lunes, 13 de abril de 2015

6.6: Roma. Museos Vaticanos.

22 de Junio de 2012. Viernes. (1ª parte)
Roma, Italia.

Salgo del hotel a las 08:20, tarde, teniendo en cuenta que desde muy temprano ya se forman colas para entrar en los Museos Vaticanos.
A las 08:45, gracias al Metro, ya me encuentro en la cola, media hora de espera y entro en uno de los lugares más apabullantes del mundo artísticamente hablando. En este lugar se guardan tesoros de incalculable valor que los diferentes papas a través de los siglos se dedicaron a acumular. Es impresionante lo que tienen en estos Museos, y lo que no enseñaran por falta de sitio.


- LOS MUSEOS VATICANOS.

Lo primero que hay que decir de los Museos Vaticanos es que requeriremos de varias horas para ver las áreas más destacadas de los mismos. Hay que ir con el mapa en la mano para no liarnos con los pisos y las salas. Se indican 4 itinerarios con el objetivo de simplificar la visita al gran número de personas que acuden a verlos. Los itinerarios son obligatorios, salvo algún desvío.


Estampa habitual en los Museos Vaticanos. Roma. Foto del autor.

La nueva entrada es muy accesible, lleva a la zona conocida como Quattro Cancelli (cuatro verjas), donde comienzan los 4 itinerarios.
No hay lugar que mejor evoque el espíritu y la sensibilidad del Renacimiento italiano como la Cappella Sistina (Capilla Sixtina), edificada y decorada en una época de grandeza artística sin precedentes. Es importante tener en cuenta que esta se encuentra al final de los 4 itinerarios. Si se desea pasar mucho tiempo en ella o ir pronto para evitar las multitudes, se puede acceder directamente.


La belleza de los Museos Vaticanos hasta en hora punta. Roma. Foto del autor.

Por otra parte si se desea visitar las Estancias de Rafael, hay que hacerlo antes, pues una vez llegados a la Capilla Sixtina, no se puede volver atrás.
Los edificios de los museos, conocidos en conjunto como el Palazzo Apostolico Vaticano, se extienden en 5,5 hectáreas. Su construcción se inició en el S. V. Los edificios al oeste de Quattro Cancelli alojan el Museo Gregoriano Profano, el Museo Pio Cristiano, la Pinacoteca Vaticana, el Museo Missionario Etnológico y el Pabellón de las Carrozas.


El espectacular Braccio Nuovo (Ala Nueva) donde se exhiben maravillosas estatuas de época romana.
Museos Vaticanos. Roma. Foto del autor.
La enorme colección de esculturas antiguas del Vaticano se aloja en varias galerías. El largo pasillo que conforma el Museo Chiaramonti contiene cientos de bustos en mármol, mientras que el Braccio Nuovo (Ala Nueva) alberga obras importantísimas, estas incluyen la famosa estatua del "Augusto de Prima Porta", tallada en mármol en el 20 d.C.  Otra joya es la que representa al Nilo como un dios recostado con 16 bebés, podrían representar los 16 recodos que debe recorrer el río para fertilizar la zona.


"Aquiles y Ayax jugando a los dados" vasija ática del 540 a.C.
Una joya de los Museos Vaticanos. Roma. Foto del autor.



El autor entre los cientos de bustos griegos y romanos en el Museo Chiaramonti, Museos Vaticanos. Roma.



El Nilo y sus 16 bebés. Museos Vaticanos, Roma. Foto del autor.
El autor junto al Augusto de Prima Porta.
Braccio Nuovo. Museos Vaticanos. Roma.
El autor delante de una estatua que representa al dios Mitra matando a un toro.
Esta deidad importada de Oriente fue muy popular entre los legionarios de tiempos del Imperio Romano.
Su acto de iniciación consistía en "duchar" al nuevo creyente en sangre de toro. Museos Vaticanos. Roma.

El Cortile Ottagono (Patio Octogonal) aloja parte de la colección escultórica del Vaticano. Exhibe obras como el "Apolo del Belvedere", una copia romana de mármol fechada en el S. II d.C. de un original griego en bronce del S. IV a.C. considerada una de las obras maestras de la escultura clásica del S. IV a.C. 


El "Apolo de Belvedere" en el Patio Octogonal, Museos Vaticanos. Roma. Foto del autor.


El Cortile Ottagono (patio octogonal) Museos Vaticanos. Roma. Foto del autor.

"El Laocoonte" una espectacular estatua de la escuela de Rodas, sus autores fueron Agesandro, Polidoro y Atenodoro. Está hecha en una sola pieza de mármol. Representa al sacerdote de Apolo en Troya, Timbreo, y a sus dos hijos siendo estrangulados por dos serpientes marinas, contemplarlo te deja sin palabras. En este lugar se exhiben otras piezas procedentes de la Domus Aurea.


"El Laocoonte" joya de los Museos Vaticanos.
Roma. Foto del autor.

La Sala de las Musas, aloja, entre otras obras, el Torso Belvedere, una escultura romana del S. I a.C. encontrada en Piazza Campo de Fiori, la cuál despertó la admiración y sirvió de inspiración al gran Miguel Ángel y otros artistas del Renacimiento.


Techo en la Sala de las Musas. Museos Vaticanos. Roma. Foto del autor.

"Torso de Belvedere" copia romana del S I a. C. de un original del
maestro ateniense Apolonio del S. II a.C. Fue descubierto en su
estado actual en 1510. Se supone que representa a Hércules
 e iría montado sobre un animal. Museos Vaticanos. Roma.

En la Sala de la Cruz Griega se encuentran dos sarcófagos de pórfido. Uno perteneciente a la hija de Constantino, Constanza, y el otro a su madre, Santa Elena. Este impresionante sarcófago fue construido para el emperador Constancio Cloro (292-306 d.C.) o para Constantino (306-337 d.C.) por razones que se desconocen se utilizó para guardar el cuerpo de Santa Elena en 335 d.C.


Sarcófago de Santa Elena. Museos Vaticanos. Roma. Foto del autor.

Subiendo un piso, por la escalinata de Simonetti se llega al Museo Gregoriano-Etrusco, cuyas vitrinas albergan piezas provenientes de la antigua Etruria. Reviste particular interés la tumba Regolini-Galassi, descubierta en 1836 al sur de Cerveteri, en las inmediaciones de Roma. El sepulcro alojaba a una princesa, y entre los objetos que contenía se exponen joyas en oro, un carruaje funerario, una cama de bronce y un lecho mortuorio. También se exponen vasijas griegas y antigüedades romanas.
En el Museo Gregoriano-Egipcio se exponen objetos traídos del Egipto romano en época del Imperio. La colección es pequeña pero fascinante, con joyas como el trono de Ramsés II, que forma parte de una estatua del rey sentado.


Momias en el museo Gregoriano-Egipcio, Museos Vaticanos. Roma. Foto del autor.
En cada sala de los Museos Vaticanos nos aguarda una sorpresa. El autor en la sala Etrusca. Roma. 

En la magnífica Pinacoteca Vaticana se pueden contemplar obras de los pintores Giotto, Caravaggio, Rafael, Filippo Lippi, Guido Reni, Anton Van Dyck y Pietro da Cortona, entre otros grandes maestros.


"La Transfiguración" de Rafael, obra maestra pintada para la catedral de
Narbona, Francia (1516-1520). Encargo del cardenal Julio de Medicci.
Pinacoteca Vaticana. Foto del autor. 
Tapiz sacado de la obra de Leonardo da Vinci la "Última Cena". Museos Vaticanos. Roma.
Foto del autor. 

Pasando a través de la Galería de los Mapas, que esta decorada con frescos que representan mapas topográficos de regiones italianas pintados a finales del S. XVI (a este autor aficionado a los mapas le pareció una joya) y de la Galería de Tapices, se llega a las Estancias de Rafael, las impresionantes habitaciones privadas del papa Julio II denominadas así en honor al maestro que las decoró.


La Galería de los Mapas. Museos Vaticanos. Roma. Foto del autor.

Rafael fue el encargado de pintar la Estancia de la Signatura y la Estancia de Heliodoro. El techo de la Estancia del Incendio fue pintada por el maestro de Rafael, Il Perugino, en esta estancia la obra maestra es "El incendio del Borgo"  el dibujo fue obra de Rafael completado después por su asistente Giulio Romano.


"El incendio del Borgo" obra de Rafael. Estancia del Incendio. Estancias de Rafael.  Museos Vaticanos.
Roma. Foto del autor.

La Estancia de la Signatura contiene dos obras de Rafael, La disputa del Sacramento y La escuela de Atenas, esta última una de las obras maestras del artista donde retrata a Platón, Aristóteles y otros filósofos, eruditos y pensadores incluidos Miguel Ángel y el propio Rafael. 


"La escuela de Atenas" obra maestra de Rafael. Estancias de Rafael, Museos Vaticanos.
Roma. Foto del autor.

En la Estancia de Heliodoro, se encuentra otra obra maestra de Rafael, Expulsión de Heliodoro a su izquierda se encuentra el Milagro de Bolsena. A su lado el lienzo, "León detiene la invasión de Atila" y "La liberación de san Pedro", ambos de Rafael y su escuela.

Pasando tantas horas entre miles de obras maestras y rodeados de semejante belleza artística podemos coger el mal de Stendhal. Nada mejor para recuperarnos que tomarnos un respiro en el Patio de la Piña. 


La piña que da nombre al "Patio de la Piña" los pavos reales son copias de los que se encontraron en
la Villa de Adriano. Museos Vaticanos. Roma. Foto del autor.
El otro extremo del Patio de la Piña. Museos Vaticanos. Roma. Foto del autor.

Este patio toma su nombre de la gigantesca escultura de una piña que se encuentra frente al Palacio de Belvedere. Se dice que los papas utilizaban este patio para sus diversiones, incluidas corridas de toros. Especulaciones modernas dicen que debajo de este patio podría ubicarse los famosos Archivos Secretos del Vaticano. 


El autor junto a la estatua "Esfera con esfera" en el Patio de la Piña. Museos Vaticanos. Roma.
Vista del Patio de la Piña desde una de las salas de los Museos Vaticanos.
Roma. Foto del autor.

En el centro del Patio de la Piña se encuentra la estatua que Arnaldo Pomodoro regaló a Juan Pablo II en 1990 llamada "Esfera con esfera", esta pesada obra tiene como particularidad que puede girar con un empujón de manos. Una delicia para descansar y tomarnos un refrigerio. Desde el Patio de la Piña me dirijo al mayor tesoro de los Museos Vaticanos, la Capilla Sixtina. 


- CAPILLA SIXTINA.

La Capilla Sixtina fue finalizada en 1484, bajo la supervisión del papa Sixto IV, y desde el S. XVI se utiliza par el cónclave que elige al Sumo Pontífice. A finales del S. XV, los artistas más brillantes del Renacimiento fueron llamados a Roma para embellecer las paredes de la capilla. Aunque realizaron un magnífico trabajo, pronto sus esfuerzos se verían eclipsados por un hombre que no se consideraba a sí mismo pintor, era Miguel Ángel.


"Juicio Final" en la Capilla Sixtina, se recuerda la prohibición de sacar
fotos en este espacio. La foto es del autor que se le escapo el dedo.
Museos Vaticanos. Roma.

Se dice que algunos artistas, celosos de la creciente reputación de Miguel Ángel, instigaron al papa Julio II para que encargara al florentino la decoración de la cúpula, esperando que este fracasara. El maestro de maestros reaccionó ofreciendo mucho más de lo que se le había pedido, y, entre 1508 y 1512, pintó los frescos de la bóveda de cañón con escenas del Libro del Génesis. 


Frescos de la bóveda de cañón en la Capilla Sixtina con la escena del Gésesis de "La Creación de Adán".
Museos Vaticanos. Roma.

Unos 20 años más tarde, fue reclamado de nuevo para que pintara la pared del altar, superándose a si mismo con el dinámico y amenazador Juicio Final, finalizado en 1541. Tiempo después, el papa Pío IV encargó a uno de los discípulos del artista que pintara hojas de higuera y ropajes para cubrir las partes desnudas. La restauración de la Capilla Sixtina que se ha llevado a cabo en las últimas dos décadas ha reavivado los maravillosos colores originales y recuperado el dinamismo que pudo contemplarse el día que Miguel Ángel retiró el andamiaje.


La joya de los Museos Vaticanos, la Capilla Sixtina. Roma.

Para salir de los museos utilizaremos la espectacular escalera de Bramante, diseñada por Giuseppe Momo en 1932, está inspirada en la escalera de caracol revolucionaria diseñada por Donato Bramante en 1512 para el papa Julio II. Esta última solo se abre al público en ocasiones especiales.


Escalera de Bramante. Museos Vaticanos. Roma. Foto del autor.


Son casi las cuatro de la tarde y hoy todavía me espera la Basílica de San Pedro, pero esta maravilla la dejaré para el próximo post. Tanta belleza es mejor dosificarla.


Próximo post: 6.7- Roma. Basílica de San Pedro y barrio del Trastévere.

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