jueves, 12 de octubre de 2017

14.4- Viena (y III). Ayuntamiento de Viena y palacio Belvedere.

5 de agosto de 2017. Sábado.
El Astillero. Cantabria.


Mayo de 2017. Viena.

Hoy despertamos en una soleada capital de Austria, nos disponemos a pasar el último día visitando sus calles. Hemos tenido suerte con el tiempo, un sol maravilloso vuelve a brillar. La luz mañanera ánima a recorrer las calles del centro que aún nos quedan por visitar en esta monumental ciudad.
Pero antes, el desayuno-buffet nos espera, uno de los placeres de cualquier viajero antes de disfrutar del día que comienza. El del hotel One Wien Prater está genial.


Desayuno en la terraza del hotel One Wien Prater antes de disfrutar del último
día por Viena. Foto del autor.
Cogemos el metro en la parada del parque Prater, la línea U-2 nos deja en el centro, en Schottentor, al salir de la estación nos encontramos en una pequeña plaza con un jardincillo dedicado a Sigmund Freud.



-  AYUNTAMIENTO, TEATRO DE VIENA Y PARLAMENTO.

Empezamos a recorrer el tramo de la avenida Ring donde se erigieron los edificios de las instituciones públicas que rigieron los destinos de los vieneses y el resto de austro-húngaros en el siglo XIX, muy pocos intuían, en ese tiempo, los escasos años que duraría el imperio. Desde la plaza de la República hasta Schottentor se construyeron los símbolos del poder de la burguesía: el parlamento, el teatro, el ayuntamiento y la universidad.
La avenida del Ring lleva aquí los nombres del primer presidente de la República, Karl Renner Ring y del alcalde de Viena desde 1895 hasta 1910, Karl Lueger Ring.
Saliendo de la estación de Metro de Schottentor lo primero que vemos es la universidad de Viena, fue creada por Rodolfo IV el Fundador, en 1365, a imagen de la que Carlos IV había fundado en Praga pocos años antes.
Al quedarse pequeños los edificios del centro de Viena, en el S. XIX se erigió esta nueva universidad en estilo renacentista italiano. Klimt decoró el Aula Magna con alegorías de la Filosofía y la Medicina, pero los desnudos causaron tal escándalo que se quitaron.
Frente a la Universidad se eleva el monumento a Liebenberg, alcalde que organizó la defensa de Viena durante el primer asedio turco.


Monumento a Liebenberg frente a la universidad de Viena. Austria.
Foto del autor.


Detrás de ella se halla el único resto de las antiguas murallas, el bastión de Molker y algunas de las casas más antiguas de Viena; en Pasqualati-Haus vivió Beethoven entre 1804 y 1815. Allí hay hoy un pequeño museo en honor al compositor.


El Teatro del Pueblo (Burgtheater) frente a los jardines del ayuntamiento de Viena.
Austria. Foto del autor.


El siguiente edificio es el Burgtheater, antes se encontraba en la Michaelerplatz, pero se demolió para construir la fachada del palacio Hofburg. Las obras duraron 14 años y, antes de que concluyeran, en 1897, hubo necesidad de reformarlo por problemas de acústica. Como no se subsanó por completo, se optó por exigir a los actores que modularan su voz. Los actores del Teatro son funcionarios y el nombramiento de su director se discute en periódicos y cafeterías como si fuera el entrenador de un equipo de fútbol en la actualidad. Durante la 2ª G.M. el edificio sufrió severos daños y no fue reabierto hasta 1955. Su escalera, decorada por Gustav Klimt, es impresionante.


Jardines del ayuntamiento de Viena. Tiene muchísimos bancos de madera para poder disfrutar
de este pequeño pulmón verde de la capital austríaca.
Foto del autor.


Frente al Teatro, cruzando la calle se encuentran los jardines del ayuntamiento, adornados con fuentes y numerosas estatuas de personajes famosos de la ciudad: el pintor Waldmüller, los músicos Josef Laner y Strauss padre, filósofos y políticos. Tiene una zona central en la que, a lo largo del año, se celebran fiestas populares muy concurridas, como el escenario del concierto de verano que nos encontramos ese día y que estaban retirando. Además, en este parque se programan festivales de ópera, cine, música, pista de patinaje sobre hielo y un mercado de Navidad en invierno, con muchos quioscos y puestos de venta.


Fachada del ayuntamiento de Viena. En sus
jardines se celebran muchos conciertos y eventos.
Austria. Foto del autor.









































Fachada del ayuntamiento de Viena.
Austria. Foto del autor.
































Detrás del parque se alza el ayuntamiento neogótico, tiene un gran parecido a los edificios municipales de Holanda, como quería su arquitecto el alemán Friederich von Schmidt (1872-1883). Sobre la torre central se alza el Rathausmann, una figura de soldado de 3,5 metros de alto que eleva la altura del edificio por encima de las torres de la cercana iglesia católica del Divino Salvador.
En el interior del ayuntamiento destaca un gran patio de arcadas, en el que se celebran conciertos, y una sala de festejos, la mayor de Austria, donde también se celebran bailes, como el popular "Concordiaball" de la Asociación de Periodistas. En la parte de atrás hay una oficina de información turística. También tiene un sótano abovedado que se puede visitar de 11:30 a 15 h. y de 18 a 23:30 h. En esta bodega podremos disfrutar de cocina variada, buenos postres y cerveza austríaca.


Edificio del Parlamento austríaco de estilo claramente clásico. Viena.
Foto del autor.
Parlamento de Austria. Viena. Foto del autor.

Al lado de los jardines nos encontramos con el edificio del Parlamento, fue construido por el danés Teophil von Hansen entre 1873 y 1883 con líneas clasicistas griegas para expresar el respeto por la cuna de la democracia, aunque en este caso se tratara de una "democracia imperial". En las obras se emplearon materiales de todo el imperio. Treinta años después se colocó ante el edificio la fuente de Atenea, obra de Kar Kundmann. El edificio fue bombardeado durante la 2ª G.M. y reconstruido en 1956.


Detalle de la fuente de Atenea. Parlamento de Austria.
Viena. Foto del autor.




Fuente de Atenea frente al Parlamento. Viena. Foto del autor.



- IGLESIA DE SAN CARLOS BORROMEO.

En la Karlsplatz de Viena se encuentra el edificio barroco más importante de Viena, es la iglesia de San Carlos Borromeo (Karlskirche). Fue una promesa de Carlos VI al acabar la epidemia de 1713, el edificio se pagó con contribuciones de todos los estados de la monarquía austrohúngara.


Karlskirche, iglesia de San Carlos Borromeo. Uno de los monumentos imprescindibles de Viena.
Austria. Foto de Araceli Hidalgo.


Iglesia de San Carlos Borromeo con sus características
columnas que imitan la de Trajano en Roma.
Viena. Foto del autor.

Lo empezó a construir Fischer von Erlach padre en 1714, y la terminó cincuenta años más tarde su hijo. Las dos columnas trajanas que enmarcan la fachada, orientadas al Hofburg, miden 33 metros de altura, están decoradas con motivos de la vida del santo y rematadas por símbolos monárquicos: una corona y cuatro águilas cada una.
Desde el interior se puede subir en ascensor los 72 metros de altura que mide su grandiosa cúpula ovalada (80x60 m.), lo que permite contemplar los frescos de la glorificación del santo pintados por Rottmayr entre 1725 y 1730, y disfrutar desde la linterna, de la vista panorámica.
Ante la iglesia se halla un estanque con una escultura de Henry Moore "Hill Arches", donada por su autor a la ciudad. Detrás de Karlsplatz, en el edificio de la Secesión, empieza el Naschmarkt que describimos en el post anterior.



- DE CAMINO AL PALACIO BELVEDERE.

Dejando atrás la iglesia de San Carlos Borromeo llegamos a la plaza Schwarzenberg donde se encuentra el Monumento a los Héroes del Ejército Rojo. Se trata de una altísima columna semi-circular realizada a partir de mármol blanco que está coronada por una figura de doce metros de un soldado soviético.


Plaza Schwarzenberg. Viena. Foto del autor.


Se inauguró en 1945, año del final de la IIª Guerra Mundial. Conmemora la muerte de 17.000 soldados del ejército rojo durante la batalla de Viena durante la última gran guerra mundial.
Tras intensos combates callejeros, que duraron dos semanas, Viena cayó en poder de las tropas de Stalin el 14 de abril de 1945.
La figura del soldado ruso lleva un estandarte en una mano y un escudo en la otra. Ni que decir tiene que, ni a vieneses ni a austriacos les hace gracia tener este monumento en mitad de su capital. 


Monumento a los Héroes del Ejército Rojo. Viena. Foto del autor.


Pero el pasado es Historia y no les queda otra que aceptarlo ya que quitarla, sería ir en contra del Tratado Fundacional del estado Austriaco, una de cuyas cláusulas obliga al gobierno de esta nación a cuidar los monumentos soviéticos en su suelo. Los rusos fueron listos al obligar a los austriacos a incluir este punto en su "carta magna". 
La fuente que está a los pies del monumento señala el final del acueducto que trae agua a la capital vienesa desde los Alpes.

Desde la plaza subimos por la Prinz Eugen-Strabe hasta la entrada de los Palacios del Belvedere.
Este complejo fue construido como residencia de verano para el príncipe Eugenio de Saboya. El conjunto lo forman dos palacios (el de arriba y el de abajo), convertidos en museos, unidos por un inmenso jardín francés.


En los jardines del Palacio Belvedere posando con las "arpías" que lo habitan.
Viena. Austria.

Los museos que alberga este complejo son: el Museo de Arte Barroco austríaco, el Museo de Arte Medieval austríaco y la Galería de arte austríaco.
Entre el palacio bajo, Unteres Belvedere, utilizado como vivienda, y el alto, Oberes Belvedere, recinto de recepciones y fiestas, hay jardines barrocos, cascadas y terrazas en tres niveles.


Jardines del Palacio alto de Belvedere. Viena. Foto del autor.



Fachada del Belvedere (palacio alto). Viena. Austria. Foto del autor.


Ambos palacios fueron renovados en 1997 y convertidos en uno de los mejores museos de Viena (www.belvedere.at).
En el Unteres Belvedere se expone arte barroco, pintura austriaca de los siglos XVII y XVIII, esculturas y figuras grotescas. El pabellón de las cuadras se dedica al arte religioso medieval.


Pintura de Bernardo Bellotto (el Canaletto)  "Vista de Viena desde el Belvedere, obra de 1760.
Foto de internet.


Desde la terraza del palacio alto pintó Canaletto una vista de Viena que se conserva en el interior. Entramos en este palacio por la "sala terrena", en ella observaremos cuatro atlantes que sostienen la bóveda, de ahí arranca la escalinata, adornada con estucados de Bussi. En este palacio se exhibe la colección de la Galería Austriaca con obras de los siglos XIX y XX, como El beso y la novia de Gustav Klimt.


Los Atlantes de la Sala Terrena en la entrada del palacio alto Belvedere.
Viena. Foto de internet.


Detrás del Belvedere nos encontramos con el maravilloso jardín botánico de la universidad de Viena y el jardín alpino que tienen 8 hectáreas de terreno.


Jardín botánico de la universidad de Viena junto al palacio Belvedere. Foto del autor.


Estos jardines datan de 1754 cuando la emperatriz María Teresa de Austria fundó el Hortus Botanicus Vindobonensis, en él podremos disfrutar de 12.000 especies de plantas de 6 continentes. El edificio del Instituto de Botánica abrió sus puertas en 1905. Al final de la IIª G.M. todo fue destruido, incluyendo los invernaderos y sus jardines. Se reconstruyó años más tarde, en la actualidad los invernaderos no pueden ser visitados, en cambio los jardines son una maravilla para pasear y disfrutar de la tranquilidad y la salud que transmiten sus árboles y plantas.

Tras este relajante paseo por los jardines más bellos de Viena nos despedimos de la capital austriaca, Viena es una ciudad maravillosa para el visitante; hermosa, señorial y con muchos monumentos que disfrutar. Ideal para caminar o recorrerla en bicicleta y muy cómoda para visitarla en familia. No os la podéis perder.

Mañana volvemos en tren a Budapest para seguir disfrutando de una de las ciudades más hermosas y acogedoras de Europa.




Próximo post: 14.5- Budapest (II). Bastión de los Pescadores, parlamento y barrio judío.

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