Roma.
A las 8 de la mañana salgo del hotel. Al igual que ayer hoy hace un día estupendo y el calor empieza a notarse, pasaremos de los 35 grados y voy a agradecer mucho las docenas de fuentes que surten de agua fresca el casco histórico de la ciudad. Una maravilla ese oro líquido, sin el cuál, sería muy dificíl recorrer a pleno sol tanto tesoro histórico sin caer desfallecido. Es lo que tiene la "canícula" romana.
Me dirijo a visitar el Coliseo, para ello he comprado la tarjeta Roma Pass que te permite visitar varios monumentos de la ciudad con un descuento apreciable, además puedes subir gratis al metro.
- EL COLISEO.
Este anfiteatro es el símbolo de Roma. La construcción del Coliseo fue comenzada por Vespasiano en el 72 d.C, en los terrenos privados que ocupaba el palacio de Nerón, la Domus Aurea, y recibió su nombre de la colosal estatua de este emperador que se erguía junto a él. Conocido en un principio como Anfiteatro Flavio, por el apellido de Vespasiano, fue inaugurado por su hijo Tito en el año 80 d.C.
La espectacular estructura daba cabida a más de 50.000 personas sentadas en cada uno de los tres niveles dependiendo de su rango social. Para conmemorar su victoria sobre los dacios (actual Rumanía), Trajano celebró unos juegos que duraron 117 días y durante los cuales 9.000 gladiadores y 10.000 bestias pelearon hasta la muerte.
Las paredes exteriores estaban recubiertas de mármol travertino. El nivel superior, con ventanas y pilastras corintias, soportaba el peso de 240 mástiles. Estos aguantaban el "velarium" un toldo de lino que recubría el Coliseo para proteger a los espectadores de las inclemencias del tiempo, marineros de la flota del Miseno se encargaban de recogerlo y extenderlo.
El Coliseo está dividido en tres partes: la arena, la cávea y el podium.
La arena contaba con un suelo de madera que se recubría de arena para evitar resbalones y absorber la sangre vertida. También podía llenarse de agua para simular batallas navales (naumaquias). El suelo bajo la arena contenía trampillas ocultas que comunicaban pasillos subterráneos, hoy a la vista. Animales, luchadores y elaborados escenarios, eran llevados hasta la arena desde el mismo subsuelo del Coliseo a través de complicados sistemas de poleas.
La cávea, donde se sentaban los espectadores, se dividía en tres sectores, caballeros y patricios, en el nivel más próximo a la arena, los ciudadanos acaudalados en el intermedio y la plebe en el más elevado.
El podium, una terraza frente a las gradas, se reservaba para emperadores, senadores y personalidades.
Tras la caída del Imperio, el Coliseo abandonado se utilizó como cantera que proporcionó los materiales para la construcción de muchos de los palacios de la ciudad. Este pillaje solo cesó en el S. XVIII cuando el Papa consagró el lugar como iglesia.
Entrar al Coliseo impresiona, caminar entre esas piedras milenarias sabiendo lo que aquí ocurrió hace casi 2000 años, pone los pelos de punta. Es una sensación indescriptible y la meca para un aficionado a la Historia de Roma como yo
Tras salir del Coliseo me dirijo a los zona del Foro Romano, el antiguo centro político, comercial y religioso de la urbe que se encontraba en el valle entre los montes Capitolino y Palatino.
- EL COLISEO.
Este anfiteatro es el símbolo de Roma. La construcción del Coliseo fue comenzada por Vespasiano en el 72 d.C, en los terrenos privados que ocupaba el palacio de Nerón, la Domus Aurea, y recibió su nombre de la colosal estatua de este emperador que se erguía junto a él. Conocido en un principio como Anfiteatro Flavio, por el apellido de Vespasiano, fue inaugurado por su hijo Tito en el año 80 d.C.
El Anfiteatro Flavio, el símbolo de Roma. Foto del autor. |
Friso de gladiadores en el Coliseo (S. I d.C.). Roma. Foto del autor. |
Las paredes exteriores estaban recubiertas de mármol travertino. El nivel superior, con ventanas y pilastras corintias, soportaba el peso de 240 mástiles. Estos aguantaban el "velarium" un toldo de lino que recubría el Coliseo para proteger a los espectadores de las inclemencias del tiempo, marineros de la flota del Miseno se encargaban de recogerlo y extenderlo.
El autor en la cávea del Coliseo. Roma. |
El autor en uno de los espectaculares accesos a las gradas (cávea) del Coliseo. Roma. |
El Coliseo está dividido en tres partes: la arena, la cávea y el podium.
La arena contaba con un suelo de madera que se recubría de arena para evitar resbalones y absorber la sangre vertida. También podía llenarse de agua para simular batallas navales (naumaquias). El suelo bajo la arena contenía trampillas ocultas que comunicaban pasillos subterráneos, hoy a la vista. Animales, luchadores y elaborados escenarios, eran llevados hasta la arena desde el mismo subsuelo del Coliseo a través de complicados sistemas de poleas.
La cávea, donde se sentaban los espectadores, se dividía en tres sectores, caballeros y patricios, en el nivel más próximo a la arena, los ciudadanos acaudalados en el intermedio y la plebe en el más elevado.
El podium, una terraza frente a las gradas, se reservaba para emperadores, senadores y personalidades.
El autor y los sótanos del Coliseo, desde aquí subían gladiadores, animales y escenarios para el espectáculo. Roma. |
Tras la caída del Imperio, el Coliseo abandonado se utilizó como cantera que proporcionó los materiales para la construcción de muchos de los palacios de la ciudad. Este pillaje solo cesó en el S. XVIII cuando el Papa consagró el lugar como iglesia.
Entrar al Coliseo impresiona, caminar entre esas piedras milenarias sabiendo lo que aquí ocurrió hace casi 2000 años, pone los pelos de punta. Es una sensación indescriptible y la meca para un aficionado a la Historia de Roma como yo
Tras salir del Coliseo me dirijo a los zona del Foro Romano, el antiguo centro político, comercial y religioso de la urbe que se encontraba en el valle entre los montes Capitolino y Palatino.
- LOS FOROS IMPERIALES.
El Foro fue construido a lo largo de 900 años. Antes de pasear entre sus ruinas es conveniente subir a la ladera del monte Capitolio y contemplar el conjunto en su totalidad. Si además llevamos una pequeña guía de arqueología podemos identificar más fácilmente cada columna, templo y edificio, saber de su antigüedad y que utilidad le daban los habitantes de la urbe.
El autor en los Foros Imperiales. Roma. |
Entrando por la Vía dei Fori Imperiali, vemos a la izquierda el templo de Antonino y Faustina (141 d.C.) en el S. VIII se transformó en la iglesia de San Lorenzo in Miranda. A la derecha quedan los restos de la Basílica Aemilia (179 a.C.) el edificio tenía 100 metros de largo y su fachada estaba formada por un pórtico de dos plantas con tiendas en la entrada. Fue demolida casi en su totalidad durante el Renacimiento, saqueada en busca de sus preciados mármoles.
Si seguimos por la Vía Sacra hacía el Capitolio se llega a la Curia, lugar donde se reunía el Senado, fue iglesia y reconstruida de nuevo como Curia en 1930. Frente a la Curia está el Lapis Niger (Piedra Negra) una pieza de mármol negro que, según la leyenda cubre la tumba de Rómulo.
El Arco de Septimio Severo en los Foros Imperiales, Templo de Antonino y Faustina con andamios y la Curia detrás del Arco. Roma. Foto del autor. |
El Arco de Septimio Severo, a su lado (dcha) el "ombligo de la ciudad". Roma. Foto del autor. |
El arco de Septimio Severo (203 d.C.) se erigió en memoria de la victoria de este emperador sobre los partos. Una base circular de piedra junto al arco marca el "ombligo de la ciudad", el centro simbólico de Roma. Al sur se encuentra la "Rosta", la tribuna desde donde los oradores se dirigían al pueblo. Al lado está el templo de Saturno (497 a.C.) uno de los más importantes de la antigua Roma, en él se guardaba el tesoro del Estado. En la actualidad solo quedan 8 columnas de granito.
Las columnas del templo de Saturno en los Foros Imperiales, al fondo, los árboles del Palatino. Roma. Foto del autor. |
Al fondo, las tres columnas blancas del templo de Castor y Polux. Foros Imperiales. Roma. Foto del autor. |
Flores en el lugar donde se incineró a Julio Cesar, templo del Divino Julio. Foros Imperiales. Roma. Foto del autor. |
Las tres únicas columnas que quedan del templo de Castor y Polux se encuentran al lado del templo de Julio Cesar, se levantó en el 489 a.C. para conmemorar la derrota de los etruscos y en memoria de los Dioscuros o gemelos celestiales que, según la leyenda, se aparecieron durante la batalla para ayudar a los romanos. El templo también hacía las funciones de banco y centro de pesos y medidas.
La Casa de las Vestales también se halla aquí. A este templo que custodiaba la llama sagrada de la diosa Vesta solo podían acceder como sacerdotisas las hijas de entre 6 y 10 años de las familias patricias. Allí permanecían vírgenes durante 30 años, luego podían salir y casarse. Para el marido era un gran honor casarse con una ex-vestal.
Basílica de Constantino con sus impresionantes bóvedas vistas desde el Palatino. Roma. Foto del autor. |
Friso del Arco de Tito representando el saqueo de Jerusalén por parte de las tropas romanas. Roma. Foto del autor. |
El siguiente monumento es la magnífica Basílica de Constantino (315 d.C.). Al final del Foro se alza el Arco de Tito (81 d.C.) que conmemora la toma de Jerusalén por el emperador Tito en el 70 d.C.
- EL PALATINO.
Subo ahora hacía la colina del Palatino, cuenta la leyenda que aquí vivía la loba que cuidó de Rómulo y Remo. Se han descubierto en este monte las primeras evidencias de restos humanos en forma de cabañas del S. IX a.C.
Augusto fue el primer emperador que levantó grandes construcciones en esta zona, con el tiempo se unieron formando la Domus Augusta que fue el Palacio Imperial de Roma durante 300 años.
La Domus Augusta se construyó sobre dos niveles con habitaciones que daban a jardines en cada planta. Este edificio presenta una fachada con columnas que dan al sur donde se tiene una espectacular vista del Circo Máximo. Los emperadores tenían un balcón privilegiado en su increíble palacio, desde él disfrutaban de las emocionantes carreras de cuadrigas. En esa posición debían sentir casi a sus pies, el imponente griterío de las 300.000 gargantas que vibraban viendo el emocionante espectáculo de las cuadrigas lanzándose en pos de la corona de la victoria en loca y muchas veces suicida carrera.
Recreación del Circo Máximo y de la Domus Augusta. Roma. |
No hay nada como una guía de arqueología para visitar los Foros Imperiales. El autor ante el estadio de la Domus Augustana. Roma. |
Flores en un antiguo estanque del Palacio Imperial. Monte Palatino. Roma. Foto del autor. |
Estadio de la Domus Augusta en el monte Palatino. Roma. Foto del autor. |
En el sudeste del complejo se encuentra el estadio, de 160 metros de largo y 80 de ancho, usado por los emperadores para juegos, pruebas deportivas y espectáculos. Al lado quedan algunas ruinas de la casa y termas de Septimio Severo y más allá el edificio blanco sede del Museo Palatino donde se exponen: esculturas, murales y otros hallazgos.
- LOS MUSEOS CAPITOLINOS.
Son los museos públicos más antiguos del mundo, están ubicados en dos palacios en la Piazza del Campidoglio. Fueron fundados en 1471 por el papa Sixto VI quién donó parte de su colección, en siglos posteriores se vería incrementada con la aportación de nuevos papas.
Los Foros Imperiales desde los Museos Capitolinos. Roma. Foto del autor. |
Plaza del Capitolio desde el Palazzo Nuovo, con la estatua de Marco Aurelio. Roma. Foto del autor. |
El autor en la Sala de los Filósofos. Museos Capitolinos. Roma |
Palazzo Nuovo, Museos Capitolinos. Roma. Foto del autor. |
En el Palazzo Nuovo se exhiben obras importantes como estatuas de emperadores romanos y en la sala de los filósofos, bustos de filósofos, poetas y políticos griegos y romanos (Sófocles, Homero, Epicuro y Cicerón). Las esculturas más interesantes son las de Marco Aurelio a caballo en bronce. El impresionante Gálata Moribundo, copia romana de un original griego del S. III a.C. de Pérgamo. El Fauno in marmo rosso antico (fauno rojo) del S. II d.C. y recuperada de la villa Adriana S. II d.C. Y la sensual Venus Capitolina del S. I a.C. copia de la famosa Afrodita de Prassitele del S. IV a.C. y excepcionalmente bien conservada ya que su dueño la tapió detrás de una pared falsa para protegerla de las barbaries de la Historia.
El impresionante Fauno Rojo S. II d.C. Museos Capitolinos. Roma. Foto del autor. |
El imponente Gálata Moribundo. Museos Capitolinos. Roma. Foto del autor. |
La Venús Capitolina S. I a.C. Roma. Foto del autor. |
El autor junto al Neptuno Capitolino. Museos Capitolinos. Roma |
Una galería subterránea une el Palazzo Nuovo con el Palazzo dei Conservatori en el lado opuesto de la plaza y el acceso al Tabularium, bajo el Palacio del Senado. En el Tabularium se guardan las inscripciones más importantes de la República y el Imperio. En el Palacio de los Conservadores se exponen los fragmentos (cabeza, mano y pie) de una colosal estatua del emperador Constantino que se encontraba en la Basílica de Constantino (también llamada de Majencio) en los Foros Imperiales. También La Loba Capitolina, bronce etrusco del S. VI a.C. con los gemelos Rómulo y Remo añadidos en 1509.
Loba Capitolina, bronce etrusco del S. VI .C. Roma. Foto del autor. |
El autor ante la colosal cabeza en bronce que pertenecía a la estatua de Constantino. Palacio de los Conservadores. Museos Capitolinos. Roma. |
Si aún hay fuerzas después de un día pateando los Foros, el Palatino y los museos a 35º C, os recomiendo que no os perdáis la Pinacoteca en la planta superior, una maravilla con obras de la escuela veneciana: Giovanni Bellini, el Veronés, Tiziano, Tintoretto...y mi favorito, el maestro del realismo y las sombras, el gran Caravaggio. Lienzos de Guido Reni, Van Dyck, Rubens, Nicolas Poussin...
El Monte Capitolino es la sede del ayuntamiento y de los museos capitolinos, la más importante de las siete colinas sobre las que se fundó Roma. La plaza del Capitolio fue diseñada por Miguel Ángel en 1538. Tiene un acceso por unas escaleras muy escarpadas desde los foros, pero la entrada principal es por la Cordonata, una rampa escalonada ideada y construida por Miguel Ángel para que el emperador español Carlos I (padre de Felipe II) entrara en la ciudad. La flanquean dos leones egipcios y dos gigantescas estatuas romanas de Castor y Polux que se hallaron cerca y se colocaron en 1583. En el centro de la plaza se encuentra la estatua ecuestre de Marco Aurelio, la original (176 d.C.) muy dañada por la contaminación se exhibe en el Palazzo Nuovo desde 1981.
La auténtica estatua de Marco Aurelio (S. II d.C.) en el Palazzo Nuovo. Roma. Foto del autor. |
Plaza del Campidoglio con la estatua ecuestre de Marco Aurelio (1981), copia de la original. Roma. Foto del autor. |
El autor en la Plaza del Capitolio (Senatus PopulosQue Romanus) el Senado y el Pueblo Romano. Roma. |
Después de un día intenso de andar al sol, hay que reconocer que si no fuera por las docenas de fuentes que riegan de agua fresca el casco histórico de Roma, se haría muy cuesta arriba visitar tantas maravillas.
¡¡¡¡Mañana más Roma!!!!
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