lunes, 14 de agosto de 2017

14.3- Viena (II). Mercado, Museumsquartier y museos del Palacio Hofburg.

7 de julio de 2017. Viernes.
Maspalomas. Gran Canaria.


Mayo-2017. Viena.

Tras disfrutar del magnífico desayuno-buffet del hotel One Wien Prater nos lanzamos a conocer el mercado más popular de Viena, además, hoy es sábado y podremos disfrutar del rastro de la ciudad, donde se compra y se vende cualquier cosa.


En el hotel One Wien Prater antes de salir para el mercado. Viena. Foto del autor.


El Naschmarkt, es el mercado más conocido de Viena. Empezó siendo un mercado de leche ya en el S. XVI, que se fue convirtiendo en el principal mercado de avituallamiento de Viena. Desde 1793 todas las frutas y vegetales que llegaban a la ciudad en carro se vendían en el Naschmarkt, las que llegaban en barco se vendían en otras partes de la ciudad.
El mercado se extiende desde el edificio de la Secesión hasta la estación de metro de Kettenbrücke: unos 500 metros llenos de color, aromas, gente de medio mundo, quioscos, chiringuitos y restaurantes para comprar, comer o picar.
En el primer tramo, cerca de la Secesión, dominan los puestos exóticos con especialidades para gourmets como fruta y verdura, especias, carne y pescado, pan y queso; y delicatessen como caviar de Persia, sushi, ostras; así como una extensa variedad de productos internacionales procedentes de países de la antigua Yugoslavia, Grecia, Turquía, Japón y China.


Los puestos de fruta son un "clásico" del Naschmarkt.
Viena. Foto del autor.



Varias clases de Baklava, típico postre turco. Mercado de Naschmarkt. Viena. Austria.
Foto del autor.



Puesto del Rastro de los sábados
en el Naschmarkt de Viena.
Foto del autor.
Flores en el mercado Naschmarkt
de Viena. Foto del autor.






















En la calle contigua, Linke Wienzeile, tenemos los locales más elegantes. 
Aquí nos encontraremos con el Theater an del Wien, su fachada está adornada con un grupo escultórico, "Papageno y sus hijos", porque en él se estrenó "La flauta mágica" de Mozart. Beethoven, que vivió en este teatro, estrenó su "Fidelio" durante el Congreso de Viena (1815).

Hacía la mitad de la calle, los quioscos del Naschmarkt tiene precios más asequibles. El tramo final es la parte más barata del mercado. Las casas en el número 38 y 40 de Linke Wienzeile son de Otto Wagner: la casa de la fachada de las rosas, Majolikahaus, fue decorada con valiosos alicatados de Alois Ludwig. 


Majolikahaus, la casa de la fachada de las rosas. Mercado de Naschmarkt, Viena.
Austria. Foto del autor.

Los sábados, además, tiene lugar detrás de la estación de metro el rastro Flohmarkt, y un mercado. El rastro es como lo que conocemos en España, un espacio lleno de puestos donde se vende de todo, sobre todo antigüedades y trastos viejos que encuentra la gente en sus casas o en casas de sus familiares y los expone para venderlos. Es una auténtica maravilla y podéis encontrar de todo, nosotros también nos dejamos arrastrar por el entusiasmo "vintage" y adquirimos una pequeña y antigua jarra para la cocina, eso si, hecha en Viena.



Nuestra adquisición en el rastro de Viena.
Antiguedad made in Austria.
Foto del autor.
El pequeño cazo que "adoptamos" en el rastro
de Viena, ya luce en casa. Foto del autor.
















Hemos hablado antes de Secesión, es un museo de arte y tiene una curiosa historia. En 1897 Gustav Klimt salió, junto con otros artistas, de la conservadora Kunstlerhause y fundó una nueva unión de artistas que respondía al nombre de Secesión. En 1898 se terminó de construir este edificio con el mismo nombre.
En el subterráneo se puede visitar el friso de Beethoven de Gustav Klimt. La obra de 34 metros de largo es una interpretación virtuosa de la Sinfonía Nº 9 de Beethoven y se estrenó en una exposición en 1902. En los pisos superiores se exponen periódicamente obras de artistas modernistas.


Templete de la Secesión. Símbolo de este movimiento artístico en Austria. Mercado de
Naschmarkt, Viena. Foto del autor.


Para llegar al mercado Naschmarkt solo tenéis que coger el metro U-4 y bajaros en la parada Kettenbruckengasse, o en bus subiendo en la línea 59A y bajándoos en Verkehrsburo.
Tras pasear y comer algo en el mercado Naschmarkt subimos por la calle Getreidemarkt, esta calle parte de la plaza donde se halla el templete de la Sucesión. Queremos visitar ahora el complejo de museos modernistas de Museumsquartier.


- EL COMPLEJO MODERNISTA DEL MUSEUMSQUARTIER.


Detrás de la plaza de María Teresa se sitúan los antiguos establos imperiales, transformados en el complejo museístico de Museumsquartier (www.mqw.at).
Aunque cada museo cuenta con su propia taquilla, tienda y café, en los pabellones de entrada hay taquillas generales, tiendas y un centro de orientación necesario para hacer una preselección y decidir cual de las 30 instituciones culturales que integran su conjunto queremos visitar. De ellas solo seis son museos.
Se pueden comprar entradas combinadas para los museos que más nos interesen. Los dos edificios más emblemáticos del MQ son los cubos blanco y negro que flanquean la antigua sala de equitación, Reithalle.


El "cubo blanco" del Leopold Museum en la fascinante plaza del Museumsquartier de Viena.
Austría. Foto del autor.


El Leopold Museum (www.leopoldmuseum.org), un dado blanco recubierto de "cal de conchas búlgaras", tiene tres pisos bajo tierra y expone la mayor colección privada de Austria, con fondos que van desde 1880 hasta la I G.M.
El MumoK, Museum moderner Kunst (www.mumok.at) es un bloque cuadrado de placas alargadas de basalto apoyado sobre una escalera que oculta la entrada al museo y a la Kunsthalle. La oscuridad del interior produce cierta fascinación, pues solo la parte central donde se encuentran los ascensores y escaleras, es diáfana y recibe la luz a través del techo redondeado y de una ventana panorámica lateral. En el museo se expone arte vanguardista anterior a 1945, happenings y arte de acción, nuevo realismo, pop art, minimal art, fotorrealismo e instalaciones de las décadas de los 80 y 90.


El MumoK en la plaza del Museumsquartier. Viena. Austria. Foto del autor.


No entramos en ninguno de ellos, ya que el arte moderno no es lo nuestro. En cambio, disfrutamos del sol austríaco de mayo en esos bancos tan originales que invitan a conversar. Tumbarse de dos en dos en estos modernos "armatostes" verdes mientras te tomas un café y conversas es toda una delicia. Siempre hay mucha animación en esta plaza, observamos el ir y venir de los viajeros, estudiantes y vieneses que pasean por este lugar tan original.


Disfrutando de los originales "bancos" de la plaza Museumsquartier al sol de Viena.
Austría.


La Khunstalle ocupa el edificio central de las caballerizas y tiene acceso por debajo de las escaleras del MumoK. En las dos naves laterales se han instalado el Architekturzentrum (www.azw.at) y el museo infantil ZOOM Kindermuseum (www.kindermuseum.at). Y ya en la salida (o entrada, según se acceda) del MQ en dirección a Mariahilfer Strasse, se encuentra el Tabakmuseum con una curiosa tienda de regalos que no podéis dejar de visitar...eso sí, los precios son...imperiales.


Entrada principal al Museumsquartier desde la Mariahilfer Strasse. Viena. Austria.
Foto del autor.
El autor entrando en la plaza María Teresa desde el Museumquartier. Viena. Austria.
Foto de Araceli Hidalgo.


Tras salir por este último pasadizo, nos encontramos con la impresionante plaza de María Teresa.





- PLAZA DE MARÍA TERESA Y SUS MUSEOS.


En 1889 se construyó esta monumental plaza para enlazar las caballerizas del Museumsquartier, la avenida del Ringstrasse y la entrada a la Plaza de los Héroes donde se encuentran los museos más importantes del palacio Hofburg.
A cada lado de la plaza hay dos edificios simétricos, el uno enfrente del otro, el Museo de Historia Natural y el Museo de Historia del Arte. Lo único que diferencia estos edificios gemelos son las estatuas de sus fachadas. Las del Museo de Historia Natural representan personificaciones de África, Asia, Europa y América. Las del Museo de Historia del Arte representan famosos artistas europeos.


Las maravillosas estatuas de este lado de la plaza de María Teresa evocan el
pasado de caballos y establos de esta zona. Viena. Austria.
Foto del autor.


En el centro de la plaza nos encontramos con la estatua de la emperatriz María Teresa (1740-1780) fue la primera y única mujer que gobernó sobre los dominios de los Habsburgo. En su época su palabra era ley sobre gran parte de Europa Central. Fue responsable de grandes reformas financieras y educativas, promovió el comercio, desarrolló la agricultura y reformó el ejército austríaco. Sin embargo se negó a promover la tolerancia religiosa.
A ella está dedicada esta popular y visitada plaza. Una de las más famosas de Viena.
El Museo de Historia del Arte contiene obras de famosos artistas del norte de Europa, como "La torre de Babel" de Bruegel y una extensa colección de arte del mundo antiguo. Además posee una colección egipcia con momias, piedras talladas y la tumba de un príncipe egipcio que se transportó piedra a piedra para el emperador Francisco José I. En los techos hay frescos del artista austríaco Gustav Klimt.
El Museo de Historia Natural alberga exposiciones de mariposas y otros insectos y una extensa colección de de animales conservados y disecados.


Las "nobles" vienesas que
repartían las deliciosas
monedas de chocolate.
Plaza María Teresa. Viena.
Austria. Foto del autor.
Plaza de María Teresa, frente al
Museo de Historia del Arte.
Viena. Austria. Foto del autor.

























En esta plaza se suelen realizar muchos actos y eventos, muchos de ellos publicitarios por la gran cantidad de viandantes y turistas que pasean por estos bellos jardines. En nuestra visita coincidimos con un par de jóvenes ataviadas a la manera "dieciochesca" austríaca que ofrecían unas monedas de chocolate realmente deliciosas. Debo deciros la marca ya que nos gustó tanto ese chocolate que no podemos dejar de compartirlo con vosotros, es Schokotaler y aquí su web https://schokotaler.com/en/product/maria-theresia-taler-486 donde encontrareis sus deliciosas monedas de chocolate.
Ademas de comer al sol, disfrutar de uno de los placeres más sanos que hay en esta vida (comer chocolate) y pasear por el lugar, también tuve la oportunidad de plantar una flor en el parterre que rodea la estatua de la emperatriz. Los operarios del ayuntamiento animaban a todo el que quisiera a dejar su impronta floral en la estatua de la emperatriz.


El autor plantando una flor en el nuevo parterre que rodeará la estatua de la soberana María
Teresa. Viena. Austria. Foto de Araceli Hidalgo.


La plaza María Teresa siempre tiene mucho ambiente. Viena. Austria. Foto del autor.

Tras disfrutar del chocolate vienés en la plaza María Teresa nos dirigimos al complejo del Palacio Hofburg.



- PALACIO HOFBURG Y SUS MUSEOS.

Entramos por la puerta exterior que da al Ring, Äusseres Burgtor, que es un resto de la antigua bastilla bombardeada por Napoleón en la revolución francesa, esta guerra civil arrasó especialmente su capital, París.


Entrada al Hofburg por la Äusseres Burgtor. Viena. Austria. Foto del autor.



A partir de 1871 se comenzó en la parte posterior un foro imperial de museos a imitación del Louvre parisino; pero como solo se construyó un ala antes de que empezará la 1ª G.M., se llamó Plaza de los Héroes y se adornó con las estatuas del príncipe Eugenio de Saboya y el archiduque Carlos. Es en esta plaza en la que ahora estamos y donde visitaremos el museo de Armaduras, el de Éfeso y el de instrumentos antiguos.


El autor en la Plaza de los Héroes frente al edificio de los museos del Hofburg.
Viena. Austria. Foto de Araceli Hidalgo.




El Hofburg es un colosal laberinto formado por historias de todo tipo y edificios que impresionan. Fue construido en sucesivas etapas y con numerosas reformas desde el siglo XIV, su zona más antigua es el patio de los Suizos, que alberga la cámara del Tesoro. Del S. XVI son los establos, cuya construcción se debe a Fernando I, y el palacio Amalia habitado en su día por la emperatriz Isabel (Sisí).
A mediados del S. XVII quedaban 3 grupos de edificios sueltos que no ofrecían una imagen demasiado imperial. Tras el asedio turco de 1683, Leopoldo se vio obligado a dormir en el los establos (Stallburg) porque en el palacio no había alcobas disponibles, y ordenó que se reconstruyera y uniera a los edificios mediante el ala Leopoldina. Actualmente es la Residencia del Presidente de la República.
En 1723 Carlos VI cerró el conjunto con el ala de la Cancillería Imperial, dejando entre ellas el gran patio In der Burg. El monarca y su hija María Teresa añadieron la Biblioteca, la Real Escuela Española de Equitación y el ala de salas de baile. 
Ya solo faltaba una fachada que diera pompa al palacio. Las obras se emprendieron en 1893 y es la fachada convexa de Michaelerplatz que hoy admiramos.

A partir de 1871 se comenzó en la parte posterior un foro imperial de museos a imitación del Louvre parisino; pero como solo se construyó un ala antes de que empezará la 1ª G.M., se llamó Plaza de los Héroes y se adornó con las estatuas del príncipe Eugenio de Saboya y el archiduque Carlos. Es en esta plaza donde empezamos nuestro periplo museístico.




- MUSEO DE ÉFESO, COLECCIÓN DE ARMADURAS Y DE INSTRUMENTOS ANTIGUOS.

En la parte del Hofburg orientada al Ring hay cuatro museos (visitas de 10 a 18 h. excepto martes). El museo de armas y armaduras medievales, la colección de antiguos instrumentos musicales, el museo de los Papiros y el museo de Éfeso. Menos el de los papiros visitaremos los otros tres. 
Empezamos por el de Éfeso. En este museo se muestran los hallazgos de arqueólogos austríacos en las ciudades de Éfeso y Samotracia. Éfeso fue una de las doce ciudades griegas situadas en la costa del mar Egeo en Asia Menor (actual Turquía) y una de las más grandes del mundo antiguo. Ya es nombrada como Apasa en época hitita (siglos XVII a XII a.C). Otra leyenda habla que la fundó la amazona Esmirna, aunque la primera noticia de la ciudad la tenemos en el S. VII a.C. por la invasión de la zona por la tribu de los cimerios. Éfeso atraviesa su edad dorada durante el S. I a.C. su riqueza se basaba en el comercio, en su famoso templo de Artemisa y en su puerto.


Los maravillosos frisos del templo de Artemisa de Éfeso. Al fondo el Altar de Artemis.
Una maravilla. Palacio Hofburg. Viena. Foto del autor.


Por aquí pasaron: Alejandro Magno, Pompeyo, Julio Cesar, Marco Antonio y Cleopatra, Augusto...griegos, persas, macedonios, romanos, árabes, turcos...
En el año 262 d.C. la ciudad fue asolada por los godos, el templo quedó destruido y ya no se reconstruyó. Desde entonces la ciudad entró en decadencia que se acentuó por dos terremotos ocurridos en  los años 358 y 368 d.C.
En los siglos VII y VIII la ciudad estuvo hostigada permanentemente por los árabes, en estos años el puerto queda definitivamente cegado por los sedimentos del río y la falta de drenaje por lo que el principal recurso económico de la ciudad desaparece y la ciudad va despoblándose poco a poco. En el S. XI los turcos selyúcidas toman el control de la zona, casi sin habitantes. En el año 1863 se inician los trabajos de búsqueda del templo de Artemisa, cuyos restos se encontraron en 1869. Desde 1895 un equipo austríaco se hace cargo de los trabajos y continua con ellos durante los S. XX y XXI a cargo del Instituto Arqueológico Austríaco, sus resultados los contemplamos en este maravilloso museo.


Estatua de un atleta, bronce procedente de la ciudad de Corinto que probablemente
fue trasladada por mar hasta Éfeso. Palacio Hofburg. Viena. Foto del autor.


Actualmente Éfeso puede visitarse ya que hay un puerto de cruceros a 19 kilómetros del lugar. Se puede contemplar el enorme teatro de 25.000 habitantes (el mayor de su época), la biblioteca de Celso, el ágora, el Octágono (tumba de Arsinoe IV 68-41 a.C. última reina de Egipto), varias termas romanas, el templo de Domiciano y demás templos, palacios, murallas, iglesias, etc. 


Frisos del teatro de Éfeso. Originalmente fue un teatro helenístico que más
tarde fue ampliado por los romanos en el S. I d.C. hasta alcanzar
su aforo de 25.000 personas. La escena de tres pisos que se contempla
hoy en día es romana. Fue en este teatro donde San Pablo predicó a los
efesios. Ese día los orfebres gritaron en su contra por miedo de perder
su negocio de venta de estatuas de Artemisa a los peregrinos.
Museo Éfeso del Palacio Hofburg. Viena. Foto del autor.

  Samotracia es una pequeña isla situada en el norte del mar Egeo, los hallazgos más antiguos en esta isla son de un asentamiento griego del S. VI a.C. Los persas conquistaron Samotracia en el 508 a.C. en el 168 a.C. estaba bajo dominio macedonio y tras a batalla de Pidna en ese año obtuvo su independencia hasta que en el año 70 d.C. pasó a pertenecer al Imperio Romano. Perteneció al Imperio Bizantino (sucesor en oriente del Romano) hasta 1204 que le fue arrebatada por Venecia. El imperio otomano la conquistó en 1457, durante la independencia griega la represión turca mató a casi toda la población de la isla. Esta volvió a poder de Grecia en 1913.


Maqueta de Éfeso a escala 1:500. Museo de Éfeso. Palacio Hofburg. Viena.
Foto del autor.


El sitio más famoso de la isla es el Santuario de los Grandes Dioses, aquí se encontraba la estatua de mármol de 2,5 metros de la diosa Nike, ahora conocida como la Victoria de Samotracia (190 a.C.). Fue descubierta en la isla hecha pedazos en el año 1863 por un arqueólogo francés y ahora se exhibe, sin cabeza, en el Museo del Louvre. Es una de las joyas del museo parisino.

Tras disfrutar del museo de Éfeso, que se encuentra en los inmensos pasillos marmóreos del primer piso del Hofburg, subimos por las escaleras imperiales (impresionan de veras) para adentrarnos en el museo de armaduras de los Habsburgo. Su visita era uno de los deseos de infancia de este que suscribe (cada vez que leía las hazañas de nuestro Gran Capitán, de Alejandro Farnesio, Don Juan De Austria, Ambrosio de Spínola o del gran Duque de Alba, pensaba en este museo) que al fin puede ver satisfecho.


Los maravillosos pasillos y escaleras marmóreas del Palacio Hofburg. Del museo de
Éfeso subimos al piso de arriba donde se encuentra la Colección de Armas de los
Habsburgo. Viena. Foto del autor.


La colección de armas y armaduras incluye las que utilizaron los Habsburgo y los Austrias españoles; Carlos I, Felipe II, Don Juan de Austria y muchos más. Ademas de cientos de armaduras, encontraremos aquí arneses, sillas de montar, armas de fuego y armas decorativas y de ceremonia. Todas adornadas artisticamente porque son las que utilizaron los reyes y nobles de la época.


Caballero medieval en plena justa con todo su equipo. Colección de armas del
Palacio Hofburg. Viena. Foto del autor.




Armadura de Felipe II. Colección
de armas del Palacio Hofburg.
Viena. Foto del autor.
Espadas roperas y daga
vizcaína. Estas son para
nobles, las que utilizaban
los soldados de los tercios eran
mucho más austeras. Viena.
Foto del autor.




























Aquí encontraremos tanto la espada de oro de Maximiliano II (1527-1576), como la magnífica armadura que decoraba el pecho del rey Fernando de Aragón, el marido de nuestra Reina más grande, Isabel la Católica.
Eventos políticos, expediciones militares, reuniones del parlamento, homenajes, coronaciones, casamientos...en todos estos casos había motivos para adquirir nuevos objetos que se almacenaban luego en la Cámara de Caza de la corte y en la Cámara de armamento. Casi todas las dinastías de Europa Occidental están aquí representadas con objetos que datan del S. XV hasta comienzos del S. XX.


El autor ante la armadura de Federico III (1415-1493). Emperador del Sacro
Imperio Romano Germánico. Palacio Hofburg. Foto de Araceli Hidalgo.


La altísima calidad artística de las armaduras sorprende, pero eran objetos que, principalmente, tenían como objetivo representar a los soberanos y a sus vasallos. Cada uno de ellos son, sin excepción, piezas únicas de los artesanos más famosos que, a menudo, utilizaban diseños de artistas tan conocidos como Durero o Holbein para los ostentosos grabados.


Armaduras de la colección del Palacio Hofburg. Viena. Foto del autor.
Armas de la Alta Edad Media del Sacro Imperio Romano Germánico en la colección del
Palacio Hofburg. Viena. Foto del autor.


Por último, y no menos fascinante, recorremos la colección de antiguos instrumentos musicales. Entre otros se pueden ver; el violín de María Teresa, el clavicordio de Leopoldo II, el cémbalo de Haydn y los pianos de Beethoven, Clara Schumann, Brahms y Mahler. Contemplaremos los instrumentos con los que, en otros tiempos, músicos como Beethoven, Chopin entretuvieron a los miembros de la Casa Imperial.


La lira de Braccio (1511) de
Giovanni d´Andrea. Palacio
Hofburg. Viena. Foto
del autor.
Violín de Wolfang Amadeus
Mozart S.XVIII. Palacio
Hofburg. Viena. Foto
del autor.
























Los instrumentos de cuerda, viento y teclados expuestos agradaban ya en tiempos del Emperador no solo a los oídos sino también a la vista, ya que estaban fabricados de una manera tan artística (destaca especialmente la colección del Renacimiento) que reflejan perfectamente el lujo existente en el imperio de los Habsburgo.
Un punto culminante acústico es la grabación original de la orquesta de Johann Strauss, la única aún existente.
Aquí también encontraremos la cítara con la que Anton Karas interpretó la melodía mundialmente conocida de la película "El tercer hombre".
Esta es la colección de instrumentos renacentistas y barrocos más importante del mundo.


Clavicordio de 1580. Colección de instrumentos musicales antiguos del Palacio
Hofburg. Viena. Foto del autor.




- CENTRO DE VIENA Y LUGARES CON ENCANTO. PARQUE PRATER.

Tras salir de los museos nos dirigimos al centro de Viena para dar una vuelta, tomar un café "vienes" y disfrutar de la tarde-noche en la capital austríaca. Venid con nosotros...


Patio in der Burg del Palacio Amlienburg, vamos hacía la calle Kohlmarkt. Viena. Foto del autor.


Michaelerplatz, salimos del complejo del Palacio Hofburg. Vamos al centro de Viena.
Foto del autor.


Pastelería Demel en la calle Kohlmarkt, la más famosa de Viena. Foto del autor.


Algunos de los productos de la pastelería Demel son auténticas obras de arte.
Viena. Foto del autor.


Por supuesto en Demel no podría faltar
la famosa tarta Sacher. Una delicia. Viena.
Foto del autor.




Reloj Anker, de estilo art-nuveau, está situado en la Hoher Markt, la plaza más antigua de Viena.
Al mediodía doce figuras desfilan juntas mientras suena música clásica vienesa. Se terminó
en 1914. Alguna de las figuras que desfilan son: Marco Aurelio, Carlomagno, Eugenio
de Saboya, María teresa de Austría o el músico Haydn. En la foto marca las 18:14 horas
y la figura de esa hora es Hans Puchsbaum (arquitecto gótico). Viena.
Foto del autor.


Rincón con encanto en las inmediaciones de Regensburger Hof. Viena.
Foto del autor.



Viena y sus rincones con encanto. Foto del autor.



Ya es de noche, cogemos el metro para acercarnos al hotel, como tenemos al lado el famoso parque de atracciones Prater, nos damos una vuelta para conocerlo.


Entrada al Prater. El parque de atracciones más antiguo del mundo. Viena.
Foto del autor.


El Prater es una mezcla entre tradición y modernidad, aunque vence la modernidad. Viena.
Foto del autor.

Es el parque de atracciones más antiguo del mundo, fue utilizado como coto de caza hasta que se abrió al público en 1766, en 1895 se abrió como parque de atracciones. 
En 1897 se inauguró la famosa Noria Gigante de Viena, que aún podemos contemplar y que fue la autentica protagonista en la película "El tercer hombre".


La noria del Prater con sus 15 cabinas. La original antes de
ser destruida en la IIª G.M. contaba con 30. Las que
quitaron están ahora en el suelo convertidas en un
museo. Viena. Foto del autor.


La entrada al Prater es gratuita y aunque ha cambiado mucho su fisonomía desde el año en que lo inauguraron, aún guarda entre sus atracciones modernas, llenas de luces led y música discotequera un poso de nostalgia que, si miráis a la noria con ojos de niño, sin duda, podréis disfrutar de manera especial.

Ya es noche cerrada y nos vamos a descansar. Mañana pasaremos nuestro último día en Viena. 


Próximo post: 14.4- Viena (y III). Ayuntamiento de Viena y Palacio Belvedere.