5.5- Tallín, capital de Estonia. Una ciudad de cuento.

23 de septiembre de 2014. Martes.
Tallin, Estonia.


- TELETORN. LA TORRE DE LA TELEVISIÓN DE TALLIN.

Hoy me levanté a las 07:30, tras desayunar en el buffet del hotel me dispongo a coger en la estación central de autobuses de Tallin el bus municipal que me llevara a la Teletorn. Nada más salir del hotel noto un frío gélido que me corta la cara, hemos bajado de los 15 grados de ayer a los 5 o menos que marca mi móvil esta mañana, el viento helado que llega del norte es muy fuerte y la gente va tapada hasta las orejas.

Teletorn de Tallin. Estonia. Foto del autor.

Vista hacía el suelo desde el mirador de la Teletorn.
A 170 mts. Tallin. Foto del autor.

La Teletorn es la inmensa torre de la TV de Tallín, con sus 314 metros de altura, incluida antena, es una de las más altas del mundo. Mi objetivo es salir con un arnés a pasear por el mirador que la recorre a unos 170 metros del suelo.
En 1955, en plena ocupación soviética fue levantada la Teletorn con una altura de 180 metros en total. La actual torre se construyó entre los años 1975-1980, siendo inaugurada el 20 de Julio de 1980 para las regatas olímpicas de vela que tenían como sede Tallin dentro de los Juegos Olímpicos de Moscú-80.

Sala mirador de la Teletorn, piso 21. Tallin. Estonia. Foto del autor.

Cafetería-restaurante de la Teletorn, piso 22, se puede ver la terraza con el arnés, al fondo Tallin.
Estonia. ,Foto del autor.

Tras la independencia de Estonia en 1991 la torre fue un lugar muy popular para estonios y visitantes hasta su cierre en 2007. Tras la remodelación de la torre, volvió a abrirse al público el 4 de abril de 2012.
Su altura total es de 314 metros hasta la punta de su inmensa antena, pesa 20.000 toneladas y el punto de observación para los visitantes se sitúa en el piso 22 a 170 metros del suelo.

Mirador de la torre Teletorn. Al fondo Tallin y su línea de costa. Foto del autor.

Allí tenemos la cafetería-restaurante y un mirador exterior que te permite desde una plataforma diáfana engancharte a un arnés y pasear por el borde del mirador. Era mi intención hacerlo, pero ante la lluvia y sobre todo el fortísimo viento que nos azotaba a esa altura, los encargados tan solo nos dejaron salir al mirador exterior durante unos minutos. La vista sobre Tallin y su costa es espectacular abarca unos 20 kilómetros a la redonda. Estar aquí arriba paseando con el arnés es una cosa que no debéis perderos si venís a Tallin y más si hace sol.

Espectacular vista de Tallin y su costa desde la Teletorn. Foto del autor.

Terraza con arnés para los que no temen las alturas en la Teletorn. Al fondo Tallin.
Foto del autor.

Tras disfrutar de las impresionantes vistas de la Teletorn regresé a Tallin, hoy toca visitar todas las fortificaciones y torres de esta maravillosa ciudad medieval.

- LA TALLÍN MEDIEVAL, TORRE KIEK IN DE KOK Y FORTIFICACIONES.

La primera mención de la torre data de 1475. Como la muralla de la ciudad no protegía debidamente la parte suroeste se decidió su construcción, primero en forma de herradura y más tarde completamente redonda.

Torre Kiek in de Kok. Tallin, Estonia.

En 1577 se menciona por primera vez por su curioso nombre Kiek in de Kok (traducido, "mira en la cocina"). Los soldados que montaban guardia en sus pisos superiores afirmaban ver lo que cocinaban las amas de casa en la Ciudad Baja de Tallin.
En el S. XVIII la Torre perdió su función defensiva y fue utilizada como polvorín, viviendas, etc.

Iglesia de San Nicolás desde la Torre Kiek, detrás la Ciudad Baja de Tallin  y el mar.
Foto del autor.

Vista desde la Torre Kiek de la catedral ortodoxa y las fortificaciones de Tallin.
Foto del autor.

Vista desde la Torre Kiek. Desde aquí verían los soldados "lo que cocinaban" las mujeres en la Ciudad Baja
de Tallin. Foto del autor.

 En la actualidad la Torre es un extraordinario museo con una exposición que cuenta la historia de los recintos fortificados de Tallin, es simplemente el paraíso de cualquier amante de la Edad Media.

Sala principal de la Torre Kiek. Tallin. Estonia. Foto del autor.

Cañón apuntando al exterior. Torre Kiek, Tallin. Estonia. Foto del autor.

El autor con un arcabuz, Torre Kiek, Tallin.
Estonia.

Cañón en la Torre Kiek.
Foto del autor.

Además desde la Torre Kiek podemos adentrarnos en los túneles que recorren los subsuelos de los bastiones. Unos túneles con mucha historia, construidos de 1630 a 1710 en la época de dominación sueca. Después han sido utilizados por rusos, alemanes, soviéticos y a partir de los años 70 por familias desheredadas y vagabundos. En 1980 se cierran por seguridad y en marzo de 2010 se reabre como Museo Kiek in de Kok y Pasajes subterráneos de los Bastiones, una maravilla.

Bajada a los Bastiones subterráneos, soldados suecos vestidos de época nos dan la bienvenida. Torre Kiek, Tallin.
Estonia. Foto del autor.

Cerca de Kiek in de Kok se encuentra la Torre de la Doncella, construida en la segunda mitad del S. XIV. En esa época se utilizaba como prisión para mujeres de "vida alegre". Otra versión cuenta que aquí se encerraba a las doncellas díscolas que no querían casarse con los novios elegidos por sus padres. Cuenta la leyenda que en esta torre habitan los espíritus de esas jóvenes.

Torre de la Doncella desde sus bastiones, detrás la Torre Kiek. Tallin. Estonia. Foto del autor.

La construcción de las murallas de la ciudad duró casi 300 años. En 1355 el Consejo Municipal hizo la primera lista de las torres de la ciudad que incluía los datos de 11 torres. Durante la 2ª mitad del S. XIV e inicios del S. XV se llegó a las 46. Hoy en día podemos contemplar 26 torres en perfecto estado de conservación y un kilómetro y 850 metros de muralla. Me siento como un auténtico Indiana Jones, subo por las estrechas escalerillas hasta arriba de las torres y paseo por las barbacanas y bastiones a mi aire ¡¡¡¡no hay turistas!!!! una experiencia auténtica.

Torre Epping (S. XV) con sus 200 metros de camino de ronda. Las fortificaciones de Tallin son una maravilla.
Foto del autor.

Camino de ronda de la Torre Epping, Tallin. Estonia. Foto del autor.

Vista desde lo alto de la Torre Epping.
Tallin. Estonia. Foto del autor.

Torre de las fortificaciones
de Tallin. Foto del autor.

A comienzos del S. XVI se inició la siguiente etapa de la construcción de la muralla y quedó como la podemos visitar hoy. La nueva estructura con sus muros más anchos y barbacanas más amplias para las bocas de los cañones defensivos se deben a la aparición de las nuevas tecnologías de asedio: minas subterráneas para derribar los muros desde el subsuelo y las nuevas balas de cañón capaces de derribar los viejos muros medievales.



- PLAZA DEL AYUNTAMIENTO.

Llegamos al corazón de la antigua ciudad medieval de Tallin por las callejas estrechas llenas de locales y edificios con encanto. Al acceder desde una de estas calles nos deja con la boca abierta el fabuloso aspecto, perfectamente conservado a través de los siglos, de esta maravillosa plaza.

Plaza del Ayuntamiento de Tallin. Estonia. Foto del autor.

Todos los caminos de la Tallin antigua conducen a la Plaza del Ayuntamiento.
Esta denominación es relativamente moderna, aparece por primera vez en 1923. Una de sus primeras denominaciones fue Market (mercado).

Ayuntamiento de Tallin. Estonia. Foto del autor.

Tiene un encanto muy especial la Plaza del ayuntamiento de Tallin. A la derecha las gárgolas del Ayuntamiento.
Estonia. Foto del autor.

La plaza no es muy grande en tamaño pero esta rodeada de edificios antiguos cada uno con su propia historia. Entre ellos la Farmacia del Ayuntamiento, la más antigua del mundo en funcionamiento, la primera mención escrita sobre ella data del 8 de abril de 1422.
Antiguamente en el centro de la plaza se levantaba una picota, por ella pasaban ladrones y criminales condenados a muerte. Aún se puede observar un collar metálico y unos pequeños anillos para manos y pies en el propio edificio del ayuntamiento. Esta pequeña picota era para los crímenes e infracciones menores
Actualmente en la plaza se celebran acontecimientos y ferias donde los artesanos y comerciantes exponen lo mejor de sus productos.

Calle Vana Turg desde la que se aprecia la bella estampa del Ayuntamiento de Tallin. Estonia.
Foto del autor.

 

En 1441 por primera vez se festejó la Navidad en esta plaza, desde entonces se planta todos los meses de Diciembre un enorme árbol de Navidad bellamente decorado e iluminado y se celebra uno de los mercados medievales más antiguos y vistosos de Europa. El festejo se acompaña de música medieval y moderna y se riega con vino caliente especiado, la tradición es sabia.
Nos alejamos de la plaza del Ayuntamiento por la calle Viru, una de las arterias más anchas y largas de la Ciudad Vieja con sus 200 metros jalonados de tiendas, cafés y restaurantes. Al fondo nos encontramos con las puertas de Viru, construidas en el S. XIV y que se han conservado parcialmente hasta ahora.

Las encantadoras Puertas Viru, Tallin, Estonia. Foto del autor.

Una de las Puertas Viru, Tallin. Estonia. Foto del autor.

Estas dos pequeñas torres de planta circular son realmente las antepuertas de un antiguo sistema de acceso mucho más complejo desmantelado en 1880 para el ensanche vial. Las dos torres supervivientes cubiertas de hiedra se han convertido en un símbolo de la ciudad. 

Mercadillo próximo a las Viru, en la Torre Hellemann. Tallin, Estonia. Foto del autor.

Al lado se encuentra otro importante lienzo de muralla coronada por la Torre Hellemann, con sus tres plantas ofrece al visitante la posibilidad de recorrer casi 200 metros de camino de ronda. Construida en el S. XIV, ha sido usada como cárcel y como almacén de municiones; en la actualidad es una galería de arte y a pie de calle se instala un pequeño mercadillo.

- TORRE DE LA IGLESIA DE SAN OLAV.

Al entrar por la Puerta del Mar a la Ciudad Antigua, es imposible no fijarse en la aguja de la iglesia de san Olav, esta iglesia simboliza el poder y la grandeza de Tallin. Al estar sobre una colina ha sido utilizada durante siglos por los navegantes como referencia inequívoca de la proximidad de la capital estonia. Se desconoce cuando fue construida pero se sabe que en el S. XII ya existía, las primeras menciones datan de 1267.

Vista de la Ciudad Alta de Tallin desde la torre de san Olav. Estonia. Foto del autor.

Maravillosas vistas de las fortificaciones oeste de Tallin y de su Ciudad Alta (Tompea) desde la torre de San Olav.
Foto del autor.

Vista desde la Torre de san Olav de la Puerta del Mar y del puerto viejo y de cruceros de Tallin. Estonia.
Foto del autor.

Fue la construcción más alta del mundo en su tiempo gracias a su estilizada y casi imposible aguja. Pero esa altura que gritaba a los 4 vientos el poder económico de la ciudad Hanseática tenía sus riesgos, al menos en ocho ocasiones fue alcanzada por rayos y otras tres veces la iglesia se quemó entera. Tras el incendio de 16 de junio de 1820 la iglesia restaurada toma el aspecto que se conoce en la actualidad.

Ya está anocheciendo, me dirijo de vuelta al hotel, ha sido un día muy intenso, un poco empañado por las nubes y a ratos por la lluvia pero el clima no oscurece los encantos de una ciudad única. 
Me asomo a la habitación del hotel y veo un bello cielo que lucha por alejar las nubes. Quizás mañana tenga suerte y el sol de Tallin tan juguetón y esquivo quiera despedirse de este trotamundos en su último día en la bella capital de Estonia.

Vista desde la habitación del hotel Tallink Expres Hotel. La torre de la iglesia de San Olav vela los sueños de la capital.
Foto del autor.

Próximo post: 5.6- Tallin, una ciudad para volver.