Maspalomas. Gran Canaria.
Septiembre de 2019. Isla de Skye. Escocia.
Hoy despertamos frente a la bahía de Bradford en la isla de Skye. Disfrutamos de los rayos de sol entrando por la ventana de la habitación.
Amanece otro día soleado en las húmedas Hébridas Interiores.
Nos vamos de castillos, visitaremos el de Dunvegan. Se encuentra en la costa oeste de la isla de Skye, en la península de Minginish. La fortaleza pertenece al clan MacLeod desde el S. XIII, aunque gran parte de su estructura data del S. XIX.
El castillo de Dunvegan y la antigüedad de los elementos que lo componen. Isla de Skye. Escocia. Foto del autor. |
Castillo de Dunvegan. Isla de Skye. Escocia. Foto del autor. |
Es el castillo escocés que más tiempo ha estado habitado pues pertenece al clan desde hace más de 700 años. En la actualidad el jefe del clan es Hugh MacLeod, el trigésimo desde la fundación familiar y continúan residiendo (por temporadas) en la que ha sido casa de sus ancestros durante siglos.
Se abrió al público por primera vez en 1933 y es uno de los lugares más visitados de Escocia. En todos estos siglos algunos de sus visitantes más ilustres han sido: Sir Walter Scott, el doctor Johnson, Isabel II y el emperador de Japón Akihito.
El castillo está situado en un magnífico emplazamiento junto al lago homónimo y tiene unos jardines que merecen la pena ser recorridos.
Junto al castillo hay un pequeño embarcadero desde donde salen barcas para la observación de focas que habitan en la costa cercana.
Pequeño muelle del castillo de Dunvegan del que salen las barcas para observar las focas y recorrer la costa cercana. Isla de Skye. Escocia. Foto del autor. |
Desde el pueblo de Dunvegan podemos contratar excursiones a la península de Durnish, al oeste, o Waternish, al norte, donde podremos disfrutar de unos paisajes magníficos.
En la punta más occidental de la isla, Neist Point, se alza el faro del mismo nombre que, no nos dió tiempo a visitar, pero que desde aquí recomendamos por su impresionante entorno. Este edificio se alza sobre acantilados espectaculares, desde aquí se ven las Western Isles y la bonita aldea de Stein que se halla frente a la bahía de Loch y las Hébridas Exteriores.
- VISITANDO EL CASTILLO DE DUNVEGAN.
Lo primero que vemos al entrar por la puerta principal del castillo es una escalera doble que nos lleva a las estancias principales. En una sala de los sótanos de la torre principal podremos contemplar un vídeo de 12 minutos donde nos cuentan la historia del castillo y del clan MacLeod.
En sus diferentes salas expositivas se exhiben objetos que datan del S. XV hasta la actualidad, piezas traídas por Charles Edward Stuart de sus cacerías tropicales, además de toda clase de armas y curiosidades.
Nuestra visita comienza en el salón principal.
En el salón principal podremos contemplar la Bandera de las Hadas, el estandarte sagrado del clan MacLeod del cuál, dice la leyenda que se desplegará de nuevo para traer la victoria en la hora más oscura del clan MacLeod. Diferentes tradiciones orales hablan de que el líder vikingo Harald Hardrada (antepasado de los Macleod) tras saquear las rutas del Medio Oriente la trajo antes de su muerte en 1066. Otros dicen que un antiguo jefe del clan se casó con un hada y está le regalo este estandarte asegurando que solo podría ayudarles a ganar tres batallas cuando la desplegaran, después su poder mágico desaparecería. Las crónicas históricas del clan hablan de dos batallas históricamente registradas, que fueron ganadas al desplegarse dicho estandarte. En la actualidad la creencia en los supuestos poderes mágicos continúan; en 1939 un incendio amenazaba con destruir el castillo y al sacar la bandera parece ser que las llamas disminuyeron. Durante la IIª G.M. los pilotos de la RAF del clan MacLeod llevaban una foto de la bandera como talismán. La exposición del castillo no cuenta si hubo bajas entre esos pilotos, que la realidad no nos estropee una buena historia.
La opinión de este viejo soldado es que, la mezcla de esperanza y creencia en aquello que consideramos sagrado, puede hacer que el más cansado y humilde de los hombres combata como un león. De todas formas, ¿a quién le amarga una leyenda cuando visita un castillo?
Lo que queda de la bandera de las hadas del clan MacLeod. Según se cree está hecha en seda, proveniente de Siria o Rodas podría datar del S. IV d.C. Castillo Dunvegan. Isla de Skye. Foto del autor. |
También se exhibe el cuerno para beber del clan, que cada jefe debe de apurar de un trago si quiere optar al título. En él caben 1,5 litros de líquido.
En el salón-comedor podremos contemplar, entre otros cuadros al óleo que representan a miembros de la familia MacLeod, uno especialmente importante: un revolucionario retrato de Norman MacLeod (XXII Jefe) que anuncia una nueva tendencia en los retratos oficiales realizados en el Reino Unido. Se ve a Norman utilizando un tartán escocés desafiando la Ley del Parlamento, proclamada tras la batalla de Culloden (1746), que prohibía su uso. Se le conocía como "el Malvado", por el presunto asesinato de su primera esposa, Janet MacDonald, cuyo retrato se encuentra a su izquierda. Dame Flora MacLeod (XXVIII Jefe), con su retrato sobre la chimenea, lo rebautizó como "el Rojo".
Norman MacLeod "el Malvado o el Rojo" con su traje escocés desafiando la ley que prohibía su uso. Castillo de Dunvegan. Isla de Skye. Escocia. Foto del autor. |
Los dos retratos sobre el mueble aparador de roble que data de 1613, son del general Norman MacLeod y su segunda esposa Sarah Stockhouse, el autor Sir Henry Raeburn los pintó a principios del S. XVIII.
La mesa del comedor, de estilo victoriano, es de circa de 1860. Está decorada con un espectacular juego de té de plata.
Salón-comedor (1790-1840). Castillo de Dunvegan. Isla de Skye. Escocia. Foto del autor. |
Visitamos ahora otra de las estancias del castillo, el Salón (1790). Originariamente era el gran vestíbulo de la Torre de Guardia construida en 1360 por los canteros del rey David II, era el último bastión de defensa del castillo. Funcionaba como residencia del Jefe, su familia y los soldados; y era el epicentro de la vida social, cultural y política del clan. Hay dos magníficos retratos del general Norman MacLeod y su esposa Sarah realizados en Calcuta alrededor de 1787 por Johan Zoffany.
Otra de las salas que visitamos es la Sala Norte (1840), algunas de las piezas más importantes de la colección Dunvegan se encuentran en esta sala. Entre ellas una de las más destacadas es la Copa de Dunvegan, una excepcional vasija de la Edad Media, regalo de los O´Neills del Ulster (Irlanda del Norte) a Sir Rory Mor, como agradecimiento por haber apoyado su causa contra la reina Isabel I de Inglaterra en 1596.
Copa Dunvegan y llave de entrada de uno de los portones del antiguo castillo de Dunvegan, expuestos en la Sala Norte del castillo Dunvegan. Isla de Skye. Escocia. Foto del autor. |
En relación a la rebelión de 1745 del Príncipe Carlos Eduardo Estuardo, el castillo también muestra objetos pertenecientes al pretendiente jacobita al trono inglés. Nos encontraremos con los anteojos usados por Donald MacLeod de Gastrigill, un alfiletero de Flora MacDonald con los nombres bordados de alguno de los que murieron en la rebelión de 1745; incluso hay un mechón de cabello que, según se dice, fue cortado de la cabeza del príncipe por Flora como recuerdo y hoy se exhibe en el interior de un medallón.
El colmillo de elefante y el retrato del león. Sala Norte del castillo de Dunvegan. Isla de Skye. Escocia. Foto del autor. |
El colmillo de elefante que se exhibe, es el más grande entre las colecciones privadas, un regalo de Arthur Henry Neumann (1859-1907), famoso cazador de época victoriana, a Norman Magnus (XXVI Jefe del Clan). Magnus fue representante político de la tribu Zulú en Sudáfrica en la década de 1870. Más tarde fue invitado al castillo Dunvegan para que escribiera su libro "La caza de elefantes en el este de África ecuatorial". El exquisito retrato del león que se encuentra en la misma pared fue pintado en 1892 por Vastagh Gaza. Impresiona por su realismo.
Uniformes y soldados reales del 74º de Highlanders en 1870. Castillo de Dunvegan. Isla de Skye. Escocia. Foto del autor. |
También contemplaremos pinturas al óleo y antigüedades, en su biblioteca duermen muchos libros antiguos y únicos, como el libro Heráldico de Dunvegan (1582). En la biblioteca también podremos ver un retrato y una carta manuscrita del mismísimo Sir Walter Scott (Edimburgo 1771-1832 Melrose, Escocia), autor de libros inmortales como: Ivanhoe, Rob Roy o Quintín Durward. Tras visitar el castillo Dunvegan escribió a la esposa del XXIV Jefe del clan MacLeod agradeciéndola su hospitalidad. Asimismo le enviaba un ejemplar de la primera edición del libro "El señor de las islas" basada en sus viajes por la isla de Skye. Dicha carta está fechada el 3 de marzo de 1815 y en ella dice al matrimonio MacLeod que tiene un amigo para toda la vida.
La Gran Espada de Dunvegan. Isla de Skye. Escocia. Foto del autor. |
Cuarto de una trabajadora del servicio. Castillo de Dunvegan. Isla de Skye. Escocia. Foto del autor. |
En la base de la gran torre, los restos del castillo medieval datan de principios del S. XVI. En él encontraremos desde las habitaciones del servicio, a la pequeña sala de cine donde nos mostraran la historia del castillo y del clan, o las celdas y objetos más antiguos del edificio, como la gran espada de Dunvegan. Esta fue hecha por los MacLeod de Suardal, que eran los herreros del clan. Una claymore como esta solo estaba al alcance de gente poderosa como nobles o jefes de clan. Su peso y su hoja de 90 centímetros blandida a dos manos la hacen letal. Una imagen de ella en la lápida de Alasdair Crotach 8º Jefe del Clan nos dice que no puede ser datada más allá de 1528. Lo que aún hace más fascinante a esta espada es que está hecha con hierro escocés en lugar de acero alemán que es el que se usaba habitualmente.
Como recuerdo de la visita podemos llevarnos artesanía, joyas, libros y demás souvenirs en las varias tiendas de las que dispone el castillo. Fuera del edificio no podemos dejar de recorrer los extensos jardines o dar un paseo en bote por el lago Dunvegan para ver una colonia de focas que vive cerca.
Vista desde las murallas del castillo Dunvegan. Isla de Skye. Escocia. Foto del autor. |
Vistas del lago Dunvegan desde las murallas del castillo. Unas vistas maravillosas al sol de Escocia. Isla de Skye. Foto del autor. |
Tras visitar las estancias del castillo y disfrutar de las vistas desde sus murallas del lago Dunvegan. Vamos a recorrer sus jardines y el pequeño sendero que recorre las orillas del lago más próximas a sus murallas.
Jardines del castillo Dunvegan. Isla de Skye. Escocia. Foto del autor. |
Hojas de Gunnera Manicata en los jardines del castillo Dunvegan. Isla de Skye. Escocia. Foto del autor. |
Lago Dunvegan con el perfil del castillo homónimo, vigilante pétreo de estas aguas tan azules como límpidas. Una maravilla. Isla de Skye. Foto del autor. |
En el lago Dunvegan con el castillo de fondo. Isla de Skye. Escocia. Foto del autor. |
Nos despedimos de la isla de Skye. Desde el castillo Dunvegan nos ponemos en marcha hacía el puente que nos lleva de nuevo a Gran Bretaña. Vamos a por nuestra siguiente etapa en esta Escapada 2019, Inverness.
- CAMINO A INVERNESS Y SU FAMOSO LAGO. EL NESS.
Volvemos a ponernos en ruta por la A-87 pasando de nuevo por el castillo de Eilean Donan, allí nos paramos a tomar un café porque este lugar es encantador, atrae por su entorno histórico además de por su belleza natural. Vamos a las Highlands centrales.
Por el camino no podemos dejar de parar para plasmar en fotografía el maravilloso paisaje que recorremos junto al río Moriston de camino a su desembocadura en el impresionante lago Ness.
Por el valle del río Moriston, los rayos de sol invitan al buen humor. Escocia. Foto del autor. |
Valle del río Moriston. Escocia. Foto del autor. |
En el valle del río Moriston. Escocia. Foto de Araceli Hidalgo. |
En Invermoriston dejamos la A-887 y a los pocos metros de tomar la A-82 ya contemplamos los rayos de sol reflejados en el inmenso lago Ness.
Antes de hablar del lago Ness debemos hablar del Great Glen; la impresionante línea geológica de falla que se extiende a lo largo de unos 100 kilómetros desde el Mar del Norte hasta el Océano Atlántico por medio de una serie de escarpadas montañas y hermosos lagos. Y a la magnífica obra de ingeniería que une el Great Glen se le llama; Caledonian Canal, desde el Mar del Norte hasta el Atlántico, se extiende por cuatro lagos; el Ness, el Oich, el Lochy y el Linnhe. En una semana se puede recorrer en un barco de vela o, si preferimos, en bicicleta a lo largo de sus 117 kilómetros que recorren sus orillas, el llamado Great Glen Way.
El lago Ness desde la A-82 camino de Inverness. Escocia. Foto del autor. |
El canal de Caledonia se remonta a principios del S. XIX, se quería poner fin al aislamiento de las Highlands construyendo una vía navegable que fuera de costa a costa, evitando también la navegación por la peligrosa costa septentrional (que se lo digan a los galeones de la Gran Armada).
Esta maravilla de la ingeniería tiene un total de 29 esclusas que enlazan los 4 lagos y que permiten a las embarcaciones ascender desde el nivel del mar a una altura de 30 metros, antes de descender de nuevo.
El lago Ness es la parte más espectacular de este canal, pero del lago Ness hablaré más ampliamente en el próximo artículo.
- LLEGAMOS A INVERNESS.
La ciudad se encuentra en la punta septentrional del Great Glen, donde las aguas del Loch Ness fluyen hacía Beauly Firth. Enclavada entre las Highlands y las tierras bajas. Inverness ha sido testigo de multitud de episodios violentos a lo largo de los siglos, desde las guerras medievales entre clanes hasta la masacre de Culloden en 1746 de la que hablaremos en el próximo artículo.
Hoy es el principal centro urbano de las Highlands, una ciudad moderna con una población de más de 70.000 habitantes.
Inverness ha aumentado su población en los últimos tiempos, por lo que en el año 2000 fue proclamada ciudad. Parte de su prosperidad se debe a su condición de "puerta de entrada a las Highlands" por lo que, cada vez recibe más visitantes que la incluyen como destino en sus viajes por Escocia. Su principal atracción es el castillo de Inverness (lo menos parecido a un castillo escocés que encontraréis en las Highlands) que visitaremos en el próximo artículo.
Tras dejar las cosas en nuestro alojamiento (Croft Craigton en North Kessock, al otro lado del Moray Firth), vamos a visitar la ciudad.
Es complicado aparcar en el centro de Inverness así que vamos a aconsejaros un lugar para aparcar y luego acercarnos al casco histórico de la ciudad paseando por las Ness Islands, un parque precioso.
Ya estamos en el Great Glen Way, este bello puente nos lleva a las islas del río Ness. Inverness. Escocia. Foto del autor. |
Islas del río Ness. Inverness. Escocia. Foto del autor. |
Si aparcais en el Inverness Crazy Golf, en la calle Bught Road, tenéis en frente el puente que os lleva por el Great Glen Way, atravesando las islas del río Ness. Ya desde aquí solo tenéis 15 minutos de agradable paseo entre los rápidos del río y los jardines de estas islas, de un verdor espectacular. El paseo nos lleva por la orilla del Ness y nos adentra poco a poco en la ciudad, pasamos junto al Bellfield Park, un lugar ideal para alquilar bicis y pasear por los senderos que lo rodean.
Bellfield Park en las orillas del río Ness. Inverness. Escocia. Foto del autor. |
El puente Infirmary, ya estamos a escasos 200 metros del castillo de Inverness en pleno centro de la ciudad. Escocia. Foto del autor. |
Estampas de Inverness por la Great Glen Way. Escocia. Foto del autor. |
Catedral de Inverness dedicada a Saint Andrew. Escocia. Foto del autor. |
Al sur del río observamos la catedral de Inverness dedicada a San Andrés, data de S. XIX y si bien es verdad que no tiene un gran valor arquitectónico, fotografiarla desde el otro lado del río en un día de sol es una de las imágenes más bonitas que nos ofrece la ciudad.
Castle Road, al fondo se aprecia la Great Glen Way, por la que nos hemos acercado al centro de Inverness. Escocia. Foto del autor. |
Ya estamos en Castle Road, si miramos por encima de nosotros nos encontramos con el castillo de Inverness, pero lo visitaremos en el próximo artículo.
Nos quedan un par de horas antes de que anochezca así que vamos a perdernos por las calles peatonales del centro de la ciudad; Bridge Street, Church Street y la más comercial High Street.
A una manzana al norte del castillo, en Castle Wynd, encontramos el recién renovado Inverness Museum Art Gallery. La entrada es gratuita, mañana lo visitaremos.
Justo al lado del museo, al norte y a la entrada de la High Street tenemos la Town House, el ayuntamiento. Este edificio de estilo neogótico data de 1878, y es todo un contraste con los edificios que le rodean.
El Town Hall, a la izquierda de la puerta nos encontraríamos con la columna Market Cross e incrustada en su base la Stone of Tubs que abajo explicamos. Inverness. Escocia. Foto del autor. |
Históricamente se conoce este ayuntamiento por que en él tuvo lugar la primera reunión fuera de Londres del Consejo Británico de Ministros, en 1921, cuando Irlanda estaba a punto de conseguir la independencia nacional. El interior es usado ocasionalmente como sala de conciertos. Puede ser visitado en recorridos guiados.
Delante de Town House se halla la Market Cross y la Stone of Tubs (piedra para las palanganas), sobre la que las mujeres dejaban las palanganas que traían con agua del río para la colada, a fin de descansar y charlar. La leyenda cuenta que mientras esa piedra siga en su lugar, Inverness seguirá prosperando.
Justo frente a este edificio sale la calle Church Street, una de las más animadas de la ciudad, con sus pubs, restaurantes, bares y tiendas de todo tipo.
Church Street en el centro de Inverness. Escocia. Foto del autor. |
Pub Lauders entre Church Street y Baron Taylor´s Street. Inverness. Escocia. Foto del autor. |
Muchas guías de Inverness os recomendaran visitar el Victorian Market, un mercado que supuestamente se mantiene como en el S. XIX cuando Inverness decidió la construcción de un mercado cubierto donde había pequeños comercios que vendían todo tipo de productos. Podéis ahorraroslo, aunque como pasearéis por estas calles seguro que entrais y os parece tan sucio, decadente y triste como nos pareció a nosotros, nada que ver con las fotos de su página web.
Victorian Market en Inverness. Escocia. Foto del autor. |
"Ambientazo" en Church Street. Inverness. Escocia. Foto del autor. |
Escaparate en Church Street. Inverness. Escocia. Foto del autor. |
Lombard Street. Inverness. Escocia. Foto del autor. |
El puente Ness sobre el río que le da nombre. Anochece en Inverness. Escocia. Foto del autor. |
Infirmary Bridge a la luz del atardecer. Inverness. Escocia. Foto del autor. |
Islas del río Ness. Inverness. Escocia. Foto del autor. |
Infirmary Bridge. Inverness. Escocia. Foto del autor. |
Ya anochece en Inverness. Retomamos el camino de vuelta junto al río. Pasamos junto al puente del Ness. Regresamos por los puentes de las islas del río Ness.
Mañana volveremos para visitar esta ciudad y recorrer la ribera del lago Ness para conocer el castillo de Urquhart.
En el próximo artículo más Inverness.
Próximo post: 16.06- Inverness (II) y lago Ness.
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