viernes, 4 de septiembre de 2015

8.1- Florencia, capital de la Toscana (1ª parte).

4 de agosto de 2015, martes.
Madrid, España.


- MADRID-PISA, EMPIEZA LA ESCAPADA.

Suena el despertador a las 06:30 en el hotel de Madrid, mi vuelo sale a las 09:50 desde la T-1 de Barajas y aún debo desayunar y coger la línea de Metro que me deja directamente en el aeródromo madrileño. Aunque no facturo nada, es imprescindible madrugar para llegar con tiempo a la hora del embarque.
El vuelo de Ryanair hasta Pisa es bastante asequible para ser pleno mes de agosto y temporada alta, unos 150 euros ida y vuelta. El vuelo dura dos horas.
Desde el aeropuerto de Pisa la manera más rápida y barata de desplazarse hasta Florencia es en autobús. Reservo con tiempo desde internet el billete en el Terravisión, sale a 4,90 euros/persona, un euro más barato que comprándolo en ventanilla.
La ola de calor que nos recibe en Pisa es espectacular, se espera una temperatura de 35º en Florencia. La Toscana me recibe con un sol radiante que cae a plomo.
En bus se tarda hora y cuarto en llegar hasta la estación de Santa María Novella en pleno centro de Florencia, desde allí al hotel, cojo un autobús municipal que me deja cerca del hotel Palazzo Ricasoli. Ya estoy en la capital del Renacimiento.


Lo más espectacular del hotel Palacio Ricasoli es su entrada porticada. Muy renacentista.
Florencia. Foto del autor.



Recepción del hotel Palacio Ricasoli. Florencia. Foto del autor.


- FLORENCIA, UN POCO DE HISTORIA.

La ciudad está situada en una vasta llanura surcada por el Arno y rodeada de colinas. En el año 59 a.C., los romanos fundaron Florentia, que surgió con la impronta cuadrada del castrum o campamento militar romano.
Marco Aurelio o Diocleciano, la escogió como sede del Corrector Italiae, es decir, de un gobernador con autoridad sobre las regiones de Toscana y Umbría. Cuando los bárbaros invadieron el imperio romano, Florencia fue asediada por los ostrogodos (405 d.C.). Luego llegaron los bizantinos en el 539 y los godos que la ocuparon en el 541. Bajo la dominación de los longobardos (570) la ciudad mantuvo una especie de autonomía, mientras que con los francos la ciudad perdió mucha población y gran parte de sus territorios.
En 1183, Florencia se constituyó en Comuna libre, en ese período empiezan las primeras contiendas entre dos facciones políticas, los güelfos y los gibelinos. Los primeros, defensores del papa, y los segundos del emperador. Este enfrentamiento civil se prolongará hasta 1268. Durante ese período, la ciudad conoció un gran impulso en las artes y la literatura: eran los años de Dante Alighieri, de Giotto y Arnolfo di Cambio.
En el S. XV, Florencia es ya una ciudad eminentemente comercial, pero también la nueva cuna de la cultura italiana, y pronto, también europea.
Muchas familias poderosas (Pitti, Frescobaldi, Strozzi, Albizi) se disputaban entonces la supremacía. Pero sobre todas se impuso una poderosa familia de banqueros, los Médicis, cuyo jefe era Cosme I el Viejo.


Florencia asediada en 1529 por el Emperador Carlos I de España, aliado de los Médici. Foto del autor.

Esta familia rigió los destinos de Florencia hasta la primera mitad del S. XVIII, convirtiendo esta mítica ciudad en faro del Humanismo y el Renacimiento.
En 1737 a los Médicis les sucedieron los Lorena, que ejercieron un buen gobierno, aunque ya el gran período cultural florentino había iniciado su ocaso. En 1860, Toscana fue anexionada al Reino de Italia, por plebiscito, y Florencia se convirtió durante unos años en capital de la nueva nación.
Durante la 2ª G.M. Florencia sufrió graves daños en el centro histórico y algunos importantes edificios se perdieron. Además de eso, en 1966 una inundación devastó el tejido urbano, pero tras estos desastres, tanto humanos como naturales, la ciudad ha conservado intacto su hechizo a través de los siglos.


- PRIMER CONTACTO CON FLORENCIA.

Tras dejar todos los trastos en el hotel y comer algo del embutido que he traído desde España, me lanzó a mi primer encuentro con Florencia. Enfilo la vía San Gallo, el sol de la Toscana me saluda con unos "agradables" y veraniegos 37 grados.
Llego a la Plaza de San Lorenzo y la riada de turistas ya es imparable, soy una gota más en este inmenso oceáno de asiáticos, anglosajones, franceses, castellano hablantes, italianos...
En esta plaza nos encontramos con la iglesia más antigua de Florencia, consagrada a san Ambrosio en 393, después de Cristo claro. El edificio actual es el resultado de las obras financiadas en su mayoría por la familia Médicis, que en 1419 encargó a Brunelleschi supervisar su construcción, completada en 1460. Su fachada quedó sin terminar, para terminarla se llamó a Miguel Ángel, el artista comenzó un ambicioso proyecto pero solo consiguió su realización en el interior, la iglesia quedó sin fachada. 


Iglesia de San Lorenzo en la plaza del mismo nombre. Florencia. Foto del autor.

En el interior de la iglesia de San Lorenzo se encuentran dos púlpitos realizados en bronce por Donatello. Otros tesoros que alberga son; la Sacristía Vieja y el elegante Claustro que da acceso a la Biblioteca Laurenziana.


Restaurante "La Menagere" local con encanto en el Borgo de San Lorenzo. Florencia. Foto del autor.

Sigo bajando por la calle peatonal del Borgo de San Lorenzo que es una auténtica babel del siglo XXI y al doblar una esquina me encuentro con la maravilla del Duomo...
Aunque el Baptisterio está en obras, la belleza de Santa María del Fiore te deja sin aliento.


Primera visión del Duomo de Florencia. Espectacular
aún estando el Baptisterio en obras. Foto del autor.


- LA CATEDRAL DE SANTA MARÍA DEL FIORE, EL DUOMO DE FLORENCIA.

El 8 de septiembre de 1296 se colocó la primera piedra de la catedral, una obra que requirió muchos siglos. El proyecto fue confiado inicialmente a Arnolfo di Cambio. Para ejecutar la casi increíble hazaña arquitectónica de la cúpula se convoco un concurso que ganó el proyecto de Brunelleschi, que la terminó en 1436. El 25 de marzo de ese año el papa Eugenio IV consagró la catedral a Santa María del Fiore.
Durante la 2ª mitad del S. XV y todo el XVI se prosiguió con las obras, tanto en el interior, como con la realización del revestimiento de mármol del exterior.
La fachada actual se debe al arquitecto Emilio de Fabris (1871-1887).


Fachada y campanile de la catedral de Florencia. Foto del autor.
Campanile de la catedral de Florencia. Foto del autor.

El interior, de rotunda estructura gótica, tiene planta de cruz latina con 3 naves divididas por macizos pilares que sostienen imponentes bóvedas ojivales.
Fue Cosme I de Médicis quién decidió decorar la cúpula al fresco con escenas del Juicio Final pintadas por Giorgio Vasari, la obra se realizó de 1572 a 1579.

El Baptisterio de la catedral fue erigido sobre los restos de una torre de la muralla romana y no sobre un hipotético templo de Marte como se pensaba hasta no hace mucho. El primer edificio se levantó como iglesia dedicada a San Juan Bautista entre los S. IV y V. El baptisterio octogonal inició su construcción en 1059 y acabado en 1202. En el S. XV se le añadieron las tres puertas exteriores, la más famosa de ellas, la del este, fue realizada por Ghiberti (1403-1424) y llamada por el mismísimo Miguel Ángel "La Puerta del Paraíso", contiene Historias del Nuevo Testamento. Los paneles originales se conservan en la actualidad en el Museo dell´Opera del Duomo. El Baptisterio está decorado con un magnífico techo de mosaico, los primeros mosaicos datan de 1225.


Baptisterio en la Plaza del Duomo. Florencia. Toscana.
Así estaba el bello edificio del Baptisterio visto desde el Campanile durante mi visita, una pena.
Florencia. Foto del autor.



Duomo de Santa María del Fiore visto desde el
Campanile. Florencia. Foto del autor. 

El arquitecto Giotto fue quien inició el campanario de la catedral en 1134, fue terminado por Francesco Talenti en 1359.
Y es este impresionante monumento de 84,70 metros de altura y 441 escalones el que primero voy a visitar. La vista de toda la ciudad desde lo alto es impresionante y sobre todo, contemplar la inmensa cúpula tan cerca y casi a tu altura, es una de las visiones arquitectónicas más espectaculares del mundo (la cúpula se alza hasta los 114 metros de altura). 
Es una gozada contemplar toda la ciudad desde aquí. Se divisa el río Arno, la plaza de la Señoría, la iglesia de la Santa Croce, las colinas donde se asienta el palacio Pitti...


Impresionante vista de la cúpula del Duomo y de Florencia desde el Campanile.
Foto del autor.
Florencia desde el Campanile de la catedral. Sin palabras. Foto del autor.

Tras bajar del Campanile me dirijo por la calle más famosa y concurrida de Florencia, la vía Calzaiuoli. Esta calle peatonal jalonada por las tiendas de marca más exclusivas del mundo, une la Piazza del Duomo con la Piazza de la Señoría donde se alza el Palacio Vecchio.
           

- PIAZZA DELLA SIGNORIA.

Fue el centro de la vida cívica florentina, nació en el área ocupada en el S. XIII por las casas de algunas poderosas familias gibelinas (los Uberti, los Foraboschi) y que fueron reducidas a escombros por los guelfos tras la batalla del Benevento (1266).
Frente al Palacio Vecchio se colocaron el "Hércules y Caco" de Bandinelli y el "David" de Miguel Ángel, que fue reemplazado por una copia en 1873. En el extremo izquierdo, Amannati construyó la monumental Fuente de Neptuno y en el centro de la plaza encontramos la estatua ecuestre de Cosme I el Viejo, el primer gran Médici.


Vista del Palacio Vecchio, su torre y la Logia dei Lanzi desde el Campanile de la catedral.
Florencia. Foto del autor.
Plaza de la Señoría, Palacio Vecchio y Logia dei Lanzi, a la izquierda la Fuente de Neptuno (maldita grúa).
Florencia. Foto del autor.

Y junto al Palacio Vecchio la Logia dei Lanzi, un auténtico museo al aire libre. Erigida entre 1376 y 1382, servía como estrado para los altos cargos florentinos durante las ceremonias. Fue llamada "dei Lanzi" a causa de las alabardas de los mercenarios lansquenetes alemanes que en el S. XVI, el gran duque Cosme I de Médicis alojó allí como su guardia personal. Más tarde, el propio Cosme I lo dotó de tabiques y transformó los espacios obtenidos en talleres de artistas, a los que se les encargaron colosales obras que glorificaran la dinastía medicea. Solo posteriormente fueron colocadas allí algunas estatuas clásicas y otras modernas como el impresionante "Perseo" de Cellini (1545-1554) y el "Rapto de las Sabinas" de Giambologna. Son las dos únicas estatuas pensadas para exponerse en la Logia y que continúan allí.


Plaza de la Signoria, con la fuente de Neptuno en primer plano delante del Palacio Vecchio y la
Logia dei Lanzi al fondo, (maldita grúa). Florencia. Foto del autor.
 
Logia dei Lanzi en la Plaza de la Señoría. Florencia. Foto del autor.

Impactante el "Perseo" de Cellini en la Logia dei Lanzi.
Florencia. Foto del autor.

El Palacio Vecchio fue el más importante edificio civil de la Florencia medieval, construido entre 1299 y 1314 era la sede de los Priores, el cargo más alto de la Comuna florentina. 
Nada mas entrar en el Palacio nos encontramos con el Patio de Arnolfo, reestructurado en 1470. El gran duque Cosme I hizo construir una elegante fuente decorada con el "Amorcillo con delfín" de Verrocchio, sustituyendo la boca del pozo que había, el original de Verrocchio se custodia es una de las salas del palacio. En el primer piso se encuentra el Salone dei Cinquecento (Salón de los Quinientos), creado para albergar el Consejo General del Pueblo. Este primer piso alberga también el Studiolo de Francisco I, decorado por algunos de los artistas más prestigiosos de Florencia en el S. XVI y el Apartamento de León X con el fresco del Sitio de Florencia.


Palacio Vecchio (maldita grúa). Florencia. Foto del autor.

El segundo piso comienza con la Sala de los Lirios que está comunicada con la Sala de Audiencias. En este piso se encuentran también los Aposentos de Leonor de Toledo, la Sala de los Elementos, la Cámara de Hércules y la Logia de Juno.
La Torre de Arnolfo corona el Palacio Vecchio, la construyó Arnolfo di Cambio sobre la preexistente Torre della Vacca, que pertenecía a la familia Foraboschi y era la única casa-torre que quedaba de las que en el S. XIII ocupaban la zona. La torre tiene 94 metros de altura. El Palacio Vecchio es uno de los "imprescindibles" de Florencia, 10 euros la entrada.


Patio de Arnolfo di Cambio con la fuente de Verrocchio. Palacio Vecchio. Florencia. Foto del autor.


-  EL PUENTE VIEJO.

Desde la plaza de la Señoría, atravesando la calle de la Galería de los Uffizi, nos encontramos con el Arno y doblando a la derecha caminamos por una calle porticada junto al río mientras contemplamos otra de las maravillas de Florencia. El Puente Viejo.


El Puente Viejo, el más antiguo de Florencia. Foto del autor.
Ambiente en el centro del Puente Viejo. Florencia. Foto del autor.

Se trata del puente más antiguo sobre el Arno, construido tal vez en la época de la Florentia romana. Sendas riadas se lo llevaron en dos ocasiones (1177 y 1333). El  actual fue reconstruido, según la tradición en 1345. El puente tiene tres arcadas y fue dotado de pórticos a lo largo de los pretiles, bajo los cuales se instalaron numerosas tiendas que en un tiempo albergaban sobre todo carniceros, pero en el S. XVI Fernando I de Médicis las reservó para los orfebres, estos con el paso de los años construyeron en voladizo las características casitas.
Tras cruzar por el puente me dirijo por el otro lado del río hacía la plaza Miguel Ángel, en esta colina se sitúa la terraza panorámica más famosa de Florencia. Fue construida como homenaje a Miguel Ángel en 1865. Todas las bellezas de la capital toscana se ven desde aquí: la Catedral, el Palacio Viejo, Santa Croce, Puente Viejo y todas las demás obras maestras que hay en las colinas que rodean la ciudad. Se puede llegar a la plaza en coche, por la Avenida Miguel Ángel, o a pie, por las cuestas construidas por Poggi a los lados de la colina que, desde la plaza, bajan hasta el Arno. Es una subida cómoda y con mucho más encanto que hacerlo en coche o en autobús municipal, si tenéis tiempo para daros un paseo claro.


Florencia desde la Plaza Miguel Ángel con la cúpula del Duomo, la torre del Palacio Vecchio
y el Puente Viejo a nuestros pies. Foto del autor.


Las vistas desde la Plaza Miguel Ángel son impresionantes. A la izquierda las murallas
de Florencia. Foto del autor.
Anochece en Florencia, una de las vistas más bonitas del mundo. Toscana. Foto del autor.

Ya es de noche al bajar por la colina de la plaza hacía el río, en la plaza Demidoff me sorprende un pequeño concierto de dos chicas que tocan música anglosajona, blues, country, una delicia para escuchar tumbado en la hierba.


Plaza Demidoff, concierto en pleno noche florentina. Foto del autor.

De vuelta al hotel vuelvo a pasar por el Puente Viejo, la Plaza de la Señoría, el Duomo... se ven de manera muy diferente a la luz de las farolas y con menos aglomeración de turistas.


Puente Viejo nocturno (malditas grúas). Florencia. Foto del autor.
El Neptuno de la Plaza de la Señoría os desea buenas noches. Florencia. Foto del autor.


Mañana me espera otro día intenso por Florencia: Santa Croce, cúpula del Duomo, galería de los Uffizi...buenas noches bella Signora. 


Próximo post: 8.2- Florencia (2ª parte). Galería de los Uffizi, cúpula del Duomo.

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