jueves, 8 de diciembre de 2016

12.2 - Primer día en las islas Perhentian. Noreste de Malasia.

18 de septiembre de 2016. Domingo.
Malaca. Malasia.

A las 8 me levanto, madrugo para desayunar e ir a coger el autobús, pero al ser domingo a esta hora está todo cerrado. Me subo al bus en la estación central de Malaca a las 09:35 con el estomago vacío, dos horas de viaje me esperan hasta el aeropuerto de Kuala Lumpur. Este se encuentra a 50 kilómetros de la gran urbe que conoceré los dos últimos días que pasaré en Malasia.


Campos de cocoteros perfectamente
alineados junto al aeropuerto de
Kuala Lumpur. Malasia. Foto del autor.


Costa de Kota Baruh desde el aire. Noreste de Malasia. Foto del autor.





Vista de Kota Baruh desde el aire. Malasia. Foto del autor.


A las 14:05 despego hacía Kota Baruh, la ciudad costera más al noreste de Malasia y la más próxima a las islas que deseo visitar. 1 hora de vuelo con Airasia, 45 euros, todo muy bien organizado.
Al bajar del avión lo más practico para llegar al ferry de Kuala Besut es montarse en un taxi compartido, te lo ofrecen en la propia terminal. Yo fui con una pareja de franceses, Benjamín Dahman y su esposa, muy simpáticos. ¡¡¡¡Un saludo desde aquí!!!!


En ruta hacía Kuala Besut. El paisaje del noreste de Malasia es tal como me había
imaginado. Foto del autor.



En ruta para coger el ferry de Kuala Besut. La entrada a las distintas localidades en Malasia suele
decorarse con estos arcos tan vistosos. Malasia. Foto del autor.
Desvío a la provincia más al sur de Terengganu, nosotros seguimos rectos a Kuala Besut.
Malasia. Foto del autor.



Embarcadero de Kuala Besut. 30 minutos de travesía a toda velocidad y estamos en las
Perhentian. Malasia. Foto del autor.
El autor con más viajeros con destino a las Perhentian. Benjamín Dahman en el medio.
Kuala Besut. Malasia.
Benjamín y su esposa se quedan en su pequeño hotel. Islas Perhentian. Malasia.
Foto del autor.


Otro de los pequeños muelles en Perhentian Islands. Ya queda menos para llegar a mi
pequeño rincón del paraíso. Malasia. Foto del autor.



En el puerto de Kuala compramos el ticket a cualquiera de las dos islas que hayamos elegido para pernoctar, Pulau Besar (Isla Grande) o Pulau Kecil (Isla Pequeña), yo pasaré los dos próximos días en Besar. Estas dos son las islas principales, existen otras tres deshabitadas, el archipiélago pertenece al Parque Marino Nacional Pulau Redang, esto implica que la recolección de corales, la pesca y el vertido de basuras están estrictamente prohibidos. En las Perhentian viven 1930 personas dedicadas principalmente al turismo y a la pesca.
La travesía en lancha rápida a las Perhentian dura unos 35 minutos, van parando en las diferentes playas de las dos islas. La mía es la última.


Desembarco en el Paraíso. Playa Long Beach, Pulau Besar. Islas Perhentian. Malasia.
Foto del autor.
Desembarco en la isla Besar.
Islas Perhentian. Malasia.
Foto del autor.
La cabaña del tío Toño
en las islas Perhentian.
Malasia. Foto del autor.

































- ISLA BESAR. ARCHIPIÉLAGO DE LAS PERHENTIAN. 

Desembarco en la playa como en Normandía pero sin tiros, no hay muelle, ni nada parecido. De hecho una lancha de menos calado me acerca a la playa desde la más grande...por medio euro. Inevitablemente meto los pies en el agua hasta el tobillo.
Ya estoy en Long Beach, una gran playa, como indica su nombre, de un par de kilómetros de longitud por 200 metros de profundidad. A lo largo de la arena se suceden los hoteles que son casas de madera de dos pisos de alto y los bungalows. No hay caminos que salgan de la playa, detrás solo hay selva y os recomiendo que no hagáis treking por vuestra cuenta, os perderíais en la selva sin remedio.
Me dirijo al Chempaka chalet, los más rústicos pero los que tienen más encanto. Una cabaña de madera sobre unas rocas a la que se accede por unas tablas que precariamente imitan a una escalera, la primera vez que las subí, pensé: estas no me aguantan dos días subiendo y bajando...pues aguantaron.


Mi adosado es el de la izquierda, siempre soñé con una casita de madera en algún
paraíso exótico con playas y cocoteros. Islas Perhentian. Malasia. Foto del autor.

Las escaleras de mi "pareado" en las
Perhentian aguantaron. Malasia.
Foto del autor.


Interior de mi cabaña en los Chempaka chalet. Islas Perhentian. Malasia.
Foto del autor.

La cabaña contiene una cama con mosquitera, una bombilla y un par de enchufes, uno para el ventilador o la bombilla y otro para cargar el móvil ...nada más. Por supuesto el baño se encuentra fuera y es compartido y por si estáis comiendo algo...me abstengo de poner una foto del mismo.
El encargado del lugar es uno de estos tipos que de 24 horas que tiene el día, 14 se las tira tumbado, comiendo o charlando con los colegas y el resto durmiendo. 
- Wi-fi?- me dice tras preguntarle, mientras me mira como si fuera un marciano recién aterrizado en la playa.
Al menos no se carcajeó. Se contuvo mientras me indicaba que el más cercano estaba en el resort de al lado, el Bubu Villa. Entonces ocurrió lo que todo adicto a las comunicaciones teme que ocurra en su vida, el del resort Bubu Villa me dice que desde hace semanas no hay wifi en esta parte de la isla.....
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!! 
Creo que me oyeron hasta en Kuala Lumpur...
Mientras hiperventilo, el amable recepcionista me dice que a mitad de playa quizá le funcione a una cafetería, el Linda Café. 
Menos mal, efectivamente es el único sitio de la playa (y de esta parte de la isla) donde consigo captar wifi, me convierto en cliente preferente de la cafetería Linda, aquí desayunaré, comeré y cenaré.
Hamburguesa malaya en el
Linda Café. Islas Perhentian.
Malasia. Foto del autor.


Café con hielo en el
Linda Café. Islas Perhentian.
Malasia. Foto del autor.



Buenas vistas en el Linda Café. Isla Grande en las Perhentian. Malasia. Foto del autor.


Va anocheciendo en Long Beach, al fondo donde termina la playa esta mi "chalecito".
Islas Perhentian. Malasia. Foto del autor.


Ya estoy en mi trozo de playa en Besar Island. Islas Perhentian. Malasia. Foto del autor.


Pocos lugares más auténticos que los Chempaka chalets para alojarse en una isla paradisíaca.
Eso sí, olvidaros de comodidades. Islas Perhentian. Malasia. Foto del autor.


Alta tecnología en telecomunicaciones en el Chempaka Chalets. La cabina no funcionaba.
 Islas Perhentian. Malasia. Foto del autor.

Tras contar las novedades y charlar con Araceli y la familia, me dispongo a cenar algo. Es curioso como estando en la otra punta del globo estos aparatitos te hacen sentir tan cerca de tus seres queridos, no hace falta oír su voz, tan solo necesitamos leer sus palabras de cariño cuando les mandas esas imágenes de los sitios que estas visitando.
La tecnología tiene su lado positivo. 
Ya anochece y me han hablado de un espectáculo de fuego en uno de los chiringuitos playeros, el Long Beach Bar. Ya es de noche y mientras camino por la orilla del mar se ven perfectamente los palos de fuego que un malabarista anglosajón y un par de malayos giran a toda velocidad turnándose durante horas para deleite de las docenas de viajeros que nos hemos dejado caer por este pequeño paraíso asiático.


Espectáculo de fuego nocturno en el Long Beach Bar. Pulao Besar (Isla Grande).
Islas Perhentian. Malasia. Foto del autor.
A la pequeña zanja que separa "escenario" y público la prenden fuego y la noche
malaya se ilumina en Long Beach. La noche es inolvidable. Islas Perhentian.
Malasia. Foto del autor.
Disfrutando de la noche en Long Beach. Islas Perhentian.
Malasia. Foto del autor.




Hay un par de docenas de mini mesas en la arena a escasos diez metros del agua. Me siento en una esterilla junto a una de ellas y disfruto de la noche y el espectáculo de fuego en la Isla Besar de Malasia, un rincón perdido en este gran planeta que habitamos que merece la pena visitar para sentirse un viajero desconectado (casi) del resto del mundo.


La luna en el mar riela...dice el poema. En este caso
la luna riela en el Mar de la China Meridional. En el golfo
de Tailandia. Islas Perhentian. Malasia.
Foto del autor.


Después de 3 días de vuelos casi sin dormir, esperas interminables en fronteras, autobuses, sábado noche en la bulliciosa Malaca, más vuelos, taxi....por fin relax, una maravilla las noches de arena, fuego y luna a veintitantos grados en las Perhentian.

Buenas noches viajeros. Mañana, nos vamos de buceo por los santuarios de tortugas de estas inigualables islas.




Próximo post: 12.3- Segundo día en las islas Perhentian. Buceando entre tortugas. 


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