21 de septiembre de 2016. Miércoles.
Camerón Highlands. Malasia.
¡¡¡¡¡¡Buenos días Camerón!!!!! Amanece en la Tierras Altas de Malasia y los gallos de la casa le ponen la banda sonora. Son las 06:10 de la mañana...malditos gallos malayos...
Tras intentar echar otro sueñecito, me levanto, desayuno en la cocina del Guest House y a las 08:40 ya estamos saliendo de ruta con los 4x4. Estoy deseando conocer estas tierras que tanto me recuerdan a los Picos de Europa del norte de España.
¡¡¡¡¡Vamos a conocer las Tierras Altas de Camerón!!!! Y para ello, los 4x4 son imprescindibles. Malasia. |
Lo primero que voy a conocer son sus campos de té. Aquí se mantiene una tradición tan inglesa como tomar el te con scones. Esta costumbre viene de tiempos coloniales, cuando los oficiales británicos usaban este accidentado rincón de Malasia como refrescante y saludable escapada (huida más bien) del calor de las húmedas y tórridas selvas de las tierras bajas.
Los maravillosos campos de té en las Tierras Altas de Camerón. Los cultivos parecen una alfombra verde perfectamente cuidada. Brinchang. Malasia. Foto del autor. |
El autor en el valle de los campos de té de Malasia. Camerón Highlands. |
Estas montañas centrales de Malasia tienen un nombre tan "british" porque en 1885, un ingeniero agrónomo enviado aquí por el gobierno colonial llamado William Camerón, se encargó de trazar la línea fronteriza entre las provincias de Pahang y Perak.
En esos años los residentes británicos ya veían estos parajes privilegiados por su verdor, suave temperatura y naturaleza exhuberante como un "centro de salud, un sanatorio a campo abierto". Para eso se trazó con muchísimo trabajo un angosto camino que atravesaba la jungla. Cuarenta años más tarde, Sir George Maxwell, tras explorar la zona, decidió convertir la localidad en un centro turístico y estación de montaña. La zona de las Tierras Altas de Camerón tienen 712 kms. cuadrados de extensión.
- UN POCO DE HISTORIA SOBRE LAS TIERRAS ALTAS DE CAMERÓN.
Como ya mencioné antes, esta remota región de Malasia fue descubierta para el mundo hace relativamente bien poco, en 1885. Pero no fue hasta mediados de 1925 cuando se estableció una Estación Experimental Agrícola, para confirmar si se podía cultivar té, quina, café y frutas. En diciembre de 1925 se plantaron las primeras 81 hectáreas, se exploró el río Telom para saber la amplitud de la región y tras confirmar que la plantación de té era viable se dió el visto bueno al inicio del desarrollo en la región de Camerón.
Tanah Rata (tierra plana en malasio) es la población más importante de las Camerón.
La construcción de la carretera fue todo un desafío, los responsables no solo tuvieron que lidiar con el clima, también con la orografía y la malaria. La carretera que unía esta remota región con la localidad de Tapah por donde pasaba la vía principal norte-sur de la península malaya era de 65 kilómetros. Para subir hasta las montañas la maquinaria pesada se diseñaron unas locomotoras a vapor especiales para pendientes pronunciadas.
La carretera se inauguró en 1931, británicos y lugareños ya podían empezar a instalarse en las laderas de la montaña, pronto fueron seguidos por los plantadores de té y productores de hortalizas que encontraron en el lugar un clima idóneo para sus cultivos.
A mediados de la década de los 30, la región contaba con un campo de golf de 6 hoyos, 24 cabañas, 3 posadas, un puesto de policía, 2 internados, un cuartel militar, una granja de vacas y caballos, viveros, cultivos, plantaciones de té, un hotel para funcionarios coloniales y una granja experimental agrícola.
La comarca fue creciendo hasta el estallido de la 2ª G.M. Durante la ocupación de la península malaya por parte de las tropas japonesas (1942-1945) el desarrollo se detuvo.
Durante el período de guerra de independencia contra los británicos (1948-1960) apenas hubo cambios. Hoy en día la zona, no es solo la estación de montaña más conocida de Malasia sino también, la zona más alta de la Malasia peninsular accesible en coche (2100 metros) en el bosque Mossy, al que subiremos hoy.
Mapa de la ruta desde Tanah Rata hasta los campos de té y la factoría Boh en Brinchang. Tierras Altas de Camerón. Malasia. Foto de cameronhighlandsinfo.com |
- VISITA A LOS CAMPOS DE TÉ EN JALAN GUNUNG BRINCHANG.
La plantación de té de la marca Boh y sus 3.237 hectáreas, es la más grande de todo el sudeste asiático. Fue fundada en 1929 por J.A Russell, un hombre de negocios británico que intuyó la demanda que tendría este producto en todo el mundo aún en plena recesión (crack del 29). La primera concesión la recibió en la zona de Habu, hoy en día la marca Boh posee aquí 3 plantaciones con una planta de embalaje para asegurar la calidad del producto.
Recomiendo vivamente la visita a esta plantación, la aventura comienza en la propia carretera que nos lleva hasta los campos próximos a Brinchang, el camino es angosto y sinuoso y hay que tocar el claxón antes de aventurarnos por alguna curva del camino demasiado cerrada, el tráfico que viene en sentido contrario también debe hacer lo mismo.
De camino a la plantación Boh en Brinchang. Las colinas alfombradas de té que bordean el camino son una maravilla. Camerón Highlands. Malasia. Foto del autor. |
Desde el vehículo observamos esos campos que, como alfombras perfectamente alineadas sobre suaves colinas, hacen de este paisaje algo único en el mundo.
Nuestro primer destino son los propios campos de té, por los que pasearemos y tocaremos, en la misma planta, las hojas que servirán para hacer las infusiones.
Los campos de té de Brinchang, toda un deleite para los sentidos. Camerón Highlands. Malasia. Foto del autor. |
El autor entre las plantas de té en Brinchang. Camerón Highlands. Malasia. |
Tras pasear por los campos conoceremos la planta de procesado donde nos enseñaran paso a paso como pasan las hojas desde el cultivo a las bolsitas que se ponen a la venta. La visita al Sungei Palas Tea Center es gratuita y abren todos los días de 09:00 a 16:30 h. menos los domingos. Los recorridos guiados por la fábrica se inician cada 30 minutos.
Tenéis más información sobre la marca de té más famosa de Malasia en su página web: www.bohtea.com
Desde que la planta recogida en el campo llega a la factoría para su procesamiento y posterior venta se pasan varios procesos, los más importantes son: laminación, secado y clasificación.
En el proceso de laminación unas máquinas retuercen y rompen las hojas marchitas, distorsionando y rompiendo las células internas. De esta manera se liberan los jugos para su fermentación.
Máquinas utilizadas en el paso de laminación. Estas en concreto funcionan aquí desde 1935. Un proceso muy tradicional. Factoría Boh en Brinchang. Camerón Highlands. Malasia. Foto del autor. |
En el proceso de secado se pasan las hojas por máquinas que son atravesadas por un chorro de aire calentado a 100ºC. Este método de fermentación reduce la humedad a menos del 3% y hace cristalizar el jugo, esto las hace coger su familiar forma crujiente y negra en menos de 20 minutos. El calor se genera quemando ramas de madera de caucho.
Máquina del proceso de secado. Factoría de la firma Boh en Brinchang. Tierras Altas de Camerón. Malasia. Foto del autor. |
Después del secado, llega el proceso de clasificación. El té elaborado se clasifica según el tamaño de cada partícula haciéndola pasar a través de una serie de tamices vibratorios. Los tallos y las fibras también se extraen.
Tamices vibratorios para clasificar los diferentes tipos de tés que procesa la fábrica Boh. Brinchang. Camerón Highlands. Malasia. Foto del autor. |
Diferentes clases de té en la tienda de la fábrica Boh en Brinchang. Camerón Highlands. Malasia. Foto del autor. |
Cada grado de té tiene su propia densidad y sabor característicos, haciéndolos diferentes.
Tras salir de la factoría nos vamos al edificio principal de la fábrica, la terraza-cafetería que además tiene un pequeño museo del té y una tienda donde poder comprar el resultado de todo lo contemplado, las bolsas de té Boh.
Entrada a la cafetería de la fábrica Boh en Brinchang. Tierras Altas de Camerón. Malasia. Foto de autor. |
Un té inolvidable en las Tierras Altas de Camerón. Brinchang. Malasia. Foto del autor. |
El autor en la terraza de la cafetería de la fábrica Boh en Brinchang. Camerón Highlands. Malasia. |
La terraza de este local deja sin palabras a cualquiera, frente a nosotros tenemos una serie de suaves colinas alfombradas de plantas de té y rodeadas de montañas de un verde intenso, este paisaje hace que el sabor de nuestra taza de té sea inolvidable y se quede grabado en nuestra memoria.
Además, la suave temperatura de la que disfrutan las Tierras Altas de Camerón, sin superar en todo el año los 21ºC, hacen que este lugar sea un auténtico paraíso del sudeste asiático.
Las "colinas del té" desde la terraza de la cafetería Boh. Brinchang. Camerón Highlands. Malasia. Foto del autor. |
Terraza de la cafetería Boh en Brinchang. Tierras Altas de Camerón. Malasia. Foto del autor. |
Tras visitar la plantación de Boh y su magnífica cafetería con vistas, nos dirigimos a la segunda montaña más alta de las Camerón, el Gunung Brinchang con 2032 metros de altitud. La carretera asfaltada más alta de Malasia nos lleva a su cima y si no hay lluvias torrenciales ni niebla espesa llegaremos a la atalaya desde donde se tiene una impresionante panorámica en 360º de pueblos, valles y montañas.
Nos ponemos en marcha con los 4x4 rumbo a la montaña de Camerón.
Salimos entre los campos de té de Brinchang camino al monte Gunung. Camerón Highlands. Malasia. Foto del autor. |
- MONTE GUNUNG BRINCHANG Y BOSQUE MOSSY UN LUGAR DE CUENTO.
Estos días no ha llovido demasiado por lo que la subida hasta el Gunung Brinchang (gunung en malasio se traduce como monte) no es demasiado complicada en 4x4, incluso vemos alguna pareja de mochileros subir andando hasta la cima para poder contemplar el hermosísimo bosque Mossy. Esta opción tan solo es recomendable con buen tiempo y si disponemos de varios días para las Camerón, la subida es larga y durilla, los caminos apenas tienen mantenimiento y con las lluvias el terreno se vuelve peligroso, no sería la primera vez que se pierden excursionistas por este monte.
Ya estamos arriba, lo primero que me llama la atención es una torre de observación de hierro oxidado que se eleva sobre las copas de los árboles y nos permite una magnífica vista sobre la cordillera que separa los valles a nuestro alrededor. Una maravilla, aunque mejor no fijarse demasiado en los estragos que causa la humedad en la estructura de esta torre, la cara de los turistas que vienen conmigo son todo un poema mientras calculan el tiempo que le queda a esta estructura antes de venirse abajo.
La inquietante torre de observación en lo alto del monte Brinchang, parece sacada de una película "postapocalíptica". Camerón Highlands. Malasia. Foto del autor. |
Los efectos de la húmedad en el hierro de la torre son evidentes. Me gustaría saber cuando levantaron esta estructura. Brinchang. Malasia. Foto del autor. |
Vista hacía el suroeste desde la atalaya del monte Brinchang. La exuberancia natural de esta tierra es grandiosa. Camerón Highlands. Malasia. Foto del autor. |
Tras disfrutar de las vistas que nos ofrece este paisaje increíble desde esta atalaya tan peculiar del monte Brinchang (respiramos cuando bajamos de ella y volvemos a pisar tierra firme) nos dirigimos a la entrada del bosque Mossy, el bosque "musgo", que haría las delicias de cualquier seguidor de "El señor de los Anillos".
Los guías nos dejan en la entrada del bosque, unas escaleras de madera que se adentran en sus entrañas, y nos advierten que, más allá del camino hecho por el hombre, el bosque es casi virgen, sin caminos. Nos recomiendan caminar unos 20 minutos y darnos media vuelta. Si andamos demasiado quizás no sepamos regresar.
Al principio el camino es una pasarela de madera que facilita mucho las cosas. Pero esta pronto se acaba... Bosque Mossy. Camerón. Malasia. Foto del autor. |
Los árboles tienen cientos de años y cada uno es un monumento de la naturaleza. Bosque Mossy. Camerón. Malasia. Foto del autor. |
El camino se va complicando, la naturaleza no respeta los caminos abiertos por el hombre en sus dominios. Bosque Mossy. Camerón Highlands. Malasia. Foto del autor. |
La pasarela de madera se acabó, entramos en los dominios del bosque Mossy. Tierras Altas de Camerón. Malasia. Foto del autor. |
Bosque Mossy, un lugar de cuento en las Tierras Altas de la península de Malasia. Foto del autor. |
El sendero una vez que se termina la pasarela de madera es una auténtica prueba de obstáculos, sobre todo por las inmensas raíces que surgen del suelo y como barreras naturales de madera intentan impedirte que sigas avanzando. Durante media hora los últimos "osados" penetramos en el bellísimo templo verde que es este bosque, pero miro el reloj, pasamos ya 10 minutos de los veinte que nos recomendaron, es mejor dar la vuelta. Cada vez es más complicado avanzar, pocas pisadas llegan hasta aquí y la vegetación advierte a su manera: no sigas que te arrepentirás. Mejor hacerla caso.
La flora en estas laderas de las Tierras Altas de Camerón es muy rica y variada; 150 tipos de helechos, rosas, orquídeas de bambú, rododendros nativos, helechos arborescentes, canela silvestre y muchas clases de Nephentes como la de la foto. Todas ellas crecen en los suelos de cuarzo y los humus esponjosos de las tierras de Camerón. Estas plantas carnívoras (Nephentes) son muy curiosas, producen un fluido acuoso parecido al almíbar, la planta atrae a los insectos por el olor que producen las glándulas de néctar de la boca y la tapa del odre, entonces caen en ese fluido quedando atrapados y digeridos.
Bajamos del monte Brinchang, ya va cayendo la tarde y ha sido un día intenso pero el guía aún tiene una última parada que mostrarnos, una granja de mariposas gigantes en las afueras de Brinchang, que posee además un pequeño zoo con insectos, anfibios, animales pequeños, pájaros y reptiles.
Plaza central de Brinchang. Tierras Altas de Camerón. Malasia. Foto del autor. |
Granja de mariposas en Brinchang. Tierras Altas de Camerón. Malasia. Foto del autor. |
Mariposas gigantes en el jardín del interior del pequeño zoológico de Brinchang. Camerón Highlands. Malasia. Foto del autor. |
La Bunga Raya, flor nacional de Malasia. Esta flor aún siendo tan espectacular es inodora, no huele. Brinchang. Camerón Highlands. Malasia. Foto del autor. |
Cuando salimos del mini-zoo, regresamos a Tanah Rata, mañana me pongo de nuevo en ruta, me espera un largo camino hasta mi próximo destino.
Último paseo por Tanah Rata, las nubes se adueñan del cielo de las Camerón. Mañana esta bella tierra me despedirá con lluvia. Un buen presagio. El agua es vida. Península de Malasia. Foto del autor. |
Tengo 243 kilómetros desde Tanah Rata, en el centro de la península de Malaca, hasta la costa noroeste para visitar George Town, la capital de la isla de Penang. Un enclave, que como el nombre de su principal ciudad indica, fue un punto colonial muy valioso en el sudeste asiático para el Imperio británico en el S. XVIII.
Buenas noches Camerón, mañana la lluvia me despedirá de estos hermosos valles de montaña. Seguimos conociendo las maravillas de la península de Malasia.
Próximo post: 12.6 Isla de Penang. George Town, el encanto de la Perla de Oriente.
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