jueves, 19 de febrero de 2015

6.1- Roma, la Ciudad Eterna.

Lunes, 18 de Junio 2012.
Aeropuerto de Santander.

A las 12:45 sale el vuelo que me dejará en Roma en dos horas y cuarto aproximadamente. Es un viaje que siempre he deseado hacer. Desde niño me fascina la historia de la antigua Roma, una ciudad que nunca defrauda al viajero. Resulta una delicia perderse por sus calles llenas de vida, contemplar sus milenarios monumentos, sus iglesias, palacios, ruinas, catacumbas, fuentes, plazas, puentes y pasear por sus mil y un rincones con encanto. Intentaré mostraros una pequeña pincelada de la Dama del Tíber.


Desembocadura del Tíber, el lago era el gran puerto hexagonal que construyó Trajano para ampliar
la capacidad del puerto de Ostia. Foto del autor desde el avión.

Aterrizo en el aeropuerto de Roma-Ciampino, se encuentra a 15 kilómetros al suroeste de la capital italiana. Desde el aeródromo romano podéis coger dos autobuses para desplazaros hasta la ciudad, el COTRAL/Schiaffini que desde la terminal os dejará en la estación de Anagnina perteneciente a la línea A del metro de Roma y cuesta 1,20. O podéis coger el Terravisión que por 8 euros solo ida o 13,50 ida y vuelta, os dejará en la estación principal de Termini.

Cojo el autobús que me deja en Anagnina, es la primera parada de la línea A (roja) del Metro deRoma, la ciudad tan solo tiene dos líneas (la otra la B o azul) que se cruzan en el centro de la ciudad, en la estación Termini.
Me alojo en el guesthouse Appia, sito en Vía Fregene Nº 10, a escasos doscientos metros de la Puerta de San Giovanni y la catedral de Roma, San Juan de Letrán. La habitación tiene baño incluido pero no aire acondicionado y siendo junio, pasará factura durante la noche. Los desayunos están incluidos pero tienes que hacértelos tú en el mini salón-recibidor-cocina, por 55 euros la noche, de sobra para conocer Roma.
A las 17:30 salgo para tomar mi primer contacto con Roma, estoy emocionado. En escasos diez minutos me encuentro delante de San Juan de Letrán.


- ROMA, MI PRIMER PASEO POR SUS CALLES.

Tras pasar por debajo de la Puerta de san Giovanni, que forma parte de las murallas que aún rodean la ciudad, me planto delante de la catedral de San Juan de Letrán.


Puerta de San Giovanni, muralla de Roma. Foto del autor.

 Fundada por el emperador Constantino en el S. IV, fue el primer templo cristiano que se construyó en Roma. En la actualidad es la catedral de Roma y está considerada la catedral del mundo. Lo más destacado de esta joya son: los marcos esculturales y las ventanas ovaladas de Borromini, los mosaicos del baptisterio y el mosaico del ábside (S. XIII).


San Juan de Letrán, primer templo cristiano de Roma y su catedral.


Obelisco de Tutmosis IV, plaza de San Juan de Letrán, Roma.
Foto del autor.

En la Plaza de la iglesia es casi imposible no asombrarse ante el obelisco de Tutmosis IV, el más grande y alto del mundo con sus 455 toneladas, traído desde el templo de Karnak en Egipto. Hay siete más del antiguo Egipto en la capital romana.


- COLISEO Y FOROS IMPERIALES.

Subiendo por la calle de San Giovanni in Laterano aparece ante mi la inmensa mole del Coliseo.
El Coliseo es el nombre con el que se conoce el Anfiteatro Flavio desde el S. IX d.C. el nombre procede de la estatua-coloso de la época de Nerón que estaba situada a su lado. El Coliseo fue construido en solo 5 años durante el mandato de Vespasiano (75 d.C.), siendo completado e inaugurado por Tito en el 80. Gracias a los escritores latinos sabemos que la fiesta de inauguración duró 100 días consecutivos e incluyó el sacrificio de 5.000 animales, eso deja una corrida de toros a la altura del betún.


El Anfiteatro Flavio, popularmente llamado Coliseo, Roma. Foto del autor.
Coliseo de Roma, foto del autor.

Doy una vuelta alrededor del impresionante edificio y me detengo ante el majestuoso Arco de Constantino. Fue construido en el 315 d.C. y conmemora la victoria del emperador en la batalla del Puente Milvio contra Majencio. El elemento más complejo y bello del monumento son sin duda los relieves que lo cubren. Para terminar el proyecto antes de que muriera el emperador la mayoría del material y esculturas fue saqueado de otros monumentos. 


El autor frente al Arco de Constantino junto al Coliseo, Roma.

Sigo paseando subiendo por la Vía de los Foros imperiales, contemplo el antiguo Foro, y al otro lado de la calle... la columna de Trajano. Es una espectacular lección de historia. 
En ella, el emperador al que debe su nombre, dejó grabado en piedra imperecedera su campaña contra los dacios (Dacia, Rumanía), en 30 metros de altura (38 contando con el pedestal). La "Columnita" se erigió en el 114 d.C.


Ruinas del Foro desde la Vía de los Foros Imperiales. Roma, Foto del autor.

El autor frente al Foro de Julio Cesar, las columnas pertenecen al templo de Venus Genetrix, fundado por el propio
Cesar en 46 a. C. para conmemorar su victoria contra Pompeyo en Farsalia.
Esto es Roma en estado puro.



La Columna Trajana, Roma. Foto del autor.

Sigo paseando y llego a la Plaza de Venecia donde se alza imponente el "Vittoriano", el enorme monumento monolítico blanco levantado en honor al primer rey de Italia, Víctor Manuel II. La construcción conmemora la unificación del país en 1870, Roma estaba gobernada por el Papa con el apoyo de Francia, pero es en este año cuando los italianos la recuperan durante la guerra franco-prusiana y se finaliza la unificación.


Monumento al rey Víctor Manuel II conmemorando la unificación italiana. Roma. Foto del autor.
"Vittoriano", aquí se alza el Altar de la Patria de Italia, donde se conmemora a los caídos. Roma. Foto del autor.



- FONTANA DE TREVI Y PLAZA ESPAÑA.

Ya va anocheciendo, quiero acercarme hasta la mítica Plaza de España y volver para cenar cerca del hotel. Voy callejeando entre los centenarios edificios de esta zona de la ciudad, que destilan un típico ambiente romano, muy animado, lleno de turistas de todos los países que entran y salen de docenas de heladerías, pizzerías...y de repente, al terminar de caminar por una calle y medio distraído observando los puestos callejeros desemboco en uno de los monumentos más espectaculares que he visto nunca.
La Fontana de Trevi. 
La he visto cien veces en la televisión, en películas y reportajes, pero la sensación que da estar delante de ella, aunque sea mirando por encima de la cabeza de cientos de turistas es impresionante. Nunca pensé que la plaza donde se ubica fuera tan pequeña, pero no resta majestuosidad a esta obra de arte que no parece hecha por la mano del hombre. Es realmente bella.


Fontana di Trevi, el sueño de un artista hecho realidad. Roma.

Fue completada por Nicolo Salvi en 1735. La fontana es una magnífica combinación de elementos barrocos y clásicos. Ocupa una de las paredes del Palazzo Poli y fue decorada por varios artistas de la escuela de Bernini. Representa el carro de Neptuno tirado por dos tritones que luchan con dos caballitos de mar (uno salvaje, el otro dócil) que encarnan los estados del mar. El nombre Trevi hace referencia a los tres caminos (tre vie) que convergían aquí.


Fontana de Trevi, casi imposible esquivar los turistas, habría que venir de madrugada y entre semana. Roma.
Foto del autor.
Imagen habitual de la plaza de la Fontana de Trevi, Roma.


El autor cumpliendo
la tradicción en la Fontana
de Trevi, Roma.
El autor en la Plaza España.
Roma.













Según la tradición hay que tirar una primera moneda (siempre de espaldas a la fuente, por encima del hombro) para asegurarse regresar a Roma y una segunda para encontrar el Amor en Italia. Solo lancé una, seguro que mi deseo se cumple.

Callejero en mano continuo andando y termino mi primer paseo por la capital de Italia en la deliciosa Plaza de España, con su famosa Scalinata della Trinitá dei Monti ( Escalinata de la Trinidad de los Montes) que termina en la iglesia de la Trinidad de los Montes (1502). La elegante escalinata fue construida entre 1723 y 1726 con fondos franceses pero diseñada por un español.
Durante el S. XVIII, los hombres y mujeres más atractivos se reunían aquí con la esperanza de ser elegidos como modelos para los artistas. Desde entonces las escaleras se han convertido en un lugar para sentarse, charlar, observar la "fauna humana" que sube y baja sus escaleras y contemplar uno de los rincones con más encanto de Roma.


Típica estampa romana, lo clásico, lo moderno...y algo que nunca pasa de moda:  "l´ammore".


Después de disfrutar del ambiente de la Plaza de España vuelvo al hotel.
Este ha sido el primer paseo por la Ciudad Eterna, pero mañana estoy deseando empezar a descubrir en profundidad las maravillas históricas de la capital italiana.


Próximo post: 6.2- Roma: Coliseo, Foros Imperiales y Museos Capitolinos.






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