martes, 30 de diciembre de 2025

25.8- FRIBURGO (y II) Y GENGENBACH.

 23 de diciembre de 2025. Martes.

Las Palmas de Gran Canaria.


Nos levantamos en este segundo día en Friburgo y último de esta Escapada-2025. Nos hemos alojado en un apartamento de 50 metros en el Boutique Apartments am Stadtgarten en la calle Mozartstrabe 1. Un lugar muy recomendable, con cocina,baño con lavadora, salón-comedor y una habitación.

Hoy ha salido un día precioso, el sol ilumina la ciudad de Friburgo y las nubes que nos han acompañado en los últimos días en la vecina Alsacia ha desaparecido.


- SUBIMOS AL MONTE SCHLOSSBERG. EL PULMÓN VERDE DE FRIBURGO.


Da gusto mirar por la ventana del apartamento y contemplar el monte Schlossberg de un verde brillante.

Vista del monte Schlossberg desde la ventana del apartamento que hemos alquilado en
Friburgo. Alemania. Foto del autor.


El funicular es un pequeño ascensor inclinado que nos lleva a la mitad de altura
del monte Schlossberg. Friburgo. Alemania. Foto del autor.

Subiendo en el pequeño funicular, vamos solos. Tiene una capacidad para unas doce
personas. Friburgo. Alemania.

Vista de Friburgo desde el funicular, subiendo al monte Schlossberg. A la izquierda de la
foto se aprecia la torre de la catedral. Foto del autor.


Desayunamos en el apartamento y tras caminar 50 metros ya estamos en el parque municipal Stadgarten, aquí nos encontramos con el pequeño funicular que nos llevara al monte Schlossberg (en alemán, "monte del castillo"). Se encuentra al borde del casco histórico de Friburgo, tiene una altura de 456 metros y una extensión de 23,6 hectáreas y es la estribación suroccidental del macizo montañoso de Rokopf. En tiempos pasados el monte se encontraba en un lugar estratégico y allí decidierón los Señores de Zahringuen (noble familia alemana que fundó Friburgo en 1120) construir una fortaleza que controlara Friburgo, a escasos 4 kilómetros de su propio castillo.

Una de las sendas que salen desde donde nos deja el funicular en el monte Schlossberg.
Friburgo. Alemania. Foto del autor.

Vista panorámica desde la terraza del restaurante (cerrado) Dattler. Al lado de donde nos
deja el funicular. Se aprecia perfectamente la torre de la catedral de Friburgo.
Foto del autor.

Vista de Friburgo hacia el noroeste desde la terraza del monte Schlossberg.
Foto del autor.


Nosotros subimos por el llamado Carril Schlossberg, un ascensor inclinado que nos deja junto a un restaurante, el Dattler, (ahora cerrado) con una preciosa terraza panorámica sobre la ciudad. El monte tiene muchas sendas y caminos para pasear e ir en bici, lo mejor si queremos recorrerlo es conseguir un mapa en la Oficina de Turismo o sacar una foto de este mapa que se encontraba junto a la entrada del funicular.

Mapa del monte Schlossberg con sus rutas y caminos. Se aprecia la plaza de la catedral y un
poco más arriba una flecha roja que indica el funicular para subir, aunque se puede subir
andando desde el parque municipal. Friburgo. Alemania. Foto del autor en un panel
informativo.


Subiemos en funicular y bajamos andando junto al raíl del funicular. Friburgo. 
Foto del autor.


Tras dar una pequeña vuelta por uno de los senderos entre árboles frondosos que ocultan el cielo, algún que otro paisano que sube en este martes soleado y una tranquilidad que invita al relax bajamos andando de nuevo al parque municipal. 

Caminando desde el funicular al puente Karlssteg que nos llevará al casco histórico de
Friburgo. Se aprecia perfectamente la torre de la catedral. Foto del autor.


Monte Schlossberg desde el puente Karlssteg, camino del casco histórico. Se aprecia la vía
del funicular del que acabamos de bajar. Friburgo. Alemania. Foto del autor.


- PASEANDO POR EL CASCO HISTÓRICO DE FRIBURGO BAJO SU FRÍO SOL DE OCTUBRE.



Caminamos por el puente Karlssteg camino al casco histórico de Friburgo. Alemania.
Foto del autor.


Monumento a la Victoria en la Plaza
Europa donde termina la avenida
principal del casco histórico de Friburgo.
Foto del autor.


Monumento a la Victoria en una fotografía
de principios del S. XX, se encuentra en el
mismo lugar que la actual. Se aprecia la
torre de la catedral de Friburgo.
Foto de internet.











Caminamos bajo el frío sol de un martes de octubre en Friburgo, nos adentramos en el casco histórico de la capital de Baden pasando junto al monumento de la Victoria. Conmemora la victoria de Alemania en la guerra Franco-Prusiana de 1871, por esta guerra las vecinas provincias francesas de Alsacia y Lorena pasaban a pertenecer a Alemania hasta el final de la Iª G.M en 1918 que regresaron a Francia. 

Ya nos encontramos en la plaza del Mercado bajo la mole de la torre de la catedral. Vamos a desayunar una típica salchicha alemana en uno de los puestos que encontramos.

Catedral de Friburgo. Alemania. Foto del autor.


Torre de la catedral de Friburgo.
Alemania. Foto del autor.

Desyunando en la plaza de la catedral
de Friburgo. Alemania. Foto del autor.















El mercado en la plaza de la catedral de Friburgo tiene mucho
encanto. Foto del autor.


Salimos de la plaza dejando atrás el mercado y la catedral y volvemos a la vía principal del casco histórico de Friburgo, la Kaiser Joseph Strabe. Entre comercios y restaurantes llegamos al cruce donde nos encontramos con una estatua que realmente es una fuente, la Fuente de Bertold

La fuente de Bertold, otra chapuza de estilo "abstracto" que estropea un lugar con mucho
encanto. Al fondo se observa la Martinstor, una de las dos puertas monumentales que aún
conserva la ciudad. Friburgo. Alemania. Foto del autor.

La primigenia fuente de Bertold en una fotografía de 1860.
Las inscripciones en los cuatro lados de la columna se 
mantienen en la nueva fuente. Foto de internet. 


La actual fuente sustituye a la antigua que se encontraba en el mismo lugar hasta 1806, conmemoraba el juramento de fidelidad de la ciudad al nuevo señor territorial, el príncipe elector Karl Friedrich von Baden. Tras su destrucción por un bombardeo en la IIª Guerra Mundial, la ciudad se tomó su tiempo hasta inaugurar la actual en 1965. La fuente no tuvo una acogida muy popular ya que su estilo abstracto fundido en bronce no gustó a los vecinos. Y les doy toda la razón, es una pena pasar al lado y pensar lo que representará esa "cosa" en mitad del cruce más transitado de la ciudad de Friburgo. Pero ahí sigue.

Tras este agradable paseo por el casco histórico y hacer algunas compras nos montamos en el coche y nos disponemos a visitar el último pueblo en esta Escapada-2025, Gengenbach. El pueblo más bonito de la Selva Negra y enseguida veréis por qué.


- NOS VAMOS A GENGENBACH.


Gengenbach tiene mucha historia. El asentamiento se remonta a la época celta y luego romana. Donde hoy se levanta la iglesia de Saint Jacob en lo alto de una colina rodeada de viñedos, ya había una villa romana que servía de posada y control de la calzada romana que atrevesaba la Selva Negra de este a oeste y llegaba a Gengenbach.

Pero este asentamiento no fue fundado como pueblo hasta mediados del S. VIII, cuando fue construido su monasterio. Alrededor de él se asentaron agricultores y ganaderos. Ya en el S. XIII Gengenbach creció y lo hizo tanto que necesitaron construir una buena muralla con varias torres defensivas. Algunas de ellas quedan en pie hoy en día. En el año 1360 la villa fue elevada a Ciudad Imperial, bajo la autoridad exclusiva del emperador Carlos IV de Luxemburgo.

En 1689, y tras haber sobrevivido a la Guerra de los Treinta Años, la villa quedó arrasada durante la Guerra de Sucesión del Palatinado o Guerra de los Nueve Años (1688-1697). Fue reconstruida, pero 100 años después, volvió a ser arrasada, esta vez por un incendio. Gengenbach no se recuperó hasta bien entrado el S. XIX cuando llegó el tren, se construyeron fábricas y creció mucho la población.

Hoy en día la ciudad tiene 11.000 habitantes y posee uno de los cascos históricos más encantadores del sur de Alemania. Su carnaval y los mercadillos de Navidad son sus principales atractivos turísticos.

De Friburgo a Gengenbach hay 73 kilómetros que, por la A-5, una autovía sin límite de velocidad se pueden recorrer en 50 minutos.

 

- EN EL CASCO HISTÓRICO DE GENGENBACH.

Llegamos al pueblo y aparcamos, gratis, cerca de un pequeño tunel que atraviesa por debajo las vías del tren en la calle Friedrichstrabe. Andamos 50 metros y ya estamos en la calle Haupstrabe, en ella comenzamos a contemplar las casonas con entramado de madera, colores pastel y tejados a dos aguas tan característicos de Alsacia y de esta parte de Alemania. Sus habitantes además son especialmente cuidadosos en decorar los balcones con tiestos y maceteros llenos de flores. Pasear por sus calles es una auténtica delicia.

Y para los cinéfilos, decir que Gengenbach aparece con otro nombre en la película de Tim Burton "Charlie y la fábrica de chocolate."

Calle Haupstrabe, al fondo contemplamos el edificio rosa pastel del ayuntamiento.
Gengenbach. Alemania. Foto del autor.

Calle Haupstrabe, hemos dejado atrás la torre Niggel del S. XIV que acoge el Museo
del Carnaval de Gengenbach
. Alemania. Foto del autor.


Lo primero que nos llama la atención tras aparcar el coche es la Torre Niggel, su base fue construida en el S. XIV y se amplió ganando altura en el XVI. Esta torre no pertenecía a las murallas de la ciudad, se encontraba extramuros y se utilizaba como torre aislada de vigilancia y prisión. En la actualidad acoge el Museo del Carnaval, que muestra en siete pisos y 132 escalones la historia del carnaval de esta ciudad, declarado patrimonio cultural inmaterial de Alemania en 2014. Desde lo alto de sus 36 metros se puede observar todo el pueblo y en días despejados se puede ver la torre de la catedral de Estrasburgo, al otro lado del Rin. Nosotros cuando llegamos lo encontramos cerrado.

Plaza del Mercado y ayuntamiento de Gengenbach. Alemania. Foto del autor.

Plaza del Mercado, con el ayuntamiento a la derecha de la foto y la fuente del caballero
o Rohrbrunnen haciendo de rotonda para el tráfico. Gengenbach. Alemania. Foto del autor.


Seguimos andando por la Haupstrabe y ya nos encontramos en la plaza principal o del mercado de Gengenbach, la Marktplatz, centro neurálgico de la villa con el ayuntamiento presidiendo el lugar. El ayuntamiento es uno de los edificios consistoriales más bellos del S. XVIII, fue construido en 1784. Sus fachadas son una mezcla de estilo rococó y clasicista. Dos figuras dan forma al frontón, la "Justicia" y la "Prudencia", coronadas por un águila que porta el escudo de la ciudad. Bajo la barandilla del balcón principal se encuentran cuatro repisas con cabezas que representan a los continentes Europa, Asia, África y América, que simbolizan la apertura de la ciudad al mundo.

Además cada mes de diciembre el edificio se convierte en el calendario de Adviento más grande del mundo. Todas las tardes se procede a descubrir lo que oculta una de sus ventanas (tiene 24 en su fachada), que no es otra cosa que una ilustración infantil de algunos de los dibujantes más famosos del mundo.

En la misma plaza tenemos la oficina de turismo en un coqueto edificio que data de 1696.
Las puertas laterales que parecen para "hobbits" son las puertas que daban a las
bodegas donde almacenaban las uvas para elaborar su principal riqueza local, el vino.
Gengenbach. Alemania. Foto del autor.


Y desde la plaza del ayuntamiento dirección noreste subimos por la calle principal del pueblo, la Victor Kretz Strabe. Esta calle termina en la Torre de la Puerta Superior o Norte, era una de las puertas de acceso a la ciudad, vigilancia y defensa. Aún conserva su rastrillo de dos toneladas de peso. En la torre vemos un reloj y un escudo de la ciudad del año 1618.

La Victor Kretz Strabe y la Torre de la Puerta Superior al final. Gengenbach. Alemania.
Foto del autor. 


Un clásico de nuestras Escapadas son las lonas que cubren monumentos
interesantes, en esta ocasión le tocó a la torre más bonita de Gengenbach.
Al menos en la foto de la lona se ve La Torre de la Puerta Superior.
Foto del autor. 


El encanto de la calle Victor Kretz Strabe con sus cafeterías.
Gengenbach. Foto del autor.

Desde esta calle principal, nos metemos por la calle Klosterstrabe para contemplar la iglesia de Santa María, el edificio original fue destruido en el incendio de 1689, posteriormente se reconstruyó en un barroco luminoso que desapareció por completo en la restauración de 1896. Su campanario barroco se observa desde cualquier punto de la ciudad. Es el punto más alto y nos señala el edificio más antiguo, el monasterio benedictino. La planta de la iglesia es del S. XII.

La torre barroca de la iglesia de Santa María. El edificio de al lado es actualmente la sede de
un campus universitario. Gengenbach. Foto del autor.


Plaza del Mercado vista desde el norte. Gengenbach. Alemania.
Foto del autor.


Y ahora bajamos hacia el sur para contemplar la otra torre defensiva de la ciudad que aún se conserva, la Torre del Kinzig. Es la torre más alta y fuerte de Gengenbach, desde ella se vigilaba la ciudad de día y de noche y se recaudaban los aranceles de aduana, tanto de las balsas que llegaban por el río Kinzig como de los mercaderes que llegaban a la ciudad por el puente. Gengenbach, como antigua ciudad libre tenía derecho a recaudar impuestos. 

La Torre Kinzig, una espectacular torre de defensa que han sabido conservar los habitantes
de Gengenbach. Alemania. Foto del autor.


La Torre Kinzig de Gengenbach. Alemania. Foto del autor.

Otra de las funciones del vigía de la torre eran: avisar de los incendios, pregonar las horas del día y anunciar con una corneta de latón todos los incidentes que ocurrían en la villa. Esa corneta aún se conserva. Con las reformas de 1991 se colocó de nuevo el rastrillo y la torre se convirtió en museo. 

Casitas con encanto en la calle Haupstrabe. Gengenbach.
Alemania. Foto del autor.


Regresamos a la plaza del ayuntamiento y no puedo evitar sacarme una foto delante del caballero que preside la fuente de Rohrbrunnen. Esta fuente es conocida popularmente en el pueblo como "el sueco". El soldado que la preside lleva 500 años apoyado en el escudo de Gengenbach mientras sostiene con orgullo en su mano derecha los privilegios de la ciudad libre. La estatua original se encuentra en el Palacio Lowenberg ubicado en la misma plaza y fue creada en 1582. La pila de la fuente fue restaurada en 1796 por su deterioro.

El autor en la Plaza del Mercado de Gengenbach delante de la fuente de "el sueco".
Un lugar encantador.


Y cuando creemos que ya hemos recorrido todo el casco histórico de la ciudad, nos encontramos con la calleja Engelgasse (en alemán, de los ángeles), una parte del casco antiguo que nos hace retroceder dos o tres siglos mostrándonos como vivían las gentes de Gengenbach en esa época. La conservación de estas casonas con entramado visto es impresionante. La otra calle de este lugar mágico se llama Hollengasse (calleja del infierno). Estas casas de los siglos XVI y XVII, perfectamente cuidadas y conservadas, reflejan la principal riqueza de la villa, sus viñas. Todas las casas disponen de su propia bodega con acceso directo desde la calle.

Calle Engelgasse. Gengenbach. Foto del autor.

Calle Engelgasse. Una delicia para los sentidos y sin agobios de visitantes.
Gengenbach. Alemania. Foto del autor.


Estamos en octubre y ya los vecinos de 
la calle Engelgasse tienen preparada la
leña para el invierno. Gengenbach.
Alemania. Foto del autor.
Casas medievales en la calle Engelgasse.
Se aprecia la entrada a las bodegas donde
se guardaban las uvas. Gengenbach.
Alemania. Foto del autor.















Es el rincón con más encanto de Gengenbach y una delicia pasear por estas dos calles de unos 100 metros cada una. Las cámaras fotográficas os echaran humo. No quiero imaginar como tienen que lucir en Navidad. Una auténtica maravilla para los sentidos. 

Paseando por la encantadora calle Engelgasse. Gengenbach. Alemania. Foto del autor.



Más casas con encanto en la calle Engelgasse. Gengenbach. Alemania.
Foto del autor.


El autor en la calle Hollengasse. Gengenbach. Alemania. 


La calle Hollengasse. Gengenbach.
Alemania. Foto del autor.


Calle Holengasse. Gengenbach. Alemania. Foto del autor.































Nos despedimos del barrio con más encanto de Gengenbach y uno de
los más bonitos de Alemania. Foto del autor.


Antes de despedirnos nos vamos a tomar un trocito de la conocidísima tarta Selva Negra, si queréis pedirla en alemán, apuntad: "Shcwarzwalder kirschtorte" aquí os comeréis la auténtica y no la apelmazada que suelen servir en otros países europeos. La original que encontraréis en cualquier pastelería o resturante de la región es una esponjosidad que pone a prueba la apertura de nuestras mandíbulas


- REGRESAMOS A FRIBURGO. ÚLTIMO DÍA DE ESCAPADA.


Regresamos a Friburgo, en estas últimas horas de la tarde vamos a disfrutar del sol y visitar algún ricón con encanto que nos falta por conocer. Aparcamos junto al parque municipal (stadtgarten) donde tenemos el apartamento. Volvemos a cruzar este pequeño parque tan coqueto y buen cuidado y entramos de nuevo en el casco histórico de Friburgo.

Stadtgarten, parque municipal de Friburgo. Al fondo la torre de la catedral. Alemania.
Foto del autor.


Volvemos a pasar por la plaza de la catedral para observar esos monumentos y edificios de los que ya hemos hablado pero sin los puestos del mercadillo.

Lonja de los Comerciantes en la plaza del Mercado. Friburgo. Alemania. Foto del autor.


Plaza del Mercado con la catedral a la izquierda, la Lonja de los Comerciantes
a la derecha y el monte Schlossberg al fondo. Friburgo. Alemania.
Foto del autor.


De la plaza de la catedral nos dirigimos a ver la otra puerta monumental que aún se conserva en Friburgo, la Schwabentor o Puerta de los Suabos. 

La torre fue construida en 1250 y estaba originalmente abierta hacia el interior de la ciudad. No fue cerrada con un muro de piedra hasta 1547, en 1572 se añadió una torre de escalera; y en ese mismo año se pintó un cuadro de un comerciante con una carreta en el muro interior. En el S. XIX esta pintura dio origen a la leyenda de un suabo que llegó a Friburgo con dos barriles llenos de oro para comprar la ciudad. El ridículo cayó sobre él cuando abrió los barriles y solo había guijarros, resulta que su mujer había cambiado el contenido de los barriles y había huído.

Hasta 1900 la torre se mantuvo sin cambios. En 1903 se le añadió, por la parte exterior, la pintura mural de San Jorge, patrono de la ciudad. En 1954 se terminó la reforma de la puerta con un edificio con tejado a dos aguas y al lado la torre-campanario con cúpula. Lo que observamos en la actualidad.

Por la calle Oberlinden camino de la Schwabentor que se ve al final.
Friburgo. Alemania. Foto del autor.

Fuente (S. XVI) de la Virgen María junto a la Puerta de los Suabos.
Friburgo. Alemania. Foto del autor.

Antes de llegar no dejéis de contemplar la fuente que se encuentra en un pequeño cruce, data del S. XVI, pero como tantas otras fue destruida en la IIª G.M. y posteriormente reconstruida. Esta coronada por una estatua de la Virgen María. Se dice que el tilo junto a la fuente tiene 300 años, pero no creo que sobreviviera a los bombardeos de la IIª G.M. el tilo no se ve en la foto, lo tengo detrás cuando la realizo.

Puerta de los Suabos, Schwabentor. Friburgo. Alemania. Foto del autor.

Desde 1969 existe un pequeño museo privado. El museo representa diversas escenas de la historia de la región, con la ayuda de 9.000 figuras de hojalata en dioramas, principalmente de las revueltas del sur de Alemania, pero también de la época de la Reforma Protestante. 

Nos vamos a cenar al Markthalle, el mercado con 19 puestos del que ya os hablé en el artículo anterior, esta vez comemos en el puesto afgano y en el asiático.

Paseando por el parque municipal, la chavalería no perdona un día de juegos con cervezas
en sus verdes prados. Friburgo. Alemania. Foto del autor.


Ya cae la noche y regresamos a nuestro apartamento, volvemos a pasar por el parque municipal y nos despedimos de esta Escapada-2025 a Alsacia y a la ciudad de Friburgo. Ambas tierras separadas por el río Rin tienen una cultura y arquitectura popular común, fruto de su intensa historia compartida aunque ahora  pertenezcan a dos países diferentes. Merece mucho la pena pasearse por sus pueblos con encanto, disfrutar de su gastronomía, conducir entre sus colinas llenas de viñedos y perderse sin prisa entre sus muchas joyas arquitectónicas.

Nos despedimos de la encantadora ciudad de Friburgo. Foto del autor.


Antes de despedirme por este año quiero desearos que paséis una muy feliz Navidad en este año 2025 y una muy buena entrada de año 2026. Que en este nuevo tiempo que empieza el uno de enero se cumplan todos vuestros deseos y podáis viajar allá donde vuestros sueños os lleven. 

Un abrazo a todos y espero veros pronto por este pequeño Blog, una ilusión que nació ya hace 12 años y que sigue con fuerza gracias a los que lo visitáis cada día.

¡¡¡HASTA PRONTO!!!


- PRÓXIMO CAPÍTULO: 26.0- DONDE 2026 NOS LLEVE.

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