miércoles, 28 de junio de 2023

22.1- BURGOS (y II). MÁS PUEBLOS CON HISTORIA Y SANTO DOMINGO DE SILOS.

 27 de mayo de 2023. Sábado.

Las Palmas de Gran Canaria.

Segunda jornada de Escapada por tierras burgalesas, después de recorrer en el anterior artículo localidades como Salas de los Infantes, Huerta de Arriba y de Abajo y lugares naturales como las Lagunas de Neila o el Cañón del río Lobos. En este segundo y último artículo, vamos a continuar descubriendo pueblos con encanto, paisajes que vieron pasar a Don Rodrigo Díaz de Vivar y sus guerreros y rincones naturales espectaculares. 

Vamos a ponernos en marcha, salimos desde Salas de los Infantes nos dirigimos a Huerta de Rey, una localidad preciosa de casi 1000 habitantes. Su primera mención escrita data de 1591 y se puede leer en el Censo de Vecindarios de la Corona de Castilla. Aquí nace el río Arandilla que tras 36 kilómetros vierte sus aguas en el Duero en la localidad de Aranda de Duero. También podremos disfrutar de una vía ferrata en sus espectaculares paredes.

Huerta de Rey. Burgos. Foto del autor.



- EN RUTA HACIA SANTO DOMINGO DE SILOS.

Campos de Castilla entre Huerta de Rey y Caleruega. Burgos. Foto del autor.


Desde Huerta de Rey cogemos la BU-921 hasta Caleruega. La importancia histórica de este municipio de 415 habitantes radica en ser la cuna de Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de los Dominicos y santo de la iglesia católica.

Los orígenes de la villa se remontan a los albores de Castilla, en el S. X, durante la Reconquista. Se funda como población amurallada con tres puertas y cuyo caserío se agrupaba en torno al torreón de los Guzmanes y la casa del señor de la villa. A día de hoy se conserva la Torre de los Guzmanes y el arco de entrada a la parroquia románica de San Sebastián. 

La Ruta del Cid a su paso por Caleruega. Placa instalada en Caleruega. Burgos.
Foto del autor.


También hay que destacar que, durante el destierro de El Cid Campeador, durante el S. XI, este pasó por la villa. En la Peña San Jorge, uno de los montes cercanos, había muchas cuevas (ahora son bodegas), y según la leyenda popular allí se refugiaban los moros, que, cuando lo veían necesario atacaban el pueblo. Al llegar el Cid, el pueblo atemorizado y escondido en el Torreón de los Guzmanes salió a batallar y consiguieron expulsar a los moros de Caleruega.

Desde Caleruega cogemos la BU-910 hasta Santo Domingo de Silos.

Santo Domingo de Silos, es una villa y un monasterio de monjes benedictinos que se asientan a 1000 metros de altitud. Está rodeado de altos montes de roca caliza escasamente arbolados, pero con pinos, encinas y enebros. En los picos de las montañas anidan aguiluchos y buitres. El paisaje es duro y austero pero muy pintoresco debido a las caprichosas formas que las aguas han labrado en estos montes de roca caliza, como el desfiladero de Yecla.

Entrada al desfiladero de la Yecla, que se puede visitar pues hay plataformas para los
caminantes y un mirador espectacular. Camino a Santo Domingo de Silos.
Burgos. Foto del autor.

Desfiladero de la Yecla, cañón del río Mataviejas, en Santo Domingo de Silos. Burgos.

Atravesando el desfiladero de la Yecla camino a Santo Domingo de Silos desde
Caleruega. Burgos. Foto del autor.


Los restos de cerámica nos indican que este lugar ya estaba poblado en el S. X a.C. también se han encontrado restos celtibéricos, romanos y visigodos.

La historia de la abadía y de la villa de Silos han caminado siempre juntas. El monasterio fue fundado en el S. X, Fernán González primer conde de Castilla y empieza a cobrar importancia con la llegada, en 1041, del monje Domingo Manso, proveniente del monasterio de San Millán de la Cogolla. Este monje restaura el monasterio y da origen a un movimiento espiritual y cultural.

Claustro del monasterio de Santo Domingo de Silos. Burgos.

 
El monasterio de Santo Domingo de Silos visto desde el sur. Burgos.

El actual núcleo urbano del pueblo de Silos (con 326 habitantes) tiene sus orígenes en el fuero que le concedió a la abadía el rey Alfonso VI de Castilla y León en 1098. La villa de Silos dependió del abad hasta el año 1440, fecha en que los monjes vendieron la villa de Silos a la casa de los Velasco, Condestables de Castilla. La villa ha perdido casi por completo su aspecto medieval de recinto amurallado, pues solo quedan dos puertas, la de San Juan y de la Calderera y los lienzos de muralla cierran la huerta del monasterio.

Algunos investigadores apuntan a que el monasterio está ligado a la historia de el Cid Campeador, ya que este y su esposa Jimena donaron alguna de sus heredades al monasterio, cuyo claustro, aún se estaba construyendo en 1081, año en el que el Cid fue desterrado.

Salimos de Santo Domingo por la misma carretera por la que entramos la BU-910 y nos ponemos en ruta para visitar el castillo y la villa de Peñaranda de Duero.


- DE SANTO DOMINGO DE SILOS A PEÑARANDA DE DUERO.

Peñaranda de Duero es un municipio con 510 habitantes. En la edad antigua sus tierras fueron pobladas por arevacos. En el S. X (912) es reconquistada a los musulmanes y su castillo hace de frontera con el territorio musulmán del otro lado del río Duero. Fueron señores de la villa, sucesivamente, el infante Don Pedro, hijo de Sancho IV, y su esposa, María de Aragón, para pasar durante el reinado de Alfonso XI a manos de la casa de Avellaneda. Tras el matrimonio de Aldonza de Avellaneda con Diego López de Zúñiga en el S. XV, que unía los dos linajes, sus descendientes ostentarán el título de Duques de Peñaranda.

Castillo de Peñaranda de Duero desde uno de sus arrabales. La torre del homenaje
es espectacular. Burgos. Foto del autor.

Vista de la villa de Peñaranda de Duero desde lo alto de su castillo. A la izquierda de la imagen
el monasterio de las Madres Franciscanas y a la derecha el cuadro de piedra del Palacio de
Avellaneda. Burgos. Foto del autor.

Puerta de entrada al castillo de Peñaranda de Duero. Burgos. Foto del autor.

Saeteras excavadas en la piedra del castillo con vistas a la villa de Peñaranda.
Burgos. Foto del autor.


Como monumentos a visitar tenemos: el castillo de Peñaranda del S. X, construido con motivo de la repoblación de Fernán González, aunque se le cita de manera escrita por primera vez  en el S. XI, fue reformado completamente en el S. XV. En su muralla se conservan dos de las tres puertas del S. XV. El Palacio de Avellaneda fue construido en el S. XVI. La iglesia de Santa Ana, iniciada en 1540 con portada barroca.

Torre del homenaje del castillo de Peñaranda.
Burgos. Foto del autor.
Castillo de Peñaranda.
Burgos. Foto del autor.














Vista panorámica de la villa de Peñaranda de Duero desde lo alto de su castillo.
Burgos. Foto del autor.


En la construcción del castillo de Peñaranda, los muros y cubos son de mampostería. originalmente todos estaban dotados de almenado con saeteras y troneras, recorridas por un adarve.

Salimos de Peñaranda y por la BU- 925 vamos visitar el yacimiento arqueológico de Clunia, Colonia Clunia Sulpicia. Una de las ciudades romanas más importantes de la península. Se encuentra entre las localidades de Coruña del Conde y Peñalba de Castro.


- CLUNIA.

Antes de la llegada de los romanos los habitantes de esta zona formaban parte de las tribus arévacas. No se sabe mucho de sus núcleos de población pero parece seguro que ocupaban lugares altos y de fácil defensa, como el Alto del Cuerno. Estos arévacos llamaban Clounioq a su territorio, término que posteriormente derivará en Clunia. Por los restos localizados en el Alto del Cuerno, frente a la meseta ocupada por Clunia, parece que ese pudo ser el emplazamiento de la población indígena ya que no se conocen, hasta la fecha, restos arévacos en el Alto de Castro donde se asentaron los romanos.

Teatro romano de Clunia. Burgos.

El espectacular teatro romano de Clunia. Burgos.


En el 72 a.C. el político militar romano Quinto Sertorio resistió durante 20 años en la península la guerra civil que sostenía contra Pompeyo, este último al vencer destruyó la ciudad de Clunia.

Desde el reinado de Tiberio (14-37 d. C.) Clunia debe contar con estatuto de municipio romano pues, en ese mismo momento, acuña monedas con su efigie y los nombres de los magistrados de la ciudad. Por Plinio sabemos que es capital de convento jurídico de la provincia Hispania Citerior Tarraconensis, a mediados del s. I d. C., con el que se comunica por medio de importantes vías que pasan por la ciudad o próximas a ella. En el siglo II d.C., Ptolomeo se refiere a ella, por primera vez, como Colonia Clunia Sulpicia. Ambos autores hablan de la extensión del convento entre la cuenca alta del Ebro con la salida al Cantábrico y la cuenca alta y media del Duero.

Vista aérea del yacimiento de Clunia. Burgos.


Es en el s. I d. C., cuando se sucede la construcción de los edificios públicos. Este es su máximo apogeo y se calcula que viven en la ciudad unas 30.000 personas. La economía se basaba en la agricultura y ganadería entre otras.

Sulpicio Galba es el personaje más importante presente en la historia de Clunia. En recompensa a los servicios que había prestado en África Y Germania, fue recompensado con los ornamenta triunphalia y con un triple sacerdocio. Galba se subleva contra Nerón y se refugia en Clunia, que recibiría el apelativo de Sulpicia en su honor. En la primavera del año 68 recibió informaciones que afirmaban que el emperador había cursado cartas con órdenes de asesinarlo. Galba reclutó una legión, la VII Galbiana que, convertida en gémina, sería con posterioridad la única de la Península, con sede en la actual ciudad de León. A ella se sumaba la única legión por entonces presente en Hispania, la VI Victrix.

Capitales de provincia en la Hispania romana del S. I d.C.


En Clunia, Galba, recibió noticia de la muerte de Nerón y viajó a Roma para convertirse en César. En el 222 la ciudad sigue manteniendo la capitalidad del convento a pesar de su degradada situación urbana y  logra mantenerse en el tiempo a lo largo de los siglos III-IV y V. Es en el S. III cuando los franco-alamanes toman e incendian la ciudad. Los testimonios arqueológicos documentan la continuidad de la ciudad hasta fines del s. VII pero su importancia en época visigoda decae, como parecen demostrar; su desaparición de las fuentes literarias, la carencia de ceca y la instauración de una sede episcopal en la vecina Uxama.

De Clunia nos ponemos en ruta hacia Aranda de Duero, esta gran localidad de Burgos con 32.000 habitantes es una parada obligada para comer y visitar la iglesia gótica de Santa María la Real. el Palacio de los Berdugo, el puente romano o sus más de 300 bodegas. Pero dejaremos para otra Escapada esta gran población y vamos a perdernos por localidades más pequeñas. Nos vamos a Haza a visitar su castillo.

- DE RUTA CON ENCANTO POR EL CASTILLO DE HAZA Y HONTANGAS.

Salimos de Aranda de Duero por la N-122 y pasando Castrillo de la Vega llegamos al cruce desde donde se ve la torre del homenaje del castillo de Haza.

Vista del castillo de Haza desde el cruce de la N-122. Burgos. Foto del autor.



Torre del Homenaje del castillo de Haza y su entrada para visitas.
Burgos. Foto del autor.


Haza es una pequeña localidad de 29 habitantes que se alza sobre el pico de la Buitrera a 910 metros del nivel del mar. Su posición estratégica en la ladera sur que cierra el valle del río Duero hacía casi obligado que se alzara aquí una fortaleza.

El castillo fue construido entre los S. XII y XV y aunque se haya semi-derruido, se encuentra en proceso de restauración. La torre del homenaje se puede visitar. El recinto amurallado es del S. XV, construido por orden del Conde de Miranda.

El balcón de Haza, una preciosa vista hacia el norte sobre el valle del Duero.
Burgos. Foto del autor.


Otro tesoro arquitectónico es la iglesia de San Miguel, integrada en la muralla que cuenta con tablas hispano-flamencas de finales del S. XV sobre la infancia de Cristo y la vida de San Miguel.

La fortaleza, una sombra de lo que fue, resultó un fuerte bastión durante el avance cristiano de comienzos del S. X y en la defensa del curso del Duero. Durante este siglo, cuando los ataques de los ejércitos musulmanes de Córdoba contra los cristianos fueron más crueles. En este cometido la fortaleza de Haza formaba parte de un imponente rosario de castillos de frontera, que se completaba con la de Gormaz, San Esteban de Gormaz, Osma, Clunia y Roa, todas ellas situadas en la línea defensiva del Duero.

Las murallas del S. XII están bastante deterioradas. Espero que el proyecto de reconstrucción
termine dándole el esplendor perdido. Castillo de Haza. Burgos. Foto del autor.

El valle del Duero visto hacia el oeste desde las murallas del castillo de Haza. Burgos.
Foto del autor.

Iglesia de San Miguel, adosada a la antigua muralla sur del castillo de Haza. Burgos.
Foto del autor. 


El poblado que podemos contemplar hoy, con las mismas trazas urbanísticas, es el mismo que podríamos contemplar en 1182, cuando se fundó el monasterio de Santa María de Aza. Durante los S. XII y XIII el pueblo estuvo sometido al señorío de la poderosa familia de los Lara.

Salimos de Haza y nos desplazamos por la BU-200 en dirección a Hontangas (91 habitantes) para visitar una de las ermitas más bellas que he visto. Hontangas significa, lugar de fuentes.

- LA ERMITA DE HONTANGAS.

"Que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva, los pajaritos cantan, las nubes se levantan," …, esta es la pegadiza canción infantil que todos los que tenemos el castellano como lengua materna hemos cantado cuando éramos niños. Y da la casualidad de que la famosa cueva y su correspondiente y milagrosa Virgen está en Burgos, en concreto en Hontangas. Un pueblo de la Ribera del Duero situado a la vera del río Riaza. Además, el enclave, como han demostrado distintas intervenciones arqueológicas, es un singular santuario en el que se puede rastrear la religiosidad de los habitantes de la zona a lo largo de los últimos 2.500 años.

Ermita de la Virgen de la Cueva en Hontangas. Burgos. Foto del autor.


La curiosa historia de la cueva de Hontangas se inicia muchos siglos antes de la fundación de la localidad actual, cuando el pueblo indígena de los vacceos, que tenía en el valle del Riaza su frontera con los vecinos arévacos, sacralizó una pequeña cavidad abierta en las laderas rocosas que perfilan los páramos de Corcos. El motivo de la elección fue sin duda la existencia de un copioso manantial que brotaba del interior de la gruta. Los vacceos, como buenos celtas, tenían debilidad por las fuentes a las que ofrecían ofrendas, sobre todo armas, en solemnes y concurridas ceremonias. En este caso los protagonistas fueron los habitantes del fortificado poblado de la Casa de los Moros, localizado en la cercana Adrada de Haza, que dependía de la importante urbe vaccea de Rauda.

Entramos en la cueva-ermita sostenida por columnas de
época romana. Hontangas. Burgos. Foto del autor.

Reja que protege el santuario de la Virgen de la Cueva en Hontangas. Burgos.
Foto del autor.

Las columnas que sostienen la cueva, algunas columnas son más
modernas que otras. Hontangas. Burgos. Foto del autor.


Aunque los romanos sometieron militarmente a los vacceos fueron conscientes de que para integrar culturalmente a estas gentes celtibéricas lo mejor era romanizar a sus deidades. Por eso en la cueva de Hontangas se han descubierto unas votivas aras romanas, datadas en el siglo I a.C., dedicadas a la divinidad celtibérica Aeio Daicino, un dios relacionado con el agua. Un elemento que refuerza la importancia romana de este santuario es que la actual pila bautismal reutiliza el fuste ahuecado de una columna romana. Es posible, además, como se intuye por los restos arqueológicos que suelen aparecer, que el lugar donde se asienta el actual caserío de Hontangas fuese en época romana un frecuentado centro de peregrinaje para los habitantes de la cercana colonia de Clunia Sulpicia, que hemos visitado esta mañana.

La talla de la Virgen de la Cueva es del S. XIII. Hontangas. Burgos. Foto del autor.


Y cuando el Imperio Romano adoptó la religión cristiana, la mayoría de los santuarios paganos cambiaron de advocación. En el caso de Hontangas la cueva pasó a albergar la imagen de una Virgen aparecida milagrosamente. La leyenda popular nos cuenta que una brillante luz emergía de la cueva y los poderosos señores del castillo de Haza, intentaron llevársela, sin conseguirlo. Muy pronto la fama de la Virgen de la Cueva llegó a cientos de kilómetros de distancia y las jóvenes casaderas acudían aquí en peregrinación rogando por tener un buen parto. La inscripción grabada en el arco de entrada de la ermita "Virgo tua gloria partus" (tú parto es la gloria) se lo recuerdan a todos los que entramos en la cueva. También tenía fama de milagrera el agua que brotaba del interior, desviada para evitar filtraciones, y que ahora se puede beber en una fuente aledaña.

Entrando en Hontangas nos encontramos con una cigüeña dándose una vuelta.
Burgos. Foto del autor.


La talla de Nuestra Señora de la Cueva data del S. XIII y parece que procede de la arruinada ermita tardo-rrómanica de San Mamés. A principios del S. XVII se levantó la actual y llamativa fachada que protege la cueva. En sus hornacinas, además de la Virgen podemos contemplar las imágenes de San Juan Bautista, San José, San Miguel y el Rey David.

De regreso a Salas de los Infantes vamos a pasar por un par de lugares antes de que se me eche la noche encima. El primero Vadocondes y después nos vamos visitar un lugar de película, Sad Hill.


- VADOCONDES Y SAD HILL.

Vadocondes está integrado en la comarca de la Ribera del Duero y tiene 369 habitantes. Hablando un poco de historia, las cuevas de la zona hablarían de un poblamiento ya en el neolítico, aunque arqueológicamente se han encontrado hallazgos del S. VII a.C. en época de migraciones celtas, posteriormente aquí se asentarían los arévacos. Los romanos también estuvieron aquí asentados y tras ellos la Historia escrita nos lleva al repoblamiento en plena Reconquista que abarca del S. IX al XI, esta zona sufrió las devastadoras razzias musulmanas de Abderraman III y Almanzor.

El vado sobre el Duero en Vadocondes. El puente es del S. XVIII. Burgos. Foto del autor.


La localidad debe su nombre a un famoso vado que cruza el Duero y secularmente utilizado por toda clase de viajeros y ejércitos que por estas tierras han pasado. Es la razón de la existencia de la población, en época de repoblamiento el pueblo estaba bajo la jurisdicción abacial del monasterio de Santo Domingo de Silos, hasta que el rey Fernando IV les concedió el privilegio de villa en 1316.

Desde esas fecha hasta el fin del Antiguo Régimen (1799), Vadocondes fue villa de realengo y dueña de su propia administración, sin apenas novedad digna de mención en su tranquilo devenir histórico, tan solo alterado entre 1808 y 1813 por la invasión de Napoleón y después por las Guerras Carlistas, debido al paso de fuerzas militares por su famoso vado.

Por este vado sobre el Duero han pasado ejércitos de todas las épocas, al menos durante
los últimos tres milenios. Vadocondes. Burgos. Foto del autor.


De Vadocondes me pongo en marcha por la BU-925 y tras pasar por Peñaranda y Huerta de Rey retomamos la N-234.

Por la N-234 llegamos hasta Barbadillo del Mercado y desde el centro de la localidad solo tenemos que seguir los carteles para llegar a Sad Hill, a unos 10 minutos en coche de esta localidad. 

Iglesia de la Trinidad en el convento de los Dominicos con su familia
de cigüeñas en el campanario. No hay imagen más icónica de los
campos de castilla. Barbadillo del Mercado. Burgos. Foto del autor.

Puente medieval de Barbadillo del Mercado S. XIV. Este puente tuvo una notable importancia
durante la edad media ya que hablan de él en las leyendas de los Siete Infantes de Lara.
Hoy en día solo es peatonal. Barbadillo del Mercado. Burgos. Foto del autor.

En la ruta de El Cid en Barbadillo del Mercado.
Burgos. Foto del autor.


Bienvenidos a Sad Hill. Nos encontramos en una de las localizaciones cinematográficas más importantes de la historia del séptimo arte. El ficticio cementerio de Sad Hill fue construido en el verano de 1966 para el rodaje de la última escena de "El bueno, el feo y el malo" de Sergio Leone.

Cartel informativo bajo uno de los árboles de Sad Hill. Burgos. Foto del autor.

Estatua de hierro de Clint Eastwood en
Sad Hill. Burgos. Foto del autor.


Sad Hill. Burgos. Foto del autor.















Aquí se rueda la escena cumbre de la película con Clint Eastwood, Eli Wallach y Lee Van Cleef. Nos encontramos en el valle de Mirandilla, uno de los más hermosos y apartados de la provincia de Burgos. El set de rodaje, el cementerio que hoy contemplamos, se levantó en apenas tres días por 250 soldados del ejército español recreando un soberbio cementerio circular con más de 5.000 tumbas dispuestas en un sistema de círculos concéntricos rodeando una plazoleta que es donde sucede el climax con el fondo de la maravillosa música de Ennio Morricone. Esta escena es una de las más recordadas del género y denota una maestría en el montaje admirable.

El cementerio circular de Sad Hill. Todo un icono del cine desde 1966. Burgos.
Foto del autor.

En el centro del cementerio circular de Sad Hill. Burgos.
Foto del autor.


Centro del cementerio de San Hill. Burgos. Foto del autor.

El "salvaje oeste" entre Barbadillo del Mercado y Santo Domingo de Silos en Burgos.
Foto del autor.



Tras visitar Sad Hill regresamos a Salas de los Infantes, nuestra pequeña Escapada por las comarcas burgalesas de la Ribera del Duero y el Sur de la Sierra de la Demanda ha llegado a su fin. Espero que si pasáis por Burgos, además de Atapuerca y su catedral os perdáis por estos paisajes tan llenos de Historia y de paisajes impresionantes.

Montes frente a Salas de los Infantes Burgos. Foto del autor.





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