sábado, 13 de enero de 2018

14.7- Budapest (y IV). Paseo y despedida.

13 de enero de 2018. Sábado.
El Astillero. Cantabria.


Mayo de 2017. Budapest. Hungría.



Para despedirnos de Budapest nada mejor que un paseo sin prisas por la ciudad. Nos dirigimos hacía la orilla del Danubio y nos dejamos llevar hacía donde nuestros pies nos lleven...hacía el castillo de Buda. 



- PASEANDO POR EL DANUBIO.

Cruzamos el Danubio por el puente de Isabel (Sissi emperatriz) y ya estamos en la zona de Buda. Nos encaminamos hacía el palacio Real, es inevitable sacar fotos casi a cada paso. Es uno de los paseos ribereños más hermosos que he conocido nunca. Solo por disfrutar de estas vistas la visita a la capital húngara es casi obligada.


Paseando por el castillo de Buda, con el puente de Las Cadenas a nuestros pies.
Budapest. Foto del autor.



En Budapest hay mucha más historia compartida con nuestro país de lo que parece, porque debemos recordar que sus territorios y los de España una vez estuvieron unidos por la dinastía de los Habsburgo, cocretamente desde 1516 a 1700.
Felipe I de Castilla, segundo hijo de Maximiliano I de Austria, se casó con Juana la Loca, hija de los Reyes Católicos y así llegó a ser rey de Castilla en 1506. Carlos I (1515-1556) dividió la Casa de Habsburgo en las líneas austríaca y española. Después vendrían: Felipe II de España (1556-1598), Felipe III (1598-1621), Felipe IV (1621-1665) y Carlos II (1665-1700).
Con Carlos II se extinguió la línea de los Habsburgo españoles. Tras la Guerra de Sucesión (1701-1714) se impidió el acceso al trono español a los Habsburgo austríacos en beneficio de la actual casa de Borbón.


Armas de Carlos I de España y V de Alemania.
Foto de internet.

Recordando este pasado en común disfrutamos de las vistas del Danubio desde el Palacio Real, también llamado castillo de Buda. Pocos edificios tan monumentales pueden presumir de tener al Danubio a sus pies. La estampa es bellísima y por supuesto, es icónica de la ciudad.


- CASTILLO DE BUDA.

El castillo o palacio de Buda, es la residencia histórica de los reyes húngaros en Budapest. El castillo se construyó en estilo tardogótico durante el S. XIV, en el extremo sur de la colina donde se halla actualmente, cerca del Distrito del castillo  que es famoso por las casas y edificios públicos medievales, barrocos y del S. XIX.
El castillo fue completamente reconstruido a mediados del S. XVIII (1748-1769) en estilo tardobarroco, como símbolo del dominio de los Habsburgo sobre la Hungría recuperada al imperio otomano.


Exposición sobre los personajes más conocidos del antiguo Imperio Austrohúngaro.
Castillo de Buda. Budapest. Hungría. Foto del autor.



Puerta principal del Palacio de Buda presidida
por la estatua de Eugenio de Saboya.
Budapest. Foto del autor.
Cafetería a los pies de las murallas del Palacio de Buda. Budapest. Foto del autor.
Vista del Danubio y del puente de las Cadenas desde el castillo de Buda.
Budapest. Hungría. Foto del autor.


La extensión actual del edificio data, sin embargo, de la 2ª mitad del S. XIX cuando su superficie fue duplicada en un pomposo estilo neobarroco. El castillo resultante fue terminado en 1904 y se convirtió en una de las residencias reales más extensas y monumentales de Europa.


Vista del monte Gellert y del puente Isabel sobre el Danubio desde una de las salas del
castillo de Buda. Budapest. Hungría. Foto del autor.


Al estar en una posición dominante sobre la ciudad, el Castillo Real fue seriamente dañado durante el sitio de Budapest al final de la IIª Guerra Mundial. Aprovechando su estado semi ruinoso, el nuevo gobierno comunista húngaro empezó la reconstrucción del edificio en un severo estilo neoclásico. Se eliminó cualquier referencia a la monarquía habsbúrguica y en el interior, los antiguos aposentos reales dieron paso a amplias salas de exhibiciones. Diversas instituciones se asentaron en el viejo castillo como la Galería Nacional Húngara o el Museo de Historia de Budapest.


Vista del Danubio desde una sala del Castillo de Buda. Se ve el puente de la emperatriz Isabel
(Sissi). Budapest. Foto del autor.





A las puertas del Museo de
Historia de Budapest.
Foto del autor.
En una de las salas del castillo
de Buda. Foto de Araceli Hidalgo.






Armas encontradas en las ruinas del castillo de Buda. Quizás los escopetazos que se observan
en el lateral del morrión sean de arcabuces otomanos en la toma del castillo de Buda en 1541.
Budapest. Hungría. Foto del autor.


Escaleras que llevan a la torre construida por Carlos I de Hungría en 1320. Castillo de Buda.
Budapest. Hungría. Foto del autor.



Lo único que queda en el castillo de Buda de los
majestuosos salones de los Habsburgo donde
los nobles disfrutaban de sus fiestas son: estos
taburetes tapizados. Museo de Historia de
Budapest. Hungría.
Foto del autor.




Museo de Historia de Budapest en el Castillo de Buda. Hungría.
Foto del autor.

Visitamos el viejo castillo y paseamos por sus galerías y salas. Recuerdan el pasado medieval de esta primigenia fortaleza; sus torreones, sus pasillos en piedra, sus techos bajos y sus sótanos que dejan entrever lo mal que lo debieron pasar los que eran encerrados en sus mazmorras. 


Entrada al "patio de los leones" del castillo de Buda. Budapest. Hungría.
Foto del autor.



Patio del palacio Real vigilado por los 4 leones de piedra de su entrada. Budapest. Hungría.
Foto del autor.


El parlamento de Hungría. Budapest. Foto del autor.




Paseando hacía el puente de las Cadenas. Al otro lado del Danubio, la mole del parlamento.
Budapest. Foto del autor.


Tras salir del castillo de Buda nos encaminamos al puente de las Cadenas, desde allí contemplamos el tráfico fluvial que recorre el Danubio arriba y abajo. Muchos de ellos son buques de bajo calado, tipo ferry, con docenas de habitaciones para los turistas. 
Este puente es el más antiguo de la capital húngara, sus 202 metros de largo une los dos antiguos barrios, Buda y Pest. Ya a finales de 1700 se comenzaron a hacer planos para su construcción basado en el puente de Carlos en Praga, con varios pilares de apoyo. Pero no fue hasta 1839 cuando se iniciaron las obras, siendo inaugurado el 20 de noviembre de 1849. 
Al final de la 2ª G.M. los alemanes dinamitaron el puente, junto con los otros cuatro que tenía Budapest en su retirada ante el asedio de la ciudad por las tropas soviéticas. El puente reconstruido se inauguró el 21 de noviembre de 1949 festejando el primer centenario de su construcción.


Los desastres de la guerra, el sitio de Budapest al final de la IIª G.M. causo estragos en el puente de
las Cadenas y en el Castillo de Buda. La foto se tomó el 3 de febrero de 1946.



Puente de las Cadenas. Budapest. Hungría. Foto del autor.


Ferry turístico en el Danubio desde el puente de las Cadenas. A la derecha el Palacio Real, al fondo
el monte Gellert y su monumento a la liberación que construyeron los soviéticos tras
la 2ª G.M. Budapest. Foto del autor.


Pasando el puente de las Cadenas nos volvemos a encontrar en Pest, paseamos por una de las avenidas principales de la ciudad la Bajcsy Zsilinszky, allí vemos la Ópera Nacional de Hungría y un montón de tiendas y boutiques de firmas mundialmente conocidas. Por esta calle llegamos a la Basílica de San Esteban. Esta iglesia es la catedral de Budapest. 
Junto con el parlamento, son los dos edificios más altos de la ciudad (96 metros). Ademas del edificio religioso más grande del país con capacidad para 8.500 personas.


Ópera Nacional de Hungría. Budapest. Foto del autor.


Plaza de la catedral de San Esteban. Budapest. Foto del autor.


Se comenzó a construir en 1851, concluyéndose en 1905, tardaron tantos años porque la cúpula principal debió demolerse en 1868 y ser reconstruida. Bajo el edificio se construyó una cimentación a tres niveles, casi tan grande como la propia iglesia.
Su estilo es neoclásico con planta de cruz griega de 87 metros de largo por 55 de ancho. Desde la cúpula se pueden observar unas magníficas vistas de la ciudad. En la capilla ubicada detrás del ábside, se conserva la reliquia más importante de la cristiandad húngara, la Santa Diestra, es decir la mano momificada del rey Esteban I (975-1038), primer rey de Hungría y santo.


Fachada de la basílica catedral de San Esteban. Budapest. Foto del autor.

Nos dirigimos al parque Erzsebet, uno de los más céntricos de la ciudad y con más ambiente juvenil. Por aquí pasan miles de personas al día, llegan en metro, autobús, andando, en coche o en bici para disfrutar de sus restaurantes, tiendas, cafeterías y del Budapest Eye; la noria llamada el Ojo de Budapest, imitando la noria de Londres. Aquí nos tomamos un café, disfrutamos de los últimos rayos de sol de la tarde y contemplamos como los ciudadanos de la capital húngara van y vienen, salen de la estación de metro cercana, compran, disfrutan de las terrazas y se sientan en el césped del parque para charlar, sacarse fotos o disfrutar de los últimos rayos de sol.


El Budapest Eye en el parque Erzsebet.
Hungría. Foto del autor.




El parque Erzsebet con un reloj recordando los 58 días que quedaban para el inicio del
campeonato del mundo de natación que se disputó en la capital húngara en 2017.
Imita la calle de una piscina olímpica. Budapest. Foto del autor. 
Pastelería con encanto cerca del parque Erzsebet. Budapest. Hungría.
Foto del autor.



Hoy hemos pasado el último día en la capital de Hungría, una ciudad con muchos encantos que mostrar y muchos otros por descubrir. Yo os recomendaría que la visitárais paseando, que disfrutéis de sus rincones, de sus barrios, de sus palacios, de sus mercados y sus puentes explorándolos sin prisas aunque al final se quede algo por ver.
Sus líneas de metro y tranvía son muy cómodas y puntuales. Los precios son muy asequibles para el bolsillo del español medio y sus paseos nocturnos a la orilla del Danubio son inolvidables.
Una ciudad ideal para una escapada romántica o para un viaje familiar. Además, si nos sabe a poco aprovechando que tenemos Viena a 2 horas y media en tren podemos visitar la capital austriaca o la checa, Bratislava. El triangulo que forman estas 3 capitales centroeuropeas es toda una invitación para organizar una Escapada a nuestro gusto. Para ello lo ideal sería entre siete y diez días.


Bye Bye Hungría. Parque Erzsebet, Budapest. Foto del autor.


Espero que esta pequeña ventana que abro para que disfrutéis de los encantos de Viena y Budapest os animen a visitar estas dos ciudades apasionantes que tanta Historia, monumentos y tesoros artísticos albergan, gracias al milagro de la aeronáutica las tenemos más cerca de lo que parece.

Tras terminar la serie de artículos sobre Gran Canaria y estos últimos mostrándoos las ciudades de Viena y Budapest, en los siguientes posts volveré a retomar mi Escapada a Asia 2016. 

Lo habíamos dejado en Malasia, en las idílicas islas Perhentian y me ponía en ruta en autobús hacía el interior del país, al valle de los interminables campos de té, las tierras altas de Camerón, las Camerón Highlands, en el corazón de Malasia, a 208 kilómetros al norte de Kuala Lumpur.

Bienvenidos a las tierras altas de Malasia, donde la temperatura máxima al año es de 24ºC.




Próximo post: 12.4- Las Cameron Highlands (I). Malasia. El valle de los campos de té.



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