19 de junio de 2021. Domingo.
Las Palmas de Gran Canaria.
En los próximos 2 artículos vamos a conocer una de las ciudades con más historia, con más rincones singulares y lugares con encanto por metro cuadrado que podremos encontrar en todo el mundo. Creo que se nota que me encanta esta ciudad, la he visitado cuatro veces contando está última y espero seguir haciéndolo a lo largo de mi vida. La única pega que le veo, que no tiene mar.
Antes de perdernos por las mágicas calles de barrios como el Sacromonte, el Albaicín, la Chana, Centro-Sagrario o el Realejo vamos a conocer algo más de la ciudad empezando por algunos datos generales: en 2019 la ciudad tenía una población de 232.462 habitantes.
Vista del barrio del Albaicín desde las salas del Palacio de Comares en la Alhambra. Granada. Foto del autor. |
Aunque la ciudad cayó en manos de los Reyes Católicos y se unió al reino de Castilla en 1492, aún quedan muchos elementos que nos recuerdan que una vez fue la capital del reino Zirí de Granada durante el S. XI y del reino Nazarí de Granada entre los siglos XIII y XV. Una vez pasó a formar parte del reino de Castilla, la ciudad se convirtió en la capital del reino castellano de Granada. Una simple jurisdicción territorial que se mantuvo hasta 1833, momento en el que se produjo una nueva división provincial en España que es la que tenemos vigente en la actualidad.
Vista de la villa marinera y playera de Salobreña desde uno de los patios de su castillo. Costa Tropical de Granada. Foto del autor. |
Vista de Lanjarón (a la izquierda en la imagen) en el parque Nacional de Sierra Nevada. Granada. Foto del autor. |
Granada es un núcleo receptor de turismo gracias a sus monumentos, con la Alhambra como principal reclamo pero que también cuenta con la cercanía de la estación de esquí de Sierra Nevada, los pueblos blancos de la Alpujarra y la costa mediterránea conocida como Costa Tropical, con pueblos costeros como Motril, Almuñécar o Salobreña. Esta última localidad la conoceros para disfrutar de su costa y de su extraordinaria gastronomía.
En nuestra Escapada visitaremos el símbolo de la ciudad, la Alhambra, uno de los monumentos más conocidos de España, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984, junto al Jardín del Generalife y el Albaicín.
El espectacular Patio de la Acequia en la villa de los Jardines del Generalife. La Alhambra. Foto del autor. |
También visitaremos su catedral, considerada la primera iglesia renacentista de España. Anexa a la catedral, nos empaparemos de pura Historia de España en uno de los lugares al que todo español debería "peregrinar" una vez en la vida, la Capilla Real. Este monumento alberga las sepulturas de los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, así como la Reina Juana I de Castilla "la loca" y el rey Felipe I de Castilla " el hermoso". Fue construida entre 1505 y 1517 por orden de Isabel la Católica que decidió que fuera su lugar de descanso eterno. En ella encontraremos uno de los tesoros históricos nacionales: la corona y el cetro de la Reina Isabel y la espada que perteneció al Rey Fernando.
La oferta cultural de Granada incluye una veintena de museos, entre los que destaca el Parque de las Ciencias de Granada y el Museo de Bellas Artes de Granada.
La Universidad de Granada es la 4ª por número de alumnos matriculados según datos de 2020. La número uno es la UNED (143.830), la segunda la Complutense de Madrid (60.950), después vendría la de Sevilla (54.498) y luego la de Granada con 47.527 alumnos.
En cuanto al transporte público, el municipio cuenta con un metro ligero: el Metro de Granada que recorre la ciudad en una sola línea de forma transversal y la conecta con las principales localidades de su entorno, desde Albolote hasta Armilla. Además cuenta con el aeropuerto Federico García Lorca Granada-Jaén a 17 kilómetros de la capital.
- GRANADA UN POCO DE HISTORIA.
Los restos más antiguos que se han excavado en la ciudad de Granada datan de la mitad del S. VII a.C. se trata de unas habitaciones pertenecientes a un oppida ibérico (lugar elevado cuyas defensas naturales se han visto reforzadas por el ser humano) denominado Ilíberis. En el S. IV o III a.C. quedó incluida en el territorio de los bastetanos y a su vez, dentro del área de influencia económica de los cartagineses.
Espada de bronce (1000-950 a.C.) encontrado en Moraleda de Zafayona (Granada). Puñales y alabarda (1800-1500 a.C.). Museo Arqueológico y Etnográfico de Granada. Foto del autor. |
Iliberis, el poblado fortificado íbero que se encontraba a 10 kilómetros al noroeste de Granada y que fue la población más importante de la zona hasta prácticamente el S. XI. |
La derrota definitiva de Cartago en la Segunda Guerra Púnica abrió la puerta de la ciudad a los romanos previo pacto de sumisión. Ilíberis, incluida en la Hispania Ulterior, obtuvo de Julio Cesar el título de municipio con el nombre de Municipium Florentinum Iliberitanum, de manera que las fuentes romanas, a partir de entonces, la nombran como Florentia. Más tarde quedó englobada en la Bética.
Para algunos autores se trató de una ciudad de gran relevancia en época romana, aunque las excavaciones no lo certifiquen aún. Florentia dio 3 senadores y un cónsul a Roma, además de ser sede de un concilio cristiano en el año 304 d.C.
Estatua de mármol romana. Museo Arqueológico y Etnográfico de Granada. Foto del autor. |
En cualquier caso la ciudad ibero-romana de Florentia debió quedar destruida en algún momento de la conquista musulmana de la península, ya que en el S. VIII, el solar se mostraba despoblado.
Entre los siglos VIII y XI, es decir, desde la creación del Emirato de Córdoba y hasta la caída del califato, aunque parezca sorprendente porque se suele asociar los 8 siglos de ocupación musulmana a Granada y su Alhambra, el solar de la actual ciudad estuvo deshabitado. Tan solo los restos de la fortaleza ibero-romana se utilizaban como lugar de refugio, como ocurrió durante la rebelión de los muladíes (habitantes romano-godos que se quedaron a vivir durante la ocupación musulmana), que estalló durante el siglo IX.
Con toda probabilidad existía alguna pequeña alquería o población alrededor de Hisn Garnata, nombre con el que se conoció en época musulmana a la antigua Ilíberis. La auténtica ciudad de la zona entre los años 712 y 1012 fue Madinat Ilbira, a unos 10 kilómetros al noroeste, que llegó a ser capital de la cora de Elvira, una de las ciudades más importantes de al-Ándalus. En la actualidad se encontraría entre los términos municipales de Atarfe y Pinos Puente.
Y llegamos a la turbulenta época de la formación de los reinos de taifas. La guerra civil entre árabes y bereberes terminó en la sangrienta desintegración del califato de Córdoba y la destrucción del palacio fortificado de Medina Azahara. Ante la desaparición del poder central unificador, los nobles musulmanes divididos en árabes, bereberes y muladíes (población de origen hispanorromano o visigodo que adoptó el islamismo) se independizaron en sus propios terruños y se dedicaron a combatir entre sí y contra los reinos cristianos del Norte.
La taifa de Granada cayó en poder de los ziríes, una tribu bereber procedente de la zona de la cabilia, un territorio montañoso en la actual Argelia. Ellos fueron los que fundaron Madinat Garnata en el 1013.
Es en 1013 comienza la historia de la Granada musulmana:
Época zirí: la zona que inicialmente se ocupó fue el actual barrio del Albaicín. Para finales del S. XI, la mayor parte de la colina ya estaba urbanizada, toda ella, rodeada de una muralla que aún puede contemplarse, sobre todo desde las torres de la Alcazaba que miran a este antiguo barrio de Granada. La ciudad zirí tenía unas 4400 casas, repartidas en varios barrios situados en la colina del Albaicín.
Época bereber: la estructura urbana de la ciudad prácticamente no se modificó durante el largo período de dominación almorávide y almohade (1090-1269). Tan solo se amplió el recinto amurallado, de esta época aún podemos contemplar dos puertas: el Arco de las Pesas y la Puerta Monaíta y dos fortalezas; las Puertas Bermejas y el Alcázar Genil.
Época nazarí: el reino de Granada se fundó en el 1238 por el noble nazarí Mohamed-Ben-Nazar. Esto propició el crecimiento poblacional y el aumento de la riqueza de la ciudad, amurallándose los arrabales del Albaicín y construyendo la ciudad palatina de la Alhambra. Su inicio lo ordenó el rey Alhamar aprovechando la existencia de una antigua fortaleza zirí y su hijo erigió la mayor parte de las zonas palaciegas. A inicios del S. XIV ya existía una medina, con comercios, viviendas privadas y edificios comunitarios. La ciudad nazarí quedo dividida en seis distritos amurallados comunicados entre sí por puertas que se cerraban por la noche.
Patio de Los Leones en el Palacio Nazarí de la Alhambra. Granada. Foto del autor. |
La ciudad permanecerá con esta estructura hasta después de la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos en 1492.
Vista de La Alhambra desde los jardines de El Generalife. Granada. Foto del autor. |
- DEL REINO NAZARÍ A LA CORONA DE CASTILLA.
En 1491, un poderoso ejército castellano, que ya había recuperado la mayor parte del territorio nazarí en los 4 años anteriores, penetra en la vega de Granada y pone sitio a la ciudad para conquistarla de una vez por todas.
Granada no cayó por efecto de un asalto a sus inexpugnables murallas ni mediante una batalla campal en sus campos circundantes sino por una negociación que culminó el 25 de noviembre de ese mismo año con la firma en Santa Fé de las Capitulaciones. La rendición formal se produjo el 2 de enero de 1492.
Las Capitulaciones fueron muy generosas con los granadinos, podían seguir practicando libre y públicamente su religión, se respetarían sus propiedades, y se mantendría la vigencia del derecho islámico entre musulmanes. Además los reyes nombraron primer arzobispo de Granada a Hernando de Talavera, confesor de la Reina Isabel, hombre moderado y con alta estima hacia los vencidos.
Cuando en 1499, la Corte se instala temporalmente en Granada, muchos se escandalizan por la pervivencia del islam y de la asistencia masiva a las mezquitas. El nuevo confesor de la reina, el arzobispo de Toledo Francisco Jiménez de Cisneros, inicio una campaña de conversiones forzadas, con confiscación y quema de libros, encarcelamiento de alfaquíes (doctores de la ley musulmana) y procesos inquisitoriales. Las conversiones fueron masivas. Esto provocó graves revueltas en el Albaicín, especialmente tras la reconversión de mezquitas en iglesias que se extendieron a otras zonas del reino y que fueron reprimidas con violencia (1499-1501).
A raíz de estas revueltas, los Reyes Católicos anularon las Capitulaciones y ordenaron una primera expulsión de moriscos y la reclusión de los restantes en el barrio de Bib-Rambla.
Isabel I de Castilla, la mejor reina que ha tenido nunca España, murió el 26 de noviembre de 1504 en el Palacio Real de Medina del Campo. Tal como fue su deseo y dejó escrito en su testamento fue depositada en una sencilla sepultura e inhumada en el monasterio de San Francisco de la Alhambra. Poco después, sus restos mortales junto a los de su esposo Fernando el Católico fueron trasladados a la Capilla Real, en la catedral de Granada.
- EDAD MODERNA.
Durante la Guerra de las Comunidades de Castilla, llamada popularmente la revuelta de los comuneros, Granada se mantuvo fiel a Carlos I. Todos los viajeros y eruditos que visitaron Granada en el paso del S. XV al XVI, mostraron su admiración por sus edificios, especialmente la reina Juana y el rey Carlos I que invirtieron grandes sumas de dinero en el arreglo y mantenimiento de la Alhambra y otros monumentos de interés, lo que posibilitó la pervivencia de estas joyas.
Además del mantenimiento del legado nazarí se promovió la construcción de nuevos edificios en los espacios más representativos de la ciudad musulmana que afirmaran el nuevo poder. Algunos ejemplos de estos edificios son: la Capilla Real, mediante Cédula Real de 1504 en la que se depositaron los cuerpos de los Reyes Católicos en 1521, el Hospital Real iniciado en 1511, la catedral en 1523, el Palacio de Carlos V en plena Alhambra, ordenado por el emperador en 1526, la Real Chancillería (Real Audiencia) de 1505, etc.
En pleno S. XVI Granada era una "ciudad en obras". Conforme a un vasto programa de cambios, impulsado desde la monarquía de los Austrias, se demolieron mezquitas, otras se transformaron en iglesias, se ensancharon calles, se eliminaron cementerios y se fundaron conventos. Se abren o reforman grandes plazas como Bib-Rambla, el campo del Príncipe (1513) o la Plaza Nueva (1515).
Plano de Granada de Braun de 1563. |
A consecuencia de la sublevación de los moriscos (1568), el Albaicín quedó fuera de esta fase de trasformación, ya que desde el corazón de este barrio se promovió la revuelta. Por ello, su población fue expulsada masivamente entrando las viviendas, comercios y otros edificios en un período de abandono y degradación que llevo al barrio a ser una ruina. De los 30.000 habitantes con los que contaba en 1560, el Albaicín pasó a 5.000 habitantes censados en 1620.
Es precisamente en el S. XVII cuando el barrio quedó detenido en el tiempo y podemos contemplarlo en la actualidad con sus cármenes, huertas y poca densidad poblacional. Un carmen es la vivienda urbana típica de Granada, con un espacio verde anexo, jardín o huerta cercado todo ello por una tapia.
Tras estos cambios, la ciudad no sufrió grandes modificaciones ni en su imagen ni en su estructura ya hasta mediados del S. XIX.
Plano de Alfonso de Vico mostrando la ciudad de Granada en 1795. |
- EDAD CONTEMPORÁNEA, S. XIX.
Granada en el S. XIX era una ciudad burocrática, sede de la Real Chancillería (el más alto tribunal), con Universidad y un amplio estamento militar, lo que suponía la estancia temporal de muchas personas, potenciando así el sector servicios, el comercio y la artesanía. Además, la producción agrícola de su rica vega, la habían convertido en una de las ciudades españolas con la renta más alta. De hecho, Granada era la tercera capital en votos a las Cortes.
El 28 de enero de 1810 las tropas francesas con el general Sebastiani al frente ocuparon Granada, permaneciendo en ella hasta el 16 de septiembre de 1812. En esta época los franceses desarrollan, a costo de los sufridos granadinos, obras de fortificación en los alrededores de la Alhambra y en el castillo de Santa Elena. También ajardinaron los paseos del Salón y la Bomba, finalizaron el teatro de Napoleón, llamado después de Cervantes y antes de abandonar la ciudad derribaron varias torres de la Alhambra y otros edificios que tenían uso militar.
Vista de la Alhambra, de Granada y de parte de su vega desde el castillo de Santa Elena. |
Toda la primera mitad del S. XIX fue una época de declive poblacional, estancamiento económico y deterioro del casco urbano. Esto agravó los problemas endémicos de salubridad por el hacinamiento de las casas en sus estrechas callejuelas, sobre todo en el barrio del Albaicín.
Cuadro de Granada en 1850. |
Las sucesivas desamortizaciones impulsaron una destrucción del patrimonio histórico nunca visto hasta entonces. A partir del reinado de Isabel II (reina de España entre 1833 y 1868) el objetivo de las instituciones fue la modernización de la ciudad, la mejora en la salubridad y la renovación de las viviendas. Esto sucedió gracias al impulso de la industria de la remolacha azucarera, además de la incorporación de Granada a la red de ferrocarriles, facilitando esta labor impulsando el comercio y abriendo calles de formato moderno: embovedado del río Darro creando así la calle Reyes Católicos, apertura de la Gran Vía de Colón, etc. Granada adquirió así una imagen burguesa y moderna aunque, a costa de perder parte del patrimonio (derribo de edificios de origen musulmán).
- GRANADA EN EL SIGLO XX.
A comienzos del S. XX Granada estaba situada en una buena posición social y económica dentro de España con una economía en crecimiento, basada sobre todo en la remolacha y con perspectivas de industrialización importantes. El crecimiento demográfico se intensificó a partir de 1900, de 75.900 habitantes ese año a 155.405 en 1940. La clase política seguía fuertemente encorsetada con unos representantes en Cortes compuestos básicamente por terratenientes, catedráticos de universidad y abogados.
El primer período de la II República (1931-1933) fue especialmente violento, con numerosos disturbios y choques callejeros protagonizados especialmente por trabajadores del sector azucarero, ya que esta industria desapareció en el período de 1926 a 1940.
El 20 de julio de 1936 la rebelión militar contra la República triunfó en Granada, tan solo el barrio del Albaicín resistió unos pocos días. El estallido de la guerra civil dejó a la Granada sublevada rodeada de territorio controlado por el gobierno republicano, lo que dio lugar, sobre todo los primeros meses, a un gran número de detenciones y fusilamientos, el gran poeta y dramaturgo Federico García Lorca entre ellos.
En la posguerra, a causa de la desindustrialización y la guerra, Granada cayó en índice de renta a los últimos lugares del país y se constituyó como una ciudad básicamente burocrática y universitaria. Solo en el último tercio del siglo se desarrolló un potente sector terciario gracias al turismo.
Vista general de Granada desde la Torre de la Vela, en la alcazaba de la Alhambra. Foto del autor. |
En pleno S. XXI Granada es una ciudad con un fuerte carácter cultural y universitario. En 1995 se inauguró el Parque de las Ciencias, primer museo interactivo del sur de España.
Sus grandes joyas arquitectónicas, con la Alhambra como buque insignia, hacen de la ciudad un lugar imprescindible para todo aquel que disfrute con la Historia.
También su gastronomía y su cultura de las tapas es un motivo importante para escaparse a Granada y disfrutar 2, 3 o 4 días de una ciudad que tiene mucho que ver.
En el siguiente artículo me centraré en el monumento más visitado de España, la Alhambra. Recorreremos los palacios nazaríes, la alcazaba, los jardines del Generalife y disfrutaremos de las mejores vistas sobre la ciudad. Intentaremos aislarnos de los turistas que nos rodean para disfrutar retrocediendo cinco siglos en el tiempo y descubrir los tesoros que nuestros antepasados nos legaron.
Una de las imágenes más icónicas de Granada. La vista de la Alhambra desde el mirador de San Nicolás. Un lugar ineludible en nuestra Escapada a Granada. Un sueño andaluz hecho realidad. Foto del autor. |
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