto del autor.


Paseo marítimo de la playa de Tazacorte. La Palma. Foto del autor.


Playa de Tazacorte. Aquí desembarcaron los primeros castellanos. La Palma.
Foto del autor.
Barranco de Tazacorte, al fondo la caldera de Taburiente, el corazón de La Palma.
Foto del autor.


El desembarco se efectuó sin resistencia lo que permitió un asentamiento pacífico en el llano de Tazacorte, en él se levantó el primer campamento y se erigió la ermita de San Miguel, quién desde entonces se convirtió en el patrón de Tazacorte y de toda la isla.
En 1513 la hacienda de Tazacorte fue adquirida por el comerciante flamenco Jacome Groenenberg, que en adelante se llamaría Jácome Monteverde. La propiedad se dedicaría al cultivo de la caña de azúcar.
En 1830 se cerró el último ingenio azucarero en la zona. Desde 1890 al cultivo del tabaco, azúcar y los cargamentos de cochinilla que aún se exportaban a los mercados internacionales, se les añadió la creciente producción de tomates y luego de plátanos. Durante el primer tercio del S. XX, el 70% de la población de Tazacorte se dedicaba a la producción de plátanos.


Playa de Tazacorte, vista hacia el sur de la isla. La Palma. Foto del autor.
La arena volcánica de la playa de Tazacorte. La Palma. Foto del autor.



El pequeño puerto de Tazacorte junto a su playa es un lugar idóneo para caminar observando esa negra arena volcánica que da un tono tan especial a su paseo marítimo. No hay que perderse las terrazas de sus restaurantes, en ellos podremos degustar la magnífica gastronomía de la zona. No duden en pedir alguno de los pescados capturados en sus aguas acompañado de unas papas con mojo verde y una copa de vino.
Aunque existen playas más vírgenes y exuberantes que la de Tazacorte, esta ofrece la comodidad de su disfrute sin largas caminatas ni accesos complicados.
Un dato importante: Tazacorte presume de ser el municipio que tiene más horas de sol al año de toda la isla. Es el rincón palmero con mejor clima.


Tazacorte, plataneras y el mar. Costa oeste de La Palma. Foto del autor.



Vista de plantaciones de plataneras desde la avenida de la Constitución de Tazacorte. La Palma.
Foto del autor.

Tras dar una vuelta por el centro de Tazacorte nos ponemos en ruta por la LP-2 hacia el sur de la isla, queremos contemplar la costa oeste de La Palma y visitar el volcán de San Antonio y las salinas de Fuencaliente. Allá vamos.




- NOS PONEMOS EN RUTA A FUENCALIENTE. EL SUR DE LA PALMA.

Recorremos la costa oeste de La Palma atravesando barrios y pequeños municipios: Todoque, Las Manchas, Jedey...dejamos atrás la ermita de Santa Cecilia y la carretera (en obras) nos ofrece unas fantásticas vistas del océano Atlántico y de la línea de costa que se encuentra a unos 700 metros colina abajo de nuestra posición.

Por las obras de acondicionamiento de la carretera, se nos pasa el Mirador de El Charco, muy recomendable por sus vistas sobre el paisaje circundante y el Puerto de Naos.

Seguimos avanzando por la LP-2 y esta vez si, nos podemos detener en el Mirador de Las Indias, ya muy cerquita de nuestro destino. Aquí contemplaremos un magnífico paisaje de viña y platanera sobre la Reserva Marina de La Palma. A nuestros pies contemplamos el acantilado entre el barrio de Las indias y la plataforma costera con cultivos de platanera en el extremo sur del Paisaje Protegido de Tamanca. Este espacio natural ocupa unas 2.000 hectáreas con un paisaje eminentemente geológico.


Mirador de Las Indias. Costa oeste de La Palma. Foto del autor.


Mirador de Las Indias en la LP-2. Costa oeste de La Palma. Foto del autor.

Un poco por debajo del lugar donde nos encontramos pasa un antiguo Camino Real que comunicaba la costa de Fuencaliente con el municipio de Los Llanos de Aridane.
El barrio de Las Indias tiene una curiosa historia, durante 200 años su Fuente Santa se utilizaba con fines medicinales, en este lugar se alojaban los cientos de pacientes que llegaban de España y también de Europa y América. Muchos de los que venían a tomar las aguas procedían del otro lado del Océano por lo que se llamó a este barrio, Las Indias.


Tienda de productos típicos de la tierra en el bar Parada en Los Canarios. Sur de La Palma.
Foto del autor.
Fotografías antiguas en el bar Parada, la vida en Fuencaliente a mediados del S. XX.
La Palma. Foto del autor.


Llegamos a Los Canarios, en esta pequeña pedanía de Fuencaliente nos detuvimos en el bar Parada para degustar uno de los iconos gastronómicos de La Palma, el Barraquito. Cogemos un vaso de cristal, echamos leche condensada, licor (Licor-43), café y leche y para terminar se le añade canela y limón. El café especial se acompaña con unas galletas elaboradas en el obrador del propio bar; llevan almendras, huevos, azúcar y ralladura de limón.
El nombre viene de barraco, apodo que tenía el señor Sebastián Rubio, que empezó a tomar este tipo de cortado en el Bar Imperial y en el Kiosko Imperial en Santa Cruz de Tenerife a mitad del S. XX.


Café Barraquito antes de ser degustado por el autor en el bar Parada de Los Canarios.
El café va acompañado de unas deliciosas galletas de almendra hechas en el obrador
del propio bar Parada. La Palma. 
Volcanes de La Palma junto al año de la última erupción de cada
uno de ellos. Bar Parada. Los Canarios. Foto del autor.

Tras salir del bar, nos ponemos en marcha para conocer el volcán de San Antonio y las salinas de Fuencaliente.



- VOLCÁN DE SAN ANTONIO Y SALINAS DE FUENCALIENTE.

Llegamos al centro de visitantes del volcán San Antonio.


Centro de visitantes del volcán San Antonio. Fuencaliente. La Palma.
Foto del autor.
Compramos las entradas para visitar el volcán y entramos al Centro de Interpretación del Volcán de San Antonio. Desde él comienza el sendero que nos permite observar el cono volcánico de esta montaña situado a 654 metros de altitud. Se recorre en 20 minutos la ida y vuelta.


Vista hacia el norte de la isla desde el sendero que recorre el cráter del volcán San Antonio.
Fuencaliente. La Palma. Foto del autor.

Una vez llegado al final del sendero nos encontramos con una vista única. Como bien explica el panel informativo: el paisaje que tenemos ante nuestros ojos, no lo contemplaron jamás los antiguos aborígenes, ni nuestros bisabuelos. Este lugar junto al mar es el territorio más joven de España, el resultado de la última erupción volcánica en España, la del Teneguía.
El 26 de octubre de 1971 la erupción produjo un nuevo volcán que alcanzó un altura de 439 metros sobre el nivel del mar.
En el litoral vemos el contraste de las salinas de Fuencaliente y el antiguo faro, ambos sobrevivieron a la erupción de 1971, sus coladas lávicas llegaron al mar rodeando su punta sin afectarla. Precisamente, la plataforma litoral, que vemos a nuestra derecha cultivada con plataneras, es terreno que las erupciones ganaron al mar y hoy se han convertido en productivas explotaciones agrícolas.


Vista del volcán Teneguía desde el cráter del San Antonio. Se aprecian los Llanos Negros, donde
se cría la uva malvasía. A la izquierda se ven las salinas de Fuencaliente y el faro.
La Palma. Foto del autor.



Vista desde el volcán de San Antonio del Teneguía (la pequeña montaña que se ve junto al mar),
las salinas quedan a su izquierda y nuevos campos cultivados a la derecha. Toda esta explanada a
nuestros pies es el territorio español más moderno. Fuencaliente. La Palma.
Foto del autor.
Caldera del volcán de San Antonio. Fuencaliente. La Palma. Foto del autor.
Vista hacía el norte desde el sendero que recorre el cráter del volcán San Antonio. La Palma.
Foto del autor.
Llanos negros, vista desde el camino Las Machuqueras. Al fondo se ve el faro de Fuencaliente y
las salinas homónimas. La Palma. Foto del autor.
En los Llanos Negros. Fuencaliente. Isla de La Palma. Foto del autor.

Ante nosotros tenemos los Llanos Negros, terrenos negros de cenizas volcánicas, conocidos localmente como "picón". Esta tierra es el mejor sustrato para el cultivo de una variedad de uva única y la que más fama ha dado a la isla de La Palma; la malvasía. Se encuentran plantadas entre los 300 y 500 metros de altitud, en las laderas que se extienden ante nuestra vista. Los viñedos se plantan en pequeñas explotaciones protegidas por muretes de roca volcánica que protegen las plantas.


Llanos Negros junto al faro de Fuencaliente. La Palma. Foto del autor.


Nos ponemos en camino hacía el faro y las salinas de Fuencaliente. Bajamos en coche por el Camino las Machuqueras. Si lo preferís y tenéis tiempo también podéis bajar andando desde el el volcán hasta el faro de Fuencaliente, es una ruta de 5,9 kilómetros, por lo que, dependiendo del tiempo que gastéis en parar para sacar fotos tardaréis entre 1,5 y 2,5 horas. Este camino forma parte de la Ruta de los Volcanes, tiene 22 kilómetros de longitud y recorre los volcanes de la vertiente sur de la isla. Se puede caminar por los cráteres del Hoyo Negro, La Deseada o Martín entre otros. El inicio del camino se encuentra en el Refugio de El Pilar.


Los faros de Fuencaliente. Sur de La Palma. Foto del autor.


Realmente veremos dos faros, uno data de principios del S. XX y sufrió graves daños en la erupción de 1971 del Teneguía por lo que se construyó otro al lado más moderno. En 2006 se restauró el "viejo faro" para acoger el Centro de Interpretación de la Reserva Marina de la isla de La Palma.

Junto al faro nos encontramos con uno de los paisajes más hermosos de la isla. El contraste es total: el cegador blanco de la sal dispuesta en los balaches, las rosáceas charcas y los tajos, estas pinceladas de color se plasman contra el fondo negro de la roca volcánica, caprichos de la naturaleza.
En este singular paraje coinciden arcaicos sistemas de recolección con avanzadas técnicas intensivas. Está declarado como Sitio de Interés Científico por ser un lugar de nidificación de aves migratorias, es un enclave de gran valor paisajístico, gastronómico (como ahora comprobaremos) y natural. Desde este lugar parte la emblemática carrera de montaña Transvulcania, que recorre la isla de sur a norte. La prueba tiene varias distancias pero la reina es la Ultramaratón de 74,33 kilómetros, que, partiendo de este faro de Fuencaliente sube hasta la cumbre del Roque de los Muchachos (2.421 metros de altura), baja a cota 0 en Tazacorte y tiene su meta final en Los Llanos de Aridane. Todo un espectáculo.


Las salinas, se aprecian los balaches en forma de cuadro donde se evapora el agua y quedará
la sal. Fuencaliente. La Palma. Foto del autor.



Salinas de Fuencaliente con el faro al fondo. La Palma. Foto del autor.


El autor en las salinas de Fuencaliente. La Palma. Foto de Araceli Hidalgo.
La sal de Fuencaliente, tan blanca somo la nieve. La Palma.
Foto del autor.


Ante nosotros tenemos un cocedero, aquí se realizan los primeros pasos para la obtención de la sal. El sol y el aire seco calientan el agua del mar concentrando la sal en valores superiores a 250 gr/l. En este ambiente hipersalino aparecen en el cocedero las curiosas formaciones rocosas de sal común y yeso. El resultado es lo que se llama "roca viva" porque en su interior esconde vida, organismos muy primitivos llamados cianobacterias y arqueobacterias. Estos fascinantes organismos se cuentan entre las primeras formas de vida de la Tierra.
Las salinas de Fuencaliente son una clara muestra de la capacidad de la vida para adaptarse a las condiciones más extremas y un recuerdo en directo de como se inicio la vida en nuestro planeta.
Ya es la hora de comer, ver tantas cosas nos ha abierto el apetito así que nada mejor que probar la excelente gastronomía de la zona en el restaurante El Jardín de la Sal.


Faro de Fuencaliente desde la zona de la salinas, el edificio de piedra volcánica que se ve es el
restaurante El Jardín de la Sal, perfecto ejemplo de como un edificio moderno se adapta al
espacio natural que le rodea. La Palma. Foto del autor.


Los platos son deliciosos y de una gran calidad. Están elaborados con productos de la tierra y presentados de una manera que se te hace la boca agua. De entrante pedimos un queso ahumado palmero con mojo verde, de primero un cherne (mero de roca) con verdura asada y tomate con casé y  una chuleta de cerdo con batata amarilla. Para el postre elegimos una torrija con helado elaborado con leche de cabra y un brownie cubierto de helado artesano con almendra garrapiñada. Sin duda, la mejor opción para comer en la zona.



Queso ahumado palmero
con mojo verde. El Jardín
de la Sal. Foto del autor.
Cherne con verdura asada y
tomate con casé. El Jardín
de la Sal. Foto del autor.
Torrija con helado de leche
de cabra. El Jardín de la
Sal. Foto del autor.
Costa sureste de la Palma vista desde la LP-207. Las Caletas. Foto del autor.


Después de comer nos volvemos a poner en marcha, esta vez subiremos por la costa este de La Palma. Subimos por la LP-207 hasta Los Canarios y allí retomamos la LP-2 en dirección a la playa de Los Cancajos.



- COSTA ESTE DE LA PALMA.

Desde la carretera disfrutamos de unas vistas preciosas de esta zona de la costa palmera. La pequeña franja costera se extiende por debajo de nosotros, a nuestra derecha; mientras que, a nuestra izquierda, nos contempla el Parque Natural de la Cumbre Vieja. 
Pasamos por Monte de Luna, Tiguerorte y llegamos al Parque Arqueológico de Belmaco.


Parque Arqueológico de Belmaco. Costa suroeste de La Palma. Foto del autor.



La cueva abarca 40 metros de anchura y en la parte derecha llega a los 19,50 de profundidad.
Fue en el lejano S. XVIII (1762) cuando se encontraron en Belmaco los primeros petroglifos en las Islas Canarias. Este primer yacimiento arqueológico de todas las Islas Canarias, tuvo su descubridor en Domingo van de Walle, gobernador militar de La Palma. Sus 10 cuevas naturales y una estación de grabados rupestres se han convertido en uno de los puntos de referencia de la cultura arqueológica declarado Monumento Histórico Artístico.



Vista desde la LP-2 en la zona de Lodero hacia el norte de la isla. Costa este de La Palma.
Foto del autor.
Vista del aeropuerto de La Palma desde la LP-2. Costa este. Foto del autor.
Vista de la capital, Santa Cruz de La Palma desde Los Cancajos. La Palma. Foto del autor.
Playa de Los Cancajos, al fondo Santa Cruz de La Palma. Costa este. Foto del autor.


Pasamos cerca del aeropuerto de la isla, desde aquí se aprecia perfectamente su pista de aterrizaje y el edificio de la terminal, tan próximo al mar que parece más un puerto que un aeródromo.
Antes de llegar a la capital de la isla paramos en la playa de Los Cancajos. La playa es una bahía protegida por un rompeolas de roca volcánica que ofrece aguas tranquilas durante todo el año y una enorme riqueza en vida submarina, por eso es ideal para hacer un bautismo de buceo.
Playa de Los Cancajos. Costa este de La Palma. Foto del autor.
Playa de Los Cancajos. Costa este de La Palma. Foto del autor.


Poza de agua salada en la playa de Los Cancajos. Este de La Palma. Foto del autor.


Además de su tranquila playa de arena negra, Los Cancajos tiene un paseo marítimo donde poder disfrutar de las vistas mientras nos tomamos algo fresco en sus terrazas.
Ya va cayendo la tarde y solo nos da tiempo a dar una vuelta en coche por el paseo marítimo de Santa Cruz. Regresamos por la revirada carretera de montaña que lleva al otro lado de la isla, la LP-3.
Cuando llegamos al Mirador de la Cumbre nos tomamos unos minutos para disfrutar del espectaculo que la naturaleza de La Palma nos ofrece. La costa este de la isla ante nuestros ojos con su capital a nuestros pies.


Mirador de la Cumbre en la carretera LP-3, al fondo Santa Cruz de La Palma.
Foto del autor.

Vista desde el Mirador de La Cumbre hacia el norte de la isla. La Palma. Foto del autor.
Mirador de La Cumbre, Santa Cruz de La Palma a nuestros pies. Foto del autor.


La última hora de luz la pasamos paseando por el centro de los Llanos de Aridane, disfrutamos de la plaza de la Constitución, un lugar ideal para tomar algo en sus terrazas mientras vemos pasar el tiempo en esta tranquila localidad palmera.


Árboles centenarios en la plaza de la Constitución de los Llanos de Aridane. La Palma.
Foto del autor.
Avenida Tanausú en la plaza de La Constitución de Los Llanos. La Palma. Foto del autor.


En el próximo articulo sacamos la ropa deportiva y nos ponemos en camino por una de las rutas de La Caldera de Taburiente más conocidas, la que nos llevará hasta la Fuente de Colores.





- Próximo post: 13.10- La Palma (II). Ruta por la Caldera de Taburiente.














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