Maspalomas. Gran Canaria.
A la hora de preparar una Escapada a ciudades tan conocidas y con tantas maravillas que visitar como Praga, Viena o Budapest siempre nos surge un primer problema ¿como decidir el orden para visitarlas? ¿cuántos días dedico a cada una?
En nuestro caso, el número de ciudades a visitar y los días dedicados a cada una se resolvieron pronto, disponíamos de 7 noches y queríamos una Escapada romántica y tranquila, así que decidimos visitar dos ciudades, Budapest y Viena, y dejar Praga para otra ocasión.
- NOS VAMOS A BUDAPEST Y VIENA.
Desde Madrid cogímos un avión directo a Budapest, la compañía Ryanair nos facilita vuelos a precios muy económicos. Ya desde la capital húngara podemos desplazarnos en tren a Viena (https://www.oebb.at/de/) esta es la página oficial de la empresa de ferrocarriles que une Hungría y Austria, el sitio más barato para reservar los billetes. En escasas 2 horas y media os trasladaréis de una manera cómoda de una capital a otra. Recordaros que tanto para Hungría como para Austria no necesitáis pasaporte, tan solo vuestro carnet de identidad.
Budapest desde el aire. Se aprecian perfectamente los puentes sobre el Danubio y la isla Margarita. Hungría. Foto del autor. |
Ya tenemos decididas las ciudades, ahora los días dedicados a cada una de ellas. Al entrar y salir por el aeropuerto de Budapest decidimos estar un día más en la capital húngara y, aún a riesgo de no poder ver todas las cosas en Viena con solo tres días, siempre se puede volver a la capital del viejo imperio austro-húngaro en otra ocasión
Para movernos por las dos ciudades no tenemos mucha complicación, en las dos hay Metro y una amplia red de autobuses urbanos y tranvías. Pero principalmente son dos ciudades para recorrer a pie y disfrutar de ellas descubriendo sus más bellos rincones; edificios, parques, iglesias, locales y negocios con encanto, monumentos, palacios...
En las dos ciudades hay posibilidad de comprar la Budapest-card y la Viena-card, dependiendo de la cantidad de museos y palacios a visitar decidid vosotros si las adquirís o no. Para más de diez museos y monumentos por ciudad quizás sea recomendable. Hay palacios que se pueden visitar por fuera y disfrutar de sus vistas y jardines. Normalmente solemos visitar 2 o 3 museos por ciudad, y comprar bonos de 10 billetes de metro, nos parece lo más económico.
Museum Quartier, la zona de museos de arte moderno de Viena. Un lugar para relajarse y tomar algo. Austria. Foto del autor. |
En cuanto al hotel, si no podéis conseguir uno en el centro de la ciudad al menos reservarlo cerca de una estación de Metro, os facilitará mucho los desplazamientos. Nosotros nos alojamos en Budapest en un apartahotel; el Budapest Holidays Harmony y en el hotel Roombach Budapest Center, muy recomendables y bastante asequibles, aunque la entrada al apartahotel y su ascensor nos dió un poco de yu-yu al principio, por ser un edificio antiguo del centro de la ciudad, pero funcionaba perfectamente y tenía bastante encanto.
En Viena nos quedamos en el Hotel One Wien Prater, un lugar encantador, a 50 metros de la estación del Metro del parque Prater y justo al lado del famoso parque de atracciones donde se rodó la famosa escena de la noria de la película "El tercer hombre" (1949).
Ascensor del Budapest Holiday Harmony, tecnología de mediados del S. XX que funciona a la perfección. Budapest. Hungría. Foto del autor. |
Hotel One Wien Prater y su jardín. Muy recomendable para visitar la capital de Austria. Foto del autor. |
Recordaros que Hungría pertenece a la U.E. pero no está dentro de la zona euro, necesitaréis cambiar vuestros euros por forintos húngaros. En nuestro viaje un buen cambio era 1 euro por 310 forintos. En el aeropuerto cambiad lo justo para desplazaros a la ciudad, por 20 euros nos dieron solamente 245 por cada euro. En Budapest hay muchas oficinas de cambio, sobre todo en el centro. Y no os volváis con billetes húngaros, el último día cambiadlos en Budapest, fuera de Hungría no conseguiréis cambiarlos.
En Austria funcionan con euros.
Ya tenemos el destino, los hoteles, conocemos como movernos en nuestra próxima Escapada, y sobre todo, tenemos claro que, aunque hay monumentos, palacios, museos, plazas, mercados y lugares con mucho encanto...como más se disfruta viajando es perdiéndose por las calles, en este caso, las de estas dos capitales con tanta historia.
Si no nos da tiempo a ver todo lo que habíamos planeado, no pasa nada, viajar debe ser un placer no un recorrido contrarreloj de objetivos turísticos.
Empieza nuestra Escapada por Budapest y Hungría, como siempre...con un poco de Historia. Sepamos de donde surgen estas dos maravillosas ciudades.
Vista nocturna del Parlamento de Budapest. Toda una experiencia que no podéis dejar de disfrutar en vuestra visita a la capital húngara. Foto del autor. |
- BUDAPEST UN POCO DE HISTORIA.
Budapest es la capital de Hungría, con una población de 1.800.000 personas es la ciudad más poblada de Europa central-oriental. Se convirtió en una sola ciudad cuando las poblaciones de Buda y Óbuda en la orilla oeste del Danubio se unieron con Pest en la orilla oriental, el 17 de noviembre de 1873.
La historia de Budapest comenzó en Aquincum, originariamente un asentamiento celta que se extendía al norte de la actual Óbuda y que se convirtió en la capital romana de la provincia de Panonia Inferior (106 a.C). El emperador Augusto fue quién romaniza la región del Transdanubio creando las provincias de Panonia Superior y Panonia Inferior. Los hunos ocupan la ciudad de Aquincum cuando los romanos la abandonan en el S. V.
En el 856 los magiares, cuyos orígenes se sitúan en Siberia dos mil años antes de Cristo, inician la conquista de la llanura de los Cárpatos.
El rey Arpad aglutina a las siete tribus magiares y se instala en la estepa húngara en el S. IX. Un siglo más tarde se fundó oficialmente el Reino de Hungría cuando István I es coronado primer rey de un estado feudal húngaro, es la dinastía de los Arpádes. Es en este mismo período cuando el Papa envía al Obispo Gerardo (Gellért), consiguiendo la conversión al cristianismo de los húngaros-magiares, obteniendo por ello su canonización como San Esteban.
En el S. XII comerciantes alemanes y franceses se establecen en la zona de Buda y Pest (recordemos que hasta ese momento solo estaba poblada la zona de Obuda), estos núcleos urbanos perduran hasta hoy y son los que conocemos como Budapest. Este primer asentamiento de Pest fue destruido por los mongoles en 1241-42.
Cuadro de la coronación de István I en el Museo de Historia del Palacio Real de Budapest. Hungría. Foto del autor. |
Tras la recuperación de la ciudad, el rey Bela IV la convirtió en la capital de Hungría en 1361, siendo uno de los centros de la cultura del Renacimiento humanista en el S. XV. la Biblioteca Corviniana era la segunda en tamaño en esa época tras la vaticana.
Tras la derrota del joven rey húngaro Luis II en la batalla de Mohács en 1526, los turcos de Solimán el Magnífico saquean Buda, la sitiaron en 1529 y la ocuparon en 1541. En la batalla muere Luis II sin descendencia por lo que el reino, ademas de estar ocupado por los turcos, se divide en dos bandos que aspiran al trono, el de Fernando I de Habsburgo, hermano del emperador Carlos V y el conde Juan de Zápolya.
Los turcos se quedaron en el país durante 150 años. En 1718 es el año de la independencia total de Hungría del poder otomano. Tras su expulsión, el país vuelve a prosperar durante los siglos XVIII y XIX.
Mosaico con el escudo de Armas Reales de Hungría. Instalado por Francisco José I junto al funicular que lleva al Palacio Real en 1880. Budapest. Foto del autor. |
En 1849 se finaliza la construcción del Puente de las Cadenas, primer puente permanente que une las ciudades de Buda y Pest. Tras su unificación en 1873 se convirtió en la segunda capital del Imperio Austro-húngaro, después de Viena claro. El imperio austro-húngaro, aliado de Alemania en la I G.M. se disolvió tras la derrota de las potencias centrales en 1918.
Budapest, como muchas otras capitales europeas tuvo una historia turbulenta durante los dos últimos siglos: punto principal de la revolución húngara de 1848, república soviética húngara de 1919 (solo duró un año), operación Panzerfaust en 1944 (para mantener al Reino de Hungría del lado de la Alemania nazi), la batalla de Budapest de 1945 y la Revolución de 1956 que aplastaron los tanques soviéticos matando a más de 3.000 húngaros.
En 1989 Hungría se sacude el yugo de la Unión Soviética y se producen importantes cambios en la sociedad civil y en las calles de Budapest. Los monumentos comunistas fueron retirados de los lugares públicos. Los primeros 20 años de la nueva democracia, el gobierno de la ciudad fue presidido por Gabor Demszky.
Vista del Danubio desde el Palacio Real en Buda. Se observa el Puente de las Cadenas y al fondo el Parlamento húngaro y la isla Margarita. Budapest. Hungría. Foto del autor. |
En la actualidad es considerada una de las ciudades más bellas de Europa, cuenta con varios sitios que son Patrimonio de la Humanidad, entre los que se incluyen, el Castillo de Buda, la avenida Andrassy, la Plaza de los Héroes y el Metropolitano del Milenio (el Metro de la ciudad, el segundo más antiguo del mundo). Otros puntos a destacar son su sistema de cuevas de aguas termales, el mayor del mundo; la segunda sinagoga más grande y el tercer edificio del Parlamento más grande del mundo. En este último es inevitable no posar una y otra vez, es un edificio de cuento.
Además de por su patrimonio histórico y monumentos, lo que más nos sorprendió de Budapest es la cantidad de locales con encanto que abundaban en las calles de todo el centro de Pest; heladerías, cafeterías, cervecerías, tiendas de moda, restaurantes de comida rápida... Todo tipo de negocios llenos de esa nueva energía de la juventud húngara que quieren imprimir en la capital de su país un ambiente moderno pero con un toque "vintage" que tanto gusta en este primer cuarto del S. XXI.
Cafetería con encanto en una de las calles del barrio judío de Budapest. Hungría. Foto del autor. |
- VIENA, UN POCO DE HISTORIA.
Es la capital de Austria, está situada a la orilla del Danubio, en el Valle de los Bosques de Viena, al pie de las primeras estribaciones de los Alpes. Su población a enero de 2016 es de 1.840.000 habitantes.
La ciudad tiene una larga historia ya que es una de las capitales más antiguas de Europa.
Los romanos ya la llamaron Vindobona, nombre de origen celta que significa Ciudad Blanca. Los primeros asentamientos humanos en la actual Viena provienen del pueblo celta de los Boios (500 a.C.), posteriormente germánicos, y con la expansión del imperio romano hacía el norte de Europa en el S. I a.C. se adhiere a este en el año 13 a.C.
El río Danubio, al igual que los Alpes, sirven de frontera entre la civilización de Roma y los bárbaros. En este período de la historia Vindobona se alza como fortaleza y primera línea de defensa de esa frontera hasta que, en el año 433, los romanos retroceden ante el avance de los hunos.
La ciudad nace como campamento del ejército romano, para controlar la provincia de Panonia, su unidad más longeva fue la Legio X Gemina que permaneció allí desde el año 106 hasta finales del S. IV, cuando fue ocupada por tribus germanas; ávaros y magiares.
Carlomagno conquista la ciudad en el S. IX. Durante el alto medievo, Viena es un importante aliado del papado y punto de abastecimiento de armas y víveres para las Cruzadas, además de lugar estratégico por donde cruzaba la Ruta del Ámbar el Danubio, procedente del Báltico, para llegar hasta Italia. En 1200 gracias al rescate por Ricardo Corazón de León, apresado por Leopoldo V, se amplía y amuralla la ciudad.
Cotas de malla, yelmos y armas de los siglos XI y XII. Colección de Armas y Armaduras del Palacio Hofburg. Viena. Austria. Foto del autor. |
En 1278, con Rodolfo I, comienza el dominio de los Habsburgo que durará 640 años.
Fue capital de Hungría con Matías Corvino, que la conquistó en 1485 con húngaros y bohemios, aunque su poder dura solo hasta 1526 en los que son vencidos por los Habsburgo. Desde el S. XV hasta las guerras napoleónicas, se convierte en la capital del Sacro Imperio Romano Germánico, al ser la residencia habitual de los Habsburgo.
Desde la caída de Constantinopla en manos otomanas (1453) hubo cada vez más interés por parte del imperio turco en Viena, ya que era la puerta de entrada al resto de Europa. Viena aguantó los dos sitios del ejército turco a las ordenes de Solimán el Magnífico, el primero en 1529 y el segundo en 1532. En el primer intento Solimán estaba mucho mejor equipado que sus defensores, y ya contaba con la ocupación de la ciudad hasta que... se encontró con una enconada resistencia por parte de los vieneses y de los refuerzos que recibieron de Europa, principalmente 1500 lansquenetes alemanes y 700 arcabuceros españoles, nuestros antepasados impidieron la entrada de los turcos por la zona norte de la ciudad.
Las lluvias y la nieve generaron enfermedades en el campo turco, además las 20.000 bajas que, principalmente, les hicieron los lansquenetes y arcabuceros españoles resultaron definitiva para la flor y nata del ejército otomano, los jenízaros que tuvieron que retirarse con el alfanje entre las piernas. Los turcos eran 120.000 con 300 cañones, los aliados no más de 26.000.
Solimán vuelve a intentarlo en 1532 pero, en esta ocasión, se encontró a los defensores apoyados por un gran ejército bajo el mando de Fernando I, hermano de Carlos V y no pudo acercarse a ella.
El último sitio se produjo en 1683 (4 años antes Viena había perdido 75.000 habitantes por culpa de la peste) es la llamada "Batalla de Viena" y marcó el comienzo del declive del imperio otomano en Europa. Se da la situación que, en este último canto del cisne turco en Europa, el ejército otomano movilizó el mayor número de efectivos desde tiempos de Saladino, entre 150.000 y 200.000 soldados. Superaban en casi 3 a 1 a los defensores, pero no contaron con los refuerzos del rey de Polonia Juan III Sobieski, la carga de los Húsares Alados sobre el campamento enemigo fue definitiva y condujo al desastre al ejército del sultán.
Durante el S. XVIII, los Habsburgo habían convertido a la ciudad en su capital y su importancia se vio acrecentada por su expansión por el Danubio. Se convirtió en el núcleo principal del Barroco europeo gracias a la construcción de importantes obras arquitectónicas y creaciones musicales. En 1800, antes de las guerras napoleónicas, la ciudad contaba con 231.900 habitantes.
Desde el asedio de 1683, fueron destruidas numerosas poblaciones extramuros, en esos terrenos se levantaron numerosos palacios con jardines, principalmente en el Palacio Hofgurg (palacio imperial de los Habsburgo).
Viena es ocupada por las tropas de Napoleón de 1805 a 1809, el general corso se hospeda en este palacio imperial (ironías de la Historia, unos años antes se habían hospedado aquí Luis XVI y la reina María Antonieta, hija de los emperadores de Austria).
Tras la derrota de Napoleón, se celebra el Congreso de Viena para restablecer las fronteras de Europa, Viena conserva gran parte de sus territorios (pese haber sido aliada de Napoleón durante un tiempo) y se convierte en el principal foco de la política europea durante los siguientes 30 años.
En 1857 se derribaron sus murallas, abriéndose una nueva avenida, la Ringstrabe, donde se levantaron imponentes edificios como la Ópera, la Universidad, el Ayuntamiento, el Parlamento, la Bolsa y los museos de historia del arte e historia natural en la plaza de la Reina María Teresa.
Parlamento de Viena, antiguo Consejo Imperial, construido entre 1873 y 1883 en estilo historicista (inspirado en este caso en los antiguos templos griegos). Viena. Austria. Foto del autor. |
La derrota de Austria en la guerra austro-prusiana en 1866 y la posterior anexión de los estados alemanes a Prusia convirtieron a la unificada Alemania en un peligro para Austria, por lo que esta última se tuvo que aliar con Hungría.
En 1867, tras el Compromiso con Hungría, Viena se convirtió en la capital del imperio austro-húngaro y en un centro cultural, artístico, político, industrial y financiero de primer orden mundial. Austria continua sumando alianzas, con lo que para finales del S. XIX el imperio abarca los actuales países de Austría, Hungría, Eslovaquia, República Checa, la Galicia polaca, la Transilvania rumana, la Bucovina y la Rutenia ucranianas, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Eslovenia y el Trentino Alto-Adigio italiano.
Viena alcanza su máximo demográfico en 1916 con 2.239.000 habitantes, siendo la tercera ciudad más grande de Europa. Este es el período cultural más glorioso de la monarquía de los Habsburgo, con Francisco Jose I rigiendo el imperio (1848-1916). Es la época de los suntuosos valses en la Ópera Nacional de Viena, los carruajes por la Ringstrasse y los cafés vieneses.
En este mapa de Viena de 1858 se aprecia perfectamente la muralla y el glacis que rodeaba la ciudad vieja. Tras su derribo la zona se convirtió en la actual avenida del Ring. |
La suntuosa avenida del Ring, la más elegante del mundo en mi humilde opinión, cumplió 150 años en 2015. Se concibió para unir el centro del poder imperial, el Palacio Hofburg con los barrios periféricos burgueses de Viena. El cambio significó derribar las murallas defensivas de la ciudad. Esta inmensa obra comenzó en 1857, cuando el emperador Francisco José pronunció estas palabras: "Es mi deseo...". Así se inició una de las mayores obras de construcción que han tenido lugar en Europa.
Ópera Nacional de Viena, primer edificio que se construyó en el Ring, de 1863 a 1868. En 1869 se inauguró con la ópera Don Giovanni de Mozart. Austria. Foto del autor. |
Violín austríaco de 1817. Colección instrumentos musicales antiguos del Palacio Hofburg. Viena. Austria. Foto del autor. |
Tras el asesinato del Archiduque heredero Francisco Fernando y su esposa en Sarajevo a manos del terrorista serbo-bosnio Gavrilo Princip, con importante participación de los servicios secretos serbios, la corona dual decreta la guerra contra Serbia, a la que se alían Alemania y Turquía, y se oponen Francia, Inglaterra y Rusia, es la Iª G.M.
Tras la derrota de 1918, Viena se convirtió, por el tratado de Saint-Germain, en la capital de la pequeña república de Austria, su monarquía abdica, y el país es reducido a su tamaño actual.
La importancia cultural vienesa se mantendría hasta 1938, en que el país fue invadido y anexionado a la Alemania nazi. Tras la derrota de 1945, Austria es gobernada por los aliados durante 10 años, recobra su independencia en 1955. Desde 1995 es parte de la U.E. En el 2002 saca de circulación el chelín austríaco y adopta el euro como moneda.
Actualmente Viena posee el primer puesto en la lista de mejor calidad de vida del mundo, básicamente por su orden, limpieza, seguridad y alta eficiencia de sus servicios públicos.
En 2001 la Unesco declaró el "Centro histórico de Viena" como lugar Patrimonio de la Humanidad. Gran parte de ese legado son los palacios, museos, museos, calles, plazas, teatros, su Ópera Nacional, sus cafés...
Plaza de la Reina María Teresa, detrás el Museo de Historia del Arte. Viena. Austria. |
- COMIENZA LA ESCAPADA A BUDAPEST Y VIENA.
Ya conocemos algo de las dos ciudades que vamos a visitar, Budapest y Viena nos esperan. Tenemos los vuelos, los hoteles, los lugares y monumentos que queremos contemplar y sobre todo, la certeza de que disfrutaremos de 7 días de maravillosos paseos por las calles de dos capitales europeas que están llenas de historia y de rincones con mucho encanto.
Vistas del Danubio desde el Palacio Real de Budapest. A nuestros pies el Puente de las Cadenas y la cúpula del parlamento húngaro. Foto del autor. |
Hello Hungary en la plaza Deàk Ferenc tér. La parada del metro donde hay que bajarse para ir a las calles con más ambiente juvenil de Budapest. Foto del autor. |
¡¡¡¡Nos vamos a Budapest!!!!
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